- Antígenos leucocitarios humanos
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Los antígenos leucocitarios humanos —abreviados HLA (acrónimo inglés de Human leukocyte antigen)— son antígenos formados por moléculas que se encuentran en la superficie de casi todas las células de los tejidos de un individuo, y también en los glóbulos blancos (o leucocitos) de la sangre. HLA es el nombre que recibe el complejo mayor de histocompatibilidad en humanos.
Contenido
Funciones
Cumplen con la función de diferenciar lo propio de lo ajeno y aseguran la respuesta inmune, capaz de defender al organismo de algunos agentes extraños que generan infecciones.
Sistema HLA
El "antígeno leucocitario humano" es un conjunto de genes implicados en el reconocimiento inmunológico y en la señalización entre células del sistema inmunitario. Las formas en que son transmitidas de padres a hijos constituyen un sistema también denominado de complejo mayor de histocompatibilidad (de histo, "tejido") o de la individualidad (para diferenciar lo propio de lo ajeno), el denominado sistema HLA. Su descubrimiento ha permitido a la medicina dar un salto cualitativo en las posibilidades de éxito de un trasplante, abriendo un camino prometedor cuyo gran escollo fue el rechazo.
En la década de los setenta, descubierto el sistema HLA, se pudo comprender mejor el fenómeno del rechazo y de la enfermedad del injerto contra el receptor y trasplantar con menos inconvenientes, según criterios de compatibilidad.
También se ha podido descubrir la conexión entre determinados perfiles HLA y una mayor frecuencia de enfermedades autoinmunes como el Lupus Eritematoso Sistémico, la Miastenia Gravis y el Síndrome de Sjögren, u otras como la Espondilitis Anquilosante y la enfermedad celiaca.
Existen lugares estratégicos en el sistema HLA que sirven para examinar si una persona puede ser compatible con otra en caso de injerto: HLA-A, HLA-B, HLA-C, HLA-DR y HLA-DQ.
El tipo de molécula antígeno presente en A, B, C, DR y DQ es lo que determina la posibilidad de aceptación del tejido (órgano o médula ósea) de un donante por el organismo de un receptor.
Compatibilidad
Para que dos personas sean compatibles los antígenos presentes en cada uno de esos lugares deben ser idénticos o tener ciertas coincidencias. Esto se detecta a través de un análisis de sangre en el que la muestra es sometida a varias técnicas de laboratorio y puede incluir el análisis de ácido desoxirribonucleico, corrientemente designado como ADN.
Los antígenos se identifican por un número y pueden ser enormemente variados. Se conocen más de 300 para el lugar A, alrededor de 500 para B, más de 150 para C, 400 para DR y más de 50 para DQ. Como la investigación es permanente, esos números se acrecientan en forma constante.
La imagen de la derecha y el resto del artículo e infografías, se referirán únicamente a las moléculas antígeno presentes en A, B y DR a fin de facilitar la explicación.
Si se presta atención a esta gran cantidad de variedades, se puede tener una idea del alto número de combinaciones que son posibles; y, por lo tanto, lo difícil que resulta que ellas sean coincidentes.
El ADN transmitido de padres a hijos se encuentra en el cromosoma del núcleo de las células de todo el organismo incluidos los glóbulos blancos de la sangre. Está químicamente constituido por un encadenamiento de elementos básicos que se podrían comparar con las letras de un alfabeto. Esos elementos básicos o letras químicas se combinan en palabras que constituyen un texto organizado que transmite un mensaje. En ese texto se pueden reconocer diferentes partes o secciones, denominadas genes.
El ADN se hereda de los padres en una combinación que es peculiar para cada hijo. Los genes del sistema HLA se transmiten casi siempre en bloque. Cada bloque se denomina haplotipo. El padre aporta un haplotipo ("mitad del genotipo") y la madre otro, dando origen al genotipo HLA, perfil genético propio del nuevo ser.
Es este perfil -o huella genética- el que debe coincidir en los lugares estratégicos para que dos tejidos se acepten.
En el sistema HLA, el material genético se transmite de padres a hijos según lo explica el esquema que se muestra a continuación:
Sistema HLA Madre Padre Haplotipo a Haplotipo b Haplotipo c Haplotipo d Hijos Combinación 1 Combinación 2 Combinación 3 Combinación 4 Genotipo a-c Genotipo a-d Genotipo b-d Genotipo b-c Los hijos podrán heredar cualquiera de estas cuatro combinaciones del material genético transferido por los padres.
En la imagen de la derecha se pueden apreciar los dos haplotipos del padre a b y los dos de la madre c y d.
Cuál heredará cada hijo, depende del azar. Existen 50% de posibilidades de que 2 hermanos compartan un solo haplotipo, 25 % de posibilidades de que no compartan ninguno y 25% de que coincidan en ambos haplotipos.
Las personas con genotipo a-c; a-d; b-c, b-d descienden de progenitores que aportan los haplotipos a y b, por un lado, y c y d, por otro, ya que un individuo está siempre constituido por material genético proveniente de los seres que le dieron vida.
Cualquiera de las cuatro combinaciones posibles indica que ese ser proviene de los mismos padres. Pero sólo ciertas coincidencias en la combinación heredada hacen que un hermano sea compatible con otro dentro del sistema HLA. Según el tipo de trasplante, receptor y donante deberán compartir uno o dos haplotipos.
Enlaces externos
- En Medline hay más información sobre Antígenos leucocitarios humanos (en inglés)
- Y también en español [ http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/003550.htm]
- Sitio web del Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Células Tejidos y Órganos (Montevideo Uruguay)
Categoría:- Antígenos
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