- Colonización antioqueña
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Se conoce como "Colonización antioqueña" el proceso mediante el cual se colonizaron diversos territorios deshabitados de Colombia al occidente del país y principalmente al sur de Antioquia, en áreas geográficas de los actuales departamentos de Caldas, Risaralda y Quindio; este proceso arrojó profundas consecuencias y constituyó uno de el nombre de Estado Soberano de Antioquia. La decadencia de dicho sector económico generó desde finales del siglo XVIII hasta comienzos del siglo XX la movilización de familias principalmente provenientes del departamento de Antioquía (antioqueñas) hacia otros territorios nacionales aledaños a Antioquia, los cuales se encontraban en un relativo aislamiento geográfico que los mantuvo todo ese tiempo al margen de la agitada historia de conflictos políticos y guerras civiles entre la independencia y el establecimiento de la era republicana.[1]Contenido
Historia
Desde los inicios de la conquista española de América, Antioquia fue una región completamente aislada geográficamente, y este aislamiento continuó durante el período de la Colonia Española y los subsiguientes.
El territorio La Loma (como se conoce a A
olombina por pueblos indígenas de las tribus de los catíos, nutabes, tahamíes y quimbayas. Las tres primeras tribus, y otras afines de variados nombres, constituían la gran mayoría indígena del territorio y pertenecían a una familia lingüística mayor, denominada genéricamante por los antropólogos como caribes. Los quimbayas constituían una familia diferente.
El occidente colombiano, y particularmente Antioquia, durante la Colonia llamaba la atención por su aislamiento, atraso y pobreza (hasta el punto de que los viajeros que la visitaban la comparaban con las colonias de África), después de la colonización superó esta condición y es ahora una de las regiones más desarrolladas de Colombia y asiento de una elevada porción de la industria colombiana.[2]
Durante este proceso de colonización se fundaron casi tantas ciudades nuevas como se habían fundado en el primer siglo de conquista y colonización españolas.[3] Se aportaron a la economía colombiana miles de hectáreas de tierras nuevas cultivadas. El café se transformó en una gran industria de exportación que brindó una nueva posibilidad de formación de capitales, los cuales derivaron luego hacia el comercio y la industria. En la gran fecundidad del pueblo antioqueño estas dos actividades encontraron un amplio campo vital que permitió a este grupo pasar de una población de 50.000 habitantes,[2] que tenía la provincia de Antioquia a fines del siglo XVIII, a una actual de varios millones de habitantes, con lo cual la proporción demográfica entre el oriente y occidente colombiano se invirtió a favor de este último, y el potencial humano de una nación despoblada creció en un siglo más que en toda su historia anterior.Además, surgió una sociedad más fluida y democrática formada por numerosos propietarios rurales, donde el latifundio ((explotacion agraria de grandes dimensiones)) era la excepción, donde las oportunidades de ascenso fueron mayores, y donde las distancias y diferencias sociales fueron menores que en otras zonas del país.[4]
Sólo el estudio de las condiciones económicas, geográficas y sociales de Antioquia en la Colonia, nos dan la clave de la migración que tuvo su apogeo en el siglo XIX. En dicha zona, y a diferencia de otras regiones, no se creó una aristocracia parasitaria que viviera del trabajo aborigen; por no existir en su suelo grandes civilizaciones indígenas, y, sobre todo, porque los que fueron sometidos fueron asimilados, o bien, rápidamente sucumbieron ante las enfermedades traídas por los españoles, la institución de la encomienda no se desarrolló y pronto desapareció, con la consecuencia de que la agricultura tuvo que ser trabajada directamente por los españoles y sus descendientes, pues los esclavos fueron dedicados preferentemente a la minería.[3]
De todas las regiones colombianas, Antioquia era la más aislada con el exterior y su comercio de exportación, con excepción del oro, era prácticamente nulo, lo cual incidía en la pobreza casi general. Las tierras habitadas eran escarpadas y estériles, y la propiedad estaba concentrada en las manos de unos pocos, lo cual daba origen a una contradicción entre el creciente número de habitantes que pedían tierras para cultivarlas y subsistir, y los poseedores de títulos de propiedad, que preferían mantenerlas incultas.
Por último, a fines del siglo XVIII, hubo una baja en la extracción de oro, que era el principal y casi único artículo producido por los campesinos del oriente antioqueño. Acosados por la falta de trabajo en la minería y sin posibilidades de dedicarse a la agricultura en tierras tan estériles y concentradas en su propiedad por unos pocos, no tuvieron más que emigrar a regiones más propicias para su subsistencia y expansión.
Después de la primera fase de la colonización siguió un proceso autogenerado, consistente en que la parcela primeramente desmontada servía por un tiempo para albergar y dar empleo a la familia, pero luego, al crecer ésta, se tornaba insuficiente y algunos hijos se marchaban cada vez más hacia el Sur, para volverse a repetir así el proceso.
La búsqueda de los tesoros, y en especial, de las guacas, fue una causa de la colonización, pero no la determinante, como popularmente se ha creído.
Las primeras poblaciones fundadas fueron Sonsón (1797), Abejorral (1808) y Aguadas (1814), bases de la expansión de la población colonizadora. A partir de la década de 1870, la colonización se intensificó y se extendió al actual territorio de los departamentos de Quindío, norte del Valle del Cauca y norte del Tolima. Durante la segunda mitad del siglo XIX fueron fundadas por los colonos un gran número de poblaciones.
El proceso de colonización integró a la economía nacional miles de hectáreas de tierra que, durante siglos, habían permanecido inexplotadas y deshabitadas. El café fue el producto preferido por los colonos y su producción llegó a convertirse, en las últimas décadas del siglo XIX, en la base de la economía de Colombia.
Archivo:Coffee1.jpgLa forma como fueron aprovechados esos territorios no favoreció la formación de la gran propiedad territorial. La colonización era llevada a cabo, primordialmente, por familias que no tenían la capacidad para pagar mano de obra, sino que, más bien, utilizaban la mano de obra familiar para explotar las tierras colonizadas. Esto dio origen a un nuevo tipo de sociedad en el occidente colombiano: mientras que, en el resto del país, el latifundio era la forma de propiedad más importante, en las zonas colonizadas predominaba la mediana propiedad campesina y familiar.
De una forma esquemática, puede determinarse el rumbo y la cronología de esta expansión en cuatro etapas, de acuerdo a la región estudiada: en ateneo de barranquilla
Colonización del Sur
A finales del siglo XVI, un grupo de aventureros del oriente de Antioquia inició su migración hacia el Sur, en tierras concedidas por la Corona Española a don Felipe de Villegas y Córdoba, las cuales comprendían el territorio situado entre el río Aures y la quebrada de Arma. Primero fue fundado Sonsón, en 1797; luego Abejorral, en 1808, y después Aguadas, en 1814.
Allí los colonizadores tropezaron con el inconveniente de otra vasta concesión, la de Aranzazu, que incluía todas las tierras al oriente del río Cauca, entre las quebradas de Arma y Chinchiná. Se entabló una feroz lucha en la que hubo incendios y asesinatos entre los emigrantes y la compañía de González y Salazar, que era la sucesora de los títulos de Aranzazu. “Las tierras comprometidas incluían todo lo perteneciente a los municipios caldenses de Salamina, Neira, Aranzazu, Filadelfia y Manizales, con una zona de topografía excepcionalmente agreste de, aproximadamente, 60 km de longitud por 40 de ancho”.[5]
En 1825 fue fundada Salamina; en 1843, Neira; en 1844, Santa Rosa de Cabal, en 1848, Manizales y finalmente en 1857 Chinchiná dando por terminada la colonización de esta zona. Pereira fue fundada en 1863 por algunas familias de Cartago, pero fueron inmigrantes antioqueños quienes le infundieron vitalidad desde un comienzo.Colonización del Quindío
El prolongado fervor de las gentes montañeras del Norte, deseosas de colonizar estas tierras, parece haberse intensificado aquí por cuatro atractivos, a saber: caucho, oro, alto precio del ganado porcino y las ventajas de la región como refugio para librarse de las guerras civiles que azotaban la República.
Filandia fue fundada en 1878, Armenia en 1889, Circasia en 1884, Montenegro en 1892, Sevilla en 1903 y La Tebaida y Caicedonia en 1905.
A diferencia de la colonización anterior, realizada por campesinos pobres y durante la cual se consolidó la pequeña propiedad, en la colonización del Quindío se lucraron, en la mayoría de los casos, ricos propietarios, que burlaban, a través de terceras personas, las leyes sobre el límite a las adjudicaciones y la propiedad. Fue en aquella región donde acaeció la colonización de superior extensión y mayor concentración.
Los colonos del Quindío tuvieron que enfrentarse también con una compañía terrateniente, la de Burila, que reivindicaba derechos sobre el territorio en forma de paralelogramo, lo que comprendía desde Bugalagrande en el Valle del Cauca hasta la cresta de la Cordillera Central, detrás de Calarcá, y que incluía todos o parte de los actuales municipios de Calarcá, Armenia, Génova, Pijao, Sevilla (Valle del Cauca), Caicedonia y Zarzal.
Colonización del suroeste de Antioquia
No sólo campesinos del Oriente, sino familias enteras de Envigado y Medellín, iniciaron a finales del siglo XVIII la migración hacia el sudoeste del departamento de Antioquia. En 1788 se habían instalado algunas familias de Amagá y, con el descubrimiento de las minas auríferas de Titiribí en 1800, se consolidó la población del mismo nombre. En 1829 ya existía Fredonia.
Concordia se fundó en 1848 y sus pobladores fueron alentados por las adjudicaciones de tierras hechas con base en la legislatura de Antioquia en 1834, para promover la colonización. En 1852 se distribuyeron las tierras para la población de Andes. En 1865 fueron fundadas Valparaíso, Támesis, Andes, Ciudad Bolívar, Jericó, y Jardín por colonos venidos de Sonsón, Abejorral, Pácora, Fredonia y Medellín. Quinchía fue fundada en 1886 y Mocatán en 1890. Pueblo Rico lo fue en 1884 y Balboa en 1907.
Colonización del Tolima
Algunos de los grupos que habían colonizado la región de Caldas continuaron, a partir de 1850, su avance hacia el Oriente, en el departamento del Tolima. En ese trayecto fueron fundadas varias ciudades más, entre ellas Fresno (1856), Soledad (1860), Santo Domingo (1866), Líbano (1860), Murillo (1860) y Manzanares (1860). En 1866 familias de Sonsón y Aguadas fundaron Pensilvania. Ya en el siglo XX, fueron fundadas Cajamarca, en 1916, y Roncesvalles, en 1944.
Por último, hay que destacar que hacia el occidente y el norte de Antioquia hubo también migración, pero no de tanta significación como las relatadas.
Colonización del Valle del Cauca
En el norte y oriente del departamento del Valle del Cauca existe una fuerte influencia paisa, producto de la migración de colonos y arrieros antioqueños, y de la proximidad con las capitales cafeteras de Pereira y Armenia.
En los municipios especialmente alejados de la vertiente del Río Cauca, como El Águila, Versalles, Ulloa, Alcalá, Sevilla y Caicedonia, el acento predominante es el paisa, mientras que, en los municipios nortevallecaucanos más próximos al río, su acento es una mezcla del bugueño y el paisa.
Ya en el sur y occidente del departamento del Valle del Cauca se encuentra la mayor población afrodescendiente y valluna raizal.
Consecuencias
Para el desarrollo del país las consecuencias de la colonización antioqueña fueron trascendentales. Sintéticamente las podemos enumerar así:
- Creación de la pequeña propiedad campesina en la etapa de la colonización. Los colonos, que no contaban con más brazos de trabajo que los de su familia, tenían que adecuar la dimensión del territorio que pretendían colonizar, a la limitación que esta circunstancia les imponía. Si no había mano de obra asalariada, de nada valía pretender el dominio sobre una vasta extensión no laborable. Además, la legislación limitaba la cabida de los predios adjudicables. De este hecho se derivaron consecuencias importantes en el orden económico-social.
- No se formaron, en general, grandes haciendas ni grandes masas de campesinos asalariados sin tierra como en otras regiones del país. En consecuencia la sociedad fue más igualitaria, lo cual se tradujo en la actitud liberal y progresista de sus habitantes.
- Se acentuó el núcleo familiar. Esta circunstancia tuvo por consecuencia el rígido patriarcalismo antioqueño. Para una sociedad en la que la mano de obra la suministraban los hijos, era un imperativo la proliferación. De allí lo numeroso de las familias antioqueñas. Luego, cuando la parcela no era suficiente, los hijos emigraban y se iniciaba nuevamente el proceso anterior.
- Aumentó la capacidad adquisitiva de la población. En el orden económico la consecuencia más importante fue el aumento de la capacidad adquisitiva. Una sociedad en la que todos trabajaban, en la que el beneficio se distribuía y en la que no se presentaban las vastas masas de asalariados con una capacidad limitada por un salario (que por lo regular era exiguo), tenía en conjunto una mayor capacidad de compra. El café, cultivo elegido por los colonos, llegó a ampliar aún más esa capacidad adquisitiva. Esto ayudó a desarrollar la industria porque allí había la acumulación suficiente del capital obtenida a través del comercio del oro, del tabaco y del café, y porque allí las masas tenían más dinero para comprar sus productos que los asalariados o semisiervos de las otras regiones colombianas.
- Se unificó geográficamente una gran parte del occidente colombiano. No sólo porque se unieron económicamente las altiplanicies habitadas desde los tiempos de la Colonia con las llanuras cálidas, sino porque a través de ella Antioquia y la región del Valle del Cauca quedaron integradas al descuajarse la selva que las separaba.
- Se crearon, ampliaron y mejoraron las vías de comunicación. Ello con el fin de conectar los nuevos centros poblados entre sí, y a la región con el mar y el río Magdalena, por medio de caminos y ferrocarriles. En la exposición hecha por Francisco Javier Cisneros sobre las ventajas de la construcción del Ferrocarril de Antioquia, se ve muy clara la vinculación existente entre la obra y el aumento en la producción cafetera:
“En el resumen que precede, el café apenas ocupa el 9° lugar en el orden de producción y el de valores el 10°. La producción general y su avalúo no pasan de 0,33% del valor total. Sin embargo, es uno de los frutos destinados a cambiar la faz del suelo antioqueño, porque hay abundancia de terrenos inmejorables para su cultivo, sobre todo en los que debe atravesar el ferrocarril, regados por numerosas caídas de agua que pueden convertirse en motores de pequeñas máquinas de reducido precio, para limpiar el grano, despojándolo de su orujo. La acogida que hace algunos años obtuvieron en Europa varias muestras de café antioqueño, le aseguran un lugar preferente en todos los mercados del mundo”.
Francisco Javier Cisneros, Memoria sobre la construcción de un ferrocarril de Puerto Berrío a Barbosa (Estado de Antioquia). (Nueva York, Imprenta y Librería de N. Ponce de León, 1880), p. 41, color- Se generó la preponderancia económica y política del occidente colombiano. En 1835 el grupo antioqueño representaba el 10% de los habitantes de Colombia; para 2005, el 26% (8.150.000 paisas sin contar los que viven fuera de su región y de Colombia, que suman alrededor de 900.000) según datos del censo de ese mismo año. Además, la industria surgió y se desarrolló principalmente en el occidente colombiano, y a partir del siglo XX fueron hombres del occidente los que capitalizaron la dirección política de país, así como en el siglo XIX lo habían sido los oriundos de Popayán y Santander.
Notas y referencias
- ↑ MEDELLÍN BECERRA, Jorge Alejandro y Diana FAJARDO RIVERA, en Diccionario de Colombia, Grupo Editorial Norma, Bogotá, 2005. Entrada: "Colonización antioqueña", página 239.
- ↑ a b Tirado Mejía, Álvaro. "Introducción a la Historia Económica de Colombia", 21ª edición, El Áncora Editores, Bogotá, 2000.
- ↑ a b Parsons, James J. "La Colonización Antioqueña en el Occidente Colombiano", 2ª edición, Bogotá, Archivo de la Economía Nacional, Banco de la República, 1961, p. 111 y ss.
- ↑ Nieto Arteta, Luis Eduardo. "El café en la sociedad colombiana". Breviarios de Orientación Colombiana, Bogotá, número 1, 1958.
- ↑ Jaramillo Uribe, Jaime et al.. Historia de Pereira. (Pereira, Club Rotario, 1963), p. 351.
Bibliografía
- Parsons, James J. "La Colonización Antioqueña en el Occidente Colombiano", 2ª edición, Bogotá, Archivo de la Economía Nacional, Banco de la República, 1961, p. 111 y ss.
- Tirado Mejía, Álvaro. "Introducción a la Historia Económica de Colombia", 21ª edición, El Áncora Editores, Bogotá, 2000.
- Nieto Arteta, Luis Eduardo. "El café en la sociedad colombiana". Breviarios de Orientación Colombiana, Bogotá, número 1, 1958.
- Jaramillo Uribe, Jaime et al.. "Historia de Pereira". (Pereira, Club Rotario, 1963), p. 351.
- Gómez Aristizábal, Horacio, "Diccionario de Historia de Colombia".
Enlaces externos
- Raíces antioqueñas.
- Historia de Colombia.
- Travesías por la historia.
- Ponencia para el Simposio de la Fundación Antioqueña para Estudios Sociales, de B. Betancur, 1993.
- Libro de James J. Parsons sobre este tema, listado por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia.
- Imposición de las ideas liberales y la Constitución de Rionegro.
- Colonización de Caldas.
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