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Placer
El placer puede ser definido como una sensación o sentimiento positivo, agradable o eufórico, que en su forma natural se manifiesta cuando se satisface plenamente alguna necesidad del organismo humano: bebida, en el caso de la sed; comida, en el caso del hambre; descanso (sueño), para la fatiga; diversión (entretenimiento), para el aburrimiento, y conocimientos (científicos o no científicos) o cultura (diferentes tipos de arte) para la ignorancia, la curiosidad y la necesidad de crear y desarrollar el espíritu. La naturaleza suele asociar la sensación de placer con algún beneficio para la especie y la Filosofía lo clasifica entre los tipos posibles de felicidad.
Contenido
Tipos de placer
Hay muchos tipos de placer o satisfacción:
- El placer físico, que deriva de disfrutar condiciones saludables relacionadas con la estimulación de los órganos de los sentidos (las relaciones sexuales o la ingestión de platos suculentos de comida, por ejemplo). Hay distintos tipos de placer físico: el producido por el gusto o placer gastronómico; el producido por el tacto (masaje, placer sexual en sus diversas manifestaciones,...); el placer auditivo (música), el placer visual (arte,...), el deportivo, etcétera. Los griegos aconsejaban un placer moderado y consideraban un vicio pernicioso cualquier placer inmoderado.
- El placer psíquico deriva del recreo que provoca en el ser humano la imaginación y la fantasía, el recuerdo de lo agradable, el humor, la alegría, la comprensión y los sentimientos de equilibrio, paz y serenidad, que granjean la llamada felicidad. El mero pensamiento puede llegar a sentirse dichoso sólo con la imaginación de lo bueno que no se posee ni se disfruta en ese momento. El placer "psíquico" es definido por Platón como el mayor, y abarca también todos los placeres mentales causados al percibir cultura o arte, o al crear.
- El placer estético, que mana de la contemplación y disfrute de la belleza, que consiste en el equilibrio "perfecto" (subjetivo, por supuesto) entre lo ideal y la realidad.
- El placer intelectual, que nace al ampliar nuestros conocimientos y arrancar secretos a lo desconocido para poder descubrir y satisfacer nuestras necesidades espirituales e intelectuales, y hacer más libre y consciente nuestro actuar.
- El placer lúdico, que deriva de la práctica de cualquier tipo de juego y se encuentra en la raíz de muchos otros tipos de placer.
- El placer emotivo o emocional, que deriva de la empatía al compartir el amor y el afecto de la familia, de entablar y sostener amistad con los iguales y sentirse aceptado por otros seres humanos.
- El Placer de la contemplación, participación y goce de lo insólito y desconocido es también una fuente de placer, por ejemplo cuando se trata de espectáculos: fuegos artificiales, una escultura, un edificio (arquitectura), un paseo por un paraje natural, un viaje a un lugar desconocido, la lectura de un libro, etcétera.
Epicuro
El filósofo griego Epicuro puso la finalidad de la filosofía en lograr un placer equilibrado en todas sus formas en esta vida, no sólo físico, sino intelectual y emocional, y su filosofía, propia de la mentalidad mediterránea, tuvo numerosos adeptos en el ámbito pagano antes de la llegada del Cristianismo, que consideró la felicidad en este mundo como posible, pero relativa, a causa de un sentimiento de culpa original por la búsqueda de placer; el placer verdadro y pleno se sitúa, según Santo Tomás de Aquino, en una vida ultraterrena, en un nivel espiritual próximo al psicológico, en una gratificación sobrenatural trascendente.
Placer y dolor
Generalmente, se considera que los conceptos de placer y dolor son opuestos porque se presupone que, si hay placer, no puede existir dolor y viceversa. Pero también es hecho establecido, aunque por la mayoría considerado inmoral, que se puede llegar a sentir placer haciendo daño a otras personas o a animales y cosas (el llamado sadismo) o contemplando como sufren (lo que los alemanes denominan con la palabra Schadenfreude); inversamente, se puede obtener placer al sentir dolor en el caso del masoquismo.
Asimismo, cuando se produce dolor, en mayor o menor medida se producen endorfinas que contrarrestan parte del dolor, en algún caso completamente. Por otra parte, el abuso reiterado de los placeres puede alienar, exclusivizar y mecanizar la conciencia, humana causando diversos trastornos compulsivos de la conducta, como la ludopatía o las adicciones (la drogodependencia, el alcoholismo, el tabaquismo) o la ingesta compulsiva de alimentos.
Bioquímica del placer
Desde el punto de vista de la biología, algunas sustancias que genera el cuerpo durante el placer son:
- dopamina
- endorfinas
- oxitocina
- serotonina
En ocasiones, el individuo puede haberse acostumbrado a este tipo de sustancias generadas de forma natural. El cerebro ha creado enlaces neuronales que provocan en el individuo una merma en el impacto de la sensación placentera (por esta razón, las sensaciones placenteras son más impactantes cuando son novedosas: el cerebro aún no las ha procesado). En consecuencia, el objetivo perseguido no se satisface, generando frustración y/o deseo, justo el efecto contrario al buscado.
Sentimientos asociados
El placer suele relacionarse con:
- la adicción
- la alegría
- la alimentación
- el alivio
- la comodidad
- la curiosidad
- los deportes
- las endorfinas
- las fantasías
- las fantasías sexuales
- la fotografía
- el hedonismo
- los libros
- la pasión
- la relajación
- la salud
- la satisfacción
- la sexualidad
- la voluntad
- las zonas erógenas
Lo contrario del placer (el desagrado) se suele relacionar con:
- el aburrimiento
- el desgano o pereza
- el dolor
- la enfermedad
- la frustración
- la apatía
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