Cacerolazo

Cacerolazo

Cacerolazo

Cacerolazo (también conocido como cacerolada, caceroleada o caceroleo) es una forma de manifestación, autoconvocada espontáneamente por un grupo de personas o ciudadanos, o bien respondiendo al llamamiento de una fuerza política u otra organización, generalmente en contra de un gobierno o de determinadas decisiones o políticas gubernamentales, y más raramente en pro de una causa. Su característica más destacada, y que la distingue de otros tipos de protesta, radica en que los manifestantes manifiestan su descontento mediante ruido acompasado, a una hora acordada de antemano (o en otros casos en forma espontánea), desde sus propias casas y sin necesidad de concentrarse en un lugar determinado, asomándose a ventanas y balcones o en los antejardines de las casas, y blandiendo rítmicamente los objetos que tienen a mano (comúnmente, cacerolas, ollas y otros utensilios domésticos; de ahí su nombre), pudiendo de esta manera alcanzar la protesta un alto grado de adhesión y participación.

Los cacerolazos vienen acompañados a menudo de otras medidas de protesta popular, como apagones o cortes de electricidad, boicots al consumo, bocinazos, funas, bloqueos de calles y "sentadas", y con el auge de las nuevas tecnologías, también de cadenas de correos electrónicos o de mensajes de texto, tipos de protesta que han dado en llamarse "cacerolazos cibernéticos". En todos los casos, se conserva en los diversos tipos de protesta la esencia del cacerolazo, que estriba en la ampliación y profundización de la protesta democrática, alejándola de las manifestaciones tradicionales e introduciéndola en los hogares, y transfiriendo el protagonismo de una minoría, a la gran mayoría de la población, convirtiéndose así en una protesta al alcance de todos, y por ende sumamente pacífica.

Desde los primeros cacerolazos de los que se tiene noticia, que tuvieron lugar en Chile entre 1971 y 1973, este tipo de protesta se había circunscrito casi exclusivamente a Sudamérica, aunque posteriormente se la ha visto también en España, en donde se le llama cacerolada, y en Italia. Éstos son los principales cacerolazos registrados, por países y años:

Contenido

Argentina

1996

El 12 de septiembre de 1996 se llevó a cabo uno de los más renombrados cacerolazos, en contra de la política económica y social del gobierno del entonces presidente Carlos Saúl Menem. Convocado inicialmente por el partido opositor de centroizquierda Frente del País Solidario (FREPASO), fue secundado luego por un amplio espectro de actores políticos y sociales, entre los que destacaron partidos políticos (Unión Cívica Radical, Movimiento de Integración y Desarrollo); organizaciones sindicales (Movimiento de los Trabajadores Argentinos, Asociación de Trabajadores del Estado, Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA)); entidades empresariales (Federación Agraria Argentina, CONINAGRO), e incluso sectores de la jerarquía eclesiástica, como el obispo de Quilmes (Buenos Aires) Jorge Novak.

El cacerolazo fue convocado entre las 20:00 y las 20:05 horas del día 12 de septiembre de 1996, y alcanzó una notoria repercusión y un alto grado de adhesión en todo el país, principalmente en la Ciudad de Buenos Aires. Fue acompañado por bocinazos, caravanas de coches, bloqueos de calles por medio de "sentadas", sirenas, y especialmente por un notable apagón de amplia repercusión, del cual se llegó a reportar descensos en el consumo de electricidad de hasta el 43% durante aquel lapso en la Capital, y del 28% en otras zonas del país. Apenas transcurridas las 20:05 horas, el presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), Rodolfo Terragno, calificó de "contundente" a la protesta, ya que "el acatamiento fue masivo en todo el país", en tanto el líder frepasista, el diputado Carlos "Chacho" Álvarez, declaró que "en aquellos cinco minutos, la gente se reencontró en una protesta común. Salieron a la calle masivamente a golpear cacerolas y a tocar bocina, sin pudores, sin pensar en el qué dirán". El presidente Menem, por su parte, declaró que "el apagón fue una fantochada, un fracaso, no se podía esperar otra cosa de una oposición sin propuestas".

2001

Cacerolazo y marcha de protesta de ahorristas argentinos en Buenos Aires, febrero de 2002

Los cacerolazos argentinos de fines de 2001 formaron parte de un estallido popular que causó, entre otros efectos, la renuncia del presidente Fernando de la Rúa debido a la profundización de la enorme recesión económica existente. Argentina había sido elogiada durante los años 1990 como la mejor alumna del Fondo Monetario Internacional, luego de haber aplicado fielmente durante más de una década las políticas neoliberales del Consenso de Washington. El índice de pobreza alcanzó entre 2001 y 2002 cifras récord (53%) como así también el de desocupación (superior al 20%).

12 de diciembre

Durante el mes diciembre de 2001, a raíz de las fuertes restricciones a las transacciones bancarias impuestas a partir del 1 de diciembre por el ministro de economía Domingo Cavallo, se produjo una serie de cacerolazos.

El primero de esta etapa tuvo lugar el 12 de diciembre, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) convocó a un cacerolazo a las 12:00 y a un apagón de 15 minutos a las 20:30.

La protesta del mediodía tuvo escaso apoyo; el diario Clarín reportó que en Buenos Aires "una docena de taxis, un puñado de motos y algunos autos particulares partieron en caravana desde Diagonal Norte y Maipú, y se instalaron frente al Cabildo... Más allá de ese ámbito, los bocinazos no se escucharon en el microcentro porteño, ni fueron mayoría en otros lugares del país durante los 10 minutos que duraba la protesta". En Rosario, según indicó el diario Ámbito Financiero, "la protesta incluyó bocinazos y cacerolazos en plena calle San Martín, con la participación de unas 450 personas".[cita requerida]

Al anochecer la reacción fue distinta. El diario El Tribuno indicaba que "las calles y avenidas del centro y algunos barrios de Buenos Aires quedaron semioscuras"; Clarín, por su parte, afirmaba que "fue en los barrios donde se sumó mayor cantidad de gente a la medida en forma espontánea", reportándose cacerolazos en los barrios de Almagro, Belgrano, Congreso y Núñez, así como también en la localidad de Lanús en el Gran Buenos Aires, la ciudad de Mar del Plata y en las provincias de Salta y de Jujuy.[cita requerida]

19 de diciembre

El cacerolazo más importante de esta etapa tuvo lugar el 19 de diciembre, y fue uno de los factores desencadenantes de la renuncia al día siguiente del presidente Fernando de la Rúa. El diario Página/12 decía el 20 de diciembre: "La madrugada [del 19, n. del e.] empezó con saqueos en supermercados medianos y pequeños en todo el país, sobre todo en busca de comida. Por primera vez los saqueos llegaron a la Capital Federal. De la Rúa fue insultado y su auto golpeado, mientras la Cámara de Diputados desconocía sus superpoderes". Ese día, los saqueos ocasionaron al menos cinco muertos, por lo que el clima de violencia llevó al presidente a decretar el estado de sitio en todo el territorio nacional, aunque no fuese su competencia por estar el Congreso en época de sesiones.[cita requerida]

A las 22:41 horas del 19 de diciembre De la Rúa anunció el estado de sitio por cadena nacional. Página/12 reportó el 20 de diciembre que

"justo después del discurso de De la Rúa la irritación se concentró en el Presidente. Miles de personas salieron a la calle con cacerolas, sartenes, espumaderas y tapas, en un fenómeno que se verificó en Belgrano, Caballito, Palermo, Parque Chacabuco, Villa Crespo y Almagro. El cacerolazo fue incluso mayor que el de la semana pasada, aunque esta vez ninguna cámara de comerciantes lo hubiera convocado y a pesar de que por la noche reinara el temor a nuevos saqueos. El tono era hasta festivo, ganador. Mucha gente salió de sus casas a la calle, y en Independencia y Entre Ríos una fogata en la calle acompañó el ruido de los metales. Todo el país había tomado las calles. En Rosario, mil personas marchaban cerca de las 24 al Monumento a la Bandera. En Plaza de Mayo se concentraba San Telmo. En Parque Chacabuco los vecinos eligieron el gran árbol de Navidad para protestar juntos, y cuando se sumaron vecinos de la villa 1114 se juntaron miles decidieron marchar hasta José María Moreno y Rivadavia. En Salta y Juan B. Justo los vecinos cortaron la calle, y lo mismo en Boedo. Del pánico se había pasado al repudio, incluso cuando muchos habían interpretado absurdamente el estado de sitio, que restringe las libertades, como un toque de queda, que impide caminar de noche. El estado de sitio, y el discurso anunciándolo, habían pasado a la historia, cada vez más patéticos a medida que avanzaba la noche". Por su parte, Clarín agregó que "ese mismo panorama se repetía en la Plaza de los Dos Congresos, donde se reunieron cerca de mil personas, frente al monumento al Cid Campeador, en la unión de Gaona y la Avenida San Martín y en otras estratégicas esquinas porteñas como la de Córdoba y Pueyrredón. En Independencia y Entre Ríos, una columna de trescientos manifestantes, jóvenes y ancianos, hombres y mujeres, entonaban cantos contra el Presidente y el ministro de Economía, Domingo Cavallo: 'Queremos soluciones y no estado de sitio', gritaban".

A la 1:00 del 20 de diciembre, tras la presión ejercida por el cacerolazo, se difundía la renuncia de Domingo Cavallo al ministerio de economía. Tiempo después Cavallo declararía que él se enteró de su renuncia por la prensa. Página/12 comenta que "a esa hora, como si estuviera calculado, la Policía Federal llenó la plaza de un gas lacrimógeno que descomponía, sin respetar viejos, mujeres embarazadas o chicos."

El cacerolazo duró toda la noche. Tras los disturbios y la represión policial y los heridos se calmó la situación y un grupo de personas permaneció en Plaza de Mayo. Al mismo tiempo, otro grupo de personas se concentró frente al Congreso Nacional, donde ocurrieron fuertes incidentes con las fuerzas de seguridad, registrándose varios heridos. Según el diario La Nación "uno de los heridos estuvo tirado sobre las escalinatas del frente del Parlamento, mientras las cámaras de televisión mostraban que gran cantidad de sangre salía de una herida en su bajo vientre" (posteriormente fallecido). A las 6:21 la edición online del mismo periódico informaba que "tras la represión policial y los heridos, se calmó la situación y un grupo de personas permanece en Plaza de Mayo".

Paralelamente, se desarrolló durante toda la noche un cacerolazo en la residencia presidencial de Olivos. La prensa reportó la presencia de hasta 5.000 personas que llegaron con cacerolas a la zona desde distintas barrios del norte de la ciudad y de la provincia. Un grupo de manifestantes comenzó a tirar piedras a la residencia, por lo que la Policía Bonaerense montó un operativo de seguridad.

20 de diciembre

Placa recordatoria, en Avenida de Mayo, de la muerte por la represión policial de Gastón Riva.

La Plaza de Mayo vio el amanecer del 20 de diciembre con un puñado de personas todavía manifestando. Según Clarín, "con el correr de la mañana la gente que fue llegando no era la clase media argentina sino militantes de colores variados e incluso antagónicos, sumados a muchos despolitizados pero enardecidos". Estos manifestantes tomaron el centro de la plaza, Cantaron el Himno Nacional y pidieron la renuncia del presidente De la Rúa.

Más tarde arribaron las Madres de Plaza de Mayo, que, junto a los otros manifestantes, fueron reprimidos y desalojados de la plaza. Cuando volvieron, sobre el mediodía, se les sumaron empleados del microcentro que salían para su hora del almuerzo.

Clarín relata los hechos que luego sucedieron:

Por un rato, la Plaza de Mayo pareció lucir otra vez el color de la noche anterior, cuando mandaba la espontaneidad del descontento. Con todos ellos en la plaza, la Policía volvió a reprimir con gases, balas de goma y algunas balas de plomo.
Hombres de traje impecable, cadetes, motoqueros, estudiantes, jubilados, empleadas de trajecito y medias de lycra, salieron corriendo sin saber por dónde escapar. Con edificios cerrados, locales con persianas bajas, la calle era el único ámbito posible. Los gases hacían irrespirable el mediodía. Algunos bares y vecinos alcanzaban jarras de agua, trapos mojados y pedazos de limón, para mitigar el ardor en la cara y los ojos.
La Plaza de Mayo había quedado rodeada por la Policía. La lucha por volver a tomarla fue constante. Los activistas del Movimiento de Trabajadores Desocupados se movían por Diagonal Norte. Militantes del Partido Obrero, la Izquierda Unida y el MÁS pujaban por Diagonal Sur.
La city era un campo de batalla espectral, entre la bruma de los gases, los balazos y las corridas.

Sobre esta represión Página/12 describió que "Eran jóvenes, mujeres con chicos, familias, empleados de saco y corbata. La policía a caballo los desalojó con una violencia inusitada, pero una y otra vez volvieron. Hubo cinco muertos en una represión que no sólo usó gases, sino balas 9 mm."

Mientras la Plaza de Mayo era un campo de batalla, De la Rúa pronunció a las 4 de al tarde un discurso por televisión, en donde convocó a la "unidad nacional" ofreciendo al justicialismo a cogobernar. Pero la respuesta negativa no se hizo esperar. Según Clarín "En esos minutos tensos del final de la tarde, De la Rúa habló con el jefe del bloque radical de senadores, el chubutense Carlos Maestro. Los dos coincidieron en que ya no había otro camino que la renuncia." Clarín prosigue relatando que "El Presidente juntó entonces a sus ministros y les dijo lo que todos ya sabían: que renunciaba. "Hice todos los esfuerzos; convoqué a la unidad nacional y no fui escuchado", se excusó."

En su carta de renuncia, el presidente justificó su decisión diciendo: "Mi mensaje de hoy para asegurar la gobernabilidad y constituir un gobierno de unidad fue rechazado por líderes parlamentarios. Confío que mi decisión contribuirá a la paz social y a la continuidad institucional de la República". Página/12 cita las palabras de un funcionario del gobierno, quien luego de la renuncia exclamó: "No nos echó el Fondo, ni el PJ. Nos echó la clase media."

28 de diciembre

Debido a que el vicepresidente Carlos Álvarez había renunciado en 2000, y en virtud de la ley de acefalía del poder ejecutivo, la sucesión presidencial recayó en el presidente provisional del Senado, Ramón Puerta. Éste cumplió el mandato de convocar dentro de las 48 horas a la Asamblea Legislativa para elegir qué funcionario público habría de desempeñar la Presidencia hasta que un nuevo presidente sea electo. Reunida el 23 de diciembre de 2001, la Asamblea Legislativa eligió al puntano Adolfo Rodríguez Saá.

Sólo nueve días después del cacerolazo del 19 se produjo otro gran cacerolazo en las calles de Buenos Aires, con epicentro en Plaza de Mayo donde se concentraron más de 30.000 personas. Sobre el inicio de este cacerolazo Clarín decía que "los manifestantes comenzaron a ganar las calles de Buenos Aires poco antes de la medianoche. Los primeros cacerolazos se escucharon en los barrios de Palermo, Barrio Norte, Caballito, Belgrano, Boedo y Barracas. Eran grupos con un perfil social de clase media y protestaban básicamente por las restricciones a los ahorros bancarios popularizadas como 'el corralito'."

Pagina/12 indica que "Poco después de la medianoche ya estaba llena media Plaza de Mayo con familias enteras provistas de cacerolas y tachos, mientras miles de automovilistas hacían sonar la bocina. No había consignas organizadas, y menos consignas políticas. La gente descansaba a medida que iba llegando a la plaza y a veces golpeaba los tachos."

El principal impulsor de esta manifestación espontánea fue la designación en cargos públicos de personajes con pésima reputación, como el ex-intendente de la Ciudad de Buenos Aires, Carlos Grosso, y los santafesinos José María Vernet y Víctor Reviglio. Esa semana, al ser consultado por la prensa acerca de su polémico nombramiento, Grosso había respondido: "me eligieron por mi inteligencia y no por mi prontuario". Otro de los tantos motivos que generaron el cacerolazo fueron los vaivenes en los anuncios en la política monetaria que pensaba aplicar Rodríguez Saa con su anuncio de una nueva moneda denominada Argentino, que nunca vio la luz.

Algunas de las consignas que se oyeron esa noche fueron: "Esto es contra Menem", "Llevé mi plata al banco para que me la cuiden, no para que me la roben", "Que se vayan todos", "Abajo la Corte Suprema", "No lo quiero a Grosso", y "Menem, andate a Chile, lejos".

A la una y diez de la mañana, durante el desarrollo del cacerolazo, se conoció la renuncia de Carlos Grosso a su puesto de jefe de asesores de la Presidencia. A las 2:30 horas algunos grupos provocaron destrozos y hubo duros choques con la Policía y luego hubo saqueos e incendios en el Congreso. Por la mañana todo el gabinete presidencial presentó la renuncia.

Existen sospechas de que los disturbios en el Congreso fueron causados por grupos de activistas que respondían a Eduardo Duhalde.

2008

25 de marzo de 2008

En el marco de un paro empresarial o lock-out agropecuario en rechazo a la instrumentación de retenciones móviles a las exportaciones agropecuarias,[1] [2] y producto de un discurso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner criticando dicha huelga,[3] durante la noche del 25 y la madrugada del 26 de marzo de 2008 se produjeron cacerolazos en distintos puntos de la Argentina, en repudio al discurso de la Presidenta.[4] Se registraron movilizaciones en Tucumán, mientras que en Córdoba hubo cacerolazos en Córdoba capital, Río Cuarto, San Francisco, Marcos Juárez y Jesús María, entre otras pequeñas ciudades de la provincia.[5] También se registraron cacerolazos en Santa Fe, Paraná, Rufino, San Nicolás, Venado Tuerto, Trenque Lauquen y en algunas localidades del norte residencial del conurbano bonaerense así como en Rosario, Mar del Plata, y barrios residenciales de clase alta de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Palermo, Recoleta, Belgrano), con su epicentro en Plaza de Mayo.[6] En medio de las protestas se hicieron presentes grupos políticos adeptos al gobierno, entre los que se distinguían columnas de los auto-denominados piqueteros kirchneristas (encabezadas por Luis D'Elía) y militantes de la agrupación Jóvenes K, con el objetivo de mostrar su apoyo a las medidas de retenciones oficiales y oponerse al cacerolazo. Las columnas lideradas por D´Elía procedieron a desplazar a los caceroleros de la Plaza de Mayo, bajo la consigna de "La Plaza es nuestra". Se produjeron incidentes con algunos heridos y el mismo D´Elía golpeó a uno de los manifestantes, Alejandro Grahan. Según el dirigente, fue como respuesta a insultos recibidos por parte de Grahan. [7] [8]

26 de marzo de 2008

La noche del 26 de marzo volvieron a sonar cacerolas en algunas ciudades del país, en repudio a la presidente. En esa oportunidad en la Plaza de Mayo ya no solo estaba alguna gente de la clase media-alta sino que se sumaron diferentes organizaciones de izquierda y socialistas. Nuevamente no tardaron en llegar organizaciones políticas adeptas al gobierno y lideradas por Luís D'Elía, que ganaron la Plaza de Mayo en medio de agresiones cruzadas e incidentes con algunos manifestantes partidarios del lock-out patronal, quienes en su mayoría rápidamente abandonaron la plaza, temiendo la agudización de la violencia.[9] Los manifestantes que reclamaban en contra del gobierno se desplazaron a la Plaza de la República en el Obelisco porteño.

El 27 de marzo, un llamado al diálogo de la presidenta Fernández de Kirchner hacia las entidades agropecuarias generó un levantamiento por 24 horas del lock-out empresarial y, por consiguiente, una disminución de las protestas urbanas contra el Gobierno.

11 de mayo de 2008

Ciudadanos de Gualeguaychú y algunos ciudadanos en los barrios de clase media alta de la Capital Federal se sumaron nuevamente a una serie de pequeños cacerolazos en diversas esquinas en repudio al gobierno de Cristina Fernández y a favor del Paro patronal agropecuario.

14 de junio de 2008

La tarde del sábado 14 de junio, fue una de las más complicadas y de mayor tensión en el conflicto entre el empresariado rural y el Gobierno. La Gendarmería Nacional Argentina, bajo la orden del Ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos Aníbal Fernández reprimió a manifestantes de Gualeguaychú que interrumpían el paso vehicular en la RN14 y detuvo al líder de la protesta, el ruralista Alfredo De Angeli. Los manifestantes intentaron impedir el accionar de la fuerza de seguridad, generándose algunos forcejeos cuando lo llevaban detenido. Ante esta situación, esa misma tarde miles de manifestantes en todo el país salieron nuevamente con cacerolas a las calles, en diferentes ciudades del interior y en barrios de la Capital Federal. Grupos de manifestantes porteños marcharon hacia la Plaza de Mayo mientras que los residentes en la zona norte del Gran Buenos Aires lo hacían la Quinta Presidencial de Olivos. Horas después grupos políticos afines al gobierno encabezados por el Secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno con su guardaespaldas, el campeón de Kick boxing Jorge "Acero" Cali, el ex-presidente Néstor Kirchner, varios funcionarios del Gobierno Nacional e intendentes kirchneristas del Gran Buenos Aires ingresaron a la Plaza de Mayo, "corriendo" a los manifestantes opositores.[10]

En tanto que en la Quinta Presidencial de Olivos, varios grupos de manifestantes apoyados por piqueteros opositores de la Corriente Clasista y Combativa, fueron agredidos por grupos adeptos al Gobierno, bajo la inacción de la Policía Bonaerense.[11] Un día antes, el 13 de junio, se había realizado un ruidoso y masivo cacerolazo frente a la residencia en reclamo de mayor seguridad tras el asesinato del comerciante Ernesto Mata, ocurrido en la localidad de Martínez, San Isidro.[12]

16 de junio de 2008

Cacerolazo en Córdoba, Argentina en apoyo al paro agropecuario.

En este punto, el conflicto del campo alcanzó su pico de tensión, encontrando a miles de ciudades y pueblos paralizados, con cientos de miles de personas manifestándose: muchas a favor del campo, otras en contra del gobierno, y otras apoyando al diálogo y a la pronta solución del conflicto. Grupos de vecinos expresaron su descontento con la posición del Gobierno frente al conflicto agropecuario con cacerolazos en ciudades de todo el país, tanto en lugares de la Capital Federal como localidades de varias provincias. En la Ciudad de Buenos Aires, las principales protestas se registraban en Barrio Norte, Almagro, Núñez, Barracas y Belgrano y en torno a la quinta de olivos. Unas 10 mil personas se concentraron en la intersección de San Juan y Vélez Sarsfield de la ciudad de Córdoba, frente al Patio Olmos, en uno de las protestas más numerosas que se registraron en esta Capital. Las caravanas se repitieron en otros barrios de Córdoba, como B° Avenida, Los Plátanos y Alto Alberdi. Además, unas dos mil personas se autoconvocaron frente a la Mujer Urbana, en el Cerro de las Rosas otras dos mil se concentraron en la plaza Rivadavia de Alta Córdoba, centro neurálgico de ese sector de la ciudad y otras mil personas a lo largo de la Avenida Fuerza Área. Modus operandi, la gente recibía un msg con el texto "A las 20 en todo el país bocinazos y cacerolazos y apagón p 15 min p pedir un basta Cristina".

En la ciudad de Rosario se hicieron presentes en el Monumento a la Bandera unas 40.000 personas y fue la mayor concentración del país.

También se registraron cacerolazos en: Mar del Plata, Mendoza, Paraná, Santa Fe, Corrientes, Formosa, Posadas, Tucumán, Salta, Jujuy, La Rioja, Neuquén y Bariloche. También hubo algunas personas que golpearon cacerolas en Río Gallegos y en Trelew.

Chile

Años 70

Se cree que Chile fue la cuna del «cacerolazo», reportándose por primera vez este tipo de protesta ya entre 1971 y 1973, en contra del gobierno de la Unidad Popular dirigido por Salvador Allende, debido a la mala situación social y económica por la que pasaba dicho país, acrecentada por el boicot norteaméricano y miembros de la oligarquía chilena.

Si bien desde los años 1960 se acentuó la polarización política, causada por varios años de descontento social y económico, la oposición al gobierno de Salvador Allende utilizó como medida de protesta los cacerolazos, debido a la imposición, entre otras medidas, de restricciones a los empresarios. De esta manera, éstos fueron obligados por un lado a bajar sus precios, y por otro compelidos a aumentar la paga a los obreros acarreando —según los opositores de Allende— un vasto desabastecimiento que dio lugar a la creación de mercados negros y a una hiperinflación de 342%. En un principio estos cacerolazos se organizaban de voz en voz, y se realizaron en las suntuosas casas de los sectores más acaudalados de Chile o en los antejardínes de estas, resguardados por las rejas de la misma. Luego que el boicot tuviera los resultados esperados y la crisis se hiciera general en el país, el descontento aumentó en contra del gobierno, a principios de 1971 se organizaron marchas en algunas principales arterias de las ciudades, pero en focos pequeños, lo que conllevó a que fueran reprimidos o que se produjeran masivas manifestaciones en contra de estos grupos y a favor de Salvador Allende.

Los cacerolazos más renombrados, fueron los organizados por la agrupación Poder Femenino, desde el 1 de diciembre de 1971, y fueron las únicas protestas que no pudieron ser reprimidas o generar una contramarcha por los grupos sociales adherentes a Allende. Por lo general efectuaban sus marchas al anochecer y comenzaban a tocar las cacerolas entre las 20 y las 21 horas (UTC-3 y -4). Tuvieron la adherencia además del ala derechista del partido Demócrata Cristiano, el Partido Nacional (actual UDI y RN, partidos de derecha chilena) y el movimiento nacionalista Patria y Libertad. Era característico de estas marchas, que se concentraban principalmente en el centro de Santiago, se tornaran violentas y que hubieran peleas verbales y físicas entre detractores y adherentes del gobierno provocando el actuar de la policía.

Véase también: Colapso económico de 1973 en Chile, Hiperinflación.

Años 80

A diferencias de los cacerolazos de los 70´s que se efectuaban por grupos en manifestaciones en el centro de Santiago ahora se hacían en las poblaciones períféricas de la capital produciéndose un ruido continuo indeterminado geográficamente que duraba hasta bien entrada la madrugada. Hablar sobre esta época es difuso, y es difícil encontrar fuentes formales de la materia, ya que la prensa sufrió censura debido al difícil momento que pasaba el régimen militar, y se estaba terminantemente prohibido hablar de temas al respecto. Sin embargo según lo que se puede rescatar, en la década de 1980, durante las protestas contra la dictadura de Augusto Pinochet, se reformuló este tipo de protesta, que algunos sólo consideran que fueron manifestaciones y no cacerolazos como tal, argumentando represión política, tortura, y "desaparecimientos" forzados de personas por el gobierno, además de la crisis económica y social que sufrió el país por salir de la situación económica que heredó del gobierno de la Unidad Popular.

La época donde se concentra el caceroleo es entre 1982 y 1985 en las llamadas Jornadas Nacionales de Protesta, convocadas por la oposición democrática. Durante cada una de estas jornadas, dentro de las casas se provocaba el ruido con las cacerolas. En las poblaciones marginales de Santiago, se reprimía fuertemente por Carabineros y el Ejército a estas manifestaciones.

España

Los ecos de los cacerolazos latinoamericanos llevaron esta forma de protesta a España (con el nombre de cacerolada), si bien sin ningún tipo de organización y básicamente usada como forma de protesta por particulares no organizados, en los últimos días de la campaña electoral presidencial de 2004, tras los atentados terroristas de Madrid, en repulsa al gobierno de José María Aznar.

En noviembre de 2005, se volvieron a tocar caceroladas, esta vez por vecinos de la ciudad de La Laguna, en la isla de Tenerife, por la ausencia de luz eléctrica durante varios días, debido los efectos de la tormenta tropical Delta que había destruido el tendido eléctrico y por la incapacidad de la autoridades y la compañía eléctrica Unelco en restablecer el servicio, que se tardó cinco días.

Uruguay

Durante los últimos años de la dictadura militar (1982 - 1984) se realizaron en Uruguay cacerolazos multitudinarios.

En 2002 se realizaron cacerolazos en contra del presidente Jorge Batlle.

Venezuela

Años 90

A principios de los años 1990, el pueblo venezolano reclamó la renuncia del presidente Carlos Andrés Pérez, entre otros medios a través de cacerolazos populares. El clamor popular fue apoyado por el entonces teniente coronel Hugo Chávez, quien participó de un conato de golpe de Estado fallido en 1992, que a la postre condujo a la destitución de Pérez al cargo.

En medio de la turbulencia política que se mantenía, los cacerolazos también se escucharon durante el segundo gobierno del presidente Rafael Caldera, en particular en la crisis financiera cuyo clímax llegó en 1994, causada por el desplome del Banco Latino y otros importantes entes financieros venezolanos y la retención de dinero de los ahorristas.

2002-2004

Las cacerolazos volvieron a reaparecer en Venezuela en el siglo XXI, el sucesor de Rafael Caldera en la jefatura de estado, Hugo Chávez, recibió desde principio de su gobierno cacerolazos por parte de sectores opositores en su mayoría gente de clase media e incluso de clase alta (a diferencia de las realizdas contra los gobiernos anteriores, que eran realizados por sectores populares). Uno de los primeros cacerolazos más llamativos sucedió en un discurso realizado por Chávez en el aeropuerto de La Carlota en Caracas, donde llegaron a su cercanías manifestantes de la oposición sonando cacerolas, para interrumpir con el ruido mientras Chávez hablaba.

Por el contrario partida las cacerolas también fueron hechas sonar por partidarios del Presidente Chávez en las barriadas populares, en particular el 12 de abril de 2002 en la noche, como una forma de protesta contra el efímero gobierno de Pedro Carmona Estanga, que había arrestado al Presidente Chávez y había disuelto la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo de Justicia y otros poderes públicos.

Posterior a esto, a finales del mismo año y después que Chávez recupera el poder, se realiza el Paro Petrolero contra su gobierno, se vuelven a escuchar nuevos cacerolazos en los sectores de las ciudades de clase media, llegando a conformarse como un medio de manifestación casi diario apoyado por los organizadores del paro quienes fijaban la hora del mismo. En algunas ocasiones los cacerolazos llegaban a durar más de 30 minutos en las principales ciudades de Venezuela.

En el transcurso del paro, algunas ocasiones se realizaban cacerolazos por parte de sectores oposicionistas contra funcionarios del gobierno, ya sean diputados, ministros y hasta al presidente del Tribunal Supremo, Iván Rincón; llegando hasta tal límite que se llegaron a comercializar CD de músicas que reproducían los sonidos del golpeo de las ollas.

En en el mismo paro simpatizantes del gobierno también realizaban "contra-cacerolazos", como forma de apoyo a su gestión, así algunos cacerolazos pasaron a ser muestras de apoyo al gobierno y en algunos casos como protestas contra particulares y personalidades e instituciones de la oposición, desvirtuándose el significado de protesta popular antigubernamental del cacerolazo que había sido en el pasado siglo, pasando a ser usado por las clases pudientes.

Además, otros cacerolazos de la oposición más espontáneos durante buena parte de su gobierno se sucedieron, algunos en donde se escuchaban cuando realizaba las coloquialmente llamadas "cadenas", en las cuales se unían todas las frecuencias de radio y televisión bajo la señal del gobierno, (generalmente usada para hacer anuncios importantes al país). Este tipo de manifestación ceso cuando Chávez ganó el referéndum presidencial, convocado para el 15 de agosto de 2004, en donde los resultados de éste, casi el 60% de los votantes se negó a dejar sin efecto su mandato.

2007

Durante este año fueron varios los momentos en que los cacerolazos venezolanos se hicieron más contundentes aún. Uno de ellos fue tras el cierre de la señal abierta de la cadena de televisión RCTV, hecho que provocó mucho descontento en la población.

Islandia

2009

En Reikiavik, Islandia, se utilizaron cacerolas en las manifestaciones contra el gobierno del conservador Geir Haarde. [13] [14]

Referencias

  1. Diario Clarín: "Duros cruces entre el Gobierno y el campo"
  2. Diario Clarín: "Continúa el paro del campo y los productores aseguran que no buscan el desabastecimiento"
  3. Diario Clarín: En medio de las protestas, Cristina se reunió con Lousteau y el jefe de Gabinete
  4. Diario La Nación: "La noche que volvió el cacerolazo"
  5. Diario Clarín: "Indignación y movilizaciones de ruralistas en las provincias tras el discurso de Cristina"
  6. Diario Perfil: "Cacerolazo contra Cristina Kirchner en todo el país"
  7. http://www.perfil.com/contenidos/2008/03/25/noticia_0063.html Diario Perfil:] "A fuerza de golpes y palazos, D'Elía y los piqueteros oficialistas coparon Plaza de Mayo"
  8. Diario La Nación: "Los cacerolazos de repudio a Cristina terminaron con incidentes".
  9. Horacio Aizpeolea. «Piqueteros K y manifestantes se volvieron a enfrentar en la Plaza». Diario Clarín, 27-03-2008. Consultado el 18-05-2008.
  10. La patota de Guillermo Moreno despejó la Plaza, Crítica de la Argentina, 15-06-2008.
  11. Patota oficialista desalojó a caceroleros de Olivos, Diario Perfil, 14-06-2008.
  12. Cacerolazo en la quinta de Olivos Diario El Día de La Plata, 13-06-2008.
  13. Radio Independencia:
  14. ElArgentino.com:
Obtenido de "Cacerolazo"

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