- Campaña de Tarapacá
-
Campaña de Tarapacá
Campaña de Tarapacá
Campaña de Tarapacá de la obra de Clements MarkhamFecha Abril a Diciembre de 1879 Lugar Departamento de Tarapacá (Perú) Resultado Victoria Chilena. Dominio chileno de la provincia de Tarapacá. Beligerantes Ejército de Chile Ejército de Bolivia
Ejército de PerúComandantes Justo Arteaga, Erasmo Escala Juan Buendía Campaña de TarapacáPisagua · Germania · San Francisco · Tarapacá · Tambillo La Campaña de Tarapacá corresponde a la primera fase de la campaña terrestre de la Guerra del Pacífico, y abarca las operaciones militares entre noviembre y diciembre de 1879.
Contenido
Misiones de paz
Desde el inicio del conflicto, los diplomáticos sudamericanos, europeos y estadounidenses ofrecieron sus oficios para conversaciones de paz. El pedido del Perú y Bolivia era la desocupación del territorio ocupado por Chile. El gobierno de Chile no acepta desocupar Antofagasta y los recursos que explotaba.
Los Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania no logran conformar un bloque mediador para el conflicto. William Evarts, secretario de estado del presidente estadounidense James Garfield responde a los embajadores británico y alemán en Estados Unidos que Este gobierno no mira con favor ningún esfuerzo prematuro ni en conjunto con otras potencias neutrales que puedan llevar la impresión de coercionar o dirigir con prepotencia los derechos de los beligerantes, influenciado por la doctrina Monroe y la política de no intervención.
Las naciones sudamericanas también ofrecen sus oficios. Brasil se ofrece como mediador pero es rechazado. El presidente de Ecuador, General José María Urbina, realiza diversos viajes a los países en conflicto y termina su misión cuando Chile no acepta el pedido de los aliados de retornar las fuerzas como se encontraban antes del conflicto. Colombia también envía al diplomático Dr. Pablo Arosemena y termina sus oficios en octubre de 1879 al pedido de Bolivia por reocupar Antofagasta, lo cual es rechazado por Chile.
El embajador estadounidense en Bolivia, Judge Pettis, se entrevista en Santiago con el ministro de relaciones de Chile y el embajador estadounidense en Santiago, Thomas A. Osborn. Sin embargo, el mismo requerimiento ya antes rechazado por Chile termina las negociaciones.
Acciones militares previas
Luego de que la marina del Perú perdiera el monitor Huáscar en el Combate Naval de Angamos, el mando chileno decidió dar inicio a la campaña terrestre con la invasión del Departamento de Tarapacá. Diversos países de América ofrecieron sus oficios para mediar en el conflicto, pero Chile no acepta desocupar la región de Antofagasta por lo que la guerra continúa. El gobierno chileno decide invadir Tarapacá para apropiarse de las salitreras peruanas y solventar los gastos de la guerra.[1] La preparación administrativa de la campaña chilena estuvo en manos del Ministro de Guerra Rafael Sotomayor Baeza.
El Departamento de Tarapacá a su vez estaba defendido por una fuerza aliada.
Dada la concentración del ejército aliado tanto en Iquique por el sur como en Tacna el Ministro de Guerra chileno, Rafael Sotomayor, decidió que se desembarcaría en el puerto de Pisagua, localizado entre ambas concentraciones aliadas, con el fin de cortar las comunicaciones entre Iquique y Tacna.
La costa peruana era amplia y resultaba imposible defender cada puerto. Chile decide incursionar en el pequeño puerto de Pisagua. Dicho puerto se encontraba defendido por una guarnición fuerte en 1.300 soldados, de los cuales 800 corresponden a los batallones Independencia y Victoria, pertenecientes a la división del General Pedro Villamil y comandados por los coroneles bolivianos Juan Granier y Pablo Vargas, y unos 500 guardias nacionales dirigidos por el Coronel Isaac Recavarren.[2]
Fuerzas Enfrentadas
Ejército Aliado
Organización
El 4 de abril el presidente Prado nombró Jefe del Ejército del Sur al coronel Juan Buendía y como Jefe del Estado Mayor General, al coronel Pedro Bustamante quienes llegaron a Iquique el 13 de abril.
Bustamante se enfermó y renunció, asumiendo la Jefatura el anciano coronel Antonio Benavides, Sub Jefe de Estado Mayor, pero él también renunció a comienzos de junio de 1879, ofreciéndose la Jefatura al coronel Manuel de La Cotera que tenia el mando de la División Vanguardia, La Cotera era rival político del Buendía, por lo que renunció al ejército y regresó a Lima.
El coronel Justo Pastor Dávila, Prefecto de Iquique, tomó el mando de la División Vanguardia. El nuevo prefecto de Iquique fue el coronel Ramón López Lavalle. Fue en esta situación que se nombró al coronel Belisario Suárez, hasta entonces, Comandante General de la 2ª División, como Jefe del Estado Mayor General. El mando de la 2ª División lo asumió el coronel Andrés Avelino Cáceres.
El coronel Alejo Besada, Comandante General de la 3ª División y Prefecto de Arequipa al estallar la guerra, falleció el 18 de mayo El mando de esa División lo asumió el coronel Francisco Bolognesi.
El presidente Mariano Ignacio Prado, decidió reemplazar al coronel Buendía por el coronel Fermín del Castillo en el puesto de General en Jefe, pero había sido, en el pasado, rival político del Ministro de Guerra y Marina Manuel de Mendiburu, por lo que el general Buendía permaneció en su puesto. El 11 de mayo, el Congreso nombró al Presidente Prado como Director de la Guerra y el 19 de mayo arribó a Arica. El Presidente Prado estuvo en Iquique desde el 25 de mayo hasta el 2 de junio, cuando viajó por tierra a Pisagua y de ahí se embarcó en bote, arribando al puerto de Arica el 4 de junio. El Presidente de Bolivia Daza, estuvo en Pisagua, visitando sus tropas, el 23 de julio.
La unidad de infantería era el batallón, que se dividía en compañías cuyo número variaba de 4 a 6 en cada batallón; también habían columnas, que eran batallones incompletos, divididos en 2 compañías. La unidad de caballería era el regimiento, dividido en dos escuadrones; habían también escuadrones sueltos. Sólo el ejército peruano tenía artillería, que estaba al mando del coronel Emilio Castañón y dividido en 3 brigadas o baterías. El ejército aliado se regía por las viejas ordenanzas españolas.
Las divisiones peruanas agrupaban 2 batallones con otras columnas o cuerpos de caballería. Las divisiones bolivianas agrupaban 2 brigadas, formada por 2 batallones cada una, además de cuerpos de caballería en la 1ª División.
Los batallones peruanos del ejército de línea eran Zepita N°2, Ayacucho N°3, Cazadores del Cuzco N°5, Puno N°6 y Cazadores de la Guardia N°7. El Dos de Mayo y el Lima N°8 eran cuerpos de artillería y de infantería de marina respectivamente, que habían pasado a la infantería del ejército. Los demás batallones peruanos eran reclutas recientes, provenientes de los lugares del nombre del batallón o columna, siendo la excepción columna Loa, formada por bolivianos residentes en Iquique.
Todos los batallones bolivianos eran reclutas de reciente formación, los batallones de línea estaban en Arica. La tropa de los batallones provenía de los lugares del nombre del batallón.
La caballería de línea peruana eran los regimientos Húsares de Junín N°1 y Guías N°3. El escuadrón Castilla estaba formado por jinetes reclutas de Tarapacá.
La caballería de línea boliviana era el regimiento Bolívar, mientras el escuadrón de Franco Tiradores eran jinetes reclutas.
Armamento
Un grave problema del ejército aliado era el armamento.
El ejército peruano contaba con una gran variedad de rifles de diferentes sistemas. Al 1 de mayo tenía 952 fusiles Comblain, 1.359 Chassepot, 1.654 Peruanos[3] y 209 carabinas Henry; las municiones para estos ascendían a sólo 441.010 tiros.[4] Para noviembre habían otros sistemas: Minié, Peabody Martini y Chassepot reformado a cartucho metálico. Cada batallón peruano contaban con diferente armamento pero se fueron uniformando conforme pasaba el tiempo y luego, se intentó uniformar el armento por División, tal como los demuestra el Presidente Prado al escribir:
...ya que no nos es posible igualar como quisiera, todo el armamento del ejército, por lo menos, es necesario procurar su uniformidad por divisiones. En tal virtud mandaré por el primer transporte 740 rifles Peabody, para armar con ellos a los batallones N° 5 y 7 de la primera división; el armamento Comblain del 5 debe entregarse al regimiento "2 de Mayo", quedando así uniformada la segunda división; el Winchester del 7, se distribuirá entre el regimiento Guías y Húsares; el armamento del "2 de Mayo", servirá para uniformar la tercera división y el que se recoje de éste servirá para la columna Nacionales de Tarapacá y para mandar a Pisagua. Con las carabinas peruanas sobrantes se uniformará a toda la fuerza de artillería.[5]La gran cantidad de diversos sistemas de rifles para la infantería peruana, complicaba el amucionamiento. El batallón N°7 tenía 180 tiros por plaza, pero la columna Loa tenía 20 tiros por plaza.[4]
La infantería boliviana llegó a Perú con armamento anticuado o desarmado. En Perú recibieron los fusiles Remington adquiridos en Estados Unidos.
La caballería peruana tenía caballos de poca alzada y viejos, pues no se compraban nuevos desde 1869. Los caballos bolivianos estaban en la misma situación. Tampoco habían suficientes caballos, pues varios jinetes peruanos y bolivianos estaban desmontados. La caballería peruana estaba armada con carabinas Winchester y sables, mientras la boliviana sólo con carabinas Remington.
La artillería peruana del ejército tenía 12 cañones Blakely: seis de a 9, cuatro de a 8 y dos de a 4 pdr. La artillería de costa eran dos cañones Parrott de a 100 pdr en Pisagua y dos Parrott de a 300 pdr y dos de a 150 pdr en Iquique. Los artilleros estaban armados con carabinas peruanas.
Concentración en Tarapacá y Tacna
Las primeras tropas peruanas arribaron a Iquique el 11 de marzo de 1879 en el transporte Limeña. La mision estaba al mando del coronel Manuel Velarde junto a 1.500 soldados, conformado por los batallones Cazadores del Cuzco N°5 y Cazadores de la Guardia N°7 y una batería de artillería de montaña. Descargo suministros militares en Iquique y Arica.
Debido a la declaración de guerra de Chile al Perú el 5 de abril, la escuadra chilena bloqueó Iquique y el transporte Chalaco tuvo que desembarcar las tropas destinadas para ese puerto, en Pisagua. El 6 de abril, el Chalaco desembarcó en Pisagua a la general de brigada Manuel G. de La Cotera y al batallón Puno N°6, además de media batería de artillería de montaña. El 15 de abril, el Chalaco desembarcó en Pisagua al batallón Lima N°8, media batería de artillería, mil hombres de guardia civil de Arequipa y de Puno, al general de división Juan Buendía y a su Estado Mayor. Los batallones Puno N°6 y Lima N°8 formaron la División Vanguardia del Ejército del Sur al mando del general La Cotera.
Se formó en abril en Arica y Tacna, una fuerza de gendarmes, guardias nacionales y celadores de 920 hombres.
El ejército de Bolivia arribó a Tacna el 30 de abril, al mando de su Presidente, capitán general Hilarión Daza. Estaba compuesto por 5.900 hombres y formado por la Legión boliviana y 3 divisiones. La 4ª División boliviana llegó recién el 29 de junio.
La 1ª División boliviana, al mando del general de brigada Carlos de Villegas, viajó por tierra a Tarapacá, partiendo el 15 de mayo de Arica. El 22 de mayo, el Chalaco desembarcó en Iquique una batería peruana de artillería. El mismo transporte desembarcó el 25 al batallón boliviano Victoria de 500 plazas. El 25 de mayo, el transporte Oroya desembarca en Pisagua al batallón Olañeta de 600 plazas.
En julio se organiza en Tarapacá la 5ª División del Ejército del Sur con los guardias nacionales locales, al mando del coronel Miguel Ríos.
El transporte Oroya desembarcó el 2 de julio en Arica al batallón N°9 del coronel Belisario Barriga y el 4 de julio, desembarcó en Pisagua a 2 mil bolivianos de la 3ª División boliviana, al mando del general de brigada Pedro Villamil. El mismo transporte, el 10 de julio, desembarcó en Arica al batallón Victoria de 750 plazas. El 30 de julio, el transporte Rímac desembarcó al batallón Arequipa en Arica.
El 11 de septiembre, el transporte Chalaco desembarcó en Iquique a 132 voluntarios de Puno para llenar las bajas del ejército peruano.
El transporte Rímac desembarcó en Iquique el 30 de septiembre a la División Exploradora ó 6ª División peruana del Ejército del Sur, al mando del general de brigada Pedro Bustamante.
No se sabe la fuerza boliviana disponible porque no informaba de sus bajas. En Arica estaba la 2ª y la 4ª División boliviana, unos 3 mil hombres en total, al mando del Presidente Hilarión Daza. Entre Potosí y Tarija estaba formándose la 5ª División boliviana al mando del general Narciso Campero, con unas 1.700 plazas.
Además de estas tropas, estaban los 200 guardias nacionales en Pisagua que estuvieron al mando del teniente coronel Isaac Recavarren.
En septiembre llegaron a Arica tropas peruanas de Cusco y Puno, y el 12 de noviembre desembarcó una División venida de Lima al mando del coronel César Canevaro. Con estos refuerzos, la fuerza efectiva del ejército peruano en Arica llegó a tener 47 jefes, 304 oficiales y 4.260 de tropa.
Ejército chileno
Concentración en Antofagasta
Después de la ocupación de Antofagasta, se inició la concentración del ejército chileno en el ocupado litoral boliviano.
El 23 de febrero de 1879 llegó el batallón 2° de Línea en el transporte Rímac de la CSAV, y el 28 de febrero, el 3° de Línea, una compañía del 4° de Línea, un escuadrón de Cazadores a caballo y 100 gendarmes en los transportes Limarí y Santa Lucía, el primero fletado a la CSAV y el segundo, recién comprado; además que llegaron rifles para armar a los chilenos residentes y formar batallones de cívicos (llamado también Guardia Nacional o milicias armadas). En marzo llegaron los batallones , Artillería de Marina, una compañía del regimiento de Artillería, un escuadrón de Cazadores a caballo y una compañía de policía. El ejército en Antofagasta estaba al mando del coronel Emilio Sotomayor Baeza y además de 1.500 hombres del ejército de línea, habían 2.500 hombres en los batallones cívicos de Antofagasta. El Ministro de Guerra y Marina, coronel Cornelio Saavedra, ordenó la ocupación de Tocopilla y Cobija, que lo realizó la marinería de los buques el 21 de marzo.
El 13 de marzo el coronel chileno Cornelio Saavedra solicta al presidente Pinto ocupar mas allá del paralelo 23. Pinto lo autoriza. Con ello el coronel Sotomayor parte hacia Cobija, Tocopilla y Calama. La concentración de tropas chilenas muy cercanas a Tarapacá y la negativa chilena en desocupar Antofagasta inician en el Perú los aprestamientos militares.
Se mandó formar una brigada de artillería en Antofagasta bajo la base de la 2ª compañía de la 2ª batería del regimiento existente en Santiago de Chile y se le puso al mando del teniente coronel José Velásquez Bórquez. El 20 de junio llegaron en el vaporcito Santa Lucía, 200 artilleros veteranos del antiguo regimiento acantonado en Santiago y Valparaíso.
El 28 de abril arribó a Antofagasta un convoy que llevaba el 2.700 hombres para el Ejército del Norte, con los batallones Zapadores, Navales, Valparaíso, Búlnes, Chacabuco y el regimiento de Cazadores. Hasta entonces, el ejército, de 4.480 hombres, estaba compuesto por los regimientos Buín 1° de Línea, 2° de Línea, 3° de Línea, 4° de Línea, batallón Artillería de Marina, una brigada de artillería, un escuadrón de Cazadores y otro de Granaderos, y distribuido en Calama, Caracoles, Carmen Alto, Quillagua, Cobija, Tocopilla y Antofagasta.
El 19 de mayo zarpó de Valparaíso un nuevo convoy con los segundos batallones de Chacabuco, Navales y Zapadores, el regimiento Santiago y 1.200 reclutas, casi 4 mil hombres. Los transportes Rímac, Itata, Huanay y Valdivia arribaron el 22 de mayo y al día siguiente empezaron a desembarcar las tropas.
El 20 de julio zarpó de Valparaíso en el transporte Rímac el escuadrón Carabineros de Yungay N°1, en convoy con el transporte Paquete de Maule, que llevaba parte de los caballos del escuadrón, reclutas y víveres. El Paquete de Maule arribó a Antofagasta el 23 de julio pero el Rímac fue capturado ese día por los buques peruanos Unión y Huáscar.
El 5 de septiembre el Itata desembarcó al regimiento Santiago en Tocopilla.
El 20 de septiembre zarpó de Valparaíso un convoy con parte del Ejército de Reserva, al mando del general de brigada José Antonio Villagran y con el coronel Raimundo Ansieta como Jefe de Estado Mayor, arribando a Antofagasta el 26. Eran 7 transportes custodiados por 3 buques de guerra que llevaban cerca de 5 mil hombres. El resto del ejército de reserva zarpó de Valparaíso en 3 transportes el 12 de octubre y arribó el 15 a Antofagasta; estaban los batallones Atacama y 1° de Coquimbo, el escuadrón Cazadores del Desierto y en Coquimbo se embarcó el regimiento Lautaro. Se concentró en Antofagasta un ejército entre 16 y 17 mil hombres para el 15 de octubre.[6]
Casi todo el ejército chileno estaba en Antofagasta. En Tocopilla estaba el regimiento Santiago, mientras en Mejillones estaban los regimientos Chacabuco y Zapadores.
Organización
Después que Chile declaró la guerra, el 8 de abril de 1879 se nombró al general de división Justo Arteaga, General en Jefe del Ejército del Norte, y a los generales de brigada Erasmo Escala y Manuel Baquedano, Comandante general de la Infantería y Comandante general de la Caballería respectivamente. El convoy arribó a Antofagasta el 28 de abril y el coronel Sotomayor entregó el mando del ejército
El 10 de abril fue nombrado Jefe del Estado Mayor del ejército de operaciones, el general de brigada José Antonio Villagrán Correas, pero sólo estuvo unos días de junio en el ejército. Como Jefe del Estado Mayor, el Ministro de Relaciones Exteriores, Domingo Santa María, nombró al coronel Sotomayor.
El 18 de julio renunció al mando del ejército el general Arteaga y para ese puesto fue nombrado el general Escala, pero no se volvió a nombrar a nadie para el Comando de la Infantería, que hasta entonces la ejercía el general Escala.
La unidad de infantería era el regimiento, que se dividía en dos batallones de 4 compañías cada uno. También habían batallones sueltos. La unidad de caballería era el regimiento, dividido en dos escuadrones. La artillería se agrupaba en un regimiento. El ejército se regía por ordenanzas inglesas.
Los cuerpos de infnatería del ejército de línea eran el Buín 1° de Línea, 2° de Línea, 3° de Línea, 4° de Línea, Zapadores y Artillería de Marina. El 26 de marzo fueron elevados a regimientos los cuerpos de línea fusionándose con los batallones de cívicos. Las municipalidades de Valparaíso y Santiago de Chile movilizaron los cuerpos de policía de ambas ciudades (6 y 12 de abril), y se convirtieron en los batallones Valparaíso y Bulnes. Una de las brigadas cívicas de Santiago se convirtió en el batallón movilizado Chacabuco y en Valparaíso se formó los Navales. En mayo se formó el batallón Lautaro, formado por repartriados de Perú, elevado a regimiento el 5 de junio. En la capital se crearon los regimientos Santiago, Esmeralda y Valdivia. Los demás regimientos eran reclutas que provenían de los lugares del nombre del batallón.
La caballería de línea eran los regimientos Cazadores a Caballo y Granaderos a Caballo. El escuadrón Cazadores del Desierto se formó por un grupo de entusiastas franceses y el regimiento Carabineros de Yungay eran reclutas de Santiago.
El 24 de abril se formó el batallón de Artillería de Línea, del Ejército de operaciones en el Norte (que después recibió el Nº 2 del arma), tomando como base las compañías de la Brigada de Artillería ya existentes allá.
Armamento
El ejército chileno se destacaba por la uniformidad de su armamento. La infantería utilizaba solo el fusil Comblain II con 2.049.000 tiros en el parque a fines de abril. La caballería estaba armada con el Winchester mod. 1866, sables y buenos caballos. La artillería también utilizaba el Winchester 1866.
La artillería contaba en mayo con 24 piezas: 12 cañones Krupp de montaña, 4 Krupp de campaña, 6 cañones de bronce franceses y 2 ametralladoras Nordenfeldt. Luego, el ejército se reforzó con 14 Krupp de campaña. Además, el Ejército de Reserva contaba con cañones de bronce.
Planes de Operaciones
Planes de los Aliados
Desde un inicio, el plan de los aliados fue ocupar Tarapacá, Arica y Tacna para evitar una posible invasión chilena. Siempre fue un plan defensivo, nunca se planeó una invasión a Antofagasta o a algún territorio chileno.
En noviembre, el ejército aliado al mando del general Buendía tenía la siguiente distribución en Tarapacá: en Iquique, Cuartel General, 1ª y 5ª División peruanas; en el Molle, 10 Km al sur de Iquique, la 2ª y 3ª División peruanas; en La Noria, 50 Km al este de Iquique, las Divisones Vanguardia (4ª) y Exploradora (6ª); en Monte Soledad, 41 Km al norte de Quillahuasa, 800 hombres de la División Exploradora y 50 jinetes de los Húsares; en Chucumata, Patillos, Pabellón de Pica y Guanillos, entre 42 y 140 Km al sur de Iquique, destacamentos de la 1ª División boliviana; en Pisagua, en Mejillones del Perú, Agua Santa y Germania, destacamentos de la 3ª División boliviana.
Planes de Chile
Cuando el 28 de marzo el Concejo de Estado se decidió por ir a la guerra, se ideó un plan de ataque que debía aplicarse apenas se declarase la guerra, que consistía en hundir a la escuadra peruana en el Callao y ocupar Iquique con el ejército que se tenía en Antofagasta. Como no se llevó a cabo el plan de ataque sobre el Callao, no se ocupó Iquique.
El Presidente de Chile, Aníbal Pinto, realizó una Junta de Guerra el 8 de abril y se acordó invadir Tarapacá y enviar el 28 de abril un convoy a Antofagasta, junto con el General en Jefe Arteaga, para reforzar el Ejército del Norte. El general Artega estaba resuelto desembarcar en Iquique con 8 mil hombres, para lo cual se enviaría un refuerzo de 2.500 hombres el 22 de mayo, y el 10 de mayo pidió un adicional de 1,5 millones de tiros Comblain de los que ya habían, para tener un promedio de 400 tiros por rifles, pero no se pudo reunir más de 500 mil tiros, de tal manera que no había más de 250 tiros por rifle, por lo que el general Arteaga se negó a emprender campaña.
El Concejo de Ministros en sesiones del 10 y 16 de junio, pensó invadir el departamento de Moquegua, porque el ejército peruano había sido reforzado por el boliviano en Tarapacá. La idea era desembarcar 10 mil hombres cerca a Arica, atacar Tacna, mantener bloqueada la costa sur peruana y encerrar el ejército aliado en Tarapacá. También el general Arteaga estaba de acuerdo con la campaña a Moquegua, pero el 17 de junio llegó a Santiago el boliviano René García Moreno con las noticias de que el Presidente Daza de Bolivia estaría dispuesto a romper la alianza con Perú si le apoyaban en la ocupación de Arica; el gobierno chileno cambió su posición y se decidió nuevamente por la campaña sobre Tarapacá porque una campaña sobre Moquegua afectaría las relaciones con Bolivia. También se desechó al campaña sobre Lima.
El 28 de junio, se realizó en Antofagasta una Junta de Guerra presidida por el Ministro de Relaciones Exteriores Domingo Santa María y en donde el general Arteaga se sintió ofendido porque era el único militar. Se decidió por la campaña sobre Tarapacá para apoderarse del guano y salitre que era el principal recurso peruano y derrotar al ejército de línea peruano. El Concejo de Ministros que se realizó en Santiago entre el 5 y 7 de julio se debatieron las razones que aconsejaban invadir Tarapacá antes que Tacna o Lima, decidiéndose también por al cmapaña a Tarapacá. Nuevamente, arribó a Antofagasta el Ministro de Relaciones Exteriores Santa María, el 17 de julio, esta vez como Delegado nombrado por el Presidente Pinto, con superioridad en el ejército, por lo que el general Arteaga renunció al puesto de General en Jefe del Ejército del Norte el 18 de julio, siendo reemplazado por el general Escala.
La captura del vapor Rímac hizo que se decidieran no emprender la campaña a Tarapacá hasta que zarpara una expedición naval a capturar o hundir al monitor Huáscar. Se decidió que se prepare la campaña sobre Tarapacá desde el 10 de octubre aún si no se lograba dar caza al Huáscar. Se pensaba exigir Tarapacá como garantía de una indenmización de guerra. El Presidente Pinto autorizó al Ministro de Guerra y Marina en campaña, Rafael Sotomayor, a decidir el punto de desmbarco. Él estaba indeciso entre Pisagua o Patillos, pero los resultados del combate naval de Angamos hizo que se decidiera por Pisagua.
A partir del 19 de octubre, empezó a embarcarse parte del Ejército chileno, zarpando el 28. las fuerzas embarcadas en el convoy eran los siguientes:[7]
Cuerpos Hombres Caballos Cuartel General y Estado Mayor 80 Regimiento Buín 1° de Línea 1100 5 Regimiento 2° de Línea 950 6 Regimiento 3° de Línea 1100 5 Regimiento 4° de Línea 900 3 Regimiento Zapadores 400 5 Regimiento Artillería de Marina 800 Batallón de Artillería Naval o Navales 650 Batallón Atacama 590 3 Batallón Bulnes 500 Batallón Coquimbo 500 2 Batallón Chacabuco 600 3 Batallón Valparaíso 300 Regimiento de Artillería N°2 750 208 Regimiento Cazadores a Caballo 395 429 Jornaleros, obreros 100 Mulas de municiones 9 A estas tropas debía unírseles los regimientos Santiago, Esmeralda y Granaderos a Caballo, con lo cual el Ejército del Norte se elevaría a 12 mil hombres.
Operaciones bélicas
Combates en Chiuchiu
Las primeras operaciones bélicas comenzaron en el desierto de Atacama, terrotorio boliviano ocupado por Chile.
El sargento mayor José María Soto, gobernante militar de Calama, salió a expedicionar con 25 jinetes de Cazadores a Caballo sobre Canchas Blancas, lugar con caminos a Oruro y a Potosí. En los primeros días de agosto, en los alrededores de Chiuchiu, frontera entre Bolivia y Perú, capturó 53 toros provenientes de Salta, que iban dirigidos al ejército aliado en Tarapacá, además de 42 asnos y 259 mulas. Hubo varias escaramuzas con los campesinos del lugar porque les quitaban sus animales,[8] ocasionando la muerte de 5 pobladores y un jinete chileno.
El 27 de octubre, las fuerzas de Soto tomaron 77 toros y después entablaron una escaramuza con fuerzas peruanas.
Combate de Río Grande
Algunos bolivianos mal armados, al mando de Toribio Gómez y Jaime Ayo, hacían incursiones en los alrededores de San Pedro de Atacama. El sub delegado chileno de San Pedro, Ignacio Toro, salió en una expedición con el alférez José Miguel de los Ríos que estaba al mando de 25 Cazadores a Caballo. Entablaron un combate con fuerzas bolivianas en Río Grande, ocasionando la muerte de 13 bolivianos, incluyendo al capitán Ayo, teniendo los chilenos 5 heridos. Los chilenos tomaron también 200 corderos, 160 cabras y 20 asnos.
Combate de Quillagua
En cumplimiento de las ordenes dadas por el alto mando peruano, el coronel Belisario Suárez practicó a fines de septiembre, un reconocimiento sobre el río Loa con 32 jinetes del Húsares de Junín. En su retirada el 10 de octubre, la cabllería peruana sostuvo algunas escaramuzas con fuerzas chilenas del regimiento Cazadores a Caballo la más importante de las cuales tuvo lugar en las cercanías del Monte Soledad, trabándose un victorioso combate para los peruanos en el que las bajas chilenas fueron 2 muertos, 1 herido y 9 prisioneros; el botín tomado por Suarez consistió en 10 sables corvos, igual número de carabinas remington y 11 bestias. Las bajas peruanas se limitaron al alférez de húsares N. Moyano quien resultó herido.
Combate de Pisagua
El desembarco chileno en Pisagua ocurrió el 2 de noviembre de 1879, cuando tropas chilenas ingresan en territorio peruano. La operación culminó con la ocupación chilena de Pisagua, pese a la defensa de los aliados.
La victoria chiena dificultó las comunicaciones entre Tacna e Iquique. Además los chilenos instalaron máquinas resacadoras de agua y descargaron la logística necesaria para mantener sus fuerzas.
El 5 de noviembre, sale desde Pisagua el Teniente Coronel de la Guardia Nacional José Francisco Vergara comandando dos escuadrones del Regimiento de Caballería Cazadores a Caballo, mientras que las tropas del General Buendía se retiran a Pozo Almonte, dejando un destacamento para proteger la retirada. Las avanzadas de ambas fuerzas se encuentran en Germania el 6 de noviembre.
Combate de Germania
Al amanecer del 6 de noviembre, los jinetes chilenos divisan dos escuadrones de caballería aliados, sumando 94 hombres: los Húsares de Junín y los Húsares de Bolivia; liderados respectivamente por el Teniente Coronel José Buenaventura Sepúlveda y el Capitán boliviano Manuel María Soto. Las tropas aliadas llegan a Germania cerca de las 15:00. Sepúlveda dispuso que tanto animales como soldados descansaran, para continuar hacia Negreiros en la noche. Poco hacía que los aliados reposaban en Germania, cuando sonó la alerta, puesto que se acercaba un pelotón chileno de avanzada. Se produjo un breve intercambio de disparos, y aparecieron por los flancos el resto de fuerzas de Vergara.
Ambos bandos traban combate, en el cual la caballería chilena rompe el centro de la formación aliada y separa sus fuerzas, dirigiéndose los jinetes peruanos hacia el norte, mientras que los bolivianos lo hacen hacia el sur. Los Cazadores a Caballo salen en persecución de sus contrincantes, rodeándolos y causando grandes bajas.[9] La caballería aliada perdió cerca de 90 hombres, incluyendo al Comandante Sepúlveda. Los jinetes chilenos cuentan 3 muertos y 6 heridos.
Al día siguiente sale con destino a Dolores un destacamento chileno compuesto por los regimientos "Buin" 1º de Línea y 4º de Línea, los batallones cívicos Atacama y Coquimbo más una batería de artillería, sumando unos 3.500 efectivos. El 8 son despachados los batallones Naval y Valparaíso, más el Regimiento 3º de Línea y otra batería de artillería, fuerte en 2.200 soldados,[9] reuniéndose en San Francisco el 10 de ese mes.
Por su parte, el ejército aliado sale el 5 de noviembre con destino a Pozo Almonte, donde a partir del 6 concentra nuevamente sus fuerzas, engrosadas con elementos dispersos desde el desembarco chileno en Pisagua. El 13, salen de Pozo Almonte y marchan hacia Agua Santa, llegando cuatro días después. Durante el trayecto, las tropas fueron constantemente asediadas por la escasez de suministros. Desde Agua Santa se dirigen a Negritos, lugar desde el cual salen el 18 con destino a Dolores.[2] Las fuerzas chilenas en Dolores se fortifican en el cerro San Francisco, ya que una avanzada del regimiento Cazadores a Caballo encuentra a las tropas aliadas en Negritos.[10] En la noche del 18 de noviembre, el General Buendía y sus oficiales planean el avance hacia Dolores, dividiendo su fuerza de 7.400 soldados en 3 grupos comandados por él mismo, y los coroneles Andrés Cáceres y Manuel Suárez. Al realizar sus movimientos, el ejército aliado no ataca inmediatamente, esperando las tropas de Daza que nunca llegarían, pues éste se había devuelto a Arica.
Batalla de Dolores
El 19 de noviembre de 1879, un confuso incidente detona la batalla. Las 3 columnas aliadas salen con dirección al cerro San Francisco, siendo las que atacaban por los flancos a la posición chilena neutralizadas por el fuego de fusilería y artillería.[10] No obstante, la columna que cargó directamente hacia el cerro, sale del ángulo de tiro de los cañones chilenos, logrando llegar con pocas bajas hasta la batería del Sargento Mayor Salvo, la cual en un error de disposición de tropas no se encontraba defendida por infantería. Así, los batallones Puno, Olañeta, Illimani y Ayacucho, dirigidos por el Teniente Coronel Ladislao Espinar llegan hasta los cañones, los que son defendidos por sus mismos servidores, mientras que Salvo llamaba por refuerzos. Éstos llegaron materializados en 2 compañías del Batallón Atacama, las cuales en conjunto con los sobrevivientes de la unidad de Salvo rechazan a los atacantes. Los aliados, habiendo recibido el refuerzo del Batallón Dalance se lanzan nuevamente en pos de los cañones. Nuevamente sobrepasados, los defensores chilenos cedían terreno hasta que fueron reforzados por el Batallón Coquimbo, para así rechazar definitivamente a los atacantes con una carga a la bayoneta.[10] Los batallones aliados se retiran del campo de batalla sin ser perseguidos por su contraparte chilena.
Ocupación de Iquique
El 23, la Armada de Chile ocupa el puerto de Iquique. El Ministro Sotomayor desembarca y toma posesión de la ciudad. En esta ciudad continuaban prisioneros los marinos de la Esmeralda que lucharon en el Combate Naval de Iquique, el 21 de mayo. Es designado como Comandante de Armas de la ciudad el Capitán de Navío Patricio Lynch. Además se localizan las sepulturas del Capitán Prat, del Teniente Serrano y del Sargento Aldea, que habían sido enterrados en tumbas anónimas para prevenir el saqueo de sus sepulturas.[9]
El 24 de noviembre, sale hacia Tarapacá José Francisco Vergara con la 3ª compañía del Regimiento Zapadores, una compañía del Cazadores a Caballo y 2 piezas de artillería, sumando 312 soldados, llegando ese mismo día a Dibujo, para enviar al Capitán Layseca en busca de información. Éste vuelve informando que existían 4.000 soldados aliados en Tarapacá. Confiado por la reciente victoria en Dolores, Vergara hace caso omiso del informe presentado por Layseca. Al día siguiente salen a encontrarse con la avanzada de Vergara 1.900 hombres de los regimientos 2º de Línea, Chacabuco, Artillería de Marina y una batería de artillería; liderados por el Coronel Luis Arteaga. Cuando se reúnen en Isluga el 25, Arteaga toma el mando de las tropas. Debido a que era inicialmente una misión de reconocimiento, fueron enviados sin pertrechos vitales como agua y víveres, por lo que para el 25 las tropas ya llevaban un día entero sin agua. Por esta razón, Arteaga decide atacar las tropas en Tarapacá para abastecerse de víveres. En total las tropas alcanzaban 2.281 efectivos, aproximadamente la mitad del ejército aliado en el poblado.
Entretanto, en la noche del 19 las tropas de Buendía se retiran a Tiviliche, para llegar a Tarapacá luego de una dificultosa marcha. Desde aquí envía mensajeros en todas direcciones para reunir a las tropas dispersas. Para el 26 de noviembre, los dispersos reunidos más una columna del Coronel José Miguel de los Ríos llegada desde Iquique con unos 1.500 hombres enteran unos 4.270 soldados.[2]
Una vez tomada la decisión, Arteaga tomó la decisión de dividir sus fuerzas en tres columnas. El Comandante del Zapadores Ricardo Santa Cruz, debía marchar hacia Quillaguasa con unos 548 soldados, con el objetivo de cortar una supuesta retirada. Artega atacaría de frente al poblado mientras que Eleuterio Ramírez con el 2º de Línea atacaría por San Lorenzo y Huaraciña con unos 1.000 efectivos.
Batalla de Tarapacá
Debido a la camanchaca, Santa Cruz se desvía de su camino y se dirige directamente hacia el pueblo. Cuando trata de enmendar su error su columna es sorprendida y atacada a las 08:00 del 27 de noviembre de 1879 por los batallones Zepita Nº 2, 2 de Mayo, Lima y Ayacucho, iniciando el combate. Las fuerzas peruanas contienen y diezman a las tropas chilenas, las que cuando comenzaban a retroceder, reciben el refuerzo de las tropas de Arteaga, mientras son enviados a cargar contra las líneas enemigas a los Cazadores a Caballo, los cuales logran hacer retroceder a los peruanos. Al mismo tiempo, las tropas de Ramírez, logran desalojar a los soldados en Tarapacá, mientras que sobre la quebrada, los peruanos repelen al enemigo. La caballería se reagrupa y en una nueva carga pone en fuga a los soldados peruanos, dándoles una falsa sensación de victoria.[9]
El contraataque peruano se realizó a las 16:00, Cáceres y Bolognesi por Huaraciña,Herrera por la quebrada y Dávila por Quillahuasa, tomando desprevenidos a los chilenos ya provistos de agua y víveres. Las tropas chilenas tratan de reorganizarse, pero la fuerza del ataque no lo permite, por lo que Arteaga ordena la retirada. En la refriega muere el Comandante del 2º de Línea Eleuterio Ramírez junto con otros 515 soldados. En total las tropas chilenas sufrieron 774 bajas entre muertos y heridos,[11] el 35% de las tropas que entraron en combate. Las bajas aliadas fueron de unos 497 soldados.
A pesar de esta victoria, en la misma noche del 27, las tropas peruanas se retiran de Tarapacá en dirección a Pachica, dejando los cañones tomados a los chilenos enterrados en la arena. Desde aquí salen hacia Arica, para arribar a su destino el 18 de diciembre de 1879.
Combate de Tambillo
El 6 de diciembre de 1879 una vanguardia de caballería perteneciente a la División Campero derrota a la guarnición chilena de San Pedro de Atacama, ocupando brevemente la población.
Consecuencias
Con la victoria chilena en esta campaña, Chile ocupa la provincia de Tarapacá. Aligeró el peso de la guerra para el Gobierno de Chile, puesto que ahora percibía los ingresos de la explotación y exportación de salitre.
El resultado generó desconfianza a los gobernantes aliados por la conducción de la campaña, lo que culminó con la destitución del Presidente Mariano Ignacio Prado e Hilarión Daza, siendo reemplazados por Nicolás de Piérola y el General Narciso Campero, respectivamente.
Referencias
- ↑ Ojeda, Jorge (2003). «La Campaña de Tarapacá». Consultado el 2008.
- ↑ a b c Basadre, Jorge (2007). «La Verdadera Epopeya». Consultado el 2008.
- ↑ Rifle especialmente fabricado para Perú, de muy mala calidad. Veáse en fuerzas peruanas
- ↑ a b Vicuña Mackenna, Benjamín (1880). Historia de la Campaña de Tarapacá. Tomo II. Santiago de Chile: Imprenta Cervantes. cap XXIV
- ↑ Vargas Ugarte, Ruben (1967). Guerra con Chile: Campaña del Sur, Memorias del General Buendía y Otros Documentos Inéditos. Lima: Editorial Milla Batres S.A.. Carta del Presidente Prado al general Buendía del 26 de agosto de 1879
- ↑ Ekdhal, Wilhelm (1911). Historia Militar de la Guerra del Pacífico. Tomo I.. Valparaíso: Sociedad Imprenta y Litografía Universo.cap XXIX
- ↑ Ahumada Moreno, Pascual (1885). Guerra del Pacífico, recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias y demás publicaciones referente a la guerra que han dado a la luz la prensa de Chile, Perú y Bolivia, conteniendo documentos inéditos de importancia, Tomo II. Valparaíso: Imprenta y Librería Americana. p 72-77
- ↑ Vicuña Mackenna, Benjamín (1880). Historia de la Campaña de Tarapacá, tomo II. Santiago de Chile: Imprenta Cervantes. cap XVIII
- ↑ a b c d Mellafe Maturana, Rafael (2004). La Guerra del Pacífico en imágenes, relatos, testimonios. Santiago, Centro de Estudios Bicentenario.
- ↑ a b c Ojeda, Jorge (2003). «La batalla de Dolores». Consultado el 2008.
- ↑ Relato de J. Arturo Olid, Alférez del Regimiento Artillería de Marina
Bibliografía
- Academia Nacional de Historia (1982). Revista Histórica, Tomo XXIII, 1979-1980. Lima: Talleres Gráficos P.L..
- Ahumada Moreno, Pascual (1885). Guerra del Pacífico, recopilación completa de todos los documentos oficiales, correspondencias y demás publicaciones referente a la guerra que han dado a la luz la prensa de Chile, Perú y Bolivia, conteniendo documentos inéditos de importancia, Volúmenes I y II. Valparaíso: Imprenta de la Librería El Mercurio.
- Bulnes, Gonzalo (1911). Guerra del Pacífico, Tomo I, de Antofagasta a Tarapacá. Valparaíso: Sociedad Imprenta y Litografía Universo.
- Carvajal Pareja, Melitón (2004). Historia Marítima del Perú, Tomo XI, volumen 1. Lima: Instituto de Estudios Histórico Marítimos del Perú. ISBN 9972-633-04-7.
- Carvajal Pareja, Melitón (2006). Historia Marítima del Perú, Tomo XI, volumen 2. Lima: Instituto de Estudios Histórico Marítimos del Perú. ISBN 9972-633-05-5.
- Machuca, Francisco (1926). Las Cuatro campañas de La Guerra del Pacífico. Tomo I. Campaña de Tarapacá.. Valparaíso: Imprenta Victoria.
- Markham, Clements R. (1882). The war between Peru and Chile 1879-1882. London: Sampson Low, Marston and Company Limited.
- Milla Batres, Carlos (1980). Recopilación de Partes y Documentos de la Guerra del Pacífico. Lima: Editorial Milla Batres S.A..
- Paz Soldan, Mariano Felipe (1884). Narración Histórica de la Guerra de Chile contra el Perú y Bolivia. Buenos Aires: Imprenta y Librería de Mayo.
- Vargas Ugarte, Ruben (1967). Guerra con Chile: Campaña del Sur, Memorias del General Buendía y Otros Documentos Inéditos. Lima: Editorial Milla Batres S.A..
- Vicuña Mackenna, Benjamín (1880). Historia de la Campaña de Tarapacá, Tomos I y II. Santiago de Chile: Imprenta Cervantes.
Categorías: Teatro de operaciones terrestres de la Guerra del Pacífico | Historia del Departamento de Tarapacá (Perú)
Wikimedia foundation. 2010.