- Guardia de Asalto
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Cuerpo de Seguridad y Asalto
Guardia de AsaltoActiva 1932 - 1936[nota 1] País España Fidelidad II República Española Rama Fuerzas de seguridad Tipo Cuerpo policial Función Mantenimiento del Orden público y antidisturbios Tamaño 17.667 efectivos (1936) Acuartelamiento Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla, Valencia, Zaragoza, La Coruña, Málaga, Oviedo, Badajoz, Valladolid y Murcia.[1] Comandantes Comandantes
notablesAgustín Muñoz Grandes
José del Castillo Sáez de TejadaCultura e historia Lema Honor y Justicia Colores Azul marino oscuro Guerras y batallas Ver listaII República Española:
- Revolución de Enero de 1933
- Sucesos de Casas Viejas
- Revolución de Diciembre de 1933
- Revolución de 1934
- Revolución de Asturias
Guerra Civil Española:
- Pronunciamiento del 17 y 18 de julio de 1936
- Sucesos de MayoEl Cuerpo de Seguridad y Asalto, también conocido como Guardia de Asalto, fue un cuerpo policial español creado el 30 de enero de 1932 durante la Segunda República con el objetivo de disponer de una fuerza policial para el mantenimiento del orden público y que fuera de probada fidelidad al régimen republicano. Rápidamente se convertiría en un eficaz cuerpo policial y tuvo una destacada e intensa actividad durante toda su historia, especialmente durante algunos hechos de la Guerra Civil Española. Durante el Golpe de Estado de Julio de 1936 la fidelidad y actuación de los Guardias de Asalto fue fundamental en muchos sitios (especialmente Madrid o Barcelona) para que fracasase el golpe y por ello gozó de prestigio entre la población de la zona republicana. No obstante, el Cuerpo de Asalto fue fusionado, por decreto, el 27 de diciembre de 1936 con la Guardia Nacional Republicana (la antigua Guardia Civil) para formar el nuevo Cuerpo de Seguridad Interior, aunque éste siguió manteniendo unas unidades de Asalto y vanguardia que actuaron en operaciones militares.
Contenido
Antecedentes
La policía española fue creada en 1824 mediante una real cédula del rey Fernando VII. Tras muchos avatares y reorganizaciones, se funda en 1844 el Cuerpo de Protección y Seguridad, un cuerpo civil de policía, distinto del militarizado que constituía la Guardia Civil. Fue en 1887 cuando se determinó que la policía comprendía dos servicios: el de Vigilancia y el de Seguridad, dependientes ambos del Ministerio de la Gobernación.
Según un Real decreto de 25 de noviembre de 1930, se aprueba un nuevo reglamento de la policía. Mediante este decreto, la policía gubernativa se ponía bajo el mando directo y único del Director General de Seguridad (dependiente del Ministro de Gobernación). La policía se compondría de dos cuerpos: el Cuerpo de Vigilancia y el Cuerpo de Seguridad, atribuyendo a ambos carácter civil. Sin embargo, el Cuerpo de Seguridad se regía por normas militares, estando sus componentes sujetos al Código de Justicia Militar. Sus funciones comprendían el mantenimiento del orden público, la seguridad personal, el respeto a las propiedades y la observancia de las leyes. Dentro de este Cuerpo, se crea la denominada Sección de Gimnasia, encargados del mantenimiento del orden público.
Con la llegada de la II República en 1931, aumenta la inestabilidad social. A ello se une el hecho de que la policía no goza ni del apoyo ni de la confianza de los nuevos gobernantes republicanos. Miguel Maura Gamazo, político republicano conservador que fue nombrado ministro de la Gobernación del Gobierno Provisional de República, acometió la tarea de adaptar el antiguo Cuerpo de Seguridad a las nuevas necesidades: crear rápidamente otra fuerza, para hacer frente a las alteraciones del orden en las ciudades, más ágil y con más moderno armamento, dejando a la Guardia Civil la custodia del campo, su auténtica misión.[2]
Historia
Primeros pasos: Los inicios
Recién proclamada la República, el 17 de mayo de 1931 se reorganizó el Cuerpo de Seguridad y se le adscribieron las llamadas Compañías de Vanguardia (posteriormente denominadas Sección de Guardias de Asalto), utilizando como base la ya existente Sección de Gimnasia del Cuerpo de Seguridad. Integrada en el Cuerpo de Seguridad, la Sección de Guardias de Asalto constituyó una fuerza de choque destinada a actuar en las aglomeraciones con motivo de festejos, desfiles, manifestaciones, etc., y en los intentos de alteración del orden público. Se trata de los antecesores de los actuales antidisturbios. Entre otros cambios, respecto la Guardia Civil sus miembros fueron mejor dotados y equipados para la conservación del orden público.
Durante la II República
Finalmente, el 9 de febrero de 1932, una parte del Cuerpo de Seguridad se transformó en Guardias de Asalto, pasando el cuerpo a denominarse Cuerpo de Seguridad y Asalto. Fue nombrado Muñoz Grandes primer jefe y fundador del Cuerpo, por el entonces Director General de Seguridad José Valdivia en el cuarto gobierno presidido por Manuel Azaña, permaneciendo al frente de la nueva policía republicana hasta 1935. Para su nombramiento influyó la gran fama adquirida al organizar y dirigir las tropas regulares de Marruecos durante la Guerra del Rif. Así se convirtió en el máximo responsable del orden público en las grandes ciudades.[3]
En enero de 1933, este cuerpo interviene junto a la Guardia Civil en la represión de los Sucesos de Casas Viejas, en el cual mueren más de 20 vecinos de la localidad. La brutalidad empleada por las fuerzas represivas conmociona a la opinión pública española. No sería la única actuación durante ese año, si bien durante la conocida como Revolución de Diciembre de 1933 intervienen nuevamente en el mantenimiento del orden y la lucha contra los distintos levantamientos y atentados anarquistas. La otra intervención destacada tendría lugar durante la Revolución de 1934, donde los Guardias de Asalto volvieron a jugar un importante papel en la represión de los disturbios en Barcelona o el fracaso de la huelga en Madrid y otras ciudades importantes.
Guerra Civil Española
Con el estallido de la Guerra Civil, el Cuerpo se alineó fundamentalmente con el Gobierno de la República, siendo uno de los cuerpos armados donde menos apoyos tuvo la Sublevación militar del 18 de Julio: un 70%[4] se mantuvo leal al Gobierno. Sin embargo, los acuartelamientos de Zaragoza, Oviedo y Valladolid se sumaron a la sublevación (los de Sevilla y La Coruña al principio permanecieron fieles al gobierno). De todos los cuerpos policiales que habían quedado en la zona gubernamental, el de Asalto era el mejor visto por la mayor parte de la población.[5] Esto hizo que gran número de militares decidieran ingresar en este cuerpo, para evitar los recelos y suspicacias que la filiación militar creaba entre las milicias obreras. Este hecho llegó hasta el punto de que el Presidente de Gobierno, Largo Caballero, tuvo que prohibir a los oficiales del ejército integrarse a la Guardia de Asalto sin autorización expresa del Ministerio de la Guerra.[6] Los Guardias de Asalto se distinguieron como una infantería fiable y de choque a la que la República siempre confiaba sus operaciones más delicadas,[7] como la supresión de los sucesos de Barcelona de Mayo de 1937[8] o la toma de Belchite.[9] Ya avanzada la guerra, el Cuerpo de Asalto se convirtió en la élite del nuevo Ejército Popular. El propio George Orwell lo reflejaba en una de sus obras más destacadas:
"Eran unas tropas magníficas, con mucha diferencia las mejores que yo había visto en España (...) Yo estaba acostumbrado a las andrajosas y mal armadas milicias del frente de Aragón, y no sabía que la República poseyera tropas como aquellas. No sólo eran hombres de unas condiciones físicas excepcionales, sino que lo que más me asombraba eran sus armas...".
ORWELL, G. Homenaje a Cataluña. p. 146Desaparición
A pesar de su importante papel, la vida del cuerpo estaba llegando a su fin. Con la reorganización de las instituciones de la Segunda República a finales de 1936, llegaron algunos cambios: la Guardia Civil ya había sido transformada por el gobierno republicano en Guardia Nacional Republicana. A su vez, ésta fue fusionada, por decreto, el 27 de diciembre de 1936 con el Cuerpo de Seguridad y Asalto para formar el Cuerpo de Seguridad Interior.[10] Sin embargo, el nuevo Cuerpo creado siguió manteniendo unas unidades de Asalto o vanguardia (fundamentalmente los miembros del ya extinto Cuerpo de Seguridad y Asalto), que sirvieron en el frente o con misiones pseudomilitares en la retaguardia. Con el final de la guerra, el Cuerpo de Seguridad Interior sería disuelto por los vencedores de la contienda. Tras la contienda, la Ley de 15 de marzo de 1940 promulgada por Francisco Franco haría desaparecer también el Cuerpo de carabineros integrándolo en la Guardia Civil. Los miembros de la Guardia de Asalto que superaron los expedientes de depuración, se integraron en la recién creada Policía Armada (más conocidos popularmente como "grises", por el color de sus uniformes).
Estructura y organización
El Cuerpo de Seguridad y Asalto estaba organizado militarmente y distribuido en pelotones (de veinticinco guardias), que agrupados en compañías, se desplegaban por las principales ciudades españolas. Su función principal era el mantenimiento del orden público y actuaba normalmente en caso de disturbios. A diferencia de los otros cuerpos policiales de la época, no tenía como función principal la persecución de la delincuencia. Con su creación, el mantenimiento del orden público, hasta entonces en manos de la Guardia Civil, quedó exclusivamente a su cargo en las zonas en las que estaba desplegado. Estaban bajo el mando directo del ministro de la Gobernación (actualmente Interior).[1]
El Cuerpo de Asalto se dividía en grupos de diferentes tamaños al modo del Ejército, pero quedándose en la jerarquía de Compañía.
- Escuadra: 7 agentes al mando de un cabo.
- Pelotón: 3 escuadras más un suboficial; además cuentan con ametralladora (Hotchkiss M1914), camión descubierto de 25 plazas y granadas de humo.
- Sección: 2 pelotones.
- Compañía: 3 secciones a cargo de un oficial.
- Grupo: estaba formado por 3 compañías de fusiles y una que llamaban Compañía de especialidades. Esta compañía estaba integrada por una Plana Mayor y tres secciones: una de morteros, otra de ametralladoras y la sección motorizada, la cual contaba con coches ligeros, motocicletas, camionetas y autocares, ambulancias y blindados Bilbao dotados de ametralladoras.
Evolución
El 24 de abril de 1932 se autorizaba el aumento de la dotación del Cuerpo de Seguridad y Asalto a un coronel, dos tenientes coroneles, 12 comandantes, 57 capitanes, 177 tenientes, 302 suboficiales y sargentos, y 3.896 cabos y guardias. El 8 de septiembre del mismo año, se autorizaba un aumento de 2.500 guardias más que se unían a los ya existentes.[1] Ya en 1936 el número de integrantes del Cuerpo de Seguridad y Asalto era de 17.660: 450 jefes y oficiales, 543 suboficiales y 16.667 guardias, de los que unos 8.000 pertenecían a la sección de Seguridad y el resto a la de Asalto. Para esas fechas el cuerpo tenía 50 compañías distribuidas en 16 grupos: Madrid (1º,2º y 3º), Bilbao (4º), Sevilla (5º), Valencia (6º), Zaragoza (7º), La Coruña (8º), Málaga (9º), Oviedo (10º), Badajoz (11º), Valladolid (12º), Murcia (13º) y Barcelona (14º, 15º y 16º).[1]
Puntos oscuros en su historial
Algunos puntos negros de la historia del cuerpo fueron la citada intervención en la represión de la revuelta anarquista de Casas Viejas en 1933, los enfrentamientos en mayo de 1937 en las calles de Barcelona, la dureza empleada en reprimir algunas huelgas o protestas sociales y la participación de alguno de sus miembros en el asesinato del líder del Bloque Nacional, José Calvo Sotelo, el 13 de julio de 1936, en represalia por el asesinato del teniente de Guardias de Asalto José del Castillo Sáez de Tejada, que se convirtió en uno de los más famosos miembros del cuerpo en la historia.
Notas
- ↑ Aunque el Cuerpo fue disuelto por decreto el 27 de diciembre de 1936, la medida tardó un tiempo en llevarse a la práctica y solo a finales de 1937 y/o principios de 1938 ya se había llevado a cabo. Por ello, no es de extrañar que sus efectivos intervinieran durante los Sucesos de Barcelona en Mayo de 1937.
Referencias
- ↑ a b c d Alejandro Vargas González. «La guardia de asalto. Policía de la República». Consultado el 27-10-2010.
- ↑ Miguel Maura. Así cayó Alfonso XIII. pp. 274-275.
- ↑ Silvestre Barquero Gómez. «Guardia de asalto. (14 Grupo)». Consultado el 27-10-2010.
- ↑ Ramón Salas Larrazábal, Historia del Ejército Popular de la República, Volumen I. De los comienzos de la guerra al fracaso del ataque sobre Madrid, pp. 58-60
- ↑ Hugh Thomas, Historia de la Guerra Civil Española. p. 405
- ↑ Manuel Tuñón de Lara, La Guerra Civil 50 años después. pp. 203-204
- ↑ George Orwell. Homenaje a Cataluña. p. 146.
- ↑ George Orwell. Homenaje a Cataluña. p. 147
- ↑ Hugh Thomas, Historia de la Guerra Civil Española, p. 784.
- ↑ Hugh Thomas, Historia de la Guerra Civil Española, Capítulo 31, p.597
Bibliografía
- Tamanes, R., La República. La era de Franco (1931-1970), Alianza, Madrid 1973.
- Antony Beevor, La guerra civil española, París, 2006 (ISBN 2-7021-3719-9).
- Hugh Thomas, Historia de la guerra civil española, Barcelona, 1976 (ISBN 2-221-08559-0).
- Silvestre Barquero Baños. Policía Gubernativa. Uniformidad-Emblemas-Distintivos. 1905-1975 (ISBN 978-84-613-6753-5).
Enlaces externos
- La guardia de asalto. Policía de la República, por Alejandro Vargas González, Cuadernos Republicanos, nº 53, Otoño 2003.
- Sección de historia de la página personal del Subinspector Cartujo
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