- Piratas en el Callao
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Piratas en el Callao
Piratas en el Callao Dentro de la larga y trabajosa ruta marítima que incluía recorrer de norte a sur el océano Atlántico para cruzar el estrecho de Magallanes y luego subir por el Pacífico en busca de los puertos coloniales españoles, el Callao era la presa más apetecida por corsarios, piratas y filibusteros.
Con el fin de aprovisionarse y mantener cebadas las armas atacaban puertos pequeños donde también recababan informes sobre la situación de los puertos principales. Pero también cada comisario de puerto que avizoraba naves enemigas enviaba emisarios por tierra a dar noticia al siguiente puerto y así hasta cubrir todo el litoral.
Contenido
Atacan "el Draque" y "el Aquines"
El más célebre ataque pirata contra el primer puerto del virreinato del Perú fue realizado en tiempos del virrey Francisco de Toledo (1569-1581) cuando reinaba en España, Felipe II (1556-1598), por el legendario Sir Francis Drake, socio de aventuras del pirata negrero John Hawkins (ambos son mencionados en las crónicas hispanas como "el Draque" y "el Aquines").
Drake salió en diciembre de 1577 con 5 naves rumbo al Brasil, penetró en el Río de La Plata y atravesó el estrecho de Magallanes en agosto de 1578. Aunque sólo conservó su propia nave, tomó rumbo hacia el norte y realizó asaltos sorpresivos en Valparaíso, Coquimbo y Arica.
Protegido por las sombras de la noche, se apoderó en el Callao de las naves surtas en la bahía el 13 de febrero de 1579, transbordó a la suya toda la carga que juzgó útil y luego las hundió o las soltó a merced de la corriente. Inmediatamente prosiguió hacia el norte, para eludir los preprativos de defensa en el puerto. Luego sometió otras poblaciones americanas a sus audaces actos de rapiña. Toledo dispuso dos barcos de guerra en su búsqueda, suponiendo que se vería obligado a regresar por el estrecho de Magallanes.
Drake sorprendió a sus perseguidores al tomar rumbo hacia el oeste, cruzar al Cabo de Buena Esperanza y retornar por esa vía a Inglaterra. Vino a ser el segundo marino que dio la vuelta al mundo, y por esa hazaña fue recibido el 3 de diciembre de 1580, con extraordinarias manifestaciones de aprecio. La reina Isabel acudió a visitarlo en su nave y nombró caballero a este pirata.
Piratas prisioneros
En los días del ataque de Drake al Callao, el virrey Toledo tenía en prisión a un pirata inglés capturado en Panamá mientras intentaba robar esclavos en tierra firme: John Oxenham, que concluyó sus días, junto con algunos de los suyos, en una prisión de Lima. En 1587, en tiempo del virrey Fernando Torres y Portugal (1585-1589), Conde del Villar Dampardo, fue traído un grupo de piratas ingleses capturados en el estuario del Plata. Por no habérseles probado hechos delictivos, fueron pasados al Santo Oficio, que los juzgó como enemigos de la Iglesia. Del grupo en cuestión, John Drake y Richard Ferrel fueron condenados a tres años de prisión, pero sus compañeros Henry Oxley y Walter y Eduard Tiller fueron ajusticiados como luteranos en 1592.
En 1594, fue capturada cerca de Panamá la nave del hijo del temible "Aquines", Richard Hawkins, que así terminó resultando huésped involuntario del virrey García Hurtado de Mendoza y Manríquez (1589-1596), Segundo Marqués de Cañete. En una carta del 15 de noviembre de 1594, el marqués comenta que ha dispuesto una recepción solemne para su jefe naval don Beltrán,
"...a quién iré a recibir al puerto del Callao, donde para este fin he mandado labrar unos aposentos y corredor en una casilla que la Compañía de Jesús ha fundado junto al mar, de donde gustaré mucho de ver entrar la armada y el navío inglés que me dicen es muy fuerte y linda pieza"Esta descripción hace sospechar que había en el Callao algo parecido a un palacio virreinal, del cual no ha quedado rastro. Por ser de origen noble, Hawkins y sus oficiales deseaban hablar con el virrey. Comenta el aludido
"no lo permití, pero cuando los desembarcaron en el Callao los aceché de un corredor para ver el talle que tenían hombres tan atrevidos"Hawkins recobró su libertad poco tiempo después tras el pago de un rescate.
Otros ataques
Más tarde, en diciembre de 1599, un navío holandés fue capturado y llevado a puerto. Sus tripulantes fueron interrogados por el virrey Luis de Velasco (1596-1604). Marqués de Salinas desde 1609. Dijeron que no estuvo entre sus planes tocar costa peruana, pero que si tenía intenciones de hacerlo una escuadra holandesa que venía más al sur, al mando de Oliver de Noert. El virrey tomó previsiones y dicha escuadra se vio obligada a alejarse.
El Callao rechazó con éxito otras incursiones, hasta ocurrir en 1624, en tiempos del virrey Diego Fernández de Córdoba (1622-1629), Marqués de Guadalcázar, el sitio del puerto por el holandés Jacob Clerk, apodado "L´Hermite" (el Ermitaño). Durante la batalla en defensa del puerto los piratas tomaron como base de operaciones la Isla San Lorenzo, donde sepultaron algunos de sus caídos, entre ellos al propio L´Hermite, víctima posiblemente del cólera. Estuvieron rondando el Callao cerca de cinco meses.
Un pirata feliz
No todas las historias de piratas fueron historias guerreras. Hubo un irlandés, William Betach, oficial en la expedición corsaria de Shelvocke, que fue capturado junto a algunos de sus marineros en un pequeño barco a la deriva en Paita, a fines de 1720. Tuvo un agradable cautiverio en Piura y breve prisión en Lima.
Dijo ser católico de cuna y se confirmó en la religión con ayuda de un paisano, John Bell, vecino de la Ciudad de los Reyes, casado con una negra. Hizo algo de fortuna en Lima y se hizo nuevamente a la mar, como oficial de marina mercante. Publicó un libro de memorias "A voyage around the world" (Londres, 1728), con gratos y alegres recuerdos de Lima, sobre todo de sus aventuras amorosas nocturnas.
Véase también
- Corsario
- Fortaleza del Real Felipe
- Piratería
- Piratas en el Callao
- Piratería en el Caribe Mexicano
- Piratería en Canarias
Categorías: Historia colonial del Perú | Piratería | Callao
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