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Guerra de Alto Karabaj
Guerra de Alto Karabaj
Ubicación Geográfica.Fecha 1988–1994 Casus belli Disputa de territorio entre Armenia y Azerbaiyán. Lugar Alto Karabaj, Armenia, y Azerbaiyán Resultado Victoria Militar de las fuerzas Armenias.
Cese del fuego tras el tratado de 1994 firmado por los representantes de Armenia, Azerbaiyán, y Alto Karabaj.Beligerantes Alto Karabaj
ArmeniaMercenarios de la CEI
Azerbaiyán
Muyahidín afganos
Voluntarios Chechenos
Mercenarios de la CEIComandantes Samvel Babayan
Hemayag Haroyan
Monte Melkonian
Vazgen Sargsyan
Arkady Ter-Tatevosyan
Anatoly Zinevichİsgandar Hamidov
Suret Huseynov
Rahim Gaziev
Shamil BasáyevFuerzas en combate 20.000 42.000 Bajas 4.000-6.000 muertos 11.000-20.000 muertos La Guerra de Alto Karabaj se refiere al conflicto armado que ocurrió entre febrero de 1988 hasta mayo de 1994, en el pequeño enclave étnico de Alto Karabaj (o Nagorno Karabaj), en la región sureste del Cáucaso, una antigua provincia soviética poblada por armenios y rodeada completamente por la República de Azerbaiyán. A lo largo del conflicto, tanto Armenia como Azerbaiyán se vieron envueltos en una progresiva guerra no declarada en las zonas montañosas de Karabaj, con el fin de suprimir a los secesionista e irredentistas movimientos del antiguo óblast autónomo. El parlamento del enclave votó a favor de la unión con la República Armenia, el cual fue ratificado en un plebiscito que contó con una aplastante mayoría de la población apoyando la independencia. Las demandas de unificación con Armenia, las cuales proliferaron a lo largo de la década de 1980, se desarrollaron en un comienzo de manera pacífica, aunque la presión autonomista generada ante el colapso del estado soviético a fines de la década, llevó aparejado un incremento de la violencia en la región entre ambos grupos étnicos, lo que finalmente resultó en el desarrollo de escenas de limpieza étnica por parte de las dos partes.
Este conflicto se transformó en el más grave de todos aquellos que se dieron tras la desintegración de la URSS, en diciembre de 1991. Los combates interétnicos se iniciaron poco después de que el parlamento del óblast votara a favor de la unión con Armenia el 20 de febrero de 1988. Esta declaración de secesión de Azerbaiyán fue considerada como el resultado de "un resentimiento de larga duración en la comunidad Armenia de Alto Karabaj contra las serias limitaciones a su cultura y libertad religiosa por las autoridades centrales soviéticas y azerís".
Junto con los movimientos secesionistas de las repúblicas bálticas de Estonia, Letonia y Lituania, el conflicto significó uno de los más importantes elementos que jugaron un rol preponderante en la desintegración de la Unión Soviética. La proclama de independencia de Azerbaiyán, seguida de los eventos conocidos como "Enero Negro", significó la cooptación de los poderes ejercidos por el gobierno central en manos de la administración de Bakú. Una de las primeras medidas ejercidas por la naciente república fue la de eliminar al gobierno provincial autónomo de Alto Karabaj, lo que provocó como reacción la masiva votación por parte de la mayoría Armenia de la provincia en la declaración de la República de Alto Karabaj.
La escalada de la violencia se acentuó a lo largo del invierno de 1992. Pese a los intentos de mediación internacional patrocinados por la OSCE, los cuales fallaron en intentar resolver el conflicto y poder trabajar conjuntamente en una solución concordada. En la primavera de 1993, fuerzas armenias capturaron regiones fueras del enclave, en un intento de involucrar a otros países en la zona. Para 1994 los armenios de Alto Karabaj no solo controlaban el territorio propio de la república, si no que también cerca de un 14% del territorio de Azerbaiyán. Un alto al fuego acordado en 1994 bajo los auspicios de Rusia, puso término a la parte armada de la guerra, mientras que un organismo llamado Grupo Minsk de la OSCE fue establecido para poder realizar las respectivas negociaciones de paz.
Contenido
Antecedentes
La soberanía sobre el territorio de Alto Karabaj, ha sido objeto de una larga disputa entre Armenia y Azerbaiyán, que sigue en el presente. La zona, conocida como Artsakh por los armenios, fue una zona permanentemente ocupadas por distintos imperios y naciones. Los problemas respecto a la soberanía, sin embargo, son medianamente recientes. Poco después de la capitulación del Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial, se produjo la Revolución de Octubre, por medio de la cual los bolcheviques accedieron al poder en un colapsado Imperio Ruso en 1917. Tres naciones del Cáucaso, Georgia, Armenia y Azerbaiyán proclamaron su independencia del Imperio y se organizaron en la República Democrática Federal de Transcaucasia, la cual tuvo una corta vida (10 de febrero a 28 de mayo de 1918).
Guerra armenia-azerí (1918-1920)
Poco después de la disolución de la Federación, graves disputas territoriales y étnicas entre armenios y azeríes desembocaron en una guerra abierta entre las recién formadas repúblicas democráticas de Armenia y Azerbaiyán. La guerra se centró en los distritos de Qazaj, Syunik, Najicheván y el propio Karabaj. La disputa se centró en el establecimiento de la frontera entre ambos países en las mencionadas provincias. Los armenios de Karabaj intentaron proclamarse en una república independiente, pero fallaron al no poder contactarse con Armenia. Después de la derrota otomana en la Primera Guerra Mundial, tropas británicas ocuparon la zona de Transcaucasia en 1919, colocando a la zona de Karabaj y Zangezur bajo el mandato de Khosrov bey Sultanov, mientras que la decisión definitiva acerca del futuro de la región era tomada por la Conferencia de París de 1919.
Ocupación soviética
Pese a estar la decisión pendiente, el 11º Ejército Soviético invadió el Cáucaso y en el plazo de tres años organizó a los diferentes países en la República Socialista Federativa Soviética Transcaucásica, como parte de la Unión Soviética. Inspirándose en la organización del estado soviético, los bolcheviques crearon entonces un Buró Caucásico, conformado por siete miembros, supervisados por el Comisario del Pueblo para las Nacionalidades Iósif Stalin. Pese a que el Buró votó 4 a 3 a favor de localizar al Alto Karabaj bajo la autoridad de la recién creada República Socialista Soviética de Armenia, protestas emanadas de los líderes del Partido Comunista azerí, incluyendo a su líder Nariman Narimanov, además de un alzamiento antisoviético en Ereván en 1921, complicaron las relaciones entre Armenia y Rusia. Esos factores condujeron al comité a revisar su decisión, para que en definitiva se resolviera incorporar al recién creado Óblast Autónomo de Alto Karabaj (OAAK) dentro de la RSS de Azerbaiyán en 1923, dejando a su población compuesta en un 94% de armenios bajo el gobierno de otra nacionalidad. La capital fue trasladada de Shusha a Khankendi (rebautizada como Stepanakert al poco tiempo).
Historiadores armenios y azeríes han especulado durante largo tiempo las razones para esta decisión, manejándose como probable motivo la aplicación de la regla "divide y vencerás". Esto puede observase, por ejemplo, por el extraño emplazamiento del enclave de Najicheván, el cual está rodeado por Armenia pero pertenece a Azerbaiyán. Otro posible motivo de esta decisión puede existir en un intento de realizar un gesto político de buena voluntad por parte de los soviéticos hacia la Turquía de Ataturk. Armenia, por su parte, siempre se negó a reconocer la legalidad de tal decisión, y continuó a lo largo del tiempo protestando dentro del sistema soviético por ella.
El resurgimiento de la cuestión de Alto Karabaj
La elección de Mijaíl Gorbachov como Secretario General del PCUS en 1985, trajo consigo la implementación de sus dos grandes planes de reforma, conocidos como perestroika y glásnost. Mientras que los fines de la reforma económica se cristalizaban en la perestroika, la glásnost permitió a que los ciudadanos de la Unión Soviética disfrutaran de una relativa libertad de prensa, especialmente en cuanto se pudo por primera vez criticar abiertamente a los líderes. Dentro de este marco, los líderes soviéticos de Karabaj capitalizaron tal apertura consiguiendo obtener un voto del parlamento regional a favor de la unión de la región autónoma con Armenia, el 20 de febrero de 1988. Los dirigentes armenios del óblast se quejaban por que la región no contaba con textos escolares ni canales de televisión que transmitieran en armenio, en el mismo sentido que el Secretario General del Partido Comunista de Azerbaiyán Heidar Aliev había intentado realizar una azerización de la zona, incrementando la presencia, número e influencia de los azeríes que vivían en el Alto Karabaj, al mismo momento que la población Armenia estaba en declive. Para 1988 la población Armenia que vivía en la región había disminuido a cerca de tres cuartas partes.
El movimiento autonomista había sido liderado por diversas figuras populares armenias, al igual que por miembros de la "intelligentsia" como el conocido disidente soviético y premio Nobel de la Paz Andrei Dmitrievich Sajarov. Antes de la declaración del 20 de febrero, los armenios habían comenzado a protestar, en conjunto de huelgas por parte de los trabajadores de Ereván que demandaban la unificación con el enclave. Estas protestas fueron contestadas en términos similares en manifestaciones realizadas en Bakú. Como reacción a las protestas, el premier Gorbachov afirmó que las fronteras entre las repúblicas soviéticas no serían modificadas, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 78 de la constitución de la URSS. El Secretario General de la Unión afirmó también que otras nacionalidades y pueblos del país estaban solicitando por cambios territoriales, y que una nueva fijación de límites en Alto Karabaj establecería un peligroso precedente. Los armenios contemplaban la decisión de 1921 con desdén, considerando a su vez que sus esfuerzos estaban destinados a corregir un error histórico bajo el principio de autodeterminación, un derecho también considerado en la Constitución. Los azeríes, por otro lado, consideraron tales demandas que constituían el abandono de una importante región de la República como inaceptable y se alinearon con la postura de Gorbachov.
Sumgait
Los combates étnicos entre miembros de las comunidades azerí y Armenia que vivían en Alto Karabaj estallaron al poco tiempo. El 22 de febrero de 1988 cerca de Askerán (en Alto Karabaj, en la carretera entre Agdam y Stepanakert), una confrontación directa entre miembros de ambos grupos terminó en violentos incidentes que dejaron como saldo cerca de 50 armenios heridos. Durante los combates, un policía local, supuestamente armenio, disparó mortalmente sobre dos jóvenes azeríes. El 27 del mismo mes, mientras hablaba en la televisión central de Bakú, el fiscal soviético Alexander Katusev mencionó la nacionalidad de los heridos.
Pocas horas después de la intervención, un pogromo dirigido contra los residentes armenios se inició en la ciudad de Sumgait, ubicada a 25 kilómetros al norte de Bakú que contaba con una alta población de refugiados azeríes. El resultado de estos hechos fue 32 muertos, de acuerdo con las estadísticas oficiales soviéticas. Los armenios fueron golpeados, las mujeres violadas y asesinados en las calles y los departamentos en que vivían, durante tres días de violencia que sólo se detuvieron cuando fuerzas armadas de la URSS entraron en la ciudad y sofocaron la rebelión el 1 de marzo.
La forma en que los armenios fueron asesinados provocó una gran indignación entre sus connacionales, que consideraron que el pogromo había sido avalado por parte de las autoridades oficiales soviéticas, con el fin de intimidar a los miembros del movimiento de Alto Karabaj. La violencia comenzó poco a poco a aumentar después de los hechos de Sumgait, hasta que Gorbachov decidió finalmente intervenir Armenia con tropas federales en septiembre de 1988. Para el mes de octubre, se estimaba que más de 100 personas en Armenia y Azerbaijan habían perdido la vida. A todo esto se agregó las consecuencias de un gran terremoto que asoló la ciudad de Leninakan el 7 de diciembre de 1988, provocando la muerte de más de 25.000 personas.
Los intentos de Gorbachov para estabilizar la región fueron infructuosos, ya que se enfrentaron una intransigencia por ambos bandos. Los armenios por un lado, no se conformaron con la promesa del gobierno central de destinar 400 millones de rublos con el fin de revitalizar el idioma armenio, destinándolos a textos escolares y a un canal de televisión para Karabaj. Por su parte Azerbaiyán no estaba dispuesto en ningún caso a ceder territorio a Armenia. Otro hecho que complicó la situación fue la detención por órdenes del Kremlin de once miembros de un recién formado Comité de Karabaj (entre los que se encontraba Levon Ter-Petrosian) durante el caos que siguió al terremoto. Estas acciones polarizaron las relaciones entre Moscú y los armenios, ya que estos últimos perdieron su fe en Gorbachov despreciándolo por su mal manejo de la ayuda para las víctimas del terremoto y su falta de comprensión y de garantías en el manejo de la crisis.
Enero Negro
La creciente violencia inter-étnica comenzó a tomar cada vez más víctimas, lo que obligó a la mayoría de la población azerí residente en Armenia a refugiarse en su país, al mismo tiempo que los armenios de Azerbaiyán huían a su país. La escalada del conflicto parecía escaparse de las manos, por lo que la decisión de los líderes soviéticos de Moscú de tomar el control directo de la región en enero de 1989 fue recibida con agrado por muchos armenios. En el verano de 1989, los líderes del Frente Popular y sus seguidores lograron que la RSS de Azerbaiyán iniciara un bloqueo aéreo y ferroviario contra Armenia, logrando estrangular la economía del país al evitar que el 85% de la carga y los bienes que llegaban por vía férrea arribaran a la república. Esta medida tuvo otro efecto, el cual fue separar a Najicheván totalmente de la Unión Soviética. La interrupción del servicio férreo a Armenia estuvo motivado en parte a los ataques de militantes de ese país contra trabajadores azerbaijanos que entraban a su territorio, los cuales empezaron a rehusarse a servir en esos servicios.
En enero de 1990 se produjo otro pogromo contra armenios en Bakú, lo que obligó al gobierno de Gorbachov a declarar el estado de emergencia y enviar a tropas de la MVD a restablecer el orden. Se estableció un toque de queda (cosa no vista en la URSS desde la Segunda Guerra Mundial), al mismo tiempo que se producían fuertes combates entre las fuerzas soviéticas y miembros del Frente Popular Azerbaijano. Estos incidentes dejaron como saldo más de 120 azeríes y 8 soldados de la MVD muertos en Bakú. Sin embargo, durante este tiempo el Partido Comunista de Azerbaiyán había caído, transformándose la orden en un velado mantenimiento del PC en el poder, antes que proteger a la población Armenia del país. Estos eventos, conocidos como "Enero Negro" delinearon la relación futura entre Azerbaiyán y Rusia.
Operación Anillo
En la primavera de 1991 el gobierno de Gorbachov desarrolló un referéndum especial a lo largo del país, llamado Tratado de la Unión, con el fin de decidir si las repúblicas soviéticas se mantearían unidas. Como resultado, nuevos gobiernos no comunistas llegaron al poder en las repúblicas, destacándose el de Borís Yeltsin en Rusia, Levon Ter-Petrosian en Armenia y Ayaz Mütallibov en Azerbaiyán, mientras que Gorbachov se mantenía a cargo del gobierno central como presidente de la Unión. Azerbaiyán votó en cumplimiento del tratado, mientras que varias repúblicas boicotearon el referéndum como Armenia, que realizó uno paralelo acerca de la independencia, la que declaró el 21 de septiembre de 1991.
Ante la perspectiva de desarrollo de la situación, muchos armenios y azeríes empezaron a adquirir armas localizadas en depósitos en Alto Karabaj, con el fin de defenderse. Frente a esto Mütallibov consiguió el apoyo de Gorbachov para realizar una operación militar conjunta con fuerzas del Ejército Soviético y la milicia azerí, con el objeto de desarmar a la milicia armenia. Esta medida, conocida como "Operación Anillo", significó la deportación forzada de los armenios que habitaban las villas de la región de Shahumian. Estos actos fueron considerados tanto por lo oficiales soviéticos del Kremlin como por el gobierno armenio como un método de intimidación contra quienes sostenían las demandas de unificación.
Los resultados de la operación fueron contraproducentes ante el objetivo perseguido por ella, ya que la situación empujó a los armenios más reticentes a enfrentarse ante lo que consideraron la única solución para la crisis de Alto Karabaj era la utilización de la fuerza armada. El guerrillero armenio-americano Monte Melkonian (quien se convertiría en uno de los más eficaces líderes militares de la guerra) sostuvo que Karabaj debía ser "liberado", señalando que si esto no se hacía, la zona de Syunik' sería pronto anexada por Azerbaiyán, a lo que le seguiría toda Armenia, concluyendo que "la pérdida de Artsakh significaría la pérdida de toda Armenia". Velayat Kuliev, un escritor y director adjunto del Instituto de Literatura de Azerbaiyán contradijo estas apreciaciones, señalando que "últimamente los nacionalistas armenios, incluyendo algunos influyentes personajes, empezaron a hablar acerca de la Gran Armenia. No era sólo Azerbaiyán. Ellos querían anexar partes de Georgia, Irán y Turquía".
El vacío de poder armado
Cuando la desintegración de la URSS se convirtió en realidad para los ciudadanos soviéticos en el otoño de 1991, ambas partes comenzaron a buscar las formas y tomar las medidas para hacerse de las armas localizadas en depósitos a lo largo de Karabaj. Durante la Guerra Fría el alto mando soviético había establecido planes en caso de una eventual invasión de la OTAN al Cáucaso por medio de Turquía, miembro de tal organismo. En dichos planes se había considerado que la zona de Armenia sería teatro de combates, por lo que ahí se establecieron sólo tres divisiones del Ejército Soviético y ningún aeropuerto militar, a diferencia de la R.S.S. de Azerbaiyán, que contaba con cinco divisiones y cinco bases aéreas. Es más, Armenia apenas contaba con 500 vagones ferroviarios de municiones, en comparación con los 10.000 que se mantenían en la zona azerí. Azerbaiyán gozaba entonces de una ventaja estratégica.
Con el inicio del retiro de las fuerzas del Ministerio del Interior Soviético, dejaron como legados a ambos bandos grandes arsenales de municiones y una buena cantidad de vehículos armados. Las fuerzas enviadas por Gorbachov tres años antes provenían de diferentes regiones de la URSS y no tenían intenciones de mantenerse en la región mucho tiempo. La mayor parte de estas unidades estaba compuesta por jóvenes y pobres conscriptos, muchos de los cuales simplemente vendieron sus armas a cambio de dinero o incluso intercambiarlos por vodka, mientras que otros llegaban incluso a intentar vender tanques o transportes blindados de personal (APC). La existencia de depósitos tan pobremente protegidos, que permitieron el fácil acceso a armas por parte de ambos bandos, llevó a culpar y burlarse de las políticas de Gorbachov como la causa última del conflicto. Los azerbaijanos adquirieron una buena cantidad de esas unidades, según lo informó el ministro azerbaijano de relaciones exteriores en noviembre de 1993, cuando señaló que se habían adquirido 286 tanques, 842 vehículos armados y 386 piezas de artillería a causa del vacío de poder. Ante tal situación se reportó que empezaron a funcionar varios mercados negros donde se traficaban armas, incluidas algunas provenientes de Occidente.
Evidencia posterior demostró que Azerbaiyán contó con sustancial apoyo militar por parte de Irán, Israel y Turquía, además de numerosos países árabes. La gran mayoría del armamento consistía en armas de origen ruso o de países del bloque oriental, con algún grado de armas de propia manufactura local. Por el otro lado, la diáspora armenia consiguió donar una gran cantidad de dinero a Armenia, además de conseguir que el Congreso Federal de los Estados Unidos aprobara una resolución que condenaba el bloqueo azerbaijano a Armenia y prohibía toda ayuda militar a Azerbaiyán en 1992. Mientras que Azerbaiyán sostuvo que Rusia apoyó militarmente a Armenia en los inicios, se señaló que "los soldados azeríes en la región estaban mucho mejor equipados con pertrechos soviéticos que sus oponentes".
La renuncia de Gorbachov a la presidencia de la URSS el 26 de diciembre de 1991, empujó a las restantes repúblicas de la Unión -Bielorrusia, Ucrania y Rusia- a proclamar su independencia, lo que significó la desaparición definitiva de la Unión Soviética como estado el 31 de diciembre de 1991. Este hecho consistía en el último muro que evitaba que Armenia y Azerbaiyán entraran de lleno en un conflicto armado de proporciones. Un mes antes, el 21 de noviembre, el parlamento de Azerbaiyán revocó la autonomía de Alto Karabaj, rebautizando la región como "Xankandi". En respuesta a estos hechos el 10 de diciembre y bajo los auspicios del liderazgo armenio de la región, se realizó un referéndum boicoteado por los azeríes de la zona, que tuvo como resultado una aplastante mayoría a favor de la independencia. El 6 de enero de 1992 la región se declaró independiente de Azerbaiyán.
La retirada de las fuerzas del interior soviéticas de Alto Karabaj fue solo momentáneo, esto ya que en febrero de 1992, las antiguas repúblicas soviéticas conformaron la Comunidad de Estados Independientes. Mientras que Azerbaiyán se abstuvo de participar, Armenia, bajo el temor de una posible invasión turca ante la escalada del conflicto, ingresó a la CEI con el fin de ponerse bajo la protección del "paraguas de seguridad colectiva". En enero de 1992, fuerzas de la CEI se movieron hacia la zona e ingresaron, estableciendo sus cuarteles y centro de mando en Stepenakert, adquiriendo un rol más activo en el mantenimiento de la paz, incorporando antiguas unidades como 366º Regimiento de Rifles Motorizado y el 4º Ejército Soviético.
La creación de los ejércitos
Los esporádicos combates entre armenios y azeríes, acrecentados desde la puesta en marcha de la Operación Anillo, condujeron rápidamente a la creación de ejércitos voluntarios tanto en Armenia como en Azerbaiyán. Entre los armenios fue común rescatar figuras históricas de guerrilleros de la causa nacionalista como Andranik Ozanian y Garegin Njdeh, quienes combatieron al Imperio Otomano entre finales del siglo XIX y comienzos del XX. Fuera de las levas realizadas entre la población masculina entre 18 y 45 años de edad, muchos armenios se ofrecieron como voluntarios en unidades conocidas como tchokats, los cuales eran unos destacamentos de cerca de 40 hombres, los cuales eran puestos en conjunto bajo las órdenes de un teniente coronel. Inicialmente, muchas de esas personas actuaban a la manera de los partisanos, con un escaso o ningún control o vigilancia de su comportamiento externo durante las operaciones de ataque o defensa de posiciones. Esto provocó una masiva insubordinación donde era común la deserción de los soldados, al igual que el saqueo de la pertenencias de los soldados muertos, así como el robo de diversos bienes (como por ejemplo el diesel), sólo para ser vendidos en el mercado negro.
Muchas mujeres se alistaron en las fuerzas armadas armenias, aunque su participación en combates fue escasa, dedicándose especialmente a la atención de los heridos y la evacuación de los enfermos de los campos de batalla. Las fuerzas azeríes tenían un funcionamiento similar, aunque su organización era mejor al comienzo del conflicto. El gobierno de Azerbaiyán también realizó levas y reclutamientos masivos de azeríes que entusiastamente se enlistaban durante los primeros meses después del colapso soviético. El Ejército Nacional de Azerbaiyán estaba compuesto por cerca de 30.000 individuos, además de 10.000 pertenecientes a las fuerzas paramilitares OMON, además de varios centenares de integrantes del Frente Popular. Un acaudalado azerí llamado Suret Huseynov organizó personalmente una brigada del ejército de Azerbaiyán (la 709), comprando muchas de sus armas y vehículos del arsenal de la 23ª División Motorizada soviética. La brigada ultra nacionalista turca Lobos Grises de İsgandar Hamidov fue también movilizada para la contienda. El gobierno de Azerbaiyán también contrató los servicios de distintos mercenarios de la zona, utilizando para ello los recursos que empezaba a obtener producto de los ingresos petroleros de los yacimientos azeríes del Mar Caspio.
También se ofrecieron para combatir por ambos bandos distintas unidades de tropas soviéticas, que habían quedado en el limbo que siguió al final de la URSS. Por ejemplo, uno de los más destacados integrantes de las fuerzas armenias fue el general soviético Anatoly Zinevich, quien estuvo en el Alto Karabaj entre 1992 y 1997, prestando servicios y organizando operaciones para las fuerzas armenias. Para finales del conflicto Zinevich detentaba el cargo de Jefe del Estado Mayor de las fuerzas del Alto Karabaj.
Se estima que el personal militar así como los distintos bienes utilizados en el conflicto en el periodo entre 1993 y 1994 era el siguiente:
País Soldados Artillería Tanques APC AFV Cazas República de Alto Karabaj 20.000 16 13 120 N/D N/D República de Armenia 20.000 170 160 240 200 N/D República de Azerbaiyán 42.000 330 280 360 480 170 Categoría: Guerra de Nogorno-Karabaj
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