- Orden Trinitaria
-
La Orden de los Trinitarios fue una de las principales órdenes religiosas que se extendieron por España y Europa durante la Baja Edad Media.
Contenido
Origen de los Trinitarios
'La Orden de la Santísima Trinidad y de la Redención de Cautivos' u Orden Trinitaria (Trinitarios) es una familia religiosa fundada por el francés San Juan de Mata (1154-1213), de origen provenzal, con Regla propia, aprobada por Inocencio III el 17 de diciembre de 1198 con la bula Operante divine dispositionis; a la que se unió la praxis de San Félix de Valois (cofundador de la Orden). Es la primera institución oficial en la Iglesia dedicada al servicio de la redención con las manos desarmadas, sin más armadura que la misericordia, y con la única intención de devolver la esperanza a los hermanos en la fe que sufrían bajo el yugo de la cautividad.
Con rasgos profundamente evangélicos, Juan de Mata funda un nuevo y original proyecto de vida religiosa en la Iglesia que conecta la Trinidad y la redención de cautivos: la orden es Orden de la Santísima Trinidad y de la redención de cautivos, las casas de la orden son casas de la Santa Trinidad para la redención de los cautivos, y los hermanos de Juan de Mata son hermanos de la Santa Trinidad y de la redención de cautivos.
La Regla escrita por Juan de Mata es el principio y fundamento de la Orden Trinitaria. Adaptada a través de ochocientos años por la tradición, y principalmente por el espíritu y la obra del Reformador Juan Bautista de la Concepción, se desarrolla en las Constituciones trinitarias aprobadas por la Santa Sede.
La tradición trinitaria considera a san Félix de Valois cofundador de la Orden y compañero de Juan de Mata en el desierto de Cerfroid, en las cercanías de París. En Cerfroid se estableció la primera comunidad trinitaria y se la considera casa madre de toda la Orden.
En su origen la orden nació con la intención de liberar a los cristianos que, habiendo sido capturados por los piratas, permanecían esclavos a lo largo de muchas ciudades costeras del Mediterráneo africano. La regla más altruista y heroica de los trinitarios era la de intercambiarse (incluso dando su vida) para ocupar el lugar y suerte destinada a estos cautivos.
Uno de los esclavos cristianos que fue liberado el 19 de septiembre de 1580, gracias al trinitario Fray Juan Gil de Baeza quien logró reunir los 500 ducados oros exigidos para su libertad, lo fue Miguel de Cervantes Saavedra justo cuando el ilustre escritor ya se encontraba atado con "dos cadenas y un grillo" en una de las galeras de Azán Bajá lista para zarpar rumbo a Constantinopla.
La tremenda importancia histórica de esta Orden, sin alarde de exageración, es que la Orden de los Trinitarios equivalió a la primera versión de la Cruz Roja en tiempos de la Baja Edad Media.
La Cruz Trinitaria
El símbolo de la Orden es la Cruz Trinitaria, que presenta 2 versiones:
- Una primera versión de cruz patada, cuyos extremos presentan unos ensanches que semejan "patas", con la misma disposición vertical roja solapada a la horizontal azul.
- Una segunda versión de cruz de franjas sencillas, que consiste en una franja roja vertical, superpuesta a otra azul horizontal, ambas del mismo tamaño.
Aunque la segunda versión de la cruz se considera más actualizada por representar a los reformados de la Orden de Trinitarios (los Descalzos), parece ser, según algunas fuentes, que la forma de franjas sencillas era el primer modelo de sus fundadores, a la cual quisieron retornar los reformadores.
Respecto a los colores, existe, no obstante, un tercer color, que pasa desapercibido muchas veces a las fuentes hagiográficas, que es el blanco, como fondo donde se traza la cruz bicolor. Este es el sentido que presentaban los primeros hábitos de la Orden, que se acompañaban de un escapulario de color blanco, que disponía de una abertura para introducir la cabeza y dejaba caer hacia la espalda y hacia el pecho sus extremos; en la parte delantera figuraba la cruz bicolor.
Los tres colores de la cruz, de base provenzal, se ha identificado por algunos autores con los 3 colores de la bandera francesa, como símbolos inconfundibles del país galo; si bien, es evidente, que sería en todo caso al revés.
Pero lo que es indudable es su simbolismo hagiográfico de lo que representan los 3 colores: el blanco (fondo o englobante), el azul (horizontal o yacente) y el rojo (vertical o descendente); colores identificadores de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, respectivamente, como elementos fundamentales de la Orden. Observando, que las 2 aspas que se cruzan, no se funden en el centro, sino que se solapan entre sí y sobre el fondo, indicador de que las 3 Personas son distintas y se diferencian; pero todas forman un mismo Dios.
Reforma de la Orden de los Trinitarios Descalzos
La reforma de la Orden Trinitaria fue obra de San Juan Bautista de la Concepción (1561-1613). Nacido en Almodóvar del Campo (Ciudad Real) el 10 de julio de 1561 y fallecido en Córdoba el 14 de febrero de 1613. Fue canonizado por Pablo VI el 25 de mayo de 1975, y propuesto a la Iglesia como un santo de la renovación. En Valdepeñas (Ciudad Real) se establece la primera comunidad de trinitarios descalzos. Con el breve Ad militantes Ecclesiae (1599) el papa Clemente VIII da validez eclesial a la Congregación de los hermanos reformados y descalzos de la Orden de la Santísima Trinidad, instituida para observar con todo su rigor la Regla de san Juan de Mata.
Hoy la única rama de trinitarios existente es la fundada por Juan Bautista de la Concepción, pues los trinitarios calzados desaparecieron en 1897, con el fallecimiento de su último superior general, padre Antonio Martín y Bienes.
Juan Bautista de la Concepción fundó 18 conventos de religiosos y uno de religiosas de clausura. Vivió y transmitió a sus hijos un intenso espíritu de caridad, oración, recogimiento, humildad y penitencia, poniendo especial interés en mantener viva la entrega solidaria a los cautivos y a los pobres. La relación de los trinitarios con la Trinidad, como centro vital y fuente de la caridad que redime, es un tema central en sus vivencias y enseñanzas.
Aunque poco conocido, Juan Bautista de la Concepción está en la constelación de los grandes escritores místicos españoles del siglo de Oro. La Biblioteca de Autores Cristianos (la BAC) ha publicado tres grandes volúmenes de su obra y tiene en prensa el cuarto. Se trata de un autor con una deuda histórica, pues si bien tiene el puesto que se merece en los altares, no se le ha colocado aún en la hornacina del altar de la literatura espiritual que le corresponde.
En la obra literaria del Reformador trinitario se encuentra toda clase de materias espirituales. Su personal vivencia de la unión mística le dicta profundos tratados sobre la unión con Cristo, los dones del Espíritu Santo, la experiencia de la cruz y el conocimiento espiritual Su doctrina espiritual se orienta a la unión personal con Dios Trinidad, presente en lo más profundo del alma. Para él la perfección está en abandonarse al amor transformante de Dios. La santificación del creyente es el proceso de asimilación a Cristo crucificado. Cristo es nuestro ideal, nuestro camino; su cruz, nuestra cruz, es la fragua de la santidad. Juan Bautista de la Concepción es un escritor original y profundo en las ideas, popular y rico en la expresión. Tiene una prosa armoniosa, con largos periodos, tintada de humor, de anécdotas, de ejemplos y referencias al reino vegetal, mineral y animal. Domina y conoce a los santos padres de la Iglesia y la Biblia y es su referencia obligada y constante. Quien se adentra en los surcos de su obra literaria fácilmente descubre una simbiosis de Cervantes y Juan de la Cruz.
Los trinitarios en la actualidad
A partir de la reforma colectiva que supuso para la Iglesia el Concilio Vaticano II, en la Orden Trinitaria se inicia un fuerte proceso de renovación, de búsqueda de la propia identidad, de recuperación del carisma del fundador y de respuesta a los signos y a los retos del último cuarto del siglo XX.
Las nuevas Constituciones, aprobadas por el capítulo general de 1983 y confirmadas por Roma en 1984, recogen y traducen el carisma fundacional, plasmado en la Regla, a la nueva situación histórica y a sus retos, definiendo los elementos esenciales de la identidad trinitaria:
■ la unidad originaria, carismática, de mística trinitaria y servicio de redención y misericordia. La Santísima Trinidad como fuente de la caridad que se traduce en el servicio de la redención y misericordia: "Gloria a la Trinidad y a los cautivos libertad".
■ la vivencia de la Trinidad sintiendo la vocación trinitaria como llamada a ser signos del misterio del Dios cristiano dando testimonio personal y colectivo de que el Dios de Jesús es amor, libertad, comunión, Trinidad, el Dios de los hermanos en cautividad.
■ el servicio de liberación realizado en formas diversas: escuchando las nuevas cautividades desde donde vuelven a oírse los gemidos que llegaron al corazón del fundador.
La Orden Trinitaria, junto con toda la Familia Trinitaria, celebró, del 17 de diciembre de 1998 al 17 de diciembre de 1999, el VIII Centenario de su Fundación (1198-1998) y el IV Centenario de la Reforma (1599-1999). Ochocientos años de historia de un proyecto evangélico propio iniciado en la Iglesia a finales del siglo XII por el francés Juan de Mata.
En su primera misa Dios le muestra su voluntad: ve a Cristo redentor manteniendo en sus manos a dos cautivos. Dios le quiere dedicado a la obra de la redención de los cautivos: ofrecerá a la Iglesia un carisma evangélico nuevo cuyos elementos esenciales se definen en los términos: Trinidad y Redención. Sus miembros se llamarán "hermanos de la casa de la Trinidad", se dedicarán a las obras de misericordia, y de modo especial al rescate de los cautivos cristianos, a cuyo fin destinarán la tercera parte de todos sus bienes.
En una época de fragor de espadas y de guerras santas, San Juan de la Mata propone una alternativa evangélica diferente, basada en la caridad, en la tolerancia, en la pacífica convivencia y en la solidaridad cristiana. Su obra es muy bien acogida por el Papa Inocencio III y en muy pocos años se extiende por toda Europa. Ahora se cumplen ochocientos años de acción redentora. Una larga historia digna de ser recordada y celebrada, no sólo por los trinitarios, sino también por las trinitarias y el laicado trinitario, pues el proyecto original de Juan de Mata se ha desarrollado a través de la historia dando origen a nuevos institutos religiosos y a nuevas formas del laicado. Todos ellos constituyen la Familia Trinitaria.
Nuestras celebraciones son dobles, pues se cumplen también los cuatrocientos años de la concesión papal del Breve de la Reforma Trinitaria, llevada a cabo por san Juan Bautista de la Concepción (1561-1613). El santo reformador infundió nuevo vigor y espíritu al carisma de Juan de Mata. "Volver al fervor de los principios" fue el fin de la Reforma.
En el ambiente de preparación del Jubileo del año 2000, sacudidos por el fuerte viento del Espíritu que se respira en estas celebraciones centenarias, toda la Familia Trinitaria vuelve su mirada hacia sus orígenes evangélicos y carismáticos. Desde una fidelidad madura, creativa y dinámica a su carisma original, quiere lanzarse con nuevos bríos a cumplir su misión de caridad y redención en favor de las víctimas de persecución, martirio y opresión. Las nuevas esclavitudes interpelan de modo especial a las trinitarias y trinitarios de nuestro tiempo.
En la comunión de un mismo carisma, los miembros de la Familia Trinitaria, desde distintas partes del mundo, proclaman la verdadera libertad para los que carecen de ella, promueven la dignidad de los pobres y oprimidos, acogen a los refugiados, emigrantes y transeúntes, ayudan a los más necesitados, anuncian el evangelio en tierras de misión, son solidarios con los perseguidos a causa de su compromiso con el evangelio y ejercen el ministerio pastoral según la índole propia de su carisma.
Trinitarias y trinitarios, nacidos "para gloria de la Trinidad y la redención de los cautivos", son hoy en la Iglesia y para el mundo testigos del Dios Trinidad y apóstoles de la redención.
La Orden Trinitaria, en la actualidad, está dividida en siete provincias religiosas, tres vicariatos y dos delegaciones. Está hoy presente en: Italia, España, Francia, Alemania, Austria, Estados Unidos, Canadá, México, Guatemala, Puerto Rico, Colombia, Brasil, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, India, Madagascar, Polonia y Congo.
La Familia Trinitaria
La Familia Trinitaria está integrada por los hermanos, las hermanas y los laicos que llevan el nombre de la Trinidad como titular y reconocen como padre a Juan de Mata. Todos participan de su mismo carisma trinitario redentor y prolongan en la historia su misión de: la gloria de la Trinidad y la redención de los cautivos de nuestro tiempo.
Son miembros de la Familia Trinitaria: los religiosos trinitarios, las monjas trinitarias contemplativas, las religiosas trinitarias de Valence (Francia), las hermanas trinitarias de Roma, las religiosas trinitarias de Valencia (España), las hermanas trinitarias de Madrid (Urquijo), las religiosas trinitarias de Mallorca, las madres trinitarias de Sevilla (Beaterio), las oblatas de la Santísima Trinidad (Roma) y el laicado trinitario
1.TRINITARIAS CONTEMPLATIVAS CALZADASDesde comienzos del siglo XII se encuentran en las casas de los trinitarios las llamadas "sorores" dedicadas al culto de la Santísima Trinidad y al cuidado de los enfermos del hospital anejo al convento. El primer convento solo para contemplativas es en Avingaña (Lérida (provincia)|Lérida), fundado en 1236.
El deber de la propia santificación, la comunión con Dios Trinidad, el trato de hermanas, la igualdad, el espíritu de diálogo, la corrección evangélica, la solicitud por las hermanas enfermas y por los cautivos, fueron elementos que configuraron nuestra identidad.
A finales del siglo XVI, se fundaron los primeros conventos de monjas trinitarias contemplativas calzadas. Los pioneros en La Mancha, fueron los conventos de San Clemente (Cuenca), en 1588; y el de La Roda (Albacete), en 1598. Para este último, está ampliamente documentado que su fundador fue D. Esteban Galiano, vecino de la villa de Lezuza, y Presbítero de La Roda, nombrando como primera priora a Dª. Francisca Sánchez, procedente del convento trinitario de San Clemente, junto a un pequeño grupo de religiosas que formaron el claustro inicial. Se sabe además, que a esta fundación, bajo la vocación de San Esteban, su tutor le otorgó prendas, rentas, fondos, y varios censos; una casa de morada, y unas copiosas heredades que el fundador tenía en Oncebreros (finca de 500 almudes, en el actual término municipal de Balazote), y en Valdelara (otros 600 almudes de las actuales pedanías de Valdelaras de Arriba y Valdelaras de Abajo, del t.m. de Lezuza), de donde era oriundo.
En el año 1852, se clausuraba definitivamente el convento de trinitarias de La Roda, marchándose a San Clemente las tres religiosas que aún permanecían en él (al lugar de origen, después de más de tres siglos). Así, sobre la base de las normas de la Ley Desamortizadora General de 1836, el convento se dividía en dos partes: una para el poder del Estado, como cuartelillo de la Guardia Civil, y una segunda para el Ayuntamiento, para la instalación de escuelas, en 1858. No obstante, parece ser que la Administración Estatal intentó de nuevo su venta global en libre subasta, ordenando tasación en mayo de 1873, pero el municipio logró al final consolidar toda la propiedad, cuya antigua construcción se conservó a duras penas hasta el siglo XX, cuyo solar es hoy ocupado por el Colegio Público José Antonio.
2.TRINITARIAS CONTEMPLATIVAS DESCALZAS
En 1609, San Juan Bautista de la Concepción, Reformador de la Orden, después de haberse reencontrado personalmente con la Regla Primitiva, con toda la ilusión del que ha encontrado un tesoro, la comenta detenidamente y la aplica a las hermanas calzadas, adaptando a su momento histórico, a partir de los elementos esenciales de la Regla, la figura de la monja trinitaria descalza.
Concretamente en la aplicación del amor a los pobres propone gestos sumamente innovadores y comprometidos con el espíritu de la Regla y sugerentes para aquella época.
De este proyecto surgen en 1612 las trinitarias descalzas.
Algunos años más tarde, 1680, Sor Ángela María de la Concepción renueva el empeño de vivir la Regla Primitiva, y desde el amor y cercanía a la Descalcez se adentra, no sin dificultades, en el espíritu original de San Juan de Mata. Es la fundadora, en El Toboso (Toledo) de la Recolección trinitaria femenina, naciendo así la tercera rama de trinitarias contemplativas.
Secundando las directrices de la Iglesia, emanadas de documentos como el Perfectae Caritatis y Ecclesiae Sanctae, en 1966, un veinte de agosto, desaparecieron los viejos apellidos de las trinitarias contemplativas para renacer con un solo nombre y con una identidad más clara y nítida, una comunión reforzada en el modelo y origen -la Trinidad-, y puesta al servicio de la redención a través de una vida íntegramente contemplativa.
El origen de esta identidad no hubo duda en encontrarlo en San Juan de Mata y en su Regla, pero también se pudo percibir, y se acogió como regalo y don de la Trinidad, la influencia del espíritu renovador de San Juan Bautista de la Concepción y de la Venerable Sor Ángela María de la Concepción.
Comenzaron a llamarse Trinitarias contemplativas.
Actualmente, las trinitarias contemplativas se encuentran presentes en tres continentes con un total de veinte casas; quince en Europa: todas en España; cuatro en América: Perú, Chile, Guatemala, Ecuador; una en África: Madagascar.
Con su vida de oración, alabanza, silencio y sacrificio, unidas diariamente al sacrificio redentor de Cristo, no sólo son alabanza de gloria para la Santísima Trinidad, sino también instrumentos de redención, pues están presentes y actuales en los lugares donde trinitarios y trinitarias trabajan y libran por la redención de los hombres. Las trinitarias contemplativas, corazón de la Familia Trinitaria, son en la obra de la redención los brazos en alto que arrancan de la Santísima Trinidad la eficacia de la acción redentora para toda la Familia Trinitaria. Son también un signo luminoso y un reclamo permanente a vivir la dimensión contemplativa, para experimentar el amor de la Trinidad y para oír mejor su voz en el grito de los pobres y de los esclavos de nuestra sociedad.
Actualmente, las Trinitarias Comtemplativas están presentes en cuatro continentes con un total de veintiuna casas: quince en Europa: todas en España, destacando los Conventos de Martos y Andújar en Jaén, Fuensaldaña (Valladolid), El Toboso y Quintanar de la Orden en Toledo, Suesa y Laredo (Cantabria), Burgos, Fuensaldaña (Valladolid), Madrid: cuatro en América: Perú, Chile, Ecuador, Guatemala; una en África: Madagascar y una en la India.
3.TRINITARIAS DE VALENCE
La Congregación de las Hermanas Trinitarias de Valence (Francia), nacidas en 1660, tiene su origen en un grupo de terciarias trinitarias de san Nizier en Forez (Lyon), quienes tomaron como Regla de Vida la regla de las monjas trinitarias reformadas de España, aprobada por Urbano VIII en 1634.
Leon XIII aprobaba sus propias constituciones en 1891. La espiritualidad trinitaria une a esta congregación con la Orden Trinitaria mediante vínculos mantenidos a lo largo de tres siglos. Muchas procesiones de esclavos liberados por los trinitarios hicieron un alto en los hospitales de las religiosas. Desde su origen la congregación ha sido hospitalaria y enseñante, con atención especial a los pobres, y, en lo que va de siglo, también misionera.
Están presentes en Francia, Bélgica, España, Inglaterra, Cánada, Irlanda, Italia, Suiza, Gabón, Camerún, Madagascar, Corea del Sur, Filipinas y Colombia.
4.HERMANAS TRINITARIAS DE ROMA
El Instituto de las Hermanas Trinitarias de Roma tiene su origen en 1762. La fundadora, Teresa Cucchiari, nace en Roma donde frecuenta la iglesia de San Carlino de los trinitarios españoles y forma parte de los laicos de la Orden tercera.
Bajo la protección del cardenal Marco A. Colonna, Teresa funda una congregación cuya finalidad es la glorificación de la Santísma Trinidad y la educación de la juventud débil, pobre y marginada. Viven el carisma redentor en la escuela acogiendo a los niños y jóvenes más desfavorecidos; en los institutos educativos asistenciales donde tratan de desarrollar una sólida pastoral familiar; y en las parroquias desarrollando la labor catequética y tomando parte en todos sus gremios.
Realizando su gran labor evangelizadora, educativa y asistencial en Italia, Estados Unidos, Madagascar y Filipinas.
5.TRINITARIAS DE VALENCIA
El Instituto Santísima Trinidad, fundado por Rosa Cuñat, Salvadora Cuñat, Tomasa Balbastro, Ana María Gimeno, y Rosa Campos, nace en 1885 integrado en la Orden Trinitaria e inicia su historia con el deseo de manifestarse al mundo como comunidad que diera mucha gloria a la Trinidad, redimiendo a niños y jóvenes pobres a través de la educación. La gloria de la Trinidad, la comunión fraterna y la caridad redentora dan sentido a la vida de este instituto trinitario. Desde un principio ejercen sus misión liberadora entre los sectores más necesitados: recogen en sus casas a los niños huérfanos, a los que no tienen escuela y a las niñeras que pasan el día en las calles con peligro de perderse; dan catequesis a niños, jóvenes y adultos; acogen a personas mayores que viven solas, etc.
Con casas en España, Austria, y con una fuerte presencia en Latinoamérica, fundamentalmente en Argentina, Bolivia, Colombia, Puerto Rico.
6.HERMANAS TRINITARIAS DE MADRID
Las Hermanas Trinitarias de Madrid, nacidas para ayudar a las jóvenes que se abren camino en la vida y encuentran dificultades para su realización personal, fueron fundadas por Francisco Méndez Casariego y María Ana Allsop en 1885. Su misión apostólica, enraizada en la experiencia de Dios Trinidad como fuente de la caridad redentora, comprende la búsqueda, acogida y evangelización de aquellas jóvenes necesitadas de ayuda para preservarse de cualquier peligro y de aquellas que habiendo caído en él, quieren liberarse. Con presencia en España, Italia, México, Argentina y Uruguay.
7.TRINITARIAS DE MALLORCA
Las Religiosas Terciarias Trinitarias de Mallorca nacen en 1810 en Felanitx (Mallorca), fundadas por el trinitario mallorquín padre Miguel Ferrer Bauzá, quien redactó la primera Regla de Vida del instituto, inspirada en la regla de san Juan de Mata.
Ejercen su misión liberadora en: la educación integral de niños y adolescentes a través de escuelas de iniciativa social, la educación en la fe a todos los niveles mediante las catequesis parroquiales, la acogida a la infancia marginada en hogares infantiles y distintas obras sociales, la ayuda a las mujeres participando en organizaciones de países del tercer Mundo.Con presencia en España, Perú y Bolivia.
8.TRINITARIAS DE SEVILLA
La Congregación de las religiosas del beaterio de la Santísima Trinidad de Sevilla fue fundada en 1719 por la madre Isabel de la Santísma Trinidad, bajo el impulso del trinitario padre Chacón, para cuidar niñas huérfanas, adoptando la regla de las monjas trinitarias.
Está afiliada a la Orden Trinitaria desde 1879. Actualmente siguen dedicándose a la enseñanza y al cuidado de niñas huérfanas. Sin afán de extenderse se han mantenido en Sevilla (España).
9.OBLATAS DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Las Oblatas de la Santísma Trinidad, fundadas en 1960 por el trinitario padre Luigi Cianfriglia, junto con un grupo de terciarias trinitarias, viven y trabajan según el estilo propio de los institutos seculares.
Se comprometen de modo especial en la santificación de los sacedotes y consagrados, procuran que las familias cristianas se renueven a imagen de la Trinidad, promueven la inhabitación de la Trinidad en las almas y participan en las obras de liberación y solidaridad en favor de los cristianos que sufren a causa de su fe. Esta joven congregación está presente en Italia y Madagascar.
10.LAICADO TRINITARIO
Desde sus orígenes, el laicado trinitario está ligado a la vida y al carisma de la Orden Trinitaria. Los laicos participaban en la misión de los religiosos, formaban cofradías que vivían de su espiritualidad y ayudaban en las obras caritativas, principalmente en la redención de cautivos, con sus recursos y participación personal.
Los laicos trinitarios, en virtud de su bautismo y como discípulos de Juan de Mata, hacen su experiencia de la Trinidad y del Cristo Redentor junto al pobre, al cautivo y a los marginados del mundo actual, colaborando en las obras de apostolado de las comunidades de trinitarios y trinitarias.
La vida e identidad del laicado están reguladas en el Proyecto de Vida del Laicado Trinitario. Los diversos grupos, nacidos en torno a las comunidades trinitarias, se organizan por zonas, regiones y naciones. Están representados en el Consejo Internacional del Laicado Trinitario, compuesto por ocho miembros, delegados de España, Italia, Francia, Estados Unidos, Canadá, América Central, América del Sur y Madagascar
Santos Trinitarios
La semilla trinitaria sembrada por San Juan de Mata ha dado abundantes frutos de santidad a la Iglesia Católica:
1. San Félix de Valois, santo (?-1212), íntimo colaborador de San Juan de Mata, uno de los ermitaños que constituyeron la primera comunidad trinitaria de Cerfroid, cofundador de la Orden Trinitaria.
2. San Juan Bautista de la Concepción, santo (1561-1613), nacido en Almódovar del Campo (Ciudad Real), místico y escritor, reformador de la Orden Trinitaria, maestro de vida espiritual, testimonio de vida de oración, penitencia y apostolado. Sus restos descansan en el convento de los Padres Trinitarios de Córdoba.
3. Beato Marcos Criado, beato (1522-1549), nacido en Andújar (Jaén), predicador de la fe cristiana por tierras andaluzas, mártir del Evangelio.
4. San Simón de Rojas, santo (1552-1624), nacido en Valladolid, una vida dedicada a la enseñanza y al gobierno de sus hermanos. Consejero de grandes personajes de la Corte Española, gran apóstol de la devoción a la Virgen María, fundador de la Congregación del Ave María para el servicio de pobres y enfermos; institución que aún existe en la Plaza del Doctor Cortezo de Madrid.
5. Tomás de la Virgen, venerable (1587-1647), nacido en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real), consejero de papas, obispos y gobernates, modelo de esperanza desde el misterio del dolor, hizo de su larga enfermedad lugar de anuncio de Cristo crucificado. Sus restos descansan en la Iglesia de los trinitarios de Valdepeñas (Ciudad Real).
6. San Miguel de los Santos, santo (1591-1625), nacido en Vic (Barcelona), figura señera de la mística española, maestro de literatura espiritual, patrono de la juventud trinitaria y de la diócesis de Vic, considerado por la devoción popular abogado contra el cáncer.
7. Marcela de San Félix, (1605-1687), nacida en Madrid, hija de Lope de Vega, trinitario de clausura de Madrid, de vida santa, una de las principales escritoras líricas femeninas del siglo XVII español.
8. Ángela María de la Concepción, sierva de Dios (1649-1690), reformadora de las trinitarias de clausura, fundadora del Monasterio de Trinitarias Descalzas de El Toboso, escritora mística.
9. Teresa Cucchiari, venerable (1734-1801), terciaria trinitaria, fundadora de las religiosas trinitarias de Roma, una vida entregada a la educación de las niñas pobres.
10. Ana María Taigi, beata (1769-1837), esposa y madre de familia, terciaria trinitaria, mujer de gran vida mística, ejerció admirables obras de caridad con los pobres e indigentes, patrona de la Acción Católica Femenina Italiana.
11. Isabel Canori Mora, beata (1775-1825), esposa y madre de familia, terciaria trinitaria, mártir del amor fiel en la vida de matrimonio, exponente cumbre de la vida mística.
12. Miguel Ferrer, (1770-1857), religioso trinitario ejemplar, fundador de las Trinitarias de Mallorca, escritor periodista, defensor de los derechos humanos.
13. Francisco Méndez Casariego, venerable (1850-1924), sacerdote diocesano de Madrid, fundador de la congregación de Hermanas Trinitarias de Madrid, vida entregada a la liberación de la juventud necesitada.
14. Mariana Allsop, sierva de Dios (1854-1932), confundadora de las Hermanas Trinitarias de Madrid, una vida de madre entregada a las chicas abandonadas y sin hogar.
15. Ángela Austch, sierva de Dios (1900-1944), religiosa trinitaria de Valencia, testigo de la caridad heroica en los campos de concentración de Ravensbrück y Auschwitz, donde murió.
16. Giuseppe Di Donna, siervo de Dios (1901-1952), misionero obispo, dedicado con celo a la evangelización de Madagascar, miembro del primer grupo de misioneros trinitarios llegados a la isla malgache en 1926.
17. Domingo Iturrate, beato (1901-1927), nacido en Dima (Vizcaya), testigo joven del amor de Dios en el cumplimiento perfecto de los actos sencillos de la vida ordinaria de comunidad, modelo de vida religiosa.
18. Félix de la Virgen, venerable (1902-1951), modelo de religiosa humildad, formador de religiosos, predicador popular.
19. Isabel de la Trinidad (1693-1774), fundadora del Beaterio de la Santísima Trinidad de Sevilla para la atención de las niñas huérfanas, Trinitarias de Sevilla.
20. Eva Lavalliere, Sierva de Dios (1866-1929), religiosa trinitaria francesa, que se convirtió al catolicismo, luego de vivir una vida disoluta como actriz de vaudeville.
Son también siervos de Dios: Juan del Águila, Juan de Palacios y Bernardo de Monroy, mártires de Argel, Pedro Garrido, terciario trinitario, Mariano de San José y compañeros mártires, cruelmente martirizados en la Guerra Civil Española (1936-1939).Enlaces externos
Categorías:- Órdenes religiosas
- Organizaciones religiosas establecidas en el Siglo XII
Wikimedia foundation. 2010.