- Euzko Gudarostea
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Euzko Gudarostea
Euzko Gudarostea ("Ejército Vasco" en euskera, de acuerdo con la ortografía usada en la década de 1930) fue la denominación utilizada por el ejército del Gobierno vasco durante la Guerra Civil Española.
Contenido
Inicios
Tras el alzamiento del 18 de julio de 1936 y el consiguiente estallido de la Guerra Civil Española, las provincias vascas de Vizcaya y Guipúzcoa quedaron en territorio leal a la República, mientras que Álava, la provincia vasca menos poblada, era tomada por el bando nacional en los primeros días del conflicto. Si bien las guarniciones militares republicanas se mantenían disciplinadas en las provincias vascas, al quedar éstas aisladas geográficamente del resto de la zona republicana se empezaron a formar grupos de voluntarios para el combate, provenientes de los partidos socialistas y comunistas, pero también muchos de ellos eran adherentes del Partido Nacionalista Vasco (PNV). Ante la gran afluencia de simpatizantes del PNV a las filas de voluntarios, el Gobierno vasco (dominado por el PNV) determina la fundación, a principios de agosto de 1936, del Euzko Gudarostea.
El primer jefe del Eusko Gudarostea fue el capitán de intendencia Cándido Saseta y lo controlaban los diputados del PNV Manuel de Irujo, José María Lasarte y Telesforo Monzón. El 25 de septiembre se constituyó formalmente el Ejército Vasco, al frente del cual se situó a Ramón Azkue y se llegaron a formar 79 batallones. El mando supremo de las fuerzas quedó en manos del lehendakari y Consejero de Defensa vasco, José Antonio Aguirre, desde que éste asumió dicho puesto el 7 de octubre de 1936.
Organización
En el cuartel de Bidarte, dirigido por el escritor Esteban Urkiaga, Lauaxeta, se formaron miles de gudaris ('guerreros' en euskera). Su primer batallón fue el Arana Goiri, formado por el PNV a partir de su organización paramilitar Euzko Aberkoi Batza, que sale al frente el 24 de septiembre, un día antes de la constitución formal del Euzko Gudarostea.
Los batallones que figuraban en la orden del 26 de abril de 1937 con mando militar unificado en el Eusko Gudarostea eran: sin filiación: 7 batallones; ELA-STV: 1 batallón; republicanos: 1 batallón; Jagi-Jagi: 2 batallones; CNT: 7 batallones; Izquierda Republicana: 5 batallones; Acción Nacionalista Vasca: 3 batallones; socialistas (del PSOE y la UGT): 11 batallones; PNV: 25 batallones; comunistas: 17 batallones; (Juventudes Socialistas Unificadas: 9 batallones y PCE: 8 batallones). Como se observa, lo componían básicamente las organizaciones integrantes que apoyaban al Frente Popular, el PNV y sus organizaciones de masas, y las unidades del ejército que fueron leales al gobierno de la República, actuando en coordinación con el ejército de la Segunda República Española.
También dispuso de una fuerza naval, la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi (Euzkoitsas Gudarostea), formada por bous armados y pequeños buques pesqueros convertidos en dragaminas. La flotilla de bous llegó a enfrentarse al crucero Canarias en el combate del cabo Machichaco. Contó igualmente con una pequeña fuerza aérea a la que se referían irónicamente como el «circo Price» (un circo famoso de la época) debido a lo variopinto de sus aparatos.
El control político del Eusko Gudarostea recaía en el EBB (Euskadi Buru Batzar, Comisión Ejecutiva de Euskadi del PNV), y uno de sus objetivos era mantener el orden público. Tuvo varios enfrentamientos con batallones anarquistas y de la Unión General de Trabajadores, en tanto el EBB rechazaba los intentos de milicianos anarquistas para desarrollar una revolución proletaria similar a la que se había ejecutado en otras zonas de la España republicana (como por ejemplo en Barcelona).
Actividad
El Eusko Gudarostea luchó en el Frente del Norte contra las tropas sublevadas de Franco desde agosto de 1936 hasta julio de 1937, particiapndo en la Ofensiva de Villarreal y en las campañas en torno a Bilbao. El Eusko Gudarostea sufría inicialmente la falta de un Estado Mayor convenientemente calificado para una difícil situación (situación salvada en gran medida cuando el oficial profesional Alberto de Montaud y Noguerol fue designado para dirigir el Estado Mayor en septiembre de 1936), así como de servicios anexos de logística y comunicaciones idóneos para el combate.
También era muy acusada la división ideológica de gran parte de la tropa: batallones de ideología marcadamente izquierdista (como los del PCE, el PSOE y la CNT) luchaban en el mismo bando que las tropas del PNV y ANV de ideología mayormente conservadora de derechas y concentradas además en la causa del nacionalismo vasco. Como muestra cabe indicar que desde los inicios del conflicto, las tropas republicanas de Euzkadi que estaban adscritas a partidos de izquierda ordenaron el uso exclusivo de la bandera tricolor de la Segunda República Española como distintivo, pero las fuerzas simpatizantes del PNV exigieron (y lograron) imponer el uso simultáneo de la ikurriña vasca como emblema de sus batallones.
Pese a la situación de guerra, el control político del Eusko Gudartostea se mantuvo firmemente en manos del PNV y del gobierno vasco, luchando a la vez por mantener su autonomía operativa respecto del Ejército del Norte dirigido por el general Francisco Llano de la Encomienda (que teóricamente unificaba el mando bélico republicano en Asturias, Santander y Euzkadi), al punto que a fines de abril de 1937 el lehendakari José Antonio Aguirre asume personalmente el mando del Estado Mayor del Eusko Gudarostea, dejando al general Alberto de Montaud como asesor. No obstante, las exigencias de la guerra y la ofensiva de los sublevados desde Navarra imponen que el Eusko Gudarostea abandone desde inicios de 1937 la organización básica en pequeños batallones y compañías, aceptando la concentración de tropas en divisiones y brigadas.
La cantidad total de combatientes efectivamente movilizados por el Eusko Gudarostea alcanzó los 75,000 hombres a fines de marzo de 1937, siendo que en ese momento se hallaban 45,000 en el frente, mientras erróneamente el general Emilio Mola, jefe de las tropas sublevadas en el frente vizcaíno, subestimaba la fuerza del Ejército vasco en "40 compañías con 25,000 hombres". No obstante el heroísmo de las tropas vascas, éstas sufren constantes derrotas en la campaña de 1937 debido a la escasez de artillería pesada y la carencia de aviación de combate en cantidad suficiente, mientras las tropas franquistas contaban con aplastante superioridad en cantidad y calidad de ambos tipos de armamento. El aislamiento geográfico hizo muy difícil al gobierno republicano instalado en Valencia el envío de municiones y armas al Frente del Norte, incluida Vizcaya. Inclusive las pocas veces que se logra enviar al Norte algunas unidades de la aviación republicana, éstas deben cruzar vastas zonas bajo control franquista (con el riesgo de la artillería antiaérea) y una vez en los aeródromos vascos se enfrentan a un enemigo muy superior en número. Al carecer de medios para una ofensiva masiva contra los franquistas (pese a la relativa abundancia de reclutas y voluntarios entusiastas), la táctica del Eusko Gudarostea se torna básicamente defensiva desde marzo de 1937, intensificando la construcción del Cinturón de Hierro de Bilbao.
Las tropas vascas no logran detener el avance de los sublevados a lo largo de abril y mayo de 1937, y las defensas del Cinturón de Hierro son anuladas cuando sus ingenieros (que simpatizan con los rebeldes) huyen a las líneas franquistas para entregar datos claves de la fortificación. El 19 de junio de 1937 las brigadas sublevadas navarras toman Bilbao y las tropas vascas se repliegan hacia el oeste a Portugalete y a la comarca de Las Encartaciones, los últimos sectores de tierra vasca que aún controlan. Cuando los sublevados logran ocupar totalmente Vizcaya a fines de junio, las tropas del Eusko Gudarostea se ven forzadas a luchar fuera de Euzkadi y el entusiasmo combativo decae. En ese contexto se rinden en Santoña (Cantabria) los batallones del PNV y el ELA al Corpo Truppe Volontarie italiano, sin autorización del Gobierno de la República y sin consultar con el resto de las tropas republicanas que seguían combatiendo en el norte.
Los términos de la rendición vasca ante los italianos, acordados en el Pacto de Santoña, no fueron aceptados por Franco y así los soldados rendidos fueron internados. Los batallones comunistas, anarquistas, socialistas y de ANV, así como líderes nacionalistas aislados (como Cándido Saseta) siguieron luchando en los frentes de Santander y Asturias, aunque la pérdida de los batallones del PNV (que aportaban la gran mayoría de los combatientes) prácticamente significó la disolución del Eusko Gudarostea, en tanto que las unidades comunistas, anarquistas y socialistas prefirieron integrarse a otros cuerpos de tropa con su misma ideología. La jefatura oficial del Gobierno vasco, dirigida por el lehendakari Aguirre, no capitula con el ejército y parte a Asturias, de donde meses después sería evacuada a Francia.
Después de caer el Frente del Norte en octubre de 1937, algunas columnas vascas se echaron al monte junto a las otras unidades (cántabras y asturianas) esperando órdenes del gobierno de la República para iniciar una guerra de guerrillas en la retaguardia del enemigo; otros consiguieron huir a Francia en barcos pesqueros y volvieron a entrar por Cataluña para proseguir el combate. Las milicias vascas dentro del Ejercito Popular Republicano mantuvieron su identidad en otros frentes aunque no volvieron a formar un cuerpo similar al Eusko Gudarostea, conservando su carácter distintivo tanto en las campañas de Santander y Asturias como en el resto de los frentes de guerra.
Los "gudaris"
Los gudaris eran los miembros del Eusko Gudarostea. La palabra gudari proviene del euskera, y significa soldado o guerrero, de guda (guerra) y el sufijo -ari, que indica oficio.
Actualmente, entre los partidarios de ETA, se llama en ocasiones gudaris a los miembros de esta organización.
Enlaces externos
- El Nacionalismo en armas: Euzko Gudarostea (1936-1937) Francisco Manuel Vargas
- Formación del Gobierno y del Euzko Gudarostea (Ejército Vasco), por Alberto Bru, Jordi Pedrosa y Txema Prada
- La Marina de Guerra Auxiliar de Euskadi
- Historia del batzoki Sabin Etxea. Ruido de Sables. 1936
- Aproximación a la génesis y formación del «Ejército de Euzkadi», julio 1936 - mayo 1937. Carlos A. Pérez
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