- Infancia y juventud de Joseph Smith (hijo)
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La infancia y juventud de Joseph Smith, hijo cubre el período que va desde su nacimiento el 23 de diciembre de 1805, hasta finales de 1827, cuando los Santos de los Últimos Días creen que Smith obtuvó las planchas de oro grabadas con antiguas inscripciones cristianas, enterradas en una colina cerca de su hogar en Manchester, Nueva York.
Joseph Smith, hijo fue el fundador y principal líder del Movimiento de los Santos de los Últimos Días, del cual surgió el mormonismo, e incluye denominaciones como La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y la Comunidad de Cristo. Los seguidores de Smith creen que fue un profeta de los últimos días.
Contenido
Infancia
Smith nación el 23 de diciembre de 1805 en Sharon, Vermont,[1] una pequeña localidad junto a Massachusetts, siendo el quinto hijo de Joseph Smith (padre) y Lucy Mack Smith. Los Smith eran una familia dedicada a la agricultura y se mudaron en y alrededor de Nueva Inglaterra debido a las malas cosechas y algunas desventuradas empresas. he is awesome
Durante el invierno de 1812-1813, José Smith, hijo, de siete años de edad, sobrevivió una epidemia de fiebre tifoidea que dejó un saldo de más de tres mil muertos en la región de Nueva Inglaterra.[2] Como consecuencia de la enfermedad, sufrió una peligrosa infección en la médula del hueso de la pierna izquierda. Algunos médicos aconsejaron la amputación, pero su familia rehusó. Después de una satisfactoria operación para acabar con partes de su hueso de la espinilla (sin anestesia y negando el más comúnmente usando tranquilizante de la época, el whisky), Smith recuperó finalmente, a través del uso de muletas durante varios años y fue aquejado de cojera durante el resto de su vida. (Smith, 1853, pp. 62-65).[3]
En 1816, aproximadamente, después de tres años de malas cosechas en Norwich (Vermont) (el resultado del año 1816 sin verano),[2] la familia Smith cayó en manos de un programa de los Estados Unidos para reubicar familias poco productivas (Norwich, 1816). Las razones legales de esta reubicación son desconocidas, podrían estar relacionadas con las dificultades financieras de la familia, por lo que cayeron bajo el escrutinio de Nueva Inglaterra que presionaba o coaccionaba a los "foráneos" para colonizar en otras partes (Benton, 1911, pp. 106–113, 115, 117). Ello hizo que la familia Smith recientemente tuviera que mudarse de ciudad en ciudad en Vermont. Joseph Smith, padre, se transladó solo a Palmyra, Nueva York, seguido enseguida por el resto de la familia. En la ciudad de Palmyra, Joseph Smith, y sus hijos mayores consiguieron varios trabajos menores, y finalmente abrieron una "tienda de cervezas y tartas" (Tucker, 1867, p. 12). En 1818 la familia obtuvo una hipoteca en una granja de 100 acre (0,4 km²) justo a las afueras de Palmyra en Manchester (la cual era parte de Farmington hasta 1821).
La familia Smith construyó una casa de madera en un espacio que técnicamente quedaba justo fuera de su propiedad, en la ciudad de Palmyra (Berge, 1985), zona que sería luego conocida por su fecundidad en el surgimiento de nuevas corrientes religiosas.[1] En 1882, los Smith empezaron a construir una casa granjera que estaba realmente en el terreno de su reciente propiedad (Smith, 1853, p. 87). El 19 de noviembre de 1823, el hermano mayor de Joseph Smith, Alvin murió, posiblemente como resultado de una intoxicación por calomelano, recetado en ese entonces para la fiebre biliosa (Smith, 1853, p. 89). En 1825, los Smith no pudieron reunir dinero para pagar la hipoteca final, y su acreedor les demandó un juicio hipotecario sobre la propiedad. Sin embargo, la familia logró persuadir a un cuáquero de la localidad de nombre Lemuel Duerfee, para comprar la granja y alquilarla a los mismos Smith. A finales de 1828, la familia se mudó a otra casa más al sur, donde se quedaron hasta 1830.
Smith tuvo una muy corta educación escolar formal (Pratt, 1840, p. 3) y en vez de ir a la escuela, trabajó en la granja de su padre, cazaba, pescaba, conseguía trabajos menores y vendía tartas y cerveza durante los eventos públicos de Palmyra (Tucker, 1867, pp. 14-15). Su madre le describía como «menos inclinado a leer libros que cualquiera otro de los chicos, pero mucho más dado a la meditación y al estudio profundo»,[2] nunca habiendo leído la Biblia completamente hasta al menos los dieciocho años (Smith, 1853, p. 84). Fue descrito como «notablemente callado» (Smith, 1853, p. 73) y «taciturno» (Tucker, 1867, p. 16), tan bien como «proverbialmente bondadoso», pero «nunca se le veía reír» (Tucker, 1867, p. 16–17). Según se dice, tuvo una gran interés y aptitud en el debate moral y en asuntos políticos en un club loca para debates de jóvenes (Turner, 1852, p. 214).
Antecedentes religiosos
Smith creció durante el Segundo Gran Despertar, una época en la historia de los EE.UU cuando había un considerable renacimiento del insterés por el cristianismo, como reacción a la más secular Ilustración que le precedió.
Durante ese Despertar, el oeste de Nueva York decía estar «envuelto en el fuego» del resurgimiento cristiano que recibió luego el apodo de «Distrito Incendiado», en reconocimiento de la forma en que se entregaba la población a tantas manías religiosas simultaneas.[4]
La familia de Smith y sus ancestros, como la mayoría de familias de esta era, tuvieron pequeñas afiliaciones con religiones organizadas; sin embargo, eran religiosos en su privacidad, creyendo en visiones y profecías, y practicaban varios tipos de religiones folclóricas (Quinn, 1998). Se dice que el bisabuelo paterno de Smith, Asael Smith, un cristiano universalista, predijo que uno de sus descendientes sería un profeta (Roberts, 1902, p. 2:443). Por su parte, el bisabuelo materno de Smith, Solomon Mack publicó un libro en 1811 describiendo una serie de visiones celestiales y voces la cuales le dijeron que se convirtiera a la "fe cristiana" a la edad de los setenta y siete años (Mack, 1811, p. 25).
Los padres de Smith también decían que experimentaron visiones y profecías. Antes de nacer Joseph, Lucy, su madre, fue a una arboleda a orar porque su marido, Joseph Smith, había rechazado ir a la iglesia con ella, y cuando volvió a su casa, y se fue a la cama, tuvo, de repente, una visión en sueños la cual interpretó como una profecía en la que Joseph Smith Sr. aceptaría más tarde el evangelio puro y sin mancha del Hijo de Dios (Smith, 1853, pp. 55-56).
Joseph Smith Sr. también informó de sus propias serie de siete visiones entre 1811 y 1819 según Lucy, cinco de las cuales ella describió (Smith 1853, pp. 56, 58-59, 70–72, 74). Estos sueños, dijo Lucy, vinieron cuando Smith, padre, estaba “muy emocionado por el tema de la religión”, y confirmó en su mente lo correcto que había sido su rechazo a unirse a alguna religión organizada, y le instó a creer que un día sería guiado en el camino adecuado de su propia salvación (id.). En los sueños participaba un “espíritu asistente” (p. 56), y muchos comentaristas han señalado que su segunda visión (págs. 58-59) es muy similar a un sueño que aparece en los primeros capítulos del Libro de Mormón (Primer Libro de Nefi 8:2-28).
Al igual que la mayoría de los estadounidenses de la época, la familia Smith también practica diversas formas de religión popular (Quinn, 1998). Según un historiador de los principios de Vermont, Joseph Smith, Sr. fue miembro de una secta de «Varillas Adivinadoras» (del latín, Virgula Divina) en Vermont conocida como el "Nuevo Israel" (Quinn, 1998, p. 38); sin embargo, las evidencias para apoyar esta afirmación son muy limitadas. Varias otros relatos informan que poco después Smith, Sr. utilizó las Varillas Adivinadoras en la búsqueda de tesoros (Quinn, 1998, p. 38).
Smith parece haber tenido cierto interés en la denominación metodista (Roberts, 1902, vol. 1, ch. 1, p. 3). El contemporáneo y compañero de Smith, Oliver Cowdery, escribió más tarde que Smith fue muy influenciado por las enseñanzas de un Rev. George Lane, un anciano metodista que presidía y administraba la era de intensa agitación religiosa de Palmira entre 1824 y 1825 (Cowdery, 1834b, p. 13); la influencia de Lane se ve confirmada por William, el hermano de Smith, (Smith, 1883). No se sabe si Smith asistió a alguna reunión en la que discursó Lane, pero Lane visitó la cercana ciudad de Viena a 24 km de Palmira, para una gran conferencia Metodista en 1819 (Porter, 1969, p. 330). Smith mismo parece haber dirigido la palabra en alguna de las reuniones locales metodistas, descrito como un "exhortador muy aceptable" (Turner, 1852, p. 214). Sin embargo, los metoditas contemporáneos de Smith Smith a menudo consideraron su interpretación de las Escrituras como blasfemas (Tucker, 1876, p. 18).
En algún punto, parece que Smith se retiró del grupo probatorio de los metodistas en que estuvo matriculado, anunciando que era su creencia que todo lo relacionado con el sectarianismo era falaz, y que las iglesias se asentaban sobre un fundamento falso (Tucker, 1876, p. 18). Según un escrito años más tarde, Smith se alzó e informó que su misión era restaurar el verdadero sacerdocio. El reporte indica que convocó una serie de reuniones, pero nadie parecía dispuesto a seguirle como líder de una nueva religión (Mather, 1880, p. 199). En algún momento durante la intensa apelación de los clérigos de 1824-1825, Smith parecía negar rotundamente a asistir a una iglesia organizada, de acuerdo a su madre, porque según él, "puedo tomar mi Biblia, y entrar en el bosque, y aprender más en dos horas, que se puede aprender en una reunión [sic] por dos años, si asistiese todo el tiempo".[5]
La Primera Visión
Al igual que su padre, el joven Smith pareció tener su propio conjunto de visiones, la primera de las cuales se produjo a principios de 1820 cuando Smith estaba en su adolescencia temprana y se conoce entre los Santos de los Últimos Días como la Primera Visión. La primera descripción de este evento no se publicó sino hasta 1832 en el que el evento se reporta como ocurrido en 1821 (Smith, 1832, p. 3), sin embargo, la mayoría de los relatos actuales le da fecha a la visión del año 1820.[2] La Primera Visión fue una teofanía, una comunicación personal directa con Dios. Los detalles de la visión han variado a lo largo de las veces que Smith recontaba el hecho durante toda su vida.
El hermano de José, William, la Primera Visión fue motivada en parte por un ministro quien hizo referencia a la Epístola de Santiago 1:5, que en la versión Reina Valera dice, «Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada»,[6] y sugirió que Smith le preguntase a Dios sobre su inquietud religiosa (Smith, 1884). William también infiere que gran parte de la emoción religiosa en la zona fue causada por el Rev. George Lane, un "gran predicador del Gran Despertar" (Smith, 1883, p. 6). No existen registros que coloquen a Lane en Palmyra sino hasta 1824, aunque se reporta una visita a la cercana ciudad de Viena (a 24 km de Palmyra) en 1819 para una gran conferencia metodista (Porter, 1969, p. 330). Se especula que José y su familia podrían haber viajado a vender tortas y cerveza en este caso, como lo hicieron con otros eventos en los alrededores Palmyra (Anderson, 1969, p. 7).
Los detalles exactos de la Primera Visión varían un poco dependiendo de quién es quien relata la historia y cuando lo hace. La primera versión del mismo Smith en 1832 data la visión para 1821 y afirmó que vio «un pilar [sic] de fuego luminoso superior al resplandor del sol al mediodía» y que «el Señor abrió los cielos anti mí y vi al Señor y él me habló diciendo Joseph, hijo mío, tus pecados te son perdonados» (Smith, 1832, p. 3). Se ha debatido si Smith consideró a este evento como una visión o bien como la visita en físico de algún personaje. Un folleto misional publicado en 1840 por la iglesia de Smith declaró que después que vio la susodicha luz, su mente fue capturada de tal manera que se aisló de los objetos naturales que le rodeaban, y fue envuelto en una visión celestial (Pratt, 1840, p. 5).
En el relato dictado por Smith en 1838 para su inclusión en la historia oficial de la iglesia, describió la Primera Visión como una aparición de dos personajes divinos en algún momento durante la primavera de 1820:
«... vi una columna de bluz, más brillante que el sol, directamente arriba de mi cabeza; y esta luz gradualmente descendió hasta descansar sobre mí ... al reposar sobre mí la luz, avi en el aire arriba de mí a dos Personajes, cuyo fulgor y gloria no admiten descripción. Uno de ellos me habló, llamándome por mi nombre, y dijo, señalando al otro: Éste es mi Hijo Amado: ¡Escúchalo!»
(Roberts, 1902, vol. 1, ch. 1, p. 5).No está claro si Smith le contó a alguien acerca de su visión antes de informar sobre su descubrimiento de las planchas de oro en 1823. Según Smith, le dijo a su madre en el momento que «había sabido a satisfacción [suya] que el presbiterianismo no es verdadero» (Roberts, 1902, vol. 1, ch. 1, p. 5), sin embargo, la mención de esta conversación es omitida de la propia historia de Lucy (Smith, 1853, p. 77), y José nunca dijo que hubiese compartido los detalles de la visión con su familia en 1820 ni poco después. Dijo una vez que le habló de la visión a «uno de los ministros metodistas, uno muy activo en la ya mencionada agitación religiosa» (Roberts, 1902, vol. 1, ch. 1, p. 6). Muchos presumen que este fue el Rev. Lane, pero no hay registros de alguna visita de Lane a la zona de Palmyra alrededor de 1820. El hermano de José, William, quien preparó una historia detallada de la época, aparentemente desconocía de cualquier visión de Joseph hasta el año 1823 (Smith, 1883, pp. 8–9), aunque solo hubiera tenido nueve años de edad en 1820.
Smith declaró que la narración de su visión «había despertado mucho prejuicio en contra de [el] entre los profesores de religión, y fue la causa de una fuerte apersecución, cada vez mayor» (Roberts, 1902, vol. 1, ch. 1, p. 6). Las historias sobre visiones y teofanías no eran inusuales en la época, aunque el clero de las religiones formales muchas veces resistía dichas historias (Quinn, 1998). Los prejuicios en contra de Smith pueden haberse llevado a cabo por el clero, pero no hay registro contemporáneo de ello. La mayor parte de la persecución que reporta Smith, parece haber surgido entre los laicos, y no necesariamente por causa de su Primera Visión, sino debido a su afirmación más adelante de haber descubierto las plancahs de oro en una colina cerca de su casa, declaración que fue ampliamente difundida y ridiculizada en los periódicos locales comenzando alrededor de 1827.
Años más tarde, un vecino no Mormón resumió las opiniones de Smith y su familia por sus vecinos de Palmira diciendo, «A decir verdad, había algo sobre él que no podía entender; de alguna manera él sabía más de lo que ellos sabían, y eso que les enardecía».[7] La estrecha colaboración del joven vidente, de sus padres y de sus hermanos a partir de la primera visión, y quizás desde antes con la revolución protestante de la época y los desafíos económicos de la región, convierten la revelación y difusión inicial de la nueva religión en un asunto casi más familiar que individual.[8]
Los personajes de la visión le dirían a Joseph que ninguna de las religiones existentes era la portadora de la verdad y que en futuras revelaciones recibiría nuevas instrucciones.[1]
Clarividente
Se ha dicho que aproximadamente al mismo tiempo que Smith informa que tuvo su primera visión, comenzó la práctica de la cristalovidencia, una forma de adivinación en el que un "vidente" ve a través de un cristal, a menudo llamado vidente de piedra, para obtener conocimiento esotérico divino. Quienes atestiguaron el hecho afirman que Smith colocaba una piedra en un sombrero blanco, poniendo su rostro sobre el hueco del sombrero para bloquear toda la luz y, a continuación, obtenía la información de la piedra (Harris, 1859, p. 164; Mather, 1880, p. 199). Existen dos versiones sobre el cómo obtuvo Smith su primera piedra vidente. Una reseña que en una entrevista con Smith, Sr., éste dijo que el joven de 14 años obtuvo prestada la piedra de una persona que trabajaba localmente como un adivinador de cristal. El cristal le reveló la ubicación subterránea de su propia piedra, cerca de su casa, que él desenterró a una profundidad de 6.5 metros (Lapham, 1870, pp. 305-306).
Según la otra versión, bien en 1819 (Tucker, 1867, p. 19) o en 1822 (Howe, 1834, p. 240), mientras que los hijos mayores de Smith cavaban un pozo para Clark Chase, un vecino de Palmyra, encontraron una piedra inusual a una profundidad de más de seis metros (Harris, 1859, p. 163). Se describió a esta piedra como de color blanquecina y cristalina, con la forma de un pie de niño (Tucker, 1867, p. 19), otros de color chocolate, más o menos en la forma de un huevo (Roberts, 1930, 1:129). Fascinado, el joven Smith habría obtenido esta piedra y más tarde empezó a ver cosas a través de ella por clarividencia (Tucker, 1867, p. 20). Algunos estudiosos han llegado a la conclusión de que estas dos historias se refieren a dos piedras encontradas en 1819-1820 y 1822, y que estas versiones han sido entremezcladas en muchos casos (Quinn, 1998). Otros estudiosos concluyen que las dos historias se refieren al mismo evento en 1822 (Vogel, 1994, p. 202). Sin embargo, esto tiene poco apoyo entre sus defensores actuales.
En cualquier caso, alrededor de 1825, Smith fue abordado por un hombre llamado Josiah Stowell, de South Bainbridge, Nueva York, que había estado en busca de una mina española perdida en el pueblo de Harmony, Condado de Susquehanna, Pennsylvania (Smith, 1853, p. 91). Había viajado a Manchester, debido a la reputación de Smith como quien poseía «ciertas llaves»,[9] por medio del que podía discernir las cosas que eran invisibles para el ojo natural (Smith, 1853, p. 92), y Stowell quería utilizar sus servicios. Stowell está trabajando con William Hale, también de Harmony, que al parecer había oído de boca de un clarividente llamado Odle y su bola de cristal que supuestamente habían tesoros ocultos en una colina cerca de la casa de Hale (Lewis y Lewis, 1879).
Los registros de la corte en Bainbridge, Nueva York, indican que Smith, identificado como "El Vidrio-Vidente" fue ante el tribunal el 20 de marzo de 1826, sobre una orden de un delito menor, por el hecho de buscar tesoros con artefactos mágicos (piedras y cristales) (Hill 1972, p. 2), y que la juez dictó una orden de arresto para Smith, que se cumpliría, ya sea durante o después de la cita a la corte (Hill 1972, p. 5). Cierto tiempo después Oliver Cowdery, un defensor de Smith que aún no lo conocía para ese entonces, declaró que Smith fue "absuelto honorablemente" (Cowdery 1835, p. 200), sin embargo, el resultado del proceso es poco claro, algunos testigos presenciales (incluido el reportero del tribunal) alegan que fue declarado culpable, otros que fue "condenado", pero se le permitió "escapar", mientras que otros alegan que fue absuelto por falta de pruebas (Hill 1972, p. 5).
Para noviembre de 1826, Josiah Stowell ya no podía permitirse el lujo de seguir buscando tesoros escondidos así que Smith viajó a Colesville, Nueva York, por unos meses para trabajar con Joseph Knight, Sr. (Jessee, 1984, p. 32), uno de los amigos de Stowell. Hay informes de que Smith dirigió más excavaciones en la propiedad de Knight así como otros lugares alrededor de Colesville (Vogel, 1994, pp. 227, 229). Smith comentó más tarde sobre su trabajo como un cazador de tesoros: «"¿No fue José Smith un excavador de dinero?" Sí, pero nunca fue un trabajo muy rentable para él, ya que sólo obtuvo por ello catorce dólares al mes.»[10]
Sin embargo, por testimonios de Oliver Cowdery, Emma Smith, David Whitmer, entre otras pocas personas, se sabe que Joseph Smith tradujo el libro de mormón con estas piedras, y en un comienzo, también con el cristal. Esto resulta complicado para los mormones, ya que ellos aseguran que Joseph Smith consiguió el Urím y Tumím al recibir las planchas de oro, y esto no fue hasta 1827. Sin embargo, la historia demuestra que Smith utilizaba estos artefactos desde años antes. Es por esto que muchos líderes religiosos (principalmente protestantes), creen que Smith después de tener problemas legales por la clarividencia, trató de darle un sentido espiritual a sus artefactos mágicos.
Matrimonio
Smith aceptó asumir la asignación de ayudar a Stowell y Hale, y junto con su padre trabajó con el equipo Stowell-Hale durante aproximadamente un mes, intentando, de acuerdo a su contrato, encontrar una supuesta mina de tesoros, ya sea oro o plata, monedas y barras o lingotes de oro o de plata (Wade 1880). Smith vivió temporalmente en la casa de Isaac Hale, un pariente de William Hale, donde se enamoró de la hija de Isaac Hale, Emma Hale Smith Bidamon, una maestra de escuela con quien contrae matrimonio en 1827. Isaac Hale, sin embargo, se mostraba reacio sobre la relación de Smith con su hija y de Smith mismo en general. De acuerdo a un relato no verificado, Smith trató de localizar la mina enterrando su cara en un sombrero de piedra que contiene el cristal, sin embargo, que como los buscadores de tesoro se encontraban tan cerca de su objetivo, Smith dijo que el encanto era tan fuerte que ya no podía ver con claridad (Howe 1834, págs. 262-266). El fallido proyecto se disolvió el 17 de noviembre de 1825 (Howe 1834, p. 262), sin embargo, Smith siguió trabajando para Stowell en otros proyectos hasta 1826.
Emma era un año mayor que Joseph, nació el 10 de julio de 1804, en Harmony, Pennsylvania, el séptimo hijo de Isaac Hale y Elizabeth Lewis Hale. Emma conoció por primera vez a su futuro esposo, Joseph Smith, Jr. en 1825. Auqneu Smith vivía cerca de Palmyra, Nueva York, vivía recidenciado con los Hales en Harmony, mientras estaba empleado con un grupo de hombres con la esperanza de desenterrar un tesoro escondido, una supuesta mina de plata de Josiah Stowell, un agricultor cuya granja mantenía en la parte norte del río Susquehanna en la Ruta 7 del Estado de Nueva York, en los límites del pueblo de Nínive, justo al oeste de Afton. Aunque la empresa no encontró su tesoro, Smith volvió repetidas veces a Harmony en búsqueda de la mano de Emma. Isaac Hale se negó a permitir el matrimonio porque consideraba que la ocupación Smith era desacreditada. Finalmente, el 17 de enero de 1827, Smith y Emma se fugaron juntos por South Bainbridge (Afton), Nueva York, cerca de Binghamton, a lo largo del límite sur del estado, donde se casaron el día siguiente. El lugar de la boda fue en el sitio de la feria agrícola de Afton, ubicado en la Ruta 41 del Estado de Nueva York, en los límites de la Ciudad de Afton (población actual 3 mil habitantes). El recinto de la feria anual de Afton está ubicado en el lado este del río Susquehanna y es actualmente un marcador histórico del Estado de Nueva York donde se conmemora el evento. La pareja se mudó a la casa de los padres de Smith en las afueras de Manchester, cerca del municipio de Palmyra (Roberts, 1902, p. 17).
Cumorah
Mientras Smith trabajaba para buscadores de tesoros, se mantuvo a menudo ocupado con otros intereses más religiosos: la adquisición de un compendio de planchas de oro que dice fueron depositados, junto con otros artefactos, en un cerro cerca de su casa.
En el propio relato de Smith en 1838, declaró que un ángel le visitó la noche del 21 de septiembre de 1823. La fecha de estas visistas angelicales se toma generalmente como 1823. Sin embargo, la historia de Joseph Smith en 1832, su primer relato escrito, data la visita de Moroni el 22 de septiembre de 1822, un año antes, aunque también menciona que tenía 17 años, los cuales no cumpliría sino tres meses después de esa fecha, el 23 de diciembre de 1822. Se le añade a la ambigüedad el hecho que en una entrevista en el año 1830 el padre de Smith parece haber reportado que no se le dijo sobre la visita de Moroni sin hasta 1 año después del hecho, mientras que el joven Joseph relata haberle contado del hecho el mismo día de la visitación (Lapham, 1870, p. 305). Su madre, Lucy Mack Smith asegura que el Smith, padre, supo del evento en 1823, el mismo día de la primera visita de Moroni (Smith, 1838, p. 7); (Smith, 1853, p. 82); sin embargo, el relato de Lucy también indica que después de aparecerse el ángel, Joseph hizo dos visitas anuales al cerro Cumorah antes de fallecer Alvin, el hermano de Joseph (Smith, 1853, p. 85), fecha que la misma Lucy apuntó erróneamente como 1824 (Smith, 1853, p. 87). En cuanto a la visita angelical, Smith dictó lo siguiente:
«Me llamó por mi nombre, y me dijo que era un mensajero enviado de la presencia de Dios, y que se llamaba Moroni;;[11] que Dios tenía una obra para mí, y que entre todas las naciones, tribus y lenguas se tomaría mi nombre para bien y para mal, o sea, que se iba a hablar bien y mal de mí entre todo pueblo. Dijo que se hallaba depositado un libro, escrito sobre planchas de oro, el cual daba una relación de los antiguos habitantes de este continente, así como del origen de su procedencia. También declaró que en él se encerraba la plenitud del evangelio eterno cual el Salvador lo había comunicado a los antiguos habitantes. Asimismo, que junto con las planchas estaban depositadas dos piedras, en aros de plata, las cuales, aseguradas a un apectoral, formaban lo que se llamaba el Urim y Tumim.»
Traducción oficial;[12] (Smith, 1838, p. 4).Las palabras Urím y Tumím derivan de pasajes del Antiguo Testamento que describen el uso del Urim y el Tumim como medio de adivinación usado por los sacerdotes israelitas (véase, por ejemplo, el libro de Éxodo 28:30).
Después de que el mensajero partió, Smith dijo que hubo otros dos encuentros con él esa noche y uno más a la mañana siguiente, después de lo cual le contó lo acontecido a su padre (Roberts, 1902, vol. 1, ch. 2, p. 14) y poco después al resto de su familia, que de inmediato creyeron en su historia. Poco se cuenta acerca de la visión fuera de la familia (Smith, 1853, pp. 83–84) (Smith, 1883, pp. 9–10).
Así, el 22 de septiembre de 1823, un día que figuran en los almanaques como el equinoccio de otoño, Smith dijo que fue a un cerro cercano a su casa con el fin de encontrar la ubicación de los artefactos (Roberts, 1902, vol. 1, ch. 2, p. 13). Hay diferentes relatos en cuanto a la forma que Smith encontró la ubicación precisa de las planchas de oro. En 1838, Smith mismo dijo que se le mostró el lugar en una visión al mismo tiempo que conversaba con Moroni (Roberts, 1902, vol. 1, ch. 2, p. 13). Ello se ajusta a una versión por el amigo de Jospeh Smith, Knight, Sr. (Knight 1833, p. 2). Sin embargo, según un residente Palmyra, Henry Harris, quien afirmó que Smith mismo le dijo que encontró el lugar por medio del uso de sus planchas de vidente (Howe,, p. 252). En otra versión, el ángel le instruyó a Smith que siguiera una secuencia de marcadores hasta llegar a la ubicación correcta (Lapham, 1870, p. 305).
Las planchas, según Smith, se encontraban dentro de una caja de piedra. Sin embargo, Smith declaró que no pudo obtenerlas en su primera visita. De acuerdo a un relato por Willard Chase, el ángel le dio a Joseph un estricto conjunto de "mandamientos", que debía seguir para obtener las planchas. Entre estos requisitos, de acuerdo a Chase, Smith debía abordar el lugar vestido de negro, y montando un caballo negro con la cola entrelazada, demandar el libro con el uso de un nombre determinado, y después de su obtención, debería irse de inmediato, sin dejarla caer al suelo, ni mirar detrás de él (Howe, 1834, p. 242). Joseph Knight, Sr. un amigo cercano de Smith corrobora la necesidad que se le instruyó a Smith de "tomar el libro y partir de inmediato" (Knight, 1833, p. 2). Según la madre de Smith, el ángel le prohibió poner las planchas sobre tierra hasta que estuvieran bajo llave (Smith, 1853, pp. 85–86). Fue, sin embargo, de acuerdo con una narración relatada por Smith, padre, se le permitió poner las planchas sobre una servilleta que debía traer con él para tal efecto (Smith, 1853, p. 85).
Cuando Smith llegó en el lugar donde se suponía estaban las planchas, al parecer las tomó de la caja de piedra donde se encontraban y las dejó en el suelo cerca, mirando a ver si habían otros artículos en la caja que podrían ser de ventaja pecuniaria para él (Smith, 1853, p. 85). Cuando volvió por las planchas, dice que habían desaparecido del suelo y vueltas a la caja de piedra, la cual se cerró de inmediato (Knight, 1833, p. 2). Cuando Smith trató de obtener de nuevo las planchas, el ángel le arrojó a tierra con fuerza violenta, (Smith, 1853, p. 86); (Lapham, 1870, p. 305). Después de tres intentos fallidos para recuperar las planchas (Smith, 1832, p. 3), el ángel le dijo que no podía tenerlas, porque había sido tentado por el adversario el cual le instó a ir por las planchas con el fin de obtener riquezas y que no observó los mandamientos que le había dado (Smith, 1832, p. 3).
Por lo tanto, Smith dijo que el ángel le ordenó a regresar el próximo año, el 22 de septiembre de 1824, con la "persona adecuada", quien el ángel dijo que era su hermano Alvin (Knight, 1833, p. 2). Sin embargo, Alvin murió a los pocos meses, y cuando Smith volvió a la colina en 1824, no se le dio las planchas. Una vez más, el ángel le informó a Smith que regresara el próximo año con la "persona adecuada", la identidad del cual el ángel no revelaría (Knight, 1833, p. 2). Según Willard Smith asociado Chase Smith inicialmente pensó que esta persona iba a ser Samuel T. Lawrence, un vidente que trabajaba con el mismo Smith en la búsqueda del tesoro de Palmyra (Harris, 1859, p. 164), y, por tanto, se llevó a Lawrence Smith a la colina en 1825 (Howe, 1834, p. 243). Por petición de Lawrence, Smith comprobó a través de sus cristales que habían objetos adicionales junto con las planchas dentro de la caja, objetos a los que luego llamó Urim y Tumim (Howe, 1834, p. 243). Además del Urim y Tumim, Smith también habría descubierto en algún momento que la caja, o en el suelo que le rodeaba, habían otros artefactos varios, incluyendo la Liahona, la espada de Laban (Lapham, 1870, p. 306), el recipiente en el que el oro fue fundido, un dispositivo de laminación de planchas de oro, y tres bolas de de oro tan grandes como un puño (Howe, 1834, p. 253). No obstante, aparentemente Lawrence no era la "persona adecuada", ya que Smith no obtuvo las planchas en su visita de 1825.
Más tarde, Smith determinó como conclusión al mirar en sus piedras videntes que la persona correcta era Emma Hale Smith, su futura esposa (Knight, 1833, p. 2). No hay ningún registro específico de que Smith viera el ángel en 1826, sin embargo, después de que José y Emma se casaron el 18 de enero de 1827, Smith regresó a Manchester, y mientras pasaba por Cumorah, dijo que fue reprendido por el ángel por no estar "involucrado lo suficiente en la obra del Señor" (Smith, 1853, p. 99). Según registró, se le informó de que la próxima reunión anual iba a ser su última oportunidad para obtener las planchas junto con el Urim y Tumim (Knight, 1833, p. 3).
Pocos días antes de la fecha que Smith dijo que se debía reunir con el ángel, el 22 de septiembre de 1827, Smith, sus compañeros en la búsqueda de tesoros, Josiah Stowell y Joseph Knight, Sr. se dispusieron a ir a Palmyra con el objeto de recibir las planchas (Kight, 1833, p. 3); (Smith, 1853, p. 99). Por temor de que Samuel Lawrence, una vez su confidente, pudiese interferir con la misión, Smith envió a su padre para espiar la casa de Lawrence la noche del 21 de septiembre hasta el anochecer (Knight, 1833, p. 3). Más tarde esa noche, Smith tomó el caballo y el carro de Joseph Knight, a Cumorah junto con su esposa Emma (Smith, 1853, p. 100). Dejando a Emma en el vagón, quien se arrodilló en oración (Harris, 1853, p. 164), habría caminado al sitio donde estaban las planchas de oro, las sacó de su caja de piedra, y las escondió en el tronco de un árbol caído sobre o cerca de la colina (Howe, 1976, p. 246); (Harris, 1859, p. 165). Según informa Smith, también extrajo el Urim y Tumim, que mostró a su madre a la mañana siguiente (Smith, 1853, p. 101). Según Knight, Smith se notaba más apasionado por este artefacto que lo fue por las planchas (Knight, 1833, p. 3).
En los días subsiguientes, Smith obtuvo un buen trabajo excavando en las cercanías del pueblo de Macedon para obtener dinero para comprar un sólido cerrojo para el baúl en el que dijo haber puesto las planchas (Smith, 1853, p. 101). Para entonces, algunos de los antiguos compañeros de trabajo de Smith cuando buscaban tesoros escondidos, habían oído que Smith tuvo éxito en la obtención de las planchas, y quería lo que ellos creían ser su parte de los beneficios por considerar que habían tenido participación en la aventura (Harris, 1859, p. 167). Espiando una vez más la casa de Samuel Lawrence, Smith, Sr. observó que un grupo de diez a doce de estos hombres, entre ellos Lawrence y Willard Chase, habían recurrido a los talentos de un reconocido y talentoso vidente que vivía a unas sesenta millas de distancia, en un esfuerzo por localizar donde estaban escondidas las planchas por medio de la adivinación (Smith, 1853, p. 102). Cuando Emma escuchó hablar de esto, fue a Macedon e informó a Smith, Jr., quien habría determinado a través de su Urim y Tumim que las planchas estaban seguras, pero, por si acaso, viajó a casa de prisa por caballo (Smith, 1853, pp. 103–104). Una vez en casa en Palmyra, caminaron a Cumorah y dijo que sacó las placas de su escondite, y caminó de vuelta a casa con las planchas envueltas en un vestido de lino bajo su brazo, sufriendo una luxación en el pulgar mientras hacía frente a unos atacantes que se toparon en el camino (Howe, 1834, p. 246; Smith, 1853, pp. 104–106; Harris, 1859, p. 166).
Smith se negó a permitir que nadie, incluyendo su familia, viera directamente las planchas. Le permitió, sin embargo, a algunas personas, que lo sopesaran o sintieran a través de un paño ({{Harvnb|Howe|1834|p=264)), Harris y 1859, 169-70, Smith, 1884). Según Smith, inicialmente habría mantenido las planchas en un cofre bajo la chimenea de sus padres (Smith, 1853). Temiendo que podría ser descubierto, las escondió en un baúl bajo el suelo de la cabaña de troncos de sus padres (Harris, 1859, p. 167). Más tarde, dijo que tomó las planchas fuera del baúl, dejó el baúl vacío bajo el suelo, y escondió las planchas en un barril de lino, poco antes que la ubicación de la caja vacía fuese descubierta y saqueada por el excolega de Smith, el buscador de tesoros, quien habían empleado a una de las hermanas de sus compañeros a encontrar el lugar mirando a través de las piedras mismas de vidente (Smith, 1853, pp. 107-109).
Harmony, Pennsylvania
La intensión de José Smith fue mantener la caja que al parecer contenía las planchas de oro, protegido de los vecinos de Palymra mientras dictaba una traducción del contenido del libro, que después publicaría. Para ello, sin embargo, necesitaba una inversión de dinero que, para ese momento no tenía (Smith, 1853). Por lo tanto, Smith envió a su madre (Smith, 1853, p. 110) a la casa de Martin Harris, un terrateniente local con una fortuna de unos $8000 a $10000 (Howe, 1834, p. 260).
Harris aparentemente había sido un estrecho confidente de la familia Smith, al menos desde 1826 (Howe, 1834, p. 255), y puede que haya oído acerca de los intentos de Smith para obtener las planchas del ángel, incluso antes del mismo Smith, padre (Smith, 1853, p. 109). También era creyente de los poderes de Smith y su piedra de vidente (Harris, 1859, p. 164). Cuando Lucy Harris le visitó, el ya había oído sobre el informe de Smith de haber encontrado las planchas de oro en medio de la vid en Palmyra, y estaba interesado en saber más (Harris, 1859, págs. 167-168). Así, por petición de Lucy Smith, Harris, se dirigió a la casa de Joseph, oyó la historia del joven, y sopesó una caja de vidrio que contenía lo que Smith afirmó ser las planchas (Harris, 1859, págs. 168-169). Smith convenció a Harris de que tenía las planchas, y que el ángel le había ordenado abandonar la empresa de los mineros de tesoros (Harris, 1859, p. 169). Convencido, Harris inmediatamente dio a Smith $50, y se comprometió a patrocinar la traducción de las planchas (Smith, 1853, p. 113).
El dinero proporcionado por Harris fue suficiente para pagar todas las deudas de Smith en Palmyra, y para que viajara con Emma y todas sus pertenencias al pueblo de Harmony, Condado de Susquehanna, Pennsylvania, donde podría aislarse de la conmoción pública de Palmyra sobr las planchas (Harris, 1859, p. 170). Así, a principios de octubre de 1827, se mudaron a Harmony, con la caja de cristal al parecer conteniendo las planchas ocultadas durante el viaje en un barril de frijoles (Harris, 1859, p. 170).
En Harmony, un día después de que Martin Harris partiera con las 116 páginas traducidas del Libro de Mormón, el 15 de junio de 1828, Emma dio a luz a su primero hijo, un varón a quien pusieron por nombre Alvin, y que vivió solo tres horas (Newell, 1994, p. 28). La comadrona que asistió a Emma, su cuñada Rhoda Skinner, indicó que este primer hijo tenía defectos de nacimiento. Sophia Lewis, probablemente una de las primas de Emma, también dijo que estuvo presente para el nacimiento del niño, y que nació muerto y muy deforme.(Newell, 1994, p. 28) Emma estuvo a punto de muerte mientras que Joseph mantenía vigilia en su cabecera. Al recobrar sus fuerzas, Emma cobró gran ansiedad en el manuscrito que se llevó Martin Harris, por lo que Smith finalmente dejó el lado de su esposa para buscar a Harris mientras que los padres de Smith viajaron a Harmony para estar con la convaleciente Emma.
Referencias
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- ↑ El dictado original de Smith menciona que el nombre del ángel era Nefi (Smith, 1838–1840, p. 4). Mucho después de la muerte de Joseph, la referencia a Nefi fue cambiada a Moroni como lo relata la historia moderna (Roberts, 1902) fundamentalmente para mantener la correlación con los relatos subsiguientes de Joseph Smith que decía que Moroni era el nombre del ministro angelical (Smith, 1835, sec. 50:2, p. 180). Por lo general, los historiadores modernos también citan que el nombre del ángel era Moroni.
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