- Dialecto canario
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El dialecto canario o habla canaria es la modalidad del español propia y convencional de las Islas Canarias, utilizada por los aproximadamente 2 millones de hablantes del español que habitan dicho archipiélago atlántico. Se trata de una variedad dialectal encuadrada dentro de la llamada "modalidad Atlántica" o español meridional, la fórmula mayoritaria de habla española, al abarcar también el sur de la Península Ibérica y toda la América hispanohablante, en contraposición al castellano septentrional hablado en el centro y norte de la Península Ibérica.[1]
El dialecto más similar al canario, dado el vínculo histórico entre ambas zonas, es el dialecto caribeño, hablado en Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, la costa del Mar Caribe: Venezuela, el norte de Colombia y Panamá. Además, léxicamente, el dialecto canario está ampliamente influenciado por el idioma portugués, del que derivan una parte importantísima de sus principales vocablos. La situación geográfica de Canarias, que ha convertido al archipiélago en un histórico lugar de paso y puente entre culturas, ha motivado la presencia de términos de origen inglés, francés o árabe, así como de procedencia americana. También los pueblos aborígenes canarios que poblaron las islas con anterioridad a su conquista dejaron su impronta en el vocabulario isleño.
Origen y desarrollo histórico
El español es el idioma que se impuso en las Islas Canarias después de que se llevase a cabo su conquista por parte de la Corona de Castilla en el siglo XV, un proceso que se inició en 1402 en Lanzarote y finalizó en 1496 con la conquista de Tenerife.
Con anterioridad a la conquista y colonización europeas, las islas estuvieron pobladas por los llamados pueblos aborígenes canarios, conocidos popularmente como guanches, que hablaban una serie de dialectos bereberes, utilizando algunos filólogos el término amazighe insular o berber insular para referirse a ellos. De estas lenguas derivan algunos términos incorporados al dialecto canario actual, fundamentalmente referidos al mundo del pastoreo, la flora, la fauna y sobretodo en la toponimia insular.
La primera fase de la conquista fue llevada a cabo por normandos, capitaneados por Juan de Bethencourt, quien a su vez se había hecho vasallo del rey Enrique III de Castilla. De esta presencia normanda se deducen algunos términos de origen francés incorporados al dialecto canario. Posteriormente, la corona castellana se hace cargo de manera directa del proceso de conquista, por lo que las expediciones para su conquista partieron, principalmente, de puertos de Andalucía, siendo andaluces una parte importante de los colonos instalados en las islas, por lo que sería la variante meridional del idioma español la que se impondría en Canarias tras su colonización. La colonización supone un proceso de aculturación y sustitución lingüística muy fuerte, desapareciendo las lenguas aborígenes casi por completo en el archipiélago, sobreviviendo únicamente algunos términos aparte de las referencias que encontramos en fuentes históricas como las crónicas.
También llegó a las islas un importante contingente colonizador procedente de Portugal, que en algunas zonas llegaba a ser bastante superior al castellano y andaluz, especialmente durante el periodo en que el reino de Portugal estuvo integrado en la llamada Unión ibérica. En el norte de la Isla de La Palma probablemente todavía se hablaba un dialecto insular del portugués o un pidgin a inicios del siglo XX. [cita requerida] En cualquier caso, en todas las islas es el portugués el idioma que más vocablos ha dejado en el dialecto canario.
Desde el primer viaje de Cristobal Colón a América, que zarpó de la isla canaria de La Gomera en 1492, Canarias se convirtió en el lugar de paso entre las dos orillas del Atlántico, influyendo decisivamente las islas en la formación de algunas variedades del español habladas en América. Es importante recordar la influencia canaria en el desarrollo del español caribeño hablado en Cuba, Puerto Rico, Venezuela y República Dominicana debido a los miles de canarios que emigraron a esos territorios durante la época colonial. Durante este periodo se produjeron importantes fundaciones por parte de canarios en el llamado Nuevo Mundo, como es el caso de Montevideo, en Uruguay, o San Antonio de Texas en los actuales Estados Unidos. En el Estado de Luisiana, Estados Unidos, se concentra una colonia de descendientes de emigrantes canarios, isleños que siguen manteniendo el dialecto canario como lengua vernácula. La emigración de canarios a América continuó con posterioridad a la independencia de las colonias españolas en ese continente, fundamentalmente con destino a Cuba y posteriormente a Venezuela, donde la emigración canaria se produjo hasta épocas muy recientes, los años 70 del siglo XX. Todo esto produjo una fuerte impronta cultural y lingüística tanto de Canarias sobre dichos países Americanos como a la inversa.
Principales rasgos fónicos y gramaticales
Seseo generalizado
Consiste en pronunciar za-ce-ci-zo-zu de manera idéntica a sa-se-si-so-su. Por ejemplo: el nombre propio Cecilia sonaría idéntico a Sesilia. Se trata de un rasgo fónico que se da de manera genérica en toda Canarias, tanto geográfica como socio-culturalmente, al igual que ocurre con el español de América. Esta ausencia del fonema "z" ha motivado la pronunciación de la "s" antes de vocal de forma mayoritariamente predorsodental, distinta a la más común en la Península ibérica (ápico-alveolar) y similar a la más común en Andalucía y Latinoamérica.
Aspiración de la "s" al final de sílaba
La "s" se pronuncia como "h" aspirada al final de cada palabra o ante consonante: "Lah mohcah" en vez de "las moscas". Este rasgo fónico es común a la práctica totalidad de los hablantes del dialecto canario, a excepción de la isla de El Hierro, donde se conserva más habitualmente la pronunciación de la "s" al final de sílaba. Este rasgo es común con la mitad sur de la península Ibérica, y con la mayor parte de hablas de las zonas costeras americanas. Es habitual la pronunciación de la "s" final de palabra cuando se solapa a la vocal que inicia la palabra siguiente, como por ejemplo al decir "lo'sojos" en lugar de "los ojos". También es común la aspiración de la "r" ante consonante nasal o líquida, así carne pasa a ser "cahne".
Aspiración del sonido "j"
El sonido de "j" (asociado a la grafía <j> así como al de la grafía <g> seguida de las vocales "e" e "i" ("ge", "gi"), sufre lenición en la mayor parte de Andalucía y en toda América. En Canarias dicha lenición puede llegar a ser una simple aspiración [h], esta forma "relajada" de pronunciar el fonema "j" contrasta con la pronunciación velar (o incluso uvular) que se da en el español septentrional.
Uso preferente del pretérito indefinido
Como en la mayoría de variantes del español americano, se utiliza generalmente el pretérito indefinido en lugar del pretérito perfecto compuesto. Ejemplo:
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- hoy visité a Juan en vez de hoy he visitado a Juan.
- Puse la lavadora a funcionar en vez de he puesto la lavadora a funcionar.
Otras formas verbales, como el pretérito anterior y sobre todo la voz pasiva y el uso del subjuntivo Febrero 2010[cita requerida], son prácticamente inexistentes en el habla común, y su uso queda muy relegado a contados casos en la literatura canaria.
Ausencia del vosotros y formas adjuntas. Ustedeo
Como en el español de América, los canarios utilizan mayoritariamente el pronombre "ustedes" para la 2ª persona del plural, en contraposición del "vosotros" mayoritario en la Penínula Ibérica. Así, en lugar de decir vosotros estáis dicen ustedes están. Sólo en algunas zonas de las islas de El Hierro, La Palma y en La Gomera se utiliza vosotros estáis, por algunas personas mayores y cada vez menos, resultando extraño al oído del canario el uso del "vosotros + su conjugación verbal". También en La Gomera y en algunas zonas de La Palma se utiliza el "ustedes vos vais". Se usan igualmente en algunas zonas formas arcaicas como "vaivos". Es extraño el uso en Canarias de formas adjuntas al vosotros, como el pronombre "os", o el posesivo "vuestro". En su lugar se usa el "LES". Ejemplo: "Les quiero decir" = "Os quiero decir". También resulta extraño el uso del posesivo "vuestro / vuestra", es más usual el uso del "SU" (de ustedes). Ejemplo: "¿Es ésta SU casa (la de ustedes)?", y no: "¿Es ésta VUESTRA casa?".
Generalización del diminutivo "-ito"
Existe en Canarias un uso más amplio del diminutivo que en otras zonas de habla hispana. Además, este suele ser acortado, de tal manera que se habla de "cochito" en vez de "cochecito", o de "florita" en vez de "florecita"
Pronunciación sonorizada y adherente de la "ch"
La pronunciación de la "ch" es distinta a la que se da en el resto de España puesto que es sonora en lugar de sorda. Los hablantes peninsulares la perciben en ocasiones como una "y" ("muyayo" en lugar de "muchacho") aunque este equívoco no se produce entre hablantes del dialecto canario. Esto se debe a que, efectivamente, la diferenciación es mayor en el español peninsular que en el de las islas, pero nunca en el isleño llega a ser una "y" del todo. Esta pronunciación también se halla en el Caribe.
Pronunciación de la "h" inicial
El habla canaria conserva en unas pocas palabras la aspiración de la "f-" inicial latina (característica de Andalucía occidental y central y de Extremadura) igual que muchas hablas americanas, con pronunciación de consonante fricativa glotal ("h" aspirada), como la "j" de muchas variantes del español. Por ejemplo: jediondo en vez de "hediondo", jinojo en vez de "hinojo" o jarto en vez de "harto".
El léxico canario
El habla canaria incluye gran cantidad de voces propias, los llamados "canarismos", que forman el léxico canario. Estas, por su origen y naturaleza, pueden ser encuadrados en tres grandes grupos, dependiendo si proceden del español actual y sus dialectos, del castellano antiguo o si, finalmente, proceden de idiomas distintos al español. Así, a voces "formadas" en Canarias a partir de otras palabras del idioma español, la fortísima influencia del portugués, o los muchos términos llegados a Canarias de variantes dialectales como la del español de Latinoamérica, resultado de los vínculos históricos entre ambas orillas del Atlántico. Así pues, el léxico canario es el reflejo de siglos de historia isleña, de mestizaje cultural y de adaptación del idioma a las singulares condiciones que se daban en las islas.
Canarismos procedentes del español y sus dialectos
Se encuadran aquí las voces canarias que proceden de la propia lengua hispánica o de sus dialectos. En este grupo habría que distinguir entre los canarismos procedentes de algún dialecto del español y aquellos que derivan de una voz panhispánica, pero que en Canarias han sufrido algún proceso lingüístico (derivación, simplificación, cambio formal, desplazamiento metonímico, etc), dando origen a una voz nueva o modificada. Así, el vocablo "alegar" significa en el español general aducir méritos para fundamentar alguna petición, mientras en Canarias se emplea como sinónimo de conversar. También existen canarismos formados por derivación de vocablos del español general, como "bizcochón" (torta cilíndrica elaborada a base de huevos, harina y azúcar), o "fragilón" (estúpido, presumido, vanidoso), que proceden de los términos panhispánicos "bizcocho" y "frágil", respectivamente, a los que se les ha añadido en Canarias el sufijo "-on".
Por su parte, entre los canarismos procedentes de formas dialectales del idioma español destacan:
- Canarismos de origen americano: Proceden fundamentalmente del área del Caribe (Venezuela, Cuba, Puerto Rico, República Dominicana) y fueron introducidos en Canarias como consecuencia del fuerte nexo emigratorio que durante siglos unió a las islas con América. Son términos vinculados a cualquier ámbito de la cultura tradicional isleña y tienen mayor arraigo en las islas occidentales que en las orientales, por la vinculación más continuada de aquellas con el Nuevo Mundo. Ejemplos de ello son los vocablos "papa" (patata), "guagua" (autobús) o fotingo (coche destartalado). Otras palabras, su origen es indeterminado. Por ejemplo, pollaboba, es un caso especial, porque pasó de ser un insulto (con un significado peyorativo similar a impotente o célibe) a ser incluso usado en el habla común, perdiendo a veces el significado inicial. Su origen se cree que puede ser Venezuela.
- Canarismos de origen andaluz: Se trata de un reducido grupo de voces introducidas por los andaluces desde los inicios de la conquista y colonización del archipiélago. Ejemplos de andalucismos en el habla canaria son "embelesar" (adormecer) o "bocinegro" (especie de pagel).
Canarismos procedentes del castellano antiguo o arcaísmos
Encuadrados dentro de las palabras de origen hispánico, la singularidad de los arcaísmos radica en que proceden de voces castellanas antiguas, extintas en otras zonas de habla española, y conservadas en Canarias por particularidades culturales y geográficas de las islas, como el aislamiento de las mismas respecto a las áreas donde se imponía la norma estándar. Fueron introducidas de manera inmediata a la Conquista de Canarias y han permanecido a pesar de haber dejado de formar parte del español normativo. Ejemplos de ello son "bezo" (labio) o "correr" (en el sentido de expulsar, echar a alguien), "damasco" (albaricoque), "durazno" (melocotón),...
Canarismos procedentes de idiomas distintos al español
Son palabras procedentes de otras lenguas y que, por lo tanto, tuvieron que adaptarse lingüísticamente para pasar a formar parte del habla canaria. Además, la presencia de estos términos en el dialecto canario remite a contextos históricos diversos, dando muestra de los contactos y las situaciones culturales vividas por el pueblo canario durante siglos. Se pueden distinguir cinco grandes grupos:
- Canarismos de procedencia guanche o aborigen: Se trata de una serie de términos de origen bereber que sobrevivieron al proceso de colonización cultural vivido en Canarias desde comienzos del siglo XV. Suelen estar vinculados al mundo de la flora y la fauna canarias ("tabaiba", "tajinaste", "perenquén", "guirre"), a la actividad ganadera y pastoril (baifo, jaira, gambuesa), así como a actividades o productos vinculados a la cultura indígena (gofio, tagoror, mencey). Además, la toponimia canaria está llena de palabras de origen guanche (Tacoronte, Guayadeque, Tuineje), y muchos nombres propios proceden de la época prehispánica (Idaira, Dailos, Zebenzuí, Yenedey, Yaiza, Ayoze, Echedey, Tinguaro, Beneharo, Cathaysa, Rayco, Ithaysa, Agoney).
- Canarismos de origen portugués: El luso es el idioma extranjero que más voces ha proporcionado al español hablado en Canarias, debido a la ingente masa de portugueses que se estableció en las islas durante los siglos XV, XVI y XVII. Se trata de una gran cantidad de palabras de todas las categorías gramaticales y vinculadas a la mayor parte de las esferas de la vida, aunque especialmente a la agricultura ("millo", maíz), la ganadería (términos como "bosta", excremento del ganado), el mar y la pesca (como "cambullón", compra, venta y cambio a bordo de navíos, de cambulhão, 'conjunto de cosas, ristra';[2] "margullar" nadar bajo el agua o "burgao" pequeño caracol de mar) y el ámbito del hogar (palabras como "gaveta", cajón corredizo de los muebles, "fechar" (cerrar en portugués), "fechillo" (pestillo o cerradura).
- Canarismos de procedencia inglesa: Se trata seguramente de las voces más recientemente incorporadas desde otros idiomas al habla canaria, resultado de los vínculos comerciales con Inglaterra y el establecimiento de negociantes británicos en las islas, sobre todo en los siglos: XVIII, XIX y XX. Del inglés proceden términos como "queque" (dulce elaborado al horno a base de huevos, azúcar, pasas y otros ingredientes, del inglés cake), "quinegua" (tipo de papa, del inglés King Edward) o "naife" (nombre del cuchillo canario típico usado en el cultivo del plátano, proviene de la palabra inglesa knife), "pulover" (sueter, proviene de pull over). "suéter" (proviene de sweater), "guagua" (proviene de one wagon), "flis" (a partir de la marca comercial Flit, para hacer referencia a un aerosol o spray),[3] [4] "flash" (bebida refrescante envuelta en plástico, proviene de flash (relámpago) que era su marca comercial), "canchanchán" (matado o persona que hace las cosas mal y de mala gana, proviene de Can John jump?). "un fisco de..." (un pedazo de..., proviene de a piece of... - en la provincia de Las Palmas se le dice un pisco de...), "fotingo" (procedente de Ford T go...) para designar a "un coche viejo", "tenis" del inglés "tennis shoes" para zapatillas deportivas, "ticket", "parking", "cáncamo" de la expresión inglesa "Can? Come on!" para ganarse un dinero extra con un trabajo extra (muy usado en albañilería). También de origen inglés es la expresión "¡Foh!", para querer decir ¡Qué asco!, ¡Qué peste!, ¡Qué mal huele!, que proviene de la expresión inglesa Faugh!.
- Canarismos de procedencia francesa: Del francés hablado por los primeros conquistadores normandos se ha conservado un reducido número de palabras, con un valor más bien testimonial. Ejemplos de ello son los términos "malpaís" (terreno improductivo, en Canarias usado para designar a los campos de lava, parece proceder del francés antiguo "male país") o "cardón" (tipo de planta autóctona, que podría proceder del francés "chardon", planta con espinas); "guata" (lámina de algodón, proviene de ouate); "creyón" (lápiz de color, proviene de crayon).[5] Aunque en desuso actualmente, en la isla de El Hierro se suele decir "o" (où, en francés) en lugar de "dónde está", "¿o las llaves?" (¿dónde están las llaves?), también se le llama "jable" a la arena volcánica, del francés sable (arena).
- Canarismos de procedencia árabe: Del contacto con el África continental ha llegado a Canarias un reducido número de arabismos, relacionados con el mundo del camello ("majalulo", cría del camello) y otras relacionadas con el ámbito familiar, introducidas por los pescadores canarios del banco pesquero canario-sahariano y por los emigrantes retornados desde el Sáhara Occidental tras su descolonización. Se trata de términos como "guayete" (niño) o "jaique" (vestido mal hecho y poco ceñido).
Véase también
- Canarias
- Idiomas
- Idioma español
- Silbo gomero
Referencias
- ↑ El español hablado en Canarias: http://www.gobiernodecanarias.org/educacion/CULTURACANARIA/lengua/lengua.htm
- ↑ Diccionario histórico-etimológico del habla canaria, Marcial Morera Pérez
- ↑ Diccionario histórico-etimológico del habla canaria, Marcial Morera Pérez
- ↑ Diccionario ejemplificado de canarismos, Cristóbal Corrales, Dolores Corbella
- ↑ Diccionario ejemplificado de canarismos, Cristóbal Corrales, Dolores Corbella
Bibliografía
- Lengua Española 1 (pag. 54), varios autores, Ed. Alhambra (ISBN: 84-205-17766-6)
- Lengua Española de COU (pag. 32), Simón Valcárcel Martínez, Ed. Tambre, S.L. (ISBN: 84-88681-19-4)
- El español de Canarias hoy, varios autores, Ed. Iberoamericana (ISBN: 84-88906-54-4)
- Estudios sobre el español de Canarias, Edita: Academia Canaria de la Lengua (ISBN: 84-96059-10-3)
- El español de canarias en su dimensión atlántica: aspectos históricos y lingüísticos, Javier Medina López, Ed. Librería Tirant lo Blanch, S.L. (ISBN: 84-8002-950-1)
- Tesoro lexicográfico del español de Canarias, varios autores, Edita: Viceconsejería de Cultura y Deportes (ISBN: 84-7947-080-1)
- Diccionario de canarismos, varios autores; Edita: Francisco Lemus Editor (ISBN: 84-87973-08-6)
- Gran diccionario del habla canaria, Alfonso Oshanahan Roca, Edita: Centro de la Cultura Popular Canaria (ISBN: 84-7926-169-2).
- Diccionario histórico-etimológico del habla canaria, Marcial Morera Pérez, Edita: Viceconsejería de Cultura y Deportes (ISBN: 84-7947-282-0)
- Lengua y colonia en Canarias, Marcial Morera Pérez, Edita: Globo (ISBN: 84-404-6280-8)
- En defensa del habla canaria, Marcial Morera Pérez, Edita: Anroart Ediciones (ISBN: 84-96577-34-3)
Enlaces externos
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