- Cognado
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En lingüística histórica, se llama cognados o dobletes a aquellos términos con un mismo origen etimológico, pero con distinta evolución fonética. El vocablo se deriva del latín cognatus, de co- (con) y -gnatus, natus, participio del verbo latino nascì "nacer". Su traducción literal sería consanguíneos, con un mismo antepasado, o relacionado por una misma naturaleza, característica o función análoga.
Por ejemplo, encyclopaedia (desde la traducción inglesa) es un cognado de enciclopedia (en castellano). A veces pueden escribirse largas series de términos cognados dentro de una misma familia de lenguas. Por ejemplo entre las lenguas indoeuropeas tenemos estas dos series de cognados:
- noche (español), night (inglés), nuit (francés), Nacht (alemán), nacht (neerlandés), nat (danés), noc (checo y polaco), noch (ruso), noć (croata), noć (serbio), nox (latín), nakti- (sánscrito), natë (albanés), nos (galés), nueche (asturiano), nueit (aragonés), noite (gallego y portugués), notte (italiano), nit (catalán), noapte (rumano), nótt (islandés), y naktis (lituano) donde todos ellos signfican 'noche' y tienen una similaridad fonética evidente. Eso se debe a que todos derivan del proto-indoeuropeo *nekwt- 'noche'.
- estrella (español), star (inglés), étoile (francés), Stern (alemán), ster (neerlandés), stella (latín, italiano), str (sánscrito), seren (galés), estrela (aragonés), estrela (gallego y portugués), estel (catalán), stea (rumano), stjarna (islandés), aster (griego), setare (persa) y estêre (kurdo). En este caso, todos ellos significan 'estrella' y derivan del proto-indoeuropeo *ster- 'estrella'.
La semejanza de las palabras cognadas induce a menudo a traducciones erróneas, como la del inglés actually por «actualmente», aunque lo que significa es «realmente», o «de hecho», o como "policy" que parece que significa policía, cuando en realidad significa "política" (V. falsos amigos).
Falsos cognados
Los cognados falsos son aquellas palabras que parecen tener un origen común, pero que tras un estudio lingüístico se puede determinar que no tienen ningún tipo de relación. Así, por ejemplo, si nos basamos en similitudes superficiales, podríamos suponer que el verbo latino habere y el alemán haben, que significan tener, son cognados, pero no es así. Si comprendemos el modo en que evolucionan ambas lenguas a partir de las raíces proto-indoeuropeas, veremos que no pueden serlo: haben proviene en realidad del proto-indoeuropeo *kap (agarrar), y su cognado real en latín es capere (tomar, capturar). El verbo latino habere, en cambio, deriva del proto-indoeuropeo *ghabh (dar, recibir), por lo que es el cognado de la palabra alemana geben.
La similitud entre palabras de distintas lenguas no basta para demostrar que dichos vocablos están relacionados entre sí, del mismo modo que sólo por un parecido físico no se puede determinar si dos personas tienen los mismos genes. Tras miles y miles de años, las palabras pueden cambiar su pronunciación completamente: por ejemplo, la palabra inglesa five y la sánscrita pança son cognados, mientras que la palabra inglesa over y la hebrea a'var no.
Véase también
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