El Ferrocarril del Sud era una compañía de capitales británicos que construyó y operó una red de ferrocarriles en la Argentina en la segunda mitad del Siglo XIX y la primera mitad del Siglo XX. La compañía fue fundada por Edward Lumb en 1862 como Buenos Aires Great Southern Railway (BAGS) y su primer gerente general fue Edward Banfield, origen del nombre de la estación Banfield abierta en 1873. Luego de que el presidente Juan Domingo Perón nacionalizara los ferrocarriles en 1948, esta línea pasó a formar parte del Ferrocarril General Roca.

La construcción de la Estación Constitución, terminal de la línea, comenzó el 7 de marzo de 1864, en una ceremonia presidida por Bartolomé Mitre. El año siguiente se inauguró la línea de 114 km hasta Chascomús. La estación terminal se completó en 1885 y el príncipe de Gales Eduardo VIII puso el 19 de septiembre de 1925 la piedra fundacional para la reconstrucción de dicha estación, durante su visita oficial a la Argentina.

Para el año 1930 la compañía se había convertido en una gran empresa, probablemente la mayor de su tipo en el hemisferio sur, con más de 8.000 km de vías mayormente de trocha ancha (1,676 m), 504 estaciones, 857 locomotoras a vapor, 955 carruajes, 16.602 vagones y más de 30.000 empleados. Su influencia en la vida y desarrollo de la Provincia de Buenos Aires fue considerable. La red de vías comunicaba los pueblos del interior de la provincia con la capital, y permitía que los productos agrícolas alcanzaran los puertos de Buenos Aires, Necochea y Bahía Blanca. La compañía y sus subsidiarias poseían y operaban instalaciones de manejo de granos, un campo de frutas experimental en Cinco Saltos en el Alto Valle del Río Negro, una estación de energía en Bahía Blanca, la Compañía Argentina de Distribuidores de Frutas, el Club Hotel de la Ventana, y un hotel con campo de golf en Miramar. La compañía construyó el Puerto Ingeniero White, uno de los puertos de Bahía Blanca, e instaló dos elevadores de granos en 1908 para hacer frente al incremento del tráfico de granos, y construyó un embarcadero para proporcionar atraque para cuatro buques de vapor. Junto con las otras compañías de ferrocarriles de capitales británicos, la empresa tenía participación en la Compañía Ferrocarriles de Petróleo en Comodoro Rivadavia cuyos pozos proveyeron una gran cantidad del fuel oil utilizado por los ferrocarriles. La empresa además controlaba y operaba el Dock Sud en la boca del Riachuelo.

La mayoría del tráfico de bienes, incluyendo el movimento de granos, ganado y frutas del Valle del Río Negro, era estacional, como lo era el tráfico turístico hacia Mar del Plata, Miramar y Necochea. Aparte de los servicios suburbanos en las cercanías de Buenos Aires y Bahía Blanca, el mayor tráfico era entre estas dos ciudades por tres rutas: la línea directa vía Las Flores, Olavarría y Coronel Pringles; una variante de ésta por Olavarría, General La Madrid y Saavedra; o vía Las Flores y Tres Arroyos. Había servicios más allá de Bahia Blanca por el campo de petróleo de Plaza Huincul hasta Zapala el la Provincia del Neuquén, y hasta Bariloche en la Provincia de Río Negro, al principio los servicios salían de Bahia Blanca, hasta que el tráfico hizo necesario que hubiera trenes con estos destinos saliendo desde Buenos Aires.

Siempre en competencia feroz con la compañía británica Ferrocarril Buenos Aires a Ensenada, el Ferrocarril del Sud terminó absorbiendo esta empresa en 1898.

En 1906 el Ferrocarril del Sud propuso una extensión de la línea desde Zapala, a 115 km del límite con Chile, atravesando la Cordillera de los Andes, hasta el pueblo de Las Lajas en Chile. Debido a la falta de fondos dicha línea nunca se construyó. Esto hubiera sido un segundo enlace ferroviario entre los dos países, ya que el Ferrocarril Trasandino construyó las vías entre la Ciudad de Mendoza en Argentina y la ciudad de Los Andes en Chile, habilitado en 1910.

Otros servicios principales que brindaba la empresa partían desde Buenos Aires pasando por Bolívar hasta Carhué, por Maipú hasta Tandil, por Chas y Ayacucho hasta Necochea, y servicios desde Bahía Blanca a Toay en la Provincia de La Pampa y a Huinca Renancó en la Provincia de Córdoba.

Casi todas las locomotoras a vapor se importaron de Gran Bretaña. La mayoría de estas locomotoras funcionaban con fuel-oil, un combustible que se podía conseguir en el país. El carbón que convenía para el funcionamiento de las locomotoras no estaba disponible localmente y tuvo que ser importado. Las trenes de mercancías más pesados arrastraban más de 2.000 toneladas durante la estación de la cosecha, utilizando a menudo locomotoras articuladas de tres partes Garratt. Los problemas más frecuentes en las vías eran la acumulación de arena durante y después de fuertes vientos, los ganados perdidos y la posibilidad de colisiones en los cruces a nivel entre dos vías.

En 1901 la empresa construyó talleres de reparación de trenes en Remedios de Escalada, a 11 km al sur de Plaza Constitución. Estos talleres eran los más grandes de Sudamérica, empleando alrededor de 3.000 hombres. Aunque principalmente estos talleres servían para reparar trenes, tenían la posibilidad de fabricar cualquier pieza de locomotora o vagones. Cuando la compañía se hizo cargo del Ferrocarril Bahía Blanca al Noroeste de la empresa Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico en 1925, adquirió sus talleres ubicados en Bahia Blanca.

El año 1930 marcó el pico de la prosperidad de la compañía pero para el final de ese año se comenzaron a sentir los efectos negativos de la devaluación progresiva del Peso Moneda Nacional y los costos laborales comenzaron a incrementarse sustancialmente. Además la compañía tenía la competencia creciente del transporte automotor.

En 1933 se unificó la administración de las compañías de capital británico Ferrocarril del Sud, Ferrocarril Oeste de Buenos Aires, y Ferrocarril Midland.

Cuando se nacionalizó la red de ferrocarriles en 1948, durante la presidencia de Juan Domingo Perón, el Ferrocarril del Sud pasó a ser parte del Ferrocarril General Roca. Al mismo tiempo absorbió la línea antigua estatal desde Carmen de Patagones a Bariloche, las vías de trocha angosta (75 cm) entre Ingeniero Jacobacci y Esquel y la mitad meridional de las vías operadas por la compañía francesa Ferrocarril Rosario a Puerto Belgrano.

Referencias

• Todo Trenes Argentina
• D.S.Purdom, British Steam on the Pampas, Mechanical Engineering Publications Ltd, Londres, 1977.
• William Rogind, Historia del Ferrocarril Sud 1861-1936, Edit. Ferrocarril Sud, Buenos Aires, 1937.
• Colin M. Lewis, British Railways in Argentina 1857-1914: A Case Study of Foreign Investment, Athlone Press (para el Instituto de Estudios Latinoamericanos, Universidad de Londres), 1983.