- Alianza Anticomunista Argentina
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Alianza Anticomunista Argentina
José López Rega, jefe de la Triple A.Operacional 1973 - 1976 Liderado por José López Rega Objetivos Persecución y aniquilación de personas vinculadas a los grupos considerados "marxistas", criterio que era aplicado en un espectro muy amplio que incluía desde organizaciones de la izquierda revolucionara (ERP, Montoneros) hasta grupos socialdemócratas como la Unión Cívica Radical Regiones activas Argentina Estatus Disuelta tras el golpe militar de 1976, que puede considerarse su continuación en lo que respecta a Terrorismo de Estado La Alianza Anticomunista Argentina (AAA), conocida como Triple A, fue un grupo parapolicial de extrema derecha de la Argentina, que llevó a cabo cientos de asesinatos contra guerrilleros y políticos de izquierda durante la década de 1970, además de amenazar a artistas e intelectuales. Sus acciones fueron catalogadas como delitos de lesa humanidad por el juez federal Norberto Oyarbide en 2006.[1]
Contenido
Antecedentes
Desde que López Rega fue nombrado como ministro de Bienestar Social, se comenzó a rodear de militantes de otras agrupaciones que "quisieran eliminar a la izquierda", entre ellos, ex tacuaras del Movimiento Nueva Argentina (MNA), militantes de la Juventud Federal del dirigente peronista Manuel de Anchorena, miembros de la CNU, cuadros técnicos de Guardia de Hierro, grupos sindicales ortodoxos especializados en la capacitación doctrinaria, y militantes del Comando de Organización/Alberto Brito Lima. Además, también creó la Juventud Peronista República Argentina (JPRA), debido a que necesitaba de un aparato propio que saliera a pelearle "la calle" a la Tendencia y que le respondiera en forma directa. La agrupación fue sostenida con los recursos del ministerio, y hasta les permitió el ingreso a la rama juvenil del Consejo Superior Peronista, el organismo institucional desde donde comenzaron a combatir a la Juventud Peronista Regionales, la agrupación de superficie de Montoneros.[2]
Según algunos investigadores, trabajadores del ministerio y militantes de la Juventud Peronista República Argentina comenzaron a simular atentados de Montoneros en su contra como parte de una estrategia de presentarse como blancos militares de las agrupaciones de izquierda, lo que les permitía revalorizarse políticamente dentro del ministerio.[2]
En el segundo subsuelo del propio Ministerio se encontraba un depósito, que era llamado por los militantes "microcine", donde se guardaban las armas. Una provisión importante se produjo a partir de que Manuel de Anchorena, fuera designado embajador en el Reino Unido. Por su gestión directa en ese país, logró que se enviaran ametralladoras Sten MKII —se comentó que eran doscientas—, que permitían ser desmontadas con facilidad y además venían con un silenciador adaptable a otra arma muy utilizada en el ministerio, la ametralladora Sterling. El pago se instrumentó a través de la Dirección de Administración.[2] [3]
Orígenes
Aunque en ese momento su liderazgo era secreto, hoy se sabe que la organización estuvo bajo la dirección de José López Rega,[4] secretario personal y ministro de Juan Domingo Perón, quien la empleó para combatir los sectores de izquierda del propio movimiento peronista.
Existen teorías acerca del nombre de la Alianza que dicen se debe al perfil esotérico de López Rega, quien creía que la moral de la humanidad iba a evolucionar en la medida en que se desarrollaran los tres vértices magnéticos del triángulo de la Triple A.[2]
López Rega y el entonces comisario general de la Policía Federal Argentina, Alberto Villar, organizaron la Triple A durante el gobierno interino de Raúl Lastiri, en 1973. López Rega estaba al frente del Ministerio de Bienestar Social, cuyos fondos habría desviado para financiar la organización y el armamento del grupo paramilitar. Seguiría en ese cargo durante el gobierno de Perón y, a su muerte (1 de julio de 1974), en el de su mujer, Isabel Martínez, sobre la cual ejercía una extraordinaria influencia basada en una compartida devoción espiritista.[4]
Métodología
El método de la Triple A variaba según el objetivo del atentado.
En muchos casos eran militantes populares o sindicalistas que eran arrestados en su domicilio o en la vía pública por un grupo de hombres con credenciales policiales, uniformados o no. Luego, estas personas aparecían acribilladas al otro día. Los atentados con bombas y los ataques con ráfagas de ametralladoras fueron otro método comúnmente utilizado por el grupo parapolicial desde el principio de la represión ilegal.[5]
La Triple A fue adoptando procedimientos más violentos posteriormente, en lo que podría ser llamado una escalada. Los secuestros, violaciones y ejecuciones de mujeres fue un método incorporado al "ritual" del terror. La eliminación de familias enteras se practicó como forma brutal de "escarmiento". También, se recurrió a la voladura con explosivos de sus víctimas.[5]
Atentados
Durante el gobierno de Cámpora
Durante el gobierno de Cámpora, el 29 de junio de 1973, Eduardo Jiménez, miembro del ERP, fue detenido y asesinado por la policía de Córdoba. Su detención se produjo cuando se disponía a pegar afiches de propaganda en una pared, junto con otros de sus compañeros. Testigos presenciales vieron cómo era introducido en una camioneta, pero la policía informó posteriormente que había muerto como consecuencia de un tiroteo. Presentaba un sólo tiro en la frente y algunos golpes en el cuerpo.
Durante el gobierno de Lastiri
El 22 de julio de 1973, Benito Spahn, miembro de la Juventud Peronista, fue asesinado por Tomás Roberto Cardozo, guardaespaldas de José Rucci, secretario general de la CGT. El 13 de agosto, Cirilo Heredia, miembro de la Juventud Peronista, es secuestrado y torturado. Tiene 17 años. El 24 del mismo mes, el Ateneo de Estudios “Juan Pablo Maestre”, fue asaltado por un grupo de veinte personas que al grito de “este local está lleno de bolches” destrozaron el mobiliario, un cuadro de Maestre y material doctrinario. El 14 de septiembre, el “Ateneo 20 de junio”, de la Juventud Peronista, es ametrallado por desconocidos. El 19 del mismo mes, la Federación Gráfica Bonaerense denunció la desaparición de Sergio Joaquín Maillman de 24 años. El día 13 había sido visto herido y golpeado cuando era bajado de un Ford Falcon celeste e introducido en la casa de la calle Miraflores 2044. Al final de esa cuadra está instalado el Quinto Cuerpo de Vigilancia de la Policía Federal. El automóvil en el que Maillman llegó hasta Miraflores tenía el número de patente "C 468.596" y el titular de la patente era María Esther Tagarelli de Martini, funcionaria del Ministerio de Bienestar Social.[6]
El 15 agosto, algunos militantes de la Juventud Peronista que realizaban una manifestación de apoyo al gobernador Bide-gain son detenidos y torturados. El 7 de septiembre, Oscar Suárez, al recuperar su libertad en Tucumán, denunció que había sido víctima de torturas infligidas por Héctor García Rey, jefe de la policía provincial, ligado a José López Rega.[6]
El 20 de septiembre de 1973, en Resistencia en la provincia de Chaco, varios miembros del Comando de Organización (organización derechista comandada por el diputado nacional peronista Alberto Brito Lima) son detenidos cuando están efectuando un atentado contra el comedor universitario; entre otros, Víctor Sánchez, su secretario general. El 28, en Rosario fue baleado el abogado Roberto Raúl Catalá, los atacantes dejaron panfletos en los que se asignaron el carácter de comandos “antimarxistas”.[6]
El 1 de octubre de 1973, en una reunión convocada por el presidente provisional del Consejo Superior Peronista, Raúl Lastiri, y el ministro del Interior, Benito Llambí, y en presencia de Juan Domingo Perón, que asistió en calidad de presidente electo, el consejo se declaró en "estado de guerra" contra los "infiltrados marxistas del Movimiento". El Consejo redactó un "documento reservado" que fue leído por el senador José Humberto Martiarena y distribuido entre los gobernadores provinciales presentes. A través del documento, el Movimiento Nacional Justicialista llamó a asumir la propia defensa y atacar al enemigo en todos los frentes y con la mayor decisión, aduciendo que en ello iba la vida del Movimiento y de sus dirigentes. A efectos de esa defensa, impartió una serie de directivas, declarando el estado de movilización de los elementos materiales y humanos para afrontar esa guerra,llamando a una campaña de reafirmación de los principios doctrinarios justicialistas que debía esclarecer las diferencias con el marxismo. En el documento, el ítem 6, "Inteligencia", advertia que "en todos los distritos se organizará un sistema de inteligencia al servicio de esta lucha, el que estará vinculado con el organismo central que se creará". El ítem 9, "Medios de lucha", se precisó: "Se utilizarán todos los que se consideren eficientes, en cada lugar y oportunidad. La necesidad de los medios que se propongan, será apreciada por los dirigentes de cada distrito".[2] Luego de este documento del justicialismo se iniciaron la "caza de brujas" y la represión ilegal contra la izquierda por parte de agentes del Estado.[6]
Durante el mes de octubre, en Córdoba, es herido a tiros el militante de la JP Ramón Fajardo, miembros armados de la Juventud Sindical Peronista toman la sede del Banco Social, bombas fueron detonadas en los domicilios de los diputados provinciales Fausto Rodríguez y Miguel A. Marcat-tini, miembros del Frejuli, también una bomba estalló en el domicilio del senador Tejada, presidente de la Cámara de Senadores de la provincia, y fueron detenidos Leandro Fote y otros militantes de organizaciones populares durante un procedimiento “rastrillo” efectuado en esta ciudad. En Corrientes, el Frente de Izquierda Popular denuncia el estallido de una bomba en su local. En la provincia de Tucumán, la Junta Provincial del Justicialismo de Tucumán, siguiendo instrucciones del Consejo Superior que preside Humberto Martiarena “alertará a todos los compañeros de la situación de guerra contra los grupos marxistas”. En Mar del Plata, fue incendiado el domicilio del dirigente de la Juventud Peronista Andrés Cabo, lo mismo ocurrió con el del secretario de la universidad local y miembro de la JP Alfredo Cuestas. En Mendoza, una bomba estalló en el despacho del gobernador de Mendoza, Martínez Baca, cuestionado por sectores derechistas del justicialismo.[6]
En la provincia de Buenos Aires, en el local del Partido Comunista de la calle Estados Unidos y Sáenz Peña fue hallada una bomba que no llega a estallar, otra bomba estalló en la Unidad Básica “Mártires de Trelew”, de la calle Urquiza 2193, causando grandes daños, Nemesio Aquino, miembro de la JP y afiliado a la Unidad Básica “Héroes de Trelew”, fue asesinado, asesinaron al periodista José Colombo, miembro del diario El Norte, los atacantes manifiestan que ese medio está “lleno de comunistas”, el dirigente Dante Gullo denunció una serie de atentados contra locales de la JP, dirigentes de partidos opositores manifiestan su inquietud por las “instrucciones antimarxistas” formuladas en el peronismo, la UTA (Unión Tranviarios Automotores) realiza un paro por el secuestro de Oscar Arca, delegado de la empresa Costera Criolla y miembro de la JTP, la viuda del periodista asesinado José Colombo denuncia que “En la Regional San Nicolás de la CGT hay una lista de 141 ´bolches´ en la que estábamos mi marido y yo”.[6]
Represión durante el tercer gobierno peronista (1973-1974)
Luego de la asunción de Perón, el 12 de octubre de 1973, continuaron la represión ilegal y los atentados. Además, durante dicha presidencia de Perón existieron casos puntuales de represión y de prohibiciones de libros.
El primer atentado adjudicado a la Triple A tuvo lugar el 21 de noviembre de 1973, cuando la organización —como represalia por el asesinato del sindicalista conservador José Ignacio Rucci a manos de los Montoneros un mes antes— colocó una bomba en el automóvil del senador radical Hipólito Solari Yrigoyen, quien durante la anterior dictadura militar había actuado como defensor de presos políticos y, ya senador, había criticado muy duramente el proyecto de Ley de Asociaciones Profesionales presentado al Parlamento por el Poder Ejecutivo. El artefacto explotó e hirió en las piernas al senador, pero no logró matarlo; dos años más tarde repetirían el intento sin lograr su objetivo.[6]
El 14 de octubre, fue asesinado Constantino Razzeti, bioquímico, dirigente de la Juventud Peronista. El 21, diversos militantes de la JPfueron atacados por unos veinte individuos mientras están pegando carteles de propaganda, durante la gresca se escuchan gritos favorables a Osinde y a Brito Lima. En Santos Lugares, tras rociar con nafta el local se incendió el Ateneo Peronista “Heroica Resistencia”, ubicado en Avenida La Plata 3820, allí funcionaba el Consejo Superior de la JP del Partido de 3 de febrero, algunos de cuyos militantes habían sido objeto de provocaciones, días antes, por el Comando de Organización dirigido en la zona por Susana Thompson. El 26, La Concentración Nacional Universitaria (CNU), el Comando Universitario Peronista de Derecho (CUPDED), la Legión Revolucionaria Peronista, los Grupos de Acción Peronistas (GAP), el Movimiento Universitario Nacional (MUN) y otras organizaciones derechistas llevaron a cabo un acto en el Aula Magna de la Facultad de Derecho que terminó con destrozos en las instalaciones. La reunión contó con la adhesión de la CGT y del Consejo Superior Provisorio de Justicialismo. Entre los asistentes se hallaban Alejandro Giovenco (acusado de haber participado en la matanza de Ezeiza), Juan Carlos Gómez (reconocido como asesino de la estudiante Filler en Mar del Plata en 1972 y funcionario policial), Jorge Rampoldi (miembro del ex-Sindicato de Derecho), César Augus-to (de la misma entidad), Raúl Padrés, Rodolfo Galloso y José Luis Núñez, de similares antecedentes. El decano Mario Kestelboim solicitó la intervención policial, que se manifestó en la presencia del subcomisario Solano. El funcionario manifestó que no podía actuar sin consultar con sus superiores razón por la cual se retiró. Tampoco actuaron los automóviles ni el carro de asalto apostados en las inmediaciones.[6]
En el mismo mes, la agencia oficial TELAM informó que en Tucumán las comisiones policiales antisubversivas habían sido integradas, también, por jóvenes peronistas, a quienes se les proveyó de armas. Al mando de esas comisiones mixtas se encontraba el jefe de la policía tucumana, Héctor Luis García Rey.[6]
Luego la Triple A difundió una “lista negra” de personalidades que «serán inmediatamente ejecutadas donde se las encuentre». En la lista se encontraban: algunos militantes de izquierda; Omero Cristalo (alias J. Posadas); Hugo Bressano (alias Nahuel Moreno, dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores); los abogados Silvio Frondizi (hermano del ex presidente Arturo), Mario Hernández y Gustavo Roca. También incluía a los dirigentes Mario Roberto Santucho (dirigente del Partido Revolucionario de los Trabajadores; los sindicalistas Armando Jaime, Raimundo Ongaro, René Salamanca y Agustín Tosco; el profesor Rodolfo Puiggrós (ex-rector interventor de la Universidad de Buenos Aires), el abogado Manuel Gaggero (director interino del diario El Mundo); Ernesto Giudice, miembro renunciante del Partido Comunista; el abogado Roberto Quieto, dirigente de Montoneros y Julio Troxler, ex-subjefe de policía de la provincia de Buenos Aires, cercano al Peronismo de Base. La nómina se completa con los siguientes nombres: coroneles Luis César Perlinger y Juan Jaime Cesio; obispo de La Rioja, monseñor Luis Angelelli y senador nacional Luis Carnevale.[6]
El 4 de enero de 1974, la Policía Federal allanó en Buenos Aires las librerías Fausto, Atlántida, Rivero y Santa Fe, donde arrestó a los empleados por difundir libros. Algunos de los libros prohibidos eran "La boca de la ballena", de Héctor Lastra; "Territo-rios", de Marcelo Pichón Riviere; "Sólo ángeles", de Enrique Medina y "The Buenos Aires affaire", de Manuel Puig. Todos los ejemplares encontrados fueron secuestrados. [6]
Represión durante el gobierno de Isabel Perón (1974-1976)
Durante noviembre de 1974, fueron realizadas muchos atentados que se suponen de su autoría o que la misma fue reclamada por la misma organización: una bomba fue detonada en el local de la Juventud Peronista; una bomba contra la persona del recientemente designado interventor de la Universidad Nacional de Litoral; una bomba explotó en el local del Frente Antimperialista por el Socialismo (FAS) de San Fernando; en el local del FAS de Virreyes se detonó otra bomba; Manuel Carballo, miembro de la JP, fue baleado; varios militantes peronistas que se encontraban en la Unidad Básica “Evita” festejando el Día de la Madre fueron agredidos por un grupo de matones.[6] En ese mismo mes, un individuo disparó cinco tiros sobre Antonio José Delleroni y su mujer, Nélida Arana, cuando junto a varias personas estaban aguardando en un andén de la estación del Ferrocarril San Martín. Ambas víctimas habían actuado en el Peronismo de Base y habían defendido, como abogados, a numerosos presos políticos, Delleroni, por su parte, había llegado a ser miembro del Partido Justicialista en General Sarmiento. La policía pudo atrapar al perpretador y determinó que se trataba de Ricardo Julio Villanueva. El asesino reconoció pertenecer al Movimiento Nacional Justicialista y domiciliarse en la calle Medrano 70, sede de la “Escuela Superior de Conducción Política”, vinculada a la UOM (Unión Obrera Metalúrgica) y al Consejo Superior Justicialista dirigido por el senador Martiarena. Declaró que venía siguiendo a Delleroni desde la víspera y que lo debía eliminar por ser este integrante del ERP. En una causa anterior por tenencia de armas de guerra, Delleroni hizo una solicitud de devolución de efectos personales en papel con membrete de la Juventud Peronista de la República Argentina dirigida por Julio Yessi (JPRA) y reconoció ser miembro “responsable” de la "Agrupación 20 de Noviembre", adherida a dicha central. Además declaró ser empleado del Ministerio de Bienestar Social, dirigido por López Rega.[6]
En diciembre, el automóvil en el que viajaba el diputado del FreJuLi Juan Luis Lucero fue ametrallado desde otro coche en marcha, el diputado al momento era el presidente de la Comisión Investigadora de Apremios Ilegales y Torturas de la Legislatura de Santa Fe, y había dado a conocer los resultados de la investigación sobre la muerte del militante peronista Ángel Enrique Brandazza; hubo otro atentado sólo unos días de diferencia contra el mismo diputado, mediante una bomba instalada en su automóvil, que quedó totalmente destruido; en Buenos Aires, un grupo de personas ocupa la Unidad Básica “Evita Capitana” de Villa Detri, e incendia los muebles y las instalaciones, antes de retirarse del lugar escribieron en las paredes “Somos muchos” y “JPRA”; en la misma provincia Carlos Manco, colaborador de la Alianza Popular Revolucionaria, fue secuestrado, sometido a interrogatorios y golpeado durante dos días consecutivos y luego abandonado en las proximidades de Ramos Mejía, Manco fue introducido al local de la Asociación de Trabajadores de Sanidad y luego trasladado al sótano de una obra en construcción situada enfrente, antes de liberarlo los secuestradores le hicieron indicaciones amenazantes en el sentido de no mencionar a ATSA en sus declaraciones; una bomba estalló en la casa del doctor Viaggio, abogado y miembro del Partido Comunista, Viaggio era patrocinador de algunos refugiados chilenos llegados al país recientemente como asilados.[6]
Debate acerca del papel de Perón en la creación de la Triple A
En los últimos años se ha iniciado un debate acerca de Juan Domingo Perón como responsable de la constitución de la Triple A como fuerza paramilitar. A esta teoría suscriben los periodistas Juan Bautista Yofre,[7] Hugo Gambini,[8] Pacho O'Donnell,[9] Joaquín Morales Solá,[10] y Marcelo Larraquy,[4] entre otros.
Según estos autores, el asesinato de José Ignacio Rucci en 1973, a quien Perón consideraba como un hijo, habría motivado al presidente a crear una organización paramilitar para combatir a la izquierda de su movimiento. Algunos autores e historiadores sostienen que, poco después del asesinato de Rucci, Perón le confiesa al gobernador Oscar Bidegain la necesidad de crear una organización paramilitar al estilo del somatén catalán del primer tercio del siglo XX: «Lo que hace falta en la Argentina es un somatén».[11] [12] Por otro lado, el ex ministro de Perón Antonio Cafiero dice que Perón sabía que una organización estaba matando guerrilleros pero que él no la ordenaba, ni controlaba ni conducía.[13]
Según Eduardo Gurucharri, Antonio J. Benítez -ministro de Cámpora, Perón e Isabel- habría presenciado una reunión presidida por Perón antes de asumir la presidencia que la describe de la siguiente manera:
«Benítez refiere que López Rega y el comisario Villar exhibieron fotografías y nombraron personalidades políticas que deben ser depuradas de la infiltración marxista. Entre los nombrados están el propio Eduardo Luis Duhalde, el abogado Mario Hernández y Alberte. Benítez dijo que Perón se limitó a escuchar, sin aprobar ni desaprobar a quienes aludieron a la necesidad de operar por izquierda.»A finales de 1973, el periodista revela que las órdenes de las Fuerzas Armadas eran «no tomar prisioneros».[5]
En enero de 1974 el diputado Carlos Kunkel renunció a su banca, después de que Perón lo amenazara a él y al grupo de peronistas de izquierda del que formaba parte con la siguiente expresión: «En una semana se termina todo esto, porque formo una fuerza suficiente, lo voy a buscar a usted y lo mato».[14] Según Carlos Kunkel «Perón ni remotamente tuvo que ver con la Triple A».[15]
El diputado Rodolfo Ortega Peña, que se negó a renunciar, fue asesinado por la AAA el 31 de julio de 1974.
Investigaciones
En un primer momento en 1974, por casualidad, el teniente del Ejército Juan Segura, descubrió el cuartel general de la Triple A en las oficinas de la publicación "El caudillo", financiada por López Rega. El teniente realizó una denuncia judicial ante el juez federal Teófilo Lafuente, pero la organización fue avisada antes del allanamiento, y el edificio fue desalojado antes que[5]
En 1975, el entonces líder de la UCR, Ricardo Balbín realizó un informe puntual sobre la Triple A, que entregó en mano a Isabel Martínez de Perón. También el diputado nacional líder del Partido Revolucionario Cristiano, Horacio Sueldo denunció los crímenes de los grupos parapoliciales pero luego, debido a las amenazas y los atentados, fue obligado a esconderse para no ser asesinado. Además, el diputado Héctor Sandler, fue perseguido por sus denuncias sobre el hecho, y fue obligado a exiliarse por su seguridad.[5]
A pesar de esto, desde el gobierno se negaba o se desmentían las denuncias. El ministro Alberto Rocamora proclamó que la "subversión de izquierda está actuando en forma continua y, en cambio, las denominadas AAA actúan en forma esporádica; no sé de qué signo son ni quién alienta a las Tres A", confirmando el conocimiento de parte del gobierno del grupo parapolicial. Sin embargo, esto fue luego negado por ministro del interior Antonio Benítez, en una parlamentaria, "Al gobierno no le consta la existencia de la Triple A". Y luego, en declaraciones de prensa, amplió "no sabemos si existen o no las Tres A; ignoramos si es la propia izquierda terrorista con una nueva denominación".[5]
El ministro de trabajo Carlos Ruckauf, precisó que "el país está en guerra y toda la sociedad argentina tiene que tomar conciencia que el enemigo encara una guerra total".[5]
Investigaciones posteriores
La CONADEP ha comprobado la intervención de la Triple A en 19 homicidios en 1973, 50 en 1974 y 359 en 1975; se sospecha además de su participación en centenares de otros. Además, sus amenazas de muerte llevaron al exilio a muchos, incluyendo a científicos como Manuel Sadosky; periodistas como Pepe Eliaschev; psicoanalistas como Marie Langer; artistas como Héctor Alterio, Mercedes Sosa, Pino Solanas, Norman Briski, Inda Ledesma, Armando Tejada Gómez, David Stivel, Luis Brandoni, Horacio Guarany y Nacha Guevara[16] y políticos como José Ber Gelbard.
De acuerdo a las investigaciones más citadas al respecto,[5] sólo entre los meses de julio y septiembre de 1974, la Triple A habría realizado 220 atentados, de los que resultarían 60 víctimas mortales y 44 heridas de gravedad, además de 20 secuestros. La estimación global se coloca en el orden de los 1500 crímenes, algunos de los cuales se encuadran como crímenes de lesa humanidad.[17]
Según anexos del informe Nunca más del 30 aniversario del golpe, desde el comienzo del gobierno constitucional de Héctor Cámpora, el 25 de mayo de 1973, hasta el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, que derrocó a la presidenta María Estela Martínez de Perón, las desapariciones forzadas previas al golpe de 1976 fueron unas 600 y las ejecuciones sumarias, unas 500.[18]
Según el Archivo Nacional de la Memoria, un organismo creado por el presidente Néstor Kirchner, en diciembre de 2003, entre el 20 de junio de 1973, el día de la llamada Masacre de Ezeiza, hasta el inicio de la dictadura militar, hubo 900 desapariciones y 1500 asesinatos. Además, estiman que unas 3000 personas fueron apresadas por causas políticas.[18]
Conexiones con la P2
López Rega era miembro de la logia masónica irregular Propaganda Due, dirigida por Licio Gelli, la cual trabajó en la Operación Gladio. El modus operandi de la masacre de Ezeiza fue similar al de los sucesos de Montejurra o a la masacre de la plaza Taksim en Estambul.[19]
El almirante Massera, que junto a otros derrocaría a Isabel Martínez de Perón poco después de la caída en desgracia y exilio de López Rega, era también miembro de la organización.[20]Fin de sus actividades
El 19 de julio de 1975, los Granaderos descubrieron, al desmontar la sede del renunciante López Rega en el Ministerio, un arsenal de armas de guerra, incluyendo ametralladoras, granadas y fusiles de francotirador. El escándalo consecuente lo implicó, así como a Isabel, en acusaciones de corrupción por malversar fondos del gobierno.[21]
Según el periodista Hernán López Echagüe, la actividad de la extrema derecha pasó a ser regenteada por el sindicalista Lorenzo Miguel,[22] Sin embargo, esta apreciación fue desmentida por su ladero, el también metalúrgico Herminio Iglesias.[23]
No obstante, la prensa halló relaciones entre Miguel y la Triple A, desde el sur del conurbano, cuando el presidente del Concejo Deliberante de Quilmes , Indalecio Castro, le pasó el mando de la patota de su guardaespaldas, el "Polaco" Dubchak, al líder metalúrgico que ya regenteaba otras patotas. Ese vínculo nació en la misma ciudad de Quilmes de donde salió la mayoría de los integrantes de la revista El Caudillo, vocera de los intereses del peronismo ortodoxo que simpatizaba con la Triple A.[24]
Para el inicio del Proceso de Reorganización Nacional, la más sangrienta dictadura argentina, la Triple A ya había sido desmantelada, y las acciones represivas fueron llevadas a cabo en lo sucesivo por la dictadura. Aunque algunos investigadores, como el periodista Juan José Salinas sostienen que varios de sus miembros, por caso Aníbal Gordon, pasaron a trabajar para los militares porque ya venían haciéndolo en la SIDE.[25]
Referencias
- ↑ Causa N° 1075/2006 caratulada “Triple A”
- ↑ a b c d e Larranquy, Marcelo (2007) (en Español). "López Rega - El peronismo y la Triple A". Buenos Aires: Punto de lectura. ISBN 978-987-578-060-6.
- ↑ Feinmann, José Pablo (Domingo 26 de julio de 2009). «¡¡¡Ezeiza!!! (II)». Peronismo Filosofía política de una obstinación argentina (Página 12) (87): pp. 2.
- ↑ a b c Marcelo Larraquy: López Rega. La biografía'. Bs. As.: Sudamericana, 2004. ISBN 950-07-2441-3
- ↑ a b c d e f g h González Janzen, Ignacio (1986) (en Español). La Triple-A. Buenos Aires: Contrapunto. ISBN 950-47-008-X.
- ↑ a b c d e f g h i j k l m n [|Bufano, Sergio] (2005). «" Perón y la Triple A"». Revista Lucha Armada en la Argentina (3).
- ↑ La historia negra de la Triple A
- ↑ Perón, creador de la Triple A
- ↑ Los montoneros no fueron las principales víctimas del golpe
- ↑ [1]
- ↑ La leyenda del payador Perseguido II
- ↑ Perón y la Triple A
- ↑ Cafiero: "Perón e Isabel sabían que la Triple A eliminaba gente"
- ↑ Gambini, Hugo: Historia del peronismo. La violencia (1956-1983) pág. 311. Buenos Aires 2008 Javier Vergara Editor ISBB 978-950-15-2433-8
- ↑ [2]
- ↑ [3]
- ↑ Los que se adelantaron al terror del '76, Página/12, 24 de diciembre de 2006
- ↑ a b Hubo 600 desaparecidos antes del 76
- ↑ PABLO KARAKACHOFF (03 de Febrero de 2007). «La "Triple A", el peronismo y José López Rega». Consultado el 17 de noviembre de 2011.
- ↑ Claudio Uriarte: Almirante Cero. Bs. As.: Planeta, 1992.
- ↑ Juan Gasparini: La fuga del Brujo. Bs. As.: Norma, 2005.
- ↑ Hernán López Echagüe: El hombre que ríe. Bs. As.: Sudamericana.
- ↑ Alberto Moya: Entrevista en la revista Veintitrés N° 451, pp 26; 22 de febrero de 2007: "Ni Lorenzo ni yo fuimos de la Triple A".
- ↑ Alberto Moya: Adelantos del libro y su nota en la revista Veintitrés, N° 450, del 15 febrero de 2007.
- ↑ Juan José Salinas, revista Zoom. Bs. As.: 2008.
Enlaces externos
- "Triple A; Toda la verdad, caiga quien caiga" Compilación de los principales artículos, fotografías y documentos de la Triple A.
- Juan Gasparini: Porqué no avanza la causa de la Triple A.
- Alegatos por juicio en Automotores Orletti
- Edición digitalizada de la revista El Caudillo.
- Juan Salinas: TRIPLE A - Cae el jefe de una escuadra asesina
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