- Juan Esteban Montero
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Juan Esteban Montero Rodríguez
Fotografía del Presidente Juan Esteban Montero R.
4 de diciembre de 1931 – 4 de junio de 1932 Predecesor Manuel Trucco Franzani Sucesor Arturo Puga Osorio
27 de julio de 1931 – 20 de agosto de 1931 Predecesor Pedro Opazo Letelier Sucesor Manuel Trucco Franzani
Datos personalesNacimiento 12 de febrero de 1879
Santiago, ChileFallecimiento 25 de febrero de 1948 (69 años)
Santiago, ChilePartido Radical Cónyuge Graciela Fehrman Martínez Hijos Juan Esteban, Benjamín, Pedro y Carmen Profesión Abogado Alma máter Universidad de Chile Juan Esteban Montero Rodríguez (Santiago, 12 de febrero de 1879 – Santiago, 25 de febrero de 1948) fue un abogado, político, empresario, Ministro de Estado y catedrático que alcanzó la vicepresidencia y presidencia de Chile entre 1931 y 1932, apodado como One-Step. Padre del subsecretario Pedro Montero Fehrman, nieto del senador Juan Esteban Rodríguez Segura y bisnieto del prócer independentista Manuel Rodríguez Erdoíza.
Militante del Partido Radical de Chile, Montero fue el primer miembro de este longevo partido en alcanzar la presidencia de Chile, presidente altamente apolítico, jurisconsulto y pasivo, fue derrocado a inicios de su mandato en un extravagante golpe de estado por parte de la izquierda, su mandato develó el catastrófico estado del gobierno chileno. Debido a su alta votación y cercanía con la prensa sus revolucionarios sucesores fueron sepultados por la opinión pública empeorando la situación crítica del estado hasta 1933.
Su gobierno sepultó políticamente a todos sus participates a excepción de Héctor Rodríguez de la Sotta, Marcial Mora, Ignacio Urrutia Manzano, Ramón Vergara y Sótero del Río Gundián, mientras que sepultó a los veteranos Víctor Vicente Robles, Luis Izquierdo Fredes, Carlos Vergara Montero, Alfredo Guillermo Bravo, Carlos Balmaceda Saavedra y al mismo Juan Esteban Montero.
Contenido
Biografía y familia
Hijo de Benjamín Montero, perteneciente a una importante familia curicana, y de Eugenia Rodríguez, quien era nieta del prócer independentista Manuel Rodríguez Erdoiza y por lo tanto hija del destacado funcionario público Juan Esteban Rodríguez Segura, a quien Montero debe su nombre.
Casado con Graciela Fehrman y padre de cuatro hijos: Juan Esteban, Benjamín, Carmen y Pedro, este último también tendría una carrera política a futuro, siendo subsecretario del Trabajo, subsecretario de Educación y embajador en Costa Rica, bajo el gobierno del presidente Jorge Alessandri y además tendría una prestigiosa carrera de derecho, siendo partícipe en la reforma constitucional y en la Corte Suprema de Chile.
Estudió primeramente en una escuela pública. Finalmente ingresa al Colegio San Ignacio Y su educación superior la realiza en la Facultad de Derecho Universidad de Chile, titulándose de abogado el 16 de septiembre de 1901.
Su carrera en la abogacía fue ascendente, siendo abogado del Consejo de Defensa Fiscal entre 1906 a 1920 y catedrático en derecho civil y derecho romano en la Universidad de Chile. Fue llamado a defender al general Guillermo Armstrong, acusado de intentos subversivos, caso que ganó y lo posicionó en la opinión pública nacional como un profesional destacado.
Siendo masón y catedrático, fue iniciado en el Partido Radical en 1925, donde no destacó nunca como miembro directivo ni miembro netamente político. En ese mismo año, sin embargo, tuvo participación en la Comisión Consultiva que estudió convocar a la Asamblea Constituyente que derivaría en la Constitución de 1925.
El periodo 1924-1932 en Chile, donde Montero figuró políticamente, fueron años convulsos, hubo diecisiete presidentes, tres caudillos y nueve golpes de Estado, fallidos y efectivos, además de nueve renuncias forzadas, dos cierres de congreso, dos crisis económicas e innumerables ministros.
Tras la dimisión del sumiso Emiliano Figueroa, el en ese entonces coronel Carlos Ibáñez del Campo, militar popular y caudillista, inició una brillante presidencia donde la represión y la inconstitucionalidad fueron armas potentes de la seguridad del Estado, el Partido Radical, al principio seguidor, se tornó crítico con la llegada de la Gran Depresión en 1929, siendo Montero partícipe de la oposición.
Grandes figuras radicales, la mayoría con un nutrido curriculum, integraron comisiones para supervisar la catastrófica situación constitucional del Gobierno; en esta comisión se encontraban los futuros presidentes Pedro Aguirre Cerda y Juan Antonio Ríos (líder de los radicales), entre otros, en la cual Montero fue llamado a participar. La comisión no prosperó y sólo Juan Antonio Ríos y su tocayo Juan Antonio Iribarren se reunieron efectivamente.
Al empeorar la situación económica, el presidente Ibáñez solicita un gabinete de Salvación Nacional, para superar las dos áreas más importantes en la época crítica, Hacienda, Bienestar Social e Interior. El 13 de julio de 1931 fue llamado Juan Esteban Montero a servir como ministro del Interior de Chile en conjunto con la cartera de Bienestar Social, por su brillante rol de abogado, civil y constitucional, mientras que en Hacienda fue llamado el hábil catedrático de economía y matemáticas Pedro Blanquier, ambos radicales.
El gabinete no prosperó; Ibáñez, de carácter férreo y autoritario, no toleró las medidas de Montero, las cuales eran ocupar la apertura de prensa como válvula de escape a la situación: Montero puso en marcha este plan y fue abierto y amable con la prensa, que estaba muy polarizada, causando la consecuente reacción del público, que se enteró del catastrófico estado de la nación. Blanquier hizo lo mismo con los presupuestos, obteniendo los mismos resultados por el magro estado financiero. El gabiente es reemplazado por Ibáñez, impopularizándose el Gobierno pero popularizándose Montero.
El 22 de julio de 1931, renunciado Montero del gabinete, el Gobierno llega a su estado más crítico. Miguel Letelier Espínola le sucede en el cargo de forma interina, pero es reemplazado rápidamente por no querer aceptar esa fuerte responsabilidad. El 23 de julio retorna a la cartera de Interior el almirante Carlos Frödden, donde retorna la censura y la represión policial. En consecuencia, se inicia una paralización total del país e Ibáñez, ya no resistiendo más la utilización de la policía, renuncia el 26 de julio.
Pedro Opazo Letelier, presidente del Senado, ejerce la presidencia, cargo que no quiere aceptar, por lo cual en un movimiento previamente acordado nombra a Montero ministro del Interior y renuncia en menos de veinticuatro horas, asumiendo Montero la vicepresidencia de Chile el 27 de julio de 1931.
Vicepresidencia
En el cargo, retorna la libertad de prensa y retornan los exiliados; además se tranquilizan las paralizaciones con parlamentos. Montero sube su popularidad notoriamente, debido también a su carácter sereno y de rectitud. Esta popularidad logró que diversos partidos que conformaron la derecha conservadora, le ofrecieran la candidatura a la presidencia, en las elecciones que él mismo había convocado. Montero dudó, sin embargo mencionó la frase: Si es así, señores, si en realidad cuento con la cooperación sincera de todos sus representados, me someto,[1] y acepta la candidatura a presidente de Chile.
Montero decide renunciar provisoriamente al cargo, para que cuando se realizaran las elecciones no se sospechara de su intervención, como lo que ocurrió en 1927 con Carlos Ibáñez del Campo. Envió al Congreso Nacional de Chile su renuncia pero en manifestación de apoyo, se la rechazaron.
Montero siguió pensando que su cargo era incompatible con la candidatura y finalmente es proclamado candidato el 19 de agosto, y entrega su cargo al ministro del Interior Manuel Trucco Franzani, el 20 de agosto de 1931.
Con el apoyo de su partido y de los partidos Conservador y Liberal, derrotó a Arturo Alessandri del Partido Demócrata, a Manuel Hidalgo de la Izquierda Comunista y a Elías Lafferte del Partido Comunista con un 64% de los votos en las presidenciales de 1931. Su eslogan de campaña fue: La consolidación del régimen civil.[2]
Gobierno
Juan Esteban Montero asume la presidencia de Chile el 4 de diciembre de 1931, recibiendo el cargo de su propia persona, ya que ejercía la vicepresidencia desde julio con la interrupción no oficial del interinato de su ministro Manuel Trucco. Su Gobierno fue compuesto por simpatizantes de derecha anti-ibañista y el centrista Partido Radical de Chile, de donde provenía, le seguían en importancia, el Partido Conservador, el liberal y elementos castrenses, especialmente en defensa que posteriormente tuvieron simpatía con el nacionalsocialismo.
El panorama general en el Chile de 1931, favorecía ampliamente a los sectores izquierdistas revolucionarios y jóvenes anarquistas, que nunca tuvieron importancia política y aprovechaban de ser una férrea oposición al tradicionalismo civil, mientras que la política tradicional, ampliamente conservadora e intelectual se desprestigiaba rápidamente por las malas prácticas del presidente Carlos Ibáñez del Campo, su dictatorial predecesor, que sin embargo aún mantenía peso político como caudillo nacional.
La Gran Depresión fue un punto doloroso para las políticas conservadoras y pasivas de Montero, debido al desenfrenado gasto público impuesto por Ibáñez y la poca austeridad de sus ministros populistas. Al llegar la crisis, el desabastecimiento fue total, y el país quedó endeudado y afectado con gran magnitud por la cesantía. Pedro Blanquier, un connotado hombre de números, fue el encargado de restablecer las finanzas a un nivel aceptable, sin embargo sus políticas austeras y demasiado ajustadas, que iban en contra de los presupuestos a los que la población estaba acostumbrada provocaron el fracaso total del Ministerio de Hacienda, en retomar normalidad. Arturo Prat Carvajal, reemplazo de Blanquier, no pudo sostener la crisis y el estado de las finanzas empeoró. La única salvación, el veterano político Luis Izquierdo Fredes, quien no logró concretar su programa por culpa de la anarquía y por su impopularidad, ya que era llamado don vejestorio.
La transición al civilismo fue un punto importante del gobierno de Montero, que al haberse concretado hubiera pasado a la Historia de Chile, como una especie de restauración democrática, esta táctica de retorno constitucional impacentó a la derrotada y desunida izquierda que sólo buscó atacar al Gobierno para gobernar sea como sea. El caso es que el orden público fue importante en este periodo; el problema era que Montero era muy pasivo, no le gustaba reprimir, sino castigar con la justicia, algo que en esos tiempos de recuperación era impensado, sin embargo se progresó bastante en esa materia, hasta que Grove lo derrocó en 1932. A continuación mostraremos los distintos aspectos gubernamentales de Montero, los cuales actualmente están olvidados. Cabe destacar que debido al corto tiempo de gestión, muchos proyectos quedaron inconclusos, y la mayoría no son tan relevantes como los de otros presidentes.
Política interna
La política interna de Montero es de vital importancia en el periodo, el sofocamiento de movimientos anarquistas que sólo dañaban la moralidad de la nación fue un punto importante de la época, que también afecto la imagen del Gobierno.
Marcial Mora Miranda, ministro del Interior, fue uno de los más afectados por la opinión pública, al finalizar su ministerio. La desesperación, y el boicot, procedente de la izquierda revolucionaria y la ultra-derecha, terminaron por truncar al ministro, que sin embargo retornaría en la presidencia de Pedro Aguirre Cerda con vital importancia.
Entre los progresos en este ministerio, cabe destacar el exitoso sofocamiento del Motín del Norte Grande, que sin embargo finalizó con una penosa matanza, en la que fallecieron más de 30 personas. Se culpabilizó de esta tragedia a los monteristas, seguidores de Montero que provenían de distintos puntos del país y Carabineros de Chile. Sofocar motines era prioridad del Gobierno, debido a un atentado que sufrió Montero en las elecciones, cuando viajaba a Arauco, donde se culpó del suceso a Óscar Schnake, posterior fundador del Partido Socialista de Chile; el suceso cobró víctimas pero fuera de la comitiva; Montero pidió orden pero los monteristas contestaron con disparos. Debido a este hecho, no menor, la mayoría de los motines eran sofocados con violencia y con infiltración civil.
El Motín del Norte Grande, fue el primer golpe para el Gobierno y su alta popularidad, aunque el motín por parte de comunistas fue casi injustificado (Montero llevaba sólo veinte días en el cargo efectivo), nunca se encontraron culpables y no se reaccionó con censura como lo hubiera hecho Ibáñez, pero sí con violencia.
Cabe destacar en este ámbito, la creación de la ley nº 5.077 del 4 de marzo de 1932 unifica los Ministerios de Marina y Guerra en el Ministerio de Defensa Nacional de Chile, además se reorganiza y se agrega la Subsecretaría de Aviación a éste, que antes pertenecía al Ministerio del Interior de Chile, para un mayor control de las tres ramas de defensa. Carabineros continuó en el Ministerio del Interior. Este decreto constituye la actual organización del ministerio, con algunas modificaciones menores.
El control de la prensa fue algo indispensable para el periodo. La censura no fue necesaria, ya que iba contra el pensamiento del Gobierno. La mayoría de la prensa en esa época, radio y prensa escrita, estaba a favor del Gobierno y especialmente de la carismática figura de Montero. En este ámbito, sin embargo, se mantuvo un objeto que ocasionaba impopularidad, el diario La Nación, cual continuó como portavoz del Gobierno, aunque se intentaron acercamientos con el fundador original de éste, Eliodoro Yáñez. El único medio opositor indiscutido fue la revista La Razón, dirigida por Carlos Dávila, quien derrocaría al Gobierno y culminaría su carrera política en el país de la misma forma que Montero meses después.
Tras los conflictos, el ministro Mora dejó de ser de consenso, y dejó el cargo el 7 de abril de 1932, empapado de críticas y considerado inoperante. En su reemplazo asumió Víctor Vicente Robles, radical de una amplia carrera política, culminada abruptamente debido a los sucesos del 4 de junio.
Debido al estado catastrófico, de amenaza de revolución, Robles consiguió la declaración de estado de sitio, y debido a la magnífica explosión del volcán Quizapú se dictaron algunas reglas de emergencia, como encender el alumbrado público de día, para mejor visibilidad. Afortunadamente la catástrofe no cobró víctimas humanas.
Pero por esos meses, otra explosión afectaría la seguridad del país, el golpe de Estado de 1932, que sepultaría la carrera política de la mayoría de los personeros de Gobierno, incluyendo al propio Montero. La revolución no pudo ser controlada, debido a la negativa de las guarniciones santiaguinas (en regiones no se sabía nada del movimiento) y la inmovilidad del mediador del conflicto, Arturo Alessandri Palma, de quien se dice, incitó el golpe. Carabineros de Chile, una minoría de soldados, los monteristas y la mayoría de la población, intentaron hacer frente a la revolución, que triunfó de manera aplastante, sin embargo, el experimento socialista impuesto por los cabecillas del golpe no prosperaría y sólo empeoraría la situación, culminando éstos en peor situación que Montero.
Hacienda, Economía y Relaciones Exteriores
Las finanzas fueron el tema central del gobierno de Montero. Se dice que la poca superación en esta materia fue el detonante de su caída. Su ministro de Hacienda fue Luis Izquierdo Fredes, un veterano político de vasta trayectoria, que incluso pudo haber sido vicepresidente en 1910.
La medidas financieras de Montero fueron calificadas de impopulares y de contención, ya que el proyecto de Hacienda era a largo plazo, algo impensable para la desesperante situación económica, las principales medidas en esta materia, fueron la devaluación del peso chileno, la suspensión de la deuda externa, la reducción del presupuesto nacional, el fomento agrícola y la promulgación de la ley nº 5.107 de abril de 1932 que crea la Comisión de Cambios Internacionales, cuya misión era de ajustar las importaciones a las letras de cambio disponibles, para evitar la disminución de las reservas de oro del Banco Central de Chile; además de suspender la emisión de los billetes del mismo banco y otorgarle exclusivamente el derecho de dar créditos. Entre otras menores, en las que contaba la recolección voluntaria de bienes prendarios por acción de la Caja de Crédito Popular, ésta medida, finalmente sería derogada por la República Socialista de Chile, culpándola de la impopularidad del régimen.
En el ámbito exterior, se mejoraron las relaciones con los países que repudiaban la antigua administración, y hubo intento para acercarse a Estados Unidos, para obtener un crédito externo, sin embargo el país estaba endeudado, por lo que esta medida no prosperó. Se buscó fomentar la manufactura nacional y la agricultura, aprovechando las favorables características climáticas de la región, con la campaña Cómpreme Productos Chilenos, ese característico cartel se encontraba en la mayoría de los comercios, y aunque tuvo resultados, no se mejoró la crítica situación.
Los principales problemas de la gestión financiera fueron la reducción de sueldos y la permanencia de la Compañía de Salitres de Chile, que era muy cara para mantener y sólo empeoraba las ventas de salitre, principal exportación chilena en ese entonces.
Educación y Justicia
Montero era un prestigioso abogado, por lo que se esperaba que tuviera grandes avances en esta materia, sin embargo como la crisis era su prioridad, se lograron algunos pequeños avances.
Debido a la Sublevación de la Escuadra, bajo el gobierno de Montero, se enjuiciaron a las principales cabezas de la intentona, los juicios no llegaron a buen puerto, debido a un dictamen ocurrido tras su caída, que obligó anular las condenas y los juicios y exonerar a más de 200 implicados en las intentonas golpistas.
Bajo el gobierno de Montero, el Poder Judicial fue restablecido totalmente y recuperó su característica autonomía, fue restablecida su autonomía y se reconoció como presidente de la Corte Suprema de Chile a Javier Ángel Figueroa, genuino presidente de ésta que había sido exiliado por Ibáñez en un intento de apoderarse de este poder.
Los exiliados que faltaban, fueron restituidos en normalidad y fueron regresados a Chile, se condenaron los delitos constitucionales bajo el mandato de Ibáñez, y se firmó su irrevocable renuncia a la presidencia de Chile, además Montero se negó a disolver el Congreso Termal, elegido de manera irregular, debido a su rectitud, lo que le costó popularidad, además en su época, empezó a resonar de a poco, la idea de otorgarle el derecho a voto a las mujeres, algo que se concretó, sólo tres años después, bajo la administración de Alessandri.
Respetada la constitución establecida, bajo el gobierno de Montero, se decidió finalmente promulgar y reconocer la Autonomía universitaria, eligiendo los decanos bajo este amparo a Pedro Godoy, como rector, sin embargo tras los incidentes y amenazas de toma y derrocamiento, que fueron sofocados de manera eficaz, se optó interinamente, por un ex-alumno de Montero, Juvenal Hernández Jaque, donde la Universidad de Chile alcanzaría gran esplendor. Tras estos incidentes, el ministro de educación, propuso a Montero una Reforma Universitaria, que quedó a medias, debido a la caída del Gobierno.
Obras Públicas y Bienestar Social
No restablecidas las finanzas, las obras públicas bajo el gobierno de Montero carecieron de presupuesto y fueron denegadas, se puede mencionar como única obra de magnitud, bajo su gobierno, el Estadio Regional Chiledeportes, que se encuentra en Valparaíso, después de esta obra, no se pudieron concretar más, por la prioridad en otras obras.
La habilitación de albergues, fueron las obras más importantes bajo el gobierno de Montero, con el respaldo de su Ministro de Bienestar Social Sótero del Río Gundián, se crearon los Comités de Ayuda al Cesante que habilitaban albergues y ollas comunes para la masa de cesantes que cada vez más aumentaba en las principales ciudades del país.
El papel de la Primera Dama Graciela Fehrman, en una época, donde la mujer no tenía la relevancia de ahora, fue preponderante, la creación de la fundación Ropero de los Pobres, fue una iniciativa que se oficializó hacia 1954, en esa fundación, las mujeres tejían, confeccionaban, arreglaban y se conseguían abrigo para la masa de cesantes y familias que vagabundeaban por la ciudad.
En el ministerio de Tierras y Colonización, se creó un plan de colonización, nunca terminado y se intentaron dividir los latifundios, todos estos esfuerzos, que incluso casi obligan al Gobierno en crear un orfanato en el Palacio Presidencial de Cerro Castillo, hicieron que a pesar de los errores, la gente valorara su esfuerzo por salir de la crisis.
En política, lamentablemente las intenciones no cuentan, si no la acción, aunque para haber durado tan poco tiempo en el cargo, se puede considerar una administración regular, los llamados de los sindicatos y los anarquistas sobrepasaron, cualquier acción a la que podía hacer el Gobierno, estallan los primeros desórdenes y las primeras amenazas.
Revolución del 4 de junio, la caída de Montero
Juan Esteban Montero continúa en el Gobierno, ya lleva aproximadamente seis meses, y los proyectos a largo plazo no favorecen a la opinión pública, cada vez más escandalizada por la poca acción del Gobierno ante los desmanes, la administración saturada y una notoria baja de popularidad, obligan al ministro Víctor Vicente Robles a declarar estado de sitio.
El estallido de una posible revolución, siempre era latente, y ya era un secreto a voces, algo que al Gobierno no importaba, debido a la complejidad del panorama, los rumores no eran verídicos para el Gobierno, y un posible golpe de estado, era cosa de todos los días.
Al anochecer del 3 de junio de 1932, llega el día de la revolución, se acuartela la Fuerza Aérea de Chile en la Base Aérea El Bosque, encabezada por uno de sus mayores exponentes, Marmaduke Grove, quién no había respondido a la altura tras ser despedido, y había aprovechado su sabiduría en cuartelazos (encabezó el golpe de 1925, el contragolpe del mismo año, un intento fallido de derrocamiento a Ibáñez en 1930 y tras ser despedido, accedió a la izquierda).
Alertado el Gobierno, se llamó a un consejo de ministros, mientras tanto, los aviones de la recién creada fuerza, sobrevuelan la moneda, amenazando con bombardearla, y arrojan panfletos alusivos a una revolución social.
La gente alertada por la difícil situación, se dirige acompañada de Monteristas, en aplauso del presidente, mientras Montero encabeza una nerviosa reunión, esperando la señal del ministro Ignacio Urrutia Manzano, Robles llega a un acuerdo con Carabineros de Chile, la única fuerza leal al Gobierno.
Montero, al recibir una negativa del comodoro Jessen, jefe de la fuerza aérea, lo sustituye por Ramón Vergara Montero, hermano de su ex-ministro, a éste lo pasan por alto en la base aérea y sólo obedecen a Grove, mientras Arturo Alessandri Palma es enviado como mediador del conflicto en representación del Gobierno, no logra nada, y Grove se dirige al Palacio de la Moneda.
Al ser alertado de que las restantes fuerzas, no pueden o no quieren apoyar al Gobierno, Montero sabiéndose rendido, finaliza el consejo, y decide renunciar, tras llegar a un acuerdo, que el nuevo régimen, no dañará a su familia ni a nadie, al aceptar esto, Montero deja entrar a los principales conspiradores, Marmaduke Grove, Carlos Dávila, Arturo Puga y Eugenio Matte.
Tras una nerviosa entrevista, Montero renuncia en pleno, seguido por todos sus ministros, sale del palacio mientras la gente le aviva y se dirige al Aéropuerto, en dirección a la Argentina, junto con su familia, mientras sus ministros se retiran y abandonan sus cargos políticos.
Al ver los monteristas la renuncia de sus líderes, encabezan una serie de enfrentamientos con la policía, que ahora obedece a la Junta de Gobierno constituida, y se inician largas manifestaciones, que culminan con varios heridos, y un pequeño saldo de muertos, finalizando la carrera política de Montero.
Chile post-Montero
Tras la caída de Montero, ocurrieron algunos sucesos, que sólo empeoraron la crítica situación, el estado de gobierno se hizo inmanejable, debido a la inestabilidad de la junta, Grove es derrocado por Dávila, quién se hace del poder, y que tras unas políticas represivas, como el cierre del congreso, la presencia de militares en las calles, un intento de ilegalizar a los comunistas, el retorno a la censura, y la inestabilidad en el Ministerio de Hacienda provocaron una consecuente reacción en la opinión pública, respaldada por antiguos colaboradores de Montero.
Libros referentes al derrocamiento, escritos por ejemplo, por su secretario Manuel Aránguiz, o por Alfredo Guillermo Bravo (ex ministro de educación) y Leonardo Guzmán Cortés, ministro de Trucco, se dedicaron a denunciar, por el punto de vista del Gobierno, la conducta de sus sucesores, y los hechos del 4 de junio.
La caída de Dávila, provocó cierta pasividad, sin embargo su sucesor Bartolomé Blanche, era más impopular que Dávila, y bajo su efímero mandato, no alcanzó a hacer ninguna obra de gobierno, y fue destituido por una sublevación Antofagasta-Concepción, que le regresó el poder a un civil, Abraham Oyanedel, quien llamó a elecciones y mejoró la situación de estabilidad, triunfando Arturo Alessandri, quien tras un rígido y difícil gobierno, recuperó la institucionalidad y las finanzas del país.
Ministros de Estado (durante sus dos vicepresidencias y presidencia)
Ministro Nombre/Periodo Ministro del Interior Luis Gutiérrez Alliende (1931)
Manuel Trucco Franzani (1931)
Marcial Mora Miranda (1931-1932)
Víctor Vicente Robles (1932)Ministro de Relaciones Exteriores Carlos Balmaceda Saavedra (1931-1932) Ministro de Hacienda Pedro Blanquier (1931)
Luis Izquierdo Fredes (1931-1932)Ministro de Justicia Luis Gutiérrez Alliende (1931-1932)
Arturo Ureta Echazarreta (1932)Ministro de Educación Publica Pedro Godoy Pérez (1931)
Santiago Labarca (1931-1932)
Alfredo Guillermo Bravo (1932)Ministro de Guerra (fusionado con marina forma el de Defensa Nacional) Carlos Sáez Morales (1931)
Enrique Bravo Ortiz (1931)
Carlos Vergara Montero (1931-1932)
Miguel Urrutia Barboza (defensa) (1932)
Ignacio Urrutia Manzano (defensa) (1932)Ministro de Fomento Francisco Cereceda Cisternas (1931)
Herman Echeverría Cazotte (1931-1932)
Marco Antonio de la Cuadra (1932)Ministro de Tierras y Colonización Carlos Balmaceda Saavedra (1931)
Carlos Alberto Martínez (1931)
Teodoberto Álvarez (1931-1932)
Gaspar Mora (1932)Ministro de Agricultura Francisco Cereceda Cisternas (1931)
Joaquín Prieto Concha (1931-1932)
Héctor Rodríguez de la Sotta (1932)Ministro de Marina (fusionado con Guerra forma el de Defensa Nacional) Calisto Rogers Ceas (1931)
Enrique Spoerer (1931-1932)
Miguel Urrutia Barboza (defensa) (1932)
Ignacio Urrutia Manzano (defensa) (1932)Ministro de Bienestar Social Sótero del Río Gundián (1931 -1932) Ministro de Comercio y Abastecimiento (luego Economía y Comercio) Carlos Balmaceda Saavedra (1931-1932) Vida después de la presidencia
Finalmente regresa del exilio dedicándose a la vida familiar, además integra en su retorno diversos directorios de empresas, retornando a su cátedra, cual ejercía desde 1912, fue además Presidente de la Compañía de Teléfonos de Chile en 1936 y Director del Banco de Chile en 1940, Montero se aleja para siempre de la política, la única vez tras este suceso que se dirigió públicamente hablando algo cercano a la política fue en la edición de diez años de la Revista Topaze, donde le pidieron dar su opinión a la revista sobre los diez años de ésta en el quehacer nacional, ya que Montero fue uno de sus primeros personajes (El Presidente Don One-Step). Montero fallece en la ciudad de Santiago de Chile el 25 de febrero de 1948 a los 69 años de edad, alejado de la vida pública.
Historia electoral
Elecciones presidenciales de 1931 Candidato Pacto Partido Votos % Resultado Juan Esteban Montero Unidad Nacional Tradicionalista(UNT) Radical 182.177 63,93% Presidente Arturo Alessandri Palma Democrático Democrático 99.075 34,77% Elías Lafferte PC Comunista 2.434 0,86% Manuel Hidalgo Plaza Ex-Confederación Republicana de Acción Cívica(CRAC) Izquierda Comunista 1.263 0,4%
Predecesor:
Pedro Opazo LetelierVicepresidente de Chile
27 de julio - 3 de septiembre de 1931Sucesor:
Manuel Trucco FranzaniPredecesor:
Manuel Trucco FranzaniVicepresidente de Chile
15 de noviembre - 4 de diciembre de 1931Sucesor:
Él Mismo
Presidente de la RepúblicaPredecesor:
Él Mismo
Vicepresidente de ChilePresidente de la República
4 de diciembre de 1931 - 4 de junio de 1932Sucesor:
Arturo Puga
Presidente de la Junta de Gobierno
de la República SocialistaPredecesor:
Carlos Frödden LorentzenMinistro del Interior de Chile
13 de julio de 1931 - 22 de julio de 1931Sucesor:
Miguel Letelier EspínolaPredecesor:
Carlos Frödden LorentzenMinistro del Interior de Chile
26 de julio de 1931 - 27 de julio de 1931Sucesor:
Luis Gutiérrez AlliendesReferencias
- ↑ «La Tercera::Icarito - Biografía - Juan Esteban Montero Rodríguez».
- ↑ Sabías que? de la página[1]
Enlaces externos
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