- Waffen-SS
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Waffen-SS Waffen-SS
Emblema oficialActiva 1939–1945 País Alemania Fidelidad Tercer Reich Rama Ejército Tipo Infantería Función Tropas de asalto
Fuerzas especialesTamaño 950.000 efectivos Parte de Sturmabteilung Comandantes Comandantes
notablesHeinrich Himmler Cultura e historia Mote «Yo te juro, Adolf Hitler, Führer y Canciller del Reich, fidelidad y valor. Prometo obediencia hasta la muerte a ti y a los superiores por ti designados. Que Dios me ayude» Lema «Meine Ehre heißt Treue»
«Mi honor es la lealtad»Condecoraciones Cruz de Hierro Guerras y batallas Segunda Guerra Mundial Las Waffen-SS eran el cuerpo de combate de élite de las Schutzstaffel (más conocidas como las SS, o escuadras de protección). Dirigidas por el Reichsführer-SS Heinrich Himmler, las Waffen-SS participaron en la Segunda Guerra Mundial. Finalizada la guerra algunos de sus líderes fueron juzgados por crímenes de guerra. Comenzaron como unidad de protección y choque de la dirección del Partido Nazi, hasta convertirse en una fuerza de combate de 950.000 soldados aproximadamente, de los que 352.000 murieron en acción y 50.000 desaparecieron. Combatieron bajo el signo de las Waffen-SS hombres de unas veintiséis nacionalidades. En los Juicios de Núremberg, las Waffen-SS fueron condenadas como parte de una organización criminal debido a su participación en atrocidades y crímenes de guerra.
Contenido
Comienzos
El cuadro original de las Waffen-SS procedía de los Freikorps y de la Reichswehr además de varias formaciones paramilitares de extrema derecha. Formada a iniciativa de Heinrich Himmler, la Leibstandarte SS Adolf Hitler (LSSAH) fue la primera unidad a partir de la cual se crearon el resto de las unidades de las Waffen-SS. Cuando las SA fueron depuradas en la Noche de los Cuchillos Largos, muchos hombres pidieron su traslado a las SS, engrosándose así sus filas y dando por resultado la formación de nuevas unidades incluyendo las SS-Verfügungstruppe (SS-VT) y las SS-Totenkopfverbände(SS-TV).
Al principio las Waffen-SS fueron dotadas con armamento de segunda mano y el material y equipo de muchas unidades era de origen checoslovaco y austríaco. Esta política continuó durante toda la guerra, a excepción de un selecto grupo de divisiones formadas con personal de origen germánico, que fueron dotadas con el mejor material. La mayor parte del material y equipo de mejor calidad fue destinado también a equipar otras divisiones de élite de la Wehrmacht, como la Panzer-Grenadier-Division Großdeutschland, la 130. Panzer-Lehr-Division y la división División Hermann Göring de la Luftwaffe.
Bautismo de fuego y operatividad
Cuando se acercó el comienzo de la guerra, Heinrich Himmler pidió la formación de varias unidades de combate a partir de los SS-Standarten (unidades del tamaño de un regimiento), sujetas a los marcos disciplinarios de las SS y ajenas a la jurisdicción de las tropas de la Wehrmacht, de forma que las fuerzas de la Waffen solamente fuesen responsables ante Hitler (y, tácitamente, dirigidas por Himmler), cuidando de otorgarles un entrenamiento, intendencia, y munición de la mejor calidad, superior inclusive a las de la Wehrmacht; el reclutamiento también sería riguroso y selectivo, exigiendo a los aspirantes destrezas físicas y mentales sobresalientes así como un "origen ario" intachable. Las tres unidades resultantes (la LSSAH, las SSVT y las SSTV) fueron debidamente armadas y participaron en la invasión de Polonia. Durante la campaña en el oeste, la Totenkopf y la LSSAH estuvieron implicadas en varias atrocidades contra la población civil.
El rendimiento de las Waffen-SS fue mediocre durante estas campañas. El pobre rendimiento inicial de las unidades Waffen-SS fue principalmente debido a que en la práctica Himmler privilegió el énfasis en el adoctrinamiento político y en la adhesión ciega al nazismo más que en la instrucción puramente militar antes de la guerra. Esto sucedió en gran parte debido a la escasez de instructores experimentados, que prefirieron permanecer con el ejército regular (Wehrmacht) que se consideraba más "técnico" que unidades bélicas tan ideologizadas como las Waffen SS.
Apogeo
A pesar de ello, la experiencia ganada en las campañas de Polonia, Francia y de los Balcanes, y la peculiar forma de adiestramiento, pronto convirtieron a las Waffen-SS en auténticas unidades de élite. En varias ocasiones, las Waffen-SS fueron criticadas por el ejército regular a causa de su indiferencia ante las bajas en el combate. Sin embargo, las divisiones Waffen-SS demostraron ser unas unidades excepcionales y disciplinadas sobre todo en la Operación Barbarroja, mostrando gran eficiencia en el combate. El duro entrenamiento y el excelente suministro de armas y municiones tornaron a las Waffen-SS en unidades de elevado prestigio bélico, dotadas además de una obediencia absoluta y fanática hacia Hitler; la suma de estos rasgos tornó a las Waffen SS en las unidades militares predilectas del Führer.
Las Waffen-SS acreditaron especialmente su valor durante la Tercera batalla de Járkov en febrero-marzo de 1943, donde el II. SS-Panzerkorps bajo el mando del SS-Brigadeführer Paul Hausser recobró la ciudad ucraniana de Járkov tomada por los soviéticos pocas semanas antes y detuvo la ofensiva enemiga pese a la inferioridad numérica, salvando a las fuerzas del grupo de ejércitos de Erich von Manstein. A mediados de 1943, el II. SS-Panzerkorps formado por el LSSAH, la división Das Reich y la división Totenkopf (ahora divisiones de granaderos tanquistas) tomó parte en la Batalla de Kursk.
Mientras aumentaba el éxito de las divisiones, también se elevaba la dificultad de las misiones que se les asignaron, así como las bajas entre estas unidades militares de élite del Tercer Reich. Las derrotas alemanas de Kursk y del Cruce del Dniéper causaron nuevas bajas en las filas de muchas divisiones de Waffen SS, que debieron ser cubiertas con reclutas dotados de un entrenamiento menos riguroso, por las premuras de contar pronto con nuevas tropas de reemplazo. Inclusive la división Das Reich debió ser enviada a Francia para luchar contra el maquis a mediados de 1943 debido a pérdidas sufridas en Kursk.
Cambios y crisis
Las bajas sufridas por las Waffen SS a lo largo de 1943 trajeron una novedad: el Tercer Reich aceptó la integración de fuerzas no alemanas en las Waffen, no sólo de reclutas de origen "germánico" (noruegos, daneses u holandeses) que habían sido aceptados desde 1941, sino ahora con aspirantes de países como Francia, Bélgica, Letonia o Estonia, lo cual suponpia que el reclutamiento nazi se concentraba más en el violento anticomunismo de sus aspirantes que en la "pureza racial aria".
Inclusive se aceptaron tropas de los Balcanes (croatas y bosnios) y de los antiguos prisioneros de guerra soviéticos (rusos, ucranianos, o cosacos), abandonando en la práctica el ideal racial que había perseguido Himmler antes de la guerra, pero tales concesiones se habían hecho necesarias en tanto los triunfos soviéticos causaban graves bajas de veteranos de las Waffen y las derrotas germanas hacían cada vez más urgente disponer de mayor cantidad de tropas en el frente. La lealtad fanática de las Waffen-SS originales hacia Hitler podía ser suplida en el caso de los no alemanes con el fanatismo anticomunista y ello persuadió a Himmler a aceptar en mayor escala el apoyo militar de los colaboracionistas de cada país de Europa. A inicios de 1944, bajo las insignias de las Waffen-SS se hallaban tropas de casi 25 países diferentes, inclusive de algunos neutrales.
Las ofensivas soviéticas de 1943-1944 en el frente oriental, como la Operación Bagration y la Ofensiva Lvov-Sandomierz causaron nuevas bajas y estimularon que Himmler extendiera el reclutamiento de las unidades alemanas de las Waffen SS inclusive entre los adolescentes integrados en las Hitlerjugend, aunque las presiones bélicas forzaron a acortar los periodos de entrenamiento, con la consiguiente merma de potencialidad militar. La "movilización final" ordenada por Hitler en octubre de 1944 con la creación del Volkssturm consagró definitivamente a las Hitlerjugend como fuente de reclutas para las Waffen-SS.
En los meses del final de la guerra, a las formaciones Waffen-SS se les encomendaron misiones imposibles por parte de Hitler, que las veía aún como muy eficaces en el combate, así como absolutamente fieles al nazismo en lo político. Tras el Desembarco de Normandía numerosas unidades de la Waffen-SS fueron enviadas al frente occidental, pero los éxitos del Ejército Rojo a fines de ese año motivaron que Hitler trasladase a la mayoría de las tropas alemanas de mejor nivel (como las Waffen-SS) al frente oriental.
Las Waffen SS estuvieron presentes en la Batalla de las Ardenas a fines de 1944 pero tras algunos exitos iniciales estuvieron lejos de su gran eficacia de años pasados, siendo contenidas y luego repelidas por las fuerzas aliadas. Luego participaron en febrero de 1945 en la Ofensiva del Lago Balatón siguiendo unas ordenes de Hitler para recuperar Budapest y destruir todo un frente del Ejército Rojo, lo cual resultaba imposible de cumplir, y al término de esa lucha varias divisiones de la Waffen-SS quedaron casi aniquiladas a manos de los soviéticos.
Sorprendentemente, tras el fracaso en Hungría, Hitler censuró duramente a las Waffen-SS amenazándolas con ser disueltas y agregadas a otras unidades, ordenando además el retiro de títulos honoríficos. La orden disgustó y no fue cumplida por el comandante del VI. SS-Panzer-Armee, SS-Oberstgruppenführer Josef "Sepp" Dietrich, criticando más bien la insistencia de Hitler en lanzar a las ya disminuidas Waffen-SS a operaciones casi suicidas.
Durante los meses finales de la guerra Hitler lanzó nuevas críticas contra las Waffen-SS, formadas ahora por numerosos reclutas improvisados tras haber perdido a la mayor parte de sus mejores efectivos. Las atrocidades cometidas por las Waffen-SS en el frente oriental causaron un feroz espíritu de revancha en las fuerzas soviéticas, y por ello los jefes de las divisiones Waffen dispusieron huir con sus hombres lo antes posible hacia el oeste, donde en mayo de 1945 se rindieron casi por completo a las fuerzas estadounidenses los sobrevivientes que lograron huir.
Divisiones clásicas de las Waffen-SS
Como los cuerpos Waffen-SS eran de batalla en campo abierto, varias de sus divisiones fueron consideradas de élite. Estas divisiones fueron caracterizadas por una moral extremadamente alta y una capacidad excelente en el combate, así como estar politizados en la misión de una cruzada contra el bolchevismo y la "defensa de Europa". También fueron beneficiados con frecuencia con el mejor equipo y armamento disponible. Hacia el final de la guerra, las SS disponían de sus propios laboratorios científicos y fábricas de desarrollo tecnológico militar, acaparando el control de las "armas secretas".
Estas divisiones se refieren como las divisiones clásicas Waffen-SS, e incluyen el LSSAH, Das Reich, Totenkopf, Wiking, Wallonie, Hohenstaufen, Frundsberg, Nordland, Charlemagne y la Hitlerjugend.
Las Waffen-SS también disponían de unidades de caballería, como la 8ª SS Kavallerie-Division "Florian Geyer".
Voluntarios y reclutas extranjeros
Himmler, deseando ampliar las Waffen-SS, se inspiró en la Legión Extranjera Francesa, intentando justificar la guerra como una cruzada contra el comunismo. A fines de 1940 se crea la primera unidad multinacional de las SS, la División Wiking, bajo el mando del Obergruppenführer Felix Steiner, que aglutinaba a combatientes escandinavos. La División Wiking entró en combate pocos días después del lanzamiento de la Operación Barbarroja, demostrando ser una unidad eficiente.
Posteriormente se crearían divisiones danesas, flamencas, noruegas, finlandesas y holandesas, las cuales entrarían rápidamente en combate. Más adelante se buscaron reclutas más alejados del ideal germánico, pero siempre bajo las órdenes de oficiales alemanes. A partir de 1942, varias formaciones nuevas fueron conformadas por letones, estonios, ucranianos y de bosnios.
Muchos militantes anticomunistas de distintas partes de Europa engrosaron las filas de las SS, con el pretexto de la lucha contra el marxismo. Hacia finales de 1943, el número de los reclutas voluntarios era insuficiente para resolver las necesidades militares alemanas.
Al final de la guerra, voluntarios franceses y españoles de las SS, junto con el remanente del 11. SS-Freiwilligen-Panzergrenadier-Division Nordland, participaron de la defensa final del Reichstag en 1945. Después de la rendición alemana, muchos voluntarios fueron presos y puestos en confinamiento en sus países de origen, bajo cargos de colaboracionismo y/o traición, pero en la mayoría de los casos se les ejecutó.
Muchos otros voluntarios extranjeros de las Waffen-SS evitaron el castigo enrolándose en la Legión Extranjera francesa, y muchos de estos soldados provenientes de las SS lucharon y murieron en la batalla de Dien Bien Phu en 1954, en pleno conflicto colonial en Vietnam. Un caso excepcional fue el de Léon Degrelle (líder de la Legión Valonia), que escapó hacia España, en donde con la complicidad de la dictadura de Franco, y a pesar de ser condenado a muerte en rebeldía por las autoridades belgas por traición, vivió un tranquilo exilio hasta su muerte en Málaga en 1994.
En total lucharon bajo las órdenes de las Waffen-SS hombres de unas 26 nacionalidades, entre ellos de los siguientes países:
- Albania
- Armenia
- Bélgica
- Croacia
- Checoslovaquia
- Chile
- Dinamarca
- Estonia
- España
- Finlandia
- Francia
- Grecia
- Países Bajos
- Reino Unido
- Italia
- Letonia
- Lituania
- Noruega
- Hungría
- Rumania
- Rusia
- Serbia
- Suecia
- Ucrania
Crímenes de guerra
Numerosas unidades de las Waffen-SS estuvieron implicadas en crímenes de guerra. Los casos más notorios de estos crímenes fueron Oradour-sur-Glane, Marzabotto y la masacre de Malmedy, tanto por asesinar prisioneros de guerra como por matar civiles de países ocupados. Cabe mencionar que algunas unidades de las Waffen tenían en sus filas a criminales alemanes comunes que se alistaban a cambio de un indulto del Tercer Reich, como sucedía por ejemplo con los Einsatzgruppen, comandos dedicados al asesinato de judíos y gitanos en Europa Oriental, además de ejecutar desplazamientos forzados de poblaciones, incendios de granjas y cosechas, o represalias masivas por ataques partisanos (que podían implicar inclusive el asesinato masivo de todos los habitantes de una aldea). Había unidades mandadas por nazis fanáticos como Oskar Dirlewanger (un delincuente común indultado por Hitler) y el ex alcalde ruso Bronislaw Kaminski, que se habían consagrado a ejecutar toda clase de crímenes contra civiles, a menudo con gran salvajismo.
Después de acciones como la Sublevación de Varsovia en 1944, las quejas de la Wehrmacht dieron lugar a que estas últimas unidades fueran disueltas, al considerar que su brutalidad no sólo involucraba a la Wehrmacht con sus crímenes sino que además estimulaba la ferocidad de los partisanos locales (que rechazaban la rendición y preferían morir matando la mayor cantidad posible de alemanes), y alimentaba tremendamente la sed de revancha del enemigo soviético. De hecho, los jefes de las tropas Waffen en las últimas semanas de la guerra ansiaban evitar por cualquier medio ser apresados por el Ejército Rojo, conscientes de la venganza de la cual serían víctimas por atrocidades cometidas en territorios de la URSS.
De forma similar, el récord de atrocidades de la unidad Waffen-Sturm-Brigade RONA tiene en su expediente de combate el haber asesinado a prisioneros estadounidenses, así como una conducta de violencia gratuita intolerable. Mientras que divisiones como la Nordland y la Nord mantuvieron sus expedientes con raros casos de crímenes de guerra, la mayoría de las divisiones Waffen-SS estuvieron implicadas en tales crímenes. Por ejemplo, el personal de la División Totenkopf tenía asignada la vigilancia de los campos de concentración y exterminio, practicando toda suerte de crímenes y atrocidades contra los prisioneros.
Sin importar el expediente individual de las unidades de combate dentro de las Waffen-SS, la organización entera fue declarada una "entidad criminal" por el tribunal militar internacional durante los Juicios de Núremberg, a excepción de los soldados rasos, que fueron eximidos de ese juicio debido a la movilización forzada de los últimos años de la guerra. Las acciones de Himmler y de la jerarquía nazi en la estructura de las SS, los campos de exterminio y los Einsatzgruppen dejaron claro que tal decisión era inevitable.
Lista de divisiones de las Waffen-SS
Las divisiones Waffen-SS estaban tácticamente bajo el mando del ejército, mientras que otras unidades como el Totenkopf estaban bajo el mando de las SS. En conjunto 38 divisiones fueron empleadas activamente en combate, las cuales estaban divididas en las siguientes ramas:
- 3 Divisiones de caballería
- 7 Divisiones acorazadas
- 8 Divisiones de infantería mecanizada
- 1 División de montaña
- 4 Divisiones de montaña no alemanas
- 5 Divisiones de infantería
- 10 Divisiones de infantería no alemana
Véase también
Referencias
- AILSBY, Christopher. (2003). Waffen-Ss: la Guardia Negra de Hitler en la Guerra. Alcobendas: Editorial Libsa, 01/2000. ISBN 84-7630-844-2 e ISBN 978-84-7630-844-8. (Una mirada a fondo de la Waffen-SS, su historia, su formación, sus divisiones, actos heroicos y de barbarie).
- LANDEMER, Henri(1980), "Las Waffen SS", ISBN 84-7442-203-5, Impreso en España, Ediciones Balland.
- WILLIAMSON, Gordon. (2003). Las SS, instrumento de terror de Hitler. Alcobendas: Editorial Ágata, 01/1998. ISBN 84-8238-005-2 e ISBN 978-84-8238-005-6. (Enfocado a las tácticas de guerra de las divisiones Waffen-SS, su desempeño en el campo de batalla y a la división "Totenkopf").
- SKORZENY, OTTO (2003), "Luchamos y Perdimos", tomo II de sus Memorias. Ediciones Acervo, Barcelona, España, ISBN 84-7002-028-5.
Enlaces externos
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