- Filosofía en la Unión Soviética
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Filosofía en la Unión Soviética
El estudio y la investigación relativa a la filosofía en la Unión Soviética estaban oficialmente confinados al estudio de la doctrina o del pensamiento marxista-leninista, la cual era presentada como la base de la verdad filosófica objetiva y definitiva.
Contenido
Comienzos e historia
Desde los comienzos del régimen bolchevique, el objetivo de la filosofía oficial soviética (la cual se enseñaba como materia obligatoria en casi todos los cursos), era la pretendida justificación teórica de las ideas comunistas. Ya en la década de 1920 el nuevo régimen comunista comenzó a reprimir todas las otras tendencias filosóficas, lo que derivó en la emigración de varios filósofos (algunos de ellos fueron directamente deportados). Iósif Stalin firmó un decreto en 1931 mediante el cual identificaba al materialismo dialéctico con el marxismo-leninismo, haciendo de él la filosofía oficial no sólo de la Unión Soviética sino -a través del Komintern- de los partidos comunistas extranjeros. Siguiendo el tradicional uso aplicado durante la Segunda Internacional, los oponentes a esa medida comenzarían a ser denominados como revisionistas. Justamente por estas razones los soviétólogos occidentales en general, entre quienes dos de los más famosos eran Józef Maria Bocheński y Gustav Wetter, han frecuentemente afirmado al respecto que la filosofía soviética era poco más que dogma.
Sin embargo, el período inmediatamente posterior al triunfo de la Revolución de octubre de 1917, había estado marcado por luchas políticas y filosóficas, las que ponen en entredicho cualquier lectura estrictamente monolítica al respecto. Pos ejemplo, Evald Vasilevich Ilyenkov -quien llegaría a ser uno de los principales filósofos soviéticos de la década de 1960- reeditó el debate de la década de 1920 entre los “mecaninistas” y los “dialécticos”.[1]
Asimismo, pese al relativo aislamiento ideológico soviético, durante los decenios de 1960 y de 1970, algunas ramas de la filosofía occidental (incluyendo a la analítica y al empirismo lógico y a la) comenzaron a dejar su marca entre algunos filósofos de la URSS.
Tempranas luchas filosóficas y políticas en la Unión Soviética
El escrito “Materialismo y empirocriticismo” fue elaborado por Lenin en 1908, alrededor de tres ejes fundamentales:
- La inversión materialista de la dialéctica hegeliana (la cual, a decir verdad, ya había sido realizada por el propio Karl Marx).
- La historicidad de los principios éticos marxistas que ordenaban la lucha de clases (o que llamaban a ella).
- Y la supuesta convergencia de las leyes de la evolución de la política económica (Marx), de la biología (Charles Darwin) y de la física (Helmholz).
Por lo tanto, Lenin tomó posición entre el historicismo del italiano Antonio Labriola y el ya para entonces tradicional determinismo marxista, en lo que tiempo más tarde también sería conocido como el darwinismo social de Karl Kautsky. En esos años, el rival filosófico más importante de Lenin era Aleksandr Bogdanov (1873-1928), quien trató de sintetizar y amalgamar el marxismo con las filosofías de Ernst Mach, Wilhelm Ostwald, y Richard Avenarius (las que fueron violenta y virulentamente criticadas en la obra “Materialismo y empirocriticismo” de Lenin). Bodganov en particular había escrito un tratado sobre la tectología y fue uno de los fundadores del Proletkult luego de la finalización de la Primera Guerra Mundial (1914-18).
Luego del triunfo de la Revolución de octubre de 1917, la filosofía soviética se dividió gradualmente entre los “dialécticos” (encabezados por Deborin) y los mecanicistas (asociados a Nikolái Bujarin, quien no obstante no era un mecanicista per sé, pero era visto como un aliado de ellos). Justamente sería éste último quien detallaría las tesis estalinistas acerca del denominado “socialismo en un solo país” (consolidación del régimen soviético antes de cualquier eventual intento de expansión hacia el extranjero), frente a la mucho más radical y ambiciosa concepción de revolución comunista mundial sostenida por León Trotsky.
Los mecanicistas (A.K. Timartizev, Timianski, Axelrod, Stepanov, etc), quienes provenían principalmente de un trasfondo científico, afirmaban que la filosofía marxista encontraba su base en una explicación causal de la naturaleza. Ellos defendían una interpretación positivista del marxismo que afirmaba que la filosofía de éste debía seguir a las ciencias naturales.
Stepanov escribió un artículo titulado “El entendimiento dialéctico de la naturaleza es el entendimiento mecanicista”. Por el contrario, los “dialécticos”, cuyo trasfondo no sólo era marxista sino también hegeliano, insistían que la dialéctica no podía ser reducida a simple mecanicismo (basándose principalmente en la obra Anti-Dühring de Friedrich Engels y en la Dialéctica de la naturaleza) y sostenían que las leyes de la dialéctica podían ser encontradas en la naturaleza.
Basándose en las entonces recientes teoría de la relatividad y mecánica cuántica, ellos respondieron que la concepción mecanicista de la naturaleza era demasiado restringida y limitada. Por su parte, Deborin, quien había sido un estudiante de Plejanov (quien por su parte llegaría a ser denominado "el padre del marxismo ruso”), también estaba en desacuerdo con los mecanicistas respecto del lugar que debía ocupar Espinoza. El último sostenía que ese trataba de un metafísico idealista, mientras que Deborin -siguiendo a Plejanov- veía a Spinoza como un materialista y dialéctico. El mecanicismo fue finalmente condenado porque se suponía que socavaba al materialismo dialéctico
Dos años después, el propio Iósif Stalin puso fin al debate entre las tendencias dialécticas y mecanicistas, al emitir un decreto por el que únicamente identificaba al materialismo como la base filosófica del marxismo-leninismo. Así el mecaninismo -y su “evolucionismo vulgar”- fue finalmente condenado por socavar el materialismo dialéctico, como sería confirmado en la Segunda Conferencia de Instituciones Científicas Marxistas-Leninistas soviéticas (que tuvo lugar en 1929).
Por lo tanto, la posibilidad de realizar una investigación filosófica independiente del dogmatismo oficial en la Unión Soviética virtualmente desaparecieron. Mientras tanto, por otro lado, el lysenkoismo era oficialmente impulsado como doctrina supuestamente científica (en consonancia con el hecho que 1948, cinco años antes de la muerte de Iósif Stalin, la genética fue oficialmente declarada como una “pseudociencia burguesa”). Sin embargo, este debate entre los mecanicistas y los dialécticos habría de tener una renovada importancia mucho después de la década de 1920.
David Riazanov fue nombrado director del Instituto Marx-Engels, el cual él mismo había fundado en 1920. Posteriormente creó la editorial MEGA (Marx-Engels-Gesamt-Ausgabe), la cual se suponía que editaría las obras completas de Karl Marx y de Friedrich Engels. También publicó a otros autores, como Diderot, Feuerbach o Hegel. Riazanov ya había sido excluido de cualquier función política en 1921, debido a su “inoportuna y peligrosa” proposición de que debía otorgárseles autonomía a los sindicatos.
Durante el Quinto Congreso del Komintern, Grigory Zinoviev condenó por supuestamente “revisionistas” a las obras de Georg Lukacs Historia de la conciencia de clase (escrita por el húngaro Georg Lukacs en 1923) y “Marxismo y filosofía” de Karl Korsch. El primero de los afectados llegaría a repudiar su propia obra, mediante una autocrítica política (Lukacs pensó que, para un revolucionario, la prioridad era formar parte del Partido Comunista). No obstante, se terminaría convirtiendo en una de las fuentes principal dentro del movimiento marxista occidental, comenzando por la Escuela de Francfort y hasta llegó a influenciar el escrito Ser y tiempo (Sein und Zeit, 1927) de Martin Heidegger. Lukacs había concurrido a Moscú a comienzos de la década de 1930 a continuar con sus estudios de filosofía, y recién regresaría a Hungría una vez concluida la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Posteriormente formó parte del efímero gobierno revolucionario antiestalinista de Imre Nagy durante el frustrado alzamiento húngaro de 1956, por lo que sería vigilado por parte del régimen soviético de Nikita Jrushchov de ahí en adelante.
Por otro parte, los estudios realizados por Lev Vygotsky (1896-1934) en el campo de la psicología del desarrollo, la cual se oponía a los trabajos de Ivan Pavlov, serían posteriormente expandidos en la teoría de la actividad desarrollada por Alekséi Nikolaevich Leontev, Piotr Zinchenko (miembro de la Escuela de Psicología de la ciudad ucraniana de Járkov) y Aleksandr Luria, un neuropsicolólogo que desarrollaría el primer polígrafo o detector de mentiras.
Luego del XX Congreso del PCUS
Las condiciones para la realización de trabajos o investigaciones filosóficos más o menos libres mejoraron, luego del XX Congreso del PCUS, en particular luego del posteriormente famoso discurso secreto pronunciado por el líder soviético Nikita Jrushchov el 25 de febrero de 1956, en el que criticó en términos bastante severos al régimen excesivamente personalista del fallecido Iósif Stalin.
No obstante, este relativamente efímero “deshielo cultural filosófico” se daría solamente en las afueras o áreas exteriores de la filosofía oficial soviética, sin tocar su por entonces inamovible núcleo ideológico marxista-leninista: la relacionada a las ciencias naturales (B. Kedrov, I. Frolov), la teoría de la percepción y de la gnoseología (P. Kopnin, V. Lektorsky, M. Mamardashvili, E. Ilyenkov), la historia de la filosofía (V. Asmus, A. Losev, I. Narski), la ética (O. Dobronitski), la estética (M. Kagan, L. Stolovitsh), la lógica (G. Shtshedrovitski, A. Zinovyev) y la semiótica y las teorías de sistemas (V. Sadovsky, Y. Lotman; éste último fue el fundador de la publicación Sign Systems Studies, la más antigua de las especializadas en ese campo de estudio).
Las obras del joven Marx, como sus “Manuscritos económicos y filosóficos de 1844”, que habían sido inicialmente publicados en la Unión Soviética en 1932 pero que posteriormente fueron censuradas por el régimen de Iósif Stalin (debido a su incompleto rompimiento con el idealismo alemán), también comenzaron a ser debatidos durante este período de relativa liberalización.
Por su parte, Vasily Nalimov (1910-1997) estaba principalmente interesado en la filosofía de la probabilidad, y en sus manifestaciones biológicas, matemáticas y lingüísticas. También estudió los roles del gnosticismo y del misticismo en la ciencia. Nalimov is usualmente considerado como quien propuso el concepto de índice de citación.
Publicaciones y propaganda
El régimen soviético publicó enormes tiradas o volúmenes de material marxista-leninista, no sólo para difundir su ideología (junto a sus pretendidas justificaciones) dentro de su propio territorio, sino también a través del mundo entero. Para cumplir con ese propósito, existía una Editorial de Lenguas Extranjeras, abocada a la traducción de libros y obras originalmente publicados, sobre todo, por la Casa Progreso. Tanto es así que según el Libro Guinness de récords mundiales, Vladímir Lenin llegaría a ser el autor traducido a más idiomas, siendo sólo superado por la Biblia. Por otra parte, en general no se solía recurrir a la siempre deseable revisión por pares respecto de los artículos filosóficos editados en publicaciones académicas.
La así llamada “moral comunista” era una parte importante de la filosofía dentro de la Unión Soviética. Se trataba de una nueva moral atea, destinada a inhibir las tradicionales defensas rusas contra lo que tradicionalmente solía ser definido como “el mal”. Según Lenin y su sucesor Iósif Stalin, la moralidaddebía estar subordinada a la ideología marxistas de la denominada “revolución proletaria” (o de como ellos interpretaban que debía caracterizara ésta última). Negando la tradicional moral cristiana de la Iglesia Ortodoxa Rusa, escribieron de una manera peligrosamente pragmática “lo que es útil para nosotros es moral, lo que nos es dañino, es inmoral. La moralidad es una herramienta de la lucha de clases”. Los miembros del PCUS y de la juventud del Partido, el Komsomol eran educados para aceptar esa posición o postura ideológica, y actuar conforme a ella.
Bibliografía
- Evald Vasilievich Ilyenkov, Obras de Evald Vasilevich Ileynkov, en el sitio 'w'eb recopilatorio www.marxists.org.
- Eesti Entsüklopeedia (Encicplopedia estonia), X kd sub Venemaa.
- Valentin A. Bazhanov, Filosofía en la Rusia post-soviética (1992-1997): Trasfondo, estado presente y perspectivas, Estudios sobre el epnsamiento europeo occidental, 1999, vol. 15, N 4, páginas 1-23.
Véase también
- Antirrevisionismo
- Dialéctica
- Estalinismo
- Filosofía marxista
- Investigación reprimida en la Unión Soviética
- Maoísmo
- Marxismo
- Marxismo-leninismo
- Marxismo occidental
- Materialismo dialéctico
- Materialismo histórico
- Mecanicismo
- Revisionismo
- Teoría de la actividad
Referencias
- Todo o parte de este artículo fue creado a partir de la traducción del artículo Philosophy in the Soviet Union de la Wikipedia en inglés, bajo licencia Creative Commons Compartir Igual 3.0. y GFDL.
- ↑ Leninist dialectics and metaphysics of positivism (“Dialéctica leninista y metafísica del positivismo”), 1979.
Enlaces externos
- Extractos de Consciousness and revolution in Soviet philosophy, from the Bolsheviks to Evald Ilyenkov (“Conciencia y revolución en la filosofía soviética, desde los bolcheviques hasta Evald Ilyenkov”, David Bakhurst, 1991.
- "Marxism-Thaxis" – Los mecanicistas contra los dialécticos en la filosofía soviética temprana.
- Russian and Soviet women's studies - Religion and philosophy (“Estudios rusos y soviéticos sobre la mujer – Religión y filosofía”).
- Gallery of Russian thinkers (“Galería de pensadores rusos”), editada por Dmitry Olshansky.
- La filosofía bolchevique (en 3 volúmenes), por Víktor Ovcharenko.
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