- Batalla de las Colinas de Seelow
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Batalla de las Colinas de Seelow
Batalla de las Colinas de Seelow Frente de Europa Oriental – Segunda Guerra Mundial Fecha: 16 de abril al 18 de abril de 1945 Lugar: Sellow, Alemania Resultado: Victoria Soviética, destrucción de la última linea de defensa previa a Berlín Cambios territoriales: Berlín se convierte en primera línea del frente Beligerantes Alemania Unión Soviética
PoloniaComandantes Gotthard Heinrici Georgi Zhúkov Soldados LVI Cuerpo Panzer
I División de Artillería Anti-Aérea
Ejército del Spree
y varias unidades de las Waffen-SS, el Volkssturm y las Juventudes Hitlerianas
IX División de ParacaidistasI Frente Bielorruso
I Frente Ucraniano
III y 5º Ejército soviético de Choque
1º Ejército PolacoBajas 11.000 muertos y heridos 30.000 muertos y desaparecidos Campañas del Frente Oriental Polonia (1939) · Finlandia · Balcanes (1941) · Barbarroja · Leningrado · Moscú · 1ª batalla de Járkov · Carelia · 2ª batalla de Járkov · Crimea · Cáucaso · Don y Volga · Marte · Demyansk · 3ª batalla de Járkov · Kursk · 4ª batalla de Járkov · Smolensk (1943) · Cruce del Dnieper · Korsun-Cherkassy · Kamenets-Podolsky Pocket · Bagration · Ofensiva Lvov–Sandomierz · Ofensiv Lublin–Brest · 1° Ofensiva Jassy-Kishinev · 2° Ofensiva Jassy–Kishinev · Báltico · Ofensiva Budapest · Laponia · Balcanes (1944) · Polonia (1944) · Hungría y Austria · Prusia Oriental · Berlín Campaña de Berlín Colinas de Seelow · Berlín · Halbe · Praga La Batalla de las Colinas de Seelow fue la última acción defensiva en el Frente Oriental antes de la Batalla de Berlín entre la Alemania Nazi y la Unión Soviética, que trajo como consecuencia directa la ruptura de la última línea de defensa previa a la ofensiva del Ejército Rojo sobre la capital del Reich.
Contenido
Trasfondo
Hasta el inicio de 1945 el Frente Oriental se había mantenido relativamente estable desde agosto de 1944 tras las consecuencias de la Operación Bagration. Rumania y Bulgaria habían sido forzadas a rendirse y declarar la guerra a Alemania, además los alemanes habían perdido Budapest y la mayor parte de Hungría. De esta manera el llano polaco fue abierto al Ejército Rojo.
Los comandantes soviéticos, después de su inacción durante el Alzamiento de Varsovia, avanzaron finalmente sobre la capital polaca en enero de 1945. Durante 3 días, con un amplio frente, cuatro ejércitos soviéticos comenzaron una ofensiva a través del río Narew y desde Varsovia. Después de cuatro días de lucha el Ejército Rojo logró vencer la resistencia alemana y comenzó a moverse hacia el oeste, recorriendo hasta 40 kilómetros por día, tomando los estados bálticos, Danzig o Gdansk, Prusia del Este, Poznań, trazando un nuevo frente a solo sesenta kilómetros al este de Berlín, a lo largo del río Oder.
Un contraataque fallido llevado a cabo el 24 de febrero por el recién creado Grupo del Ejército Vístula, bajo el mando nominal de Heinrich Himmler, permitió al Ejército Rojo apoderarse de Pomerania y eliminar toda la resistencia en la orilla derecha del Oder. Mientras tanto en el sur, los continuos intentos alemanes de levantar el sitio de Budapest fallaron y finalmente la ciudad cayó ante los rusos el 13 de febrero. A pesar de que la derrota era inevitable Hitler seguía ordenando contraataques imposibles, así como la ejecución de tareas irrealizables. Una ofensiva para capturar el Danubio fue llevada a cabo el 16 de marzo sin cumplir su objetivo. El 30 de marzo los soviéticos entraron a Austria y el 13 de abril tomaron Viena.
A pesar de que la producción militar alemana había caído a niveles desesperantes y las reservas de combustible eran más que insuficientes, las tropas alemanas peleaban con mayor fiereza que nunca y por diversas razones. El fanatismo nacionalista y anti-comunista, la humillación que suponía una rendición incondicional y los millones de refugiados que iban a ser capturados por los soviéticos eran las principales razones que tenía el soldado alemán para oponer resistencia al Ejército Rojo. De esta manera la ofensiva hacia Berlín resultaba más lenta de lo que a Stalin le gustaba. Además la negativa de Hitler a abandonar la capital del Reich obligaba a los generales alemanes a defenderla a todo costo, ya que habían hecho un juramento de lealtad al Führer, el cual también había ordenado no evacuar la ciudad.
Stalin por su parte, hacia creer al máximo jefe de las tropas del Frente Occidental, el general estadounidense Dwight D. Eisenhower que la ofensiva sobre Berlín era una distracción para una real ofensiva sobre Dresde y que la última guarida de los nazis estaba indudablemente en Baviera cuna del nacional-socialismo y en el Alpenfestung (fortaleza alpina), en vez de en Berlín. Al mismo tiempo Stalin urgía a los generales Zhúkov y Kónev a tomar la capital del Reich lo más pronto posible para capturar todo lo posible de tecnología nazi de la capital. Durante un tiempo los estadounidenses planearon enviar paracaidistas sobre Berlín para capturar la urbe, pero Eisenhower (y el mando militar de los EEUU) no tenía deseos de sufrir bajas para capturar una ciudad que quedaría irremediablemente enclavada en la zona de ocupación soviética según la Conferencia de Yalta. Asimismo, para el gobierno de EEUU era mucho más importante en ese momento la Guerra en el Pacífico contra Japón.
Preparación de la ofensiva soviética
El 9 de abril de 1945 la ciudad prusiana de Königsberg se rindió al Segundo Frente Bielorruso al mando del General Konstantín Rokosovski. Inmediatamente después Rokosovski y sus tropas avanzaron al frente del Oder. La orden de Stalin a sus generales había sido la de avanzar velozmente por un amplio frente, sin dejar espacios en la orilla derecha el río Rin que los aliados occidentales pudieran ocupar primero. Debido a dicha orden se realizó el despliegue de los Frentes de la siguiente manera: El Segundo Frente Bielorruso al mando de Rokosovski avanzó por el norte, cubriendo el territorio desde el mar hasta Seelow, el Primer Frente Bielorruso al mando de Zhúkov avanzó por el área frente a Seelow ya que a él se le había concedido el privilegio de llegar a Berlín primero, por último el Primer Frente Ucraniano de Kónev avanzaba al sur. El ejército polaco aportaba unos 79.000 hombres a los Frentes soviéticos, que sumaban 2,5 millones de hombres en total. La ofensiva también incluía 6.250 tanques, 7.500 aviones, 41.600 piezas de artillería y morteros, 3.255 cohetes Katyusha y casi 100.000 vehículos, la mayoría prestados por los Estados Unidos. Sumándose a esto, los rusos desplegaron unos 143 reflectores de luz que debían cegar a los defensores, así como iluminar el camino a Berlín.
El 20 de marzo Hitler designó al General Gotthard Heinrici como reemplazo de un inoperante Himmler en el mando del Grupo de Ejército Vístula, Heinrici, que era un hábil estratega que adivinó las intenciones de Zhúkov y preparó tres cinturones defensivos cerca de Seelow, protegiendo una autopista que llevaba directamente a la capital de Reich. Debilitando el frente del Oder en otros puntos, trasladó soldados a Seelow y ordenó inundar la planicie que se extendía entre la población y el río Oder. Dándose cuenta de lo inútil que sería intentar defender esta planicie, movió a todos sus hombres a la colina detrás de esta y dejó a un puñado para disimular la retirada. La localidad de Seelow era defendida por jóvenes soldados de la Novena División de Paracaidistas, otorgados por Hermann Goering a Heinrici, estos inexpertos soldados solo tenían dos semanas de entrenamiento en la Infantería y eran dirigidos por expertos pilotos, que no tenían ningún conocimiento de las tácticas de combate terrestre.
Ataque soviético y retirada alemana estratégica
Zhúkov pensaba que las colinas no iban a ser gran problema para su ejército y por eso a las dos de la mañana del 16 de abril 22.000 cañones rusos de largo alcance abrieron fuego a lo largo de todo el frente, concentrándose la mayor intensidad frente a Seelow, barriendo cada palmo de terreno en la planicie entre la localidad y el Oder, esperando con esto que los alemanes supervivientes se rindieran. Para aquel momento Heinrici, y a pesar de las órdenes de Hitler de no retroceder voluntariamente, había retirado el grueso de sus tropas y las bajas fueron pocas. A la luz del alba los tanques rusos acompañados de infantería empezaron a cruzar la pantanosa planicie y a acercarse a la colina, pero los cañones anti-aéreos colocados en la cima de la misma empezaron a diezmar a los tanques rusos y los alemanes empezaron a despedazar a la infantería rusa que se batió en lenta retirada debido al lodo. Por si fuera poco, la espesa niebla que cubría el terreno atenuaba la luz de los reflectores rusos y servía para delatar las formaciones del Primer Frente Bielorruso, más no era suficiente para cegar a los alemanes, como se había planeado y por el contrario cegaba a los soviéticos que no podían mirar siquiera hacia atrás.
Mientras tanto en el sur, el Primer Frente Ucraniano de Kónev iba avanzando de acuerdo al plan, empujando hacia atrás al IV Ejército Panzer del Grupo de Ejército Centro al mando del General Ferdinand Schörner, dicha acción estaba afectando peligrosamente tanto a Heinrici como a Schorner, ya que sus Grupos de Ejército se arriesgaban a ser envueltos.
Stalin, molesto por los contratiempos en Seelow, dio permiso a Kónev para liberar Berlín, presionando a Zhúkov, que envió sus reservas a combatir, logrando avanzar solamente seis kilómetros. Con esto Stalin quería que la conquista de Berlín fuera una carrera entre los dos mariscales, para lograr capturar la capital del Reich antes que los americanos. Sin embargo Zhúkov siguió presionando, sufriendo enormes pérdidas, y en la noche del 18 de abril sus tropas finalmente llegaron al último cinturón defensivo que Heinrici había levantado. Para el anochecer del 19 de abril el Frente Oriental había dejado de existir y los restos del 9º Ejército y el IV Cuerpo Panzer corrían el riesgo de ser rodeados por el I Frente Ucraniano que avanzaba desde el sur y el I Frente Bielorruso desde el este. Este último se encontraba a menos de sesenta kilómetros de Berlín y ninguna fuerza importante se les oponía. Sin embargo para lograr esto las bajas fueron elevadas (más de 70.000 hombres, cifra que se le "maquilló" a Stalin -se le dijo que "solo" cayeron 30.000-). En el tema material, en lo que iba del mes de abril los rusos habían perdido 2.807 tanques.
Resultados
La batalla de las Colinas de Seelow fue el último éxito estratégico del Ejército Alemán en el Frente Oriental y permitió salvar, gracias a la pericia e inteligencia de Heinrici, a miles de soldados para su utilización en la defensa de Berlin, alargando el final de la guerra pero no impidiendo finalmente la ofensiva final que concluiría con la caída de Berlín, el suicidio de Hitler y la rendición incondicional de Alemania veinte días después.
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