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Brozas
EscudoUbicación de Brozas en España. Ubicación de Brozas en la provincia de Cáceres. País España • Com. autónoma Extremadura • Provincia Cáceres • Comarca Tajo-Salor • Partido judicial Cáceres • Mancomunidad Tajo-Salor Ubicación Coordenadas: • Altitud 411 msnm • Distancias 47 km a Cáceres
32 km a PortugalSuperficie 398,84 km² Población 2.112 hab. (2010) • Densidad 5,3 hab./km² Gentilicio Broceño/a, brocense[1] Código postal 10950
Alcalde (2011) Antonio Moreno Pérez (IU-SIEX) Sitio web Ayuntamiento de Brozas Brozas es un municipio español, en la provincia de Cáceres, Comunidad Autónoma de Extremadura. Tiene 2200 habitantes y pertenece a la Comarca de Tajo-Salor, siendo lugar de paso entre Alcántara, Garrovillas de Alconétar y Cáceres, próximo a la frontera con Portugal.
Tradicionalmente, la localidad ha estado vinculado a la llamada Tierra de Alcántara, ostentando el título de villa desde 1537. Capital de partido desde finales del siglo XVI hasta el siglo XIX, su situación geográfica, su amplio término y su carácter de nudo de comunicaciones en el oeste de Extremadura convirtió a Brozas en una de las villas más importantes de la región en la Edad Moderna, siendo gobernada la villa por una poderosa nobleza que tenía lazos familiares con las aristocracias de Alcántara, Cáceres o Trujillo. Asimismo, fue sede de la Encomienda Mayor de la Orden de Alcántara, como lo demuestra el enorme Castillo de Brozas, situado en la parte más alta de la población.
Como consecuencia de esa historia, en la localidad queda un impresionante patrimonio histórico-artístico, con monumentos tanto civiles como religiosos. Además, Brozas ha sido lugar de nacimiento de importantes personajes como el segundo gobernador de La Española Nicolás de Ovando, el humanista Francisco Sánchez de las Brozas, el arzobispo de Santa Fe de Bogotá Pedro Ordóñez Flores, el virrey de Navarra Íñigo de Argüello Carvajal o el arquitecto Juan de Escandón.
Contenido
Geografía
Situación y límites
La localidad de Brozas se encuentra al suroeste de la provincia de Cáceres y su término municipal, de 39 700 hectáreas, es el sexto más extenso de dicha provincia. El núcleo urbano se sitúa al noroeste del término. Sin embargo, al estar el pueblo en un lugar elevado, con una altitud superior a los 400 msnm, tiene una panorámica que abarca casi la totalidad de su territorio municipal. Con respecto a su localización en las comarcas administrativa e histórica, Brozas se encuentra al oeste de la comarca-mancomunidad de Tajo-Salor[2] y en el centro de la antigua Tierra de Alcántara, a 15 km de Alcántara y a 47 km de la capital provincial. La frontera con Portugal está a 34 km.
Geología
Geológicamente, el término se encuentra dentro del Macizo Hespérico o Hercínico, aunque dentro de esta unidad general se pueden apreciar dos sectores claramente diferenciados. Por un lado, la zona norte y este del término, en la cual se encuentra ubicado el núcleo urbano, está dentro de la zona de influencia del llamado dique Plasencia-Alentejo, y dentro del mismo forma parte del batolito granítico de Cabeza de Araya-Brozas-Mata de Alcántara, que se caracteriza por un relieve llano pero dominado por grandes bolos graníticos muy erosionados. El sur y oeste del término municipal, por el contrario, responden al típico paisaje de penillanura, con relieves planos con suaves ondulaciones y con predominio casi absoluto de la pizarra.
La mayoría de los suelos del término son bastante deficientes, debido al sustrato rocoso y al clima del lugar. Los suelos pizarrosos tienen una profundidad media de 40 centímetros, y dicha profundidad aumenta en una zona que, desde la Dehesa de Fuentemaderos situada al noroeste del término, se extiende alrededor de los huertos de regadío que rodean a la localidad, prologongándose hasta las zonas de llanura. Estos suelos suelen usarse como pastos, alcanzando su clímax edáfico con dehesas de encinas. Por otro lado, los suelos sobre granitos tienen una profundidad de entre 30 y 50 cm y se estructuran débilmente, al tener un drenaje rápido y ser pobres en materia orgánica y ácidos. Sin embargo, estos suelos son útiles como lugares de pastos y dehesas, situándose en ellos las mejores zonas de arbolado del término municipal, habiendo en éstos encinas y alcornoques.
Topografía
Tal y como se ha explicado en el apartado sobre geología, al norte del término hay un paisaje llano, pero dominado por grandes rocas de granito de grano grueso con dos micas: biotita y moscovita. La altitud media de esta zona septentrional se encuentra en torno a los 400 msnm, teniendo su punto de mayor elevación en el cerro sobre el cual se eleva el pueblo, con una altitud máxima de 418 msnm. Esta altitud destaca aún más porque al sur se extiende la penillanura, los llamados "llanos", donde la altitud desciende hasta los 370-380 msnm; en esa zona apenas hay elevaciones como tal, lo cual permite una visión perfecta de las sierras que rodean dicha penillanura. Por último, se produce otro brusco descenso junto al río Salor, límite sur del término de Brozas, y que se encuentra profundamente encajonado en torno a los 340 msnm.
Hidrografía
La red hidrográfica del término municipal de Brozas pertenece íntegramente a la cuenca hidrográfica del Tajo, concretamente a su margen izquierda. El río Salor, afluente del Tajo, bordea el término por el Sur. En el municipio hay varios subafluentes del Tajo que atraviesan el término transversalmente, como son la rivera de Araya, el arroyo de Jumadiel y la rivera de la Mata, cada uno de ellos con sus correspondientes cauces y subafluentes. Sus cursos fluviales se caracterizan por la gran irregularidad, que en los arroyos y regatos lleva a la sequía en verano.
Junto a los cursos de agua, dos elementos hídricos destacan en Brozas. Por un lado, los numerosos pozos y fuentes de agua potable que se extienden principalmente por la parte septentrional del término y por el casco urbano. En segundo lugar, un elevado número de charcas artificiales, las cuales fueron en su mayoría construidas durante la Edad Moderna, y que tuvieron y tienen gran importancia en la economía local al ser usados como abrevadero para los ganados y como abastecimiento de agua para la población. Destacan entre ellas la charca de Greña, cabecera de la Rivera de la Mata; las charcas de Arce, sobre el arroyo Jumadiel; y la Charca de Brozas, una enorme extensión de agua de más de 50 hectáreas, la cual ha sido declarada, debido a su valor ecológico e histórico, parque periurbano de conservación y ocio por la Junta de Extremadura.
Climatología
El clima de Brozas tiene unos rasgos muy definidos que dan lugar a un clima mediterráneo continentalizado. La temperatura media anual es de 16,1 °C, y lo continentalizado se manifiesta en los 168 días anuales en los cuales la temperatura es superior a 25 °C, la brusca bajada de temperaturas que se produce en otoño y la gran diferencia de temperaturas de 18 °C entre el mes más frío que es enero y el más caluroso que es julio.
Las lluvias son escasas e irregulares. En la segunda mitad de siglo XX, en Brozas cayeron menos de 500 mm de lluvia anuales en total, habiendo solamente 84 días anuales de lluvia y sólo 23 en los cuales cayeron más de 10 litros. Dentro del año, noviembre es el mes más lluvioso y julio el más seco; teniendo los demás meses lluvias regulares pero insuficientes para evitar la presencia de la estación seca, la cual puede prolongarse, en casos de sequía, durante gran parte del año.
Biología
Flora
La vegetación que hay en el término municipal de Brozas es el resultado de la acción continuada del hombre desde que esta tierra estuvo habitada por primera vez. Entre las especies de árboles destacan las encinas, que abundan en los suelos graníticos, dando lugar en la parte oriental del término a una dehesa de encinas y pastizal, y en la zona más septentrional a un rico bosque de encinas, aladiernos, olivillas, terebintos, perales y majuelos. En esta zona también pueden encontrarse los únicos lugares del término donde hay alcornoques, debido a que los suelos son más ricos y húmedos. No obstante, la vegetación más destacable del término municipal la herbácea, que ha crecido como resultado de la degradación del bosque mediterráneo que había en el lugar inicialmente, y entre la cual los pastizales son las hierbas más destacables.
Fauna
En la fauna destacan las especies habituales de caza menor, perdiz, liebre y conejo.
Los Llanos de Brozas han sido siempre zona de avutardas (Otis tarda) y otras aves esteparias (sisón, alcaraván). Abunda la cigüeña blanca y no falta la cigüeña negra. Aquélla anida en el pueblo y alrededores; ésta, en los alcornocales.
Las grullas y las palomas acuden todos los años a la bellota de invierno y las tórtolas, al trigo de verano. Las avefrías y muchas anátidas hacen aquí la invernada.
Entre las rapaces sobresalen el cernícalo (Falco tinnunculus), los milanos y el águila calzada.
Últimamente se observa presencia de jabalí y meloncillo, especies hasta ahora inéditas en el municipio. No son raros el gato montés (Felis silvestris) y la gineta (Genetta genetta).
Hasta la década de los sesenta, era frecuente el lobo, extinguido por la caza en batidas. En 1791 se premiaba "cada piel presentada con cuatro ducados si era de macho, ocho si de hembra y dos si de lobino. La de zorra merecía diez reales y la de zorrina, cuatro". Hoy siguen abundando los zorros (Vulpes vulpes).
Historia
Prehistoria
Hay pocos datos acerca de la ocupación humana del lo que ahora es término municipal de Brozas antes de la Edad Media, ya que en este lugar no hay restos arqueológicos anteriores al siglo XII a. C., en el periodo conocido como "Bronce Final Extremeño". De esta etapa son el yacimiento de Araya y la Estela de Brozas.
Épocas romana y visigoda
No hay testimonios escritos ni restos que indique que en la época romana el núcleo urbano hubiera estado habitado. Sin embargo, en el término se han hallado lápidas votivas a Júpiter, la base romana de un puente sobre el arroyo de Jumadiel y restos de enlosado que aún se conservan en la Calzada del Puente de Alcántara. Todo esto hace pensar en la existencia, en lo que ahora es término municipal de Brozas, de un núcleo habitado romano fundado junto a esa calzada, y que puede que sobreviviera también durante la época visigoda. En la iglesia de Santa María se conservan dos capiteles procedentes de la finca Las Pueblas, que parecen demostrar esto.
Reconquista
Aunque hay vestigios anteriores, la historia de la moderna Brozas empezó con la reconquista leonesa de la parte occidental de la moderna provincia de Cáceres, a principios del siglo XIII. Al tomar Alfonso IX de León la plaza de Alcántara en 1213, todo el oeste de la moderna provincia de Cáceres fue entregado a la orden de Calatrava, pasando en 1218 a la de San Julián del Pereiro, que desde entonces cambió su nombre por el de orden de Alcántara. Este territorio fue organizado, con capital en Alcántara, mediante una serie de núcleos poblados que fueron convertidos en cabezas de encomiendas, con funciones de defensa y repoblación. Éste fue el caso de Brozas, que aparece nombrada documentalmente como "Las Broças" por primera vez en 1237 y en 1244, convirtiéndose hacia 1270 en capital de la Encomienda Mayor de Alcántara. Su favorable emplazamiento, al situarse en una llanura donde se unían los caminos procedentes de Alburquerque, Cáceres y Alcántara, facilitó su poblamiento, que se aceleró a lo largo del siglo XV. Ese crecimiento se aceleró más al concentrarse en Brozas los habitantes de varios núcleos primitivos surgidos con la reconquista sin las ventajas de Brozas, que se convirtieron en encomiendas deshabitadas como Belvís, Navarra, la Puebla y Araya.[3]
Durante el siglo XIV y el siglo XV, el lugar se vio afectado por varios conflictos bélicos que afectaron a Extremadura, sufriendo las incursiones del condestable portugués Nuno Alvares Pereira. Brozas fue invadida en 1431 por el infante Pedro de Aragón; y, décadas más tarde, fue un importante objetivo militar durante la guerra interna de la Orden de Alcántara que enfrentó a los partidarios del maestre Gómez de Solís contra los del clavero Alonso de Monroy. La consolidación en el trono de los Reyes Católicos abrió una larga época de paz para Extremadura que se tradujo a su vez en un gran crecimiento demográfico y económico. Brozas no fue ajena a esto y los Reyes Católicos aceptaron en 1495 a la petición de los vecinos de la localidad para construir una segunda parroquia debido al aumento de la población.
Edad Moderna
Los conflictos con Alcántara sobre el uso de los baldíos y las tierras comunales hicieron que los brocenses iniciaron el proceso de emancipación mediante la adquisición del villazgo. Esto se consiguió en 1537 por una real cédula de Carlos I que costó 7500 ducados de oro. El villazgo implicó un gran crecimiento demográfico, que hizo que Brozas pasase de 2900 habitantes al emanciparse a 6240 habitantes según el Censo de la Corona de Castilla de 1591.[4] El crecimiento hizo que hacia 1550 surgiese en la zona noreste del término de la nueva villa, junto a una venta y en un cruce de caminos, un nuevo núcleo de población, conocido por los brocenses como El Arrabal de Ventas y por sus habitantes como Navas del Madroño. Navas fue una localidad brocense hasta 1737, cuando se independizó como villa. La cada vez mayor importancia demográfica y económica de Brozas tuvo también repercusión en el ámbito político-jurisdiccional: en 1570, la Corona de Castilla hizo una reorganización mediante la cual el antiguo partido de Alcántara se dividió en cuatro nuevos: Alcántara, Valencia de Alcántara, Gata y Brozas. Brozas, junto con Navas del Madroño y Araya, pasó a ser gobernada por un alcalde mayor, gobernador y capitán de guerra, que era nombrado por el Consejo de las Órdenes y que se convirtió en la máxima instancia judicial del partido de Brozas.
La población comenzó a reducirse a finales de siglo XVI, cuando hubo una crisis agraria y llegaron enfermedades como la peste, que provocó una epidemia entre 1599 y 1601. Así empezó la crisis del siglo XVII, siglo durante el cual Brozas perdió casi la mitad de la población que tenía, debido estos factores y a otros como la expulsión de los moriscos que obligó a casi 300 personas a irse de la villa en 1609, la emigración a América y la Guerra de Restauración portuguesa (1640-1668). Esta crisis del siglo XVII aún continuó los primeros años de siglo XVIII debido a la Guerra de Sucesión Española, en la cual Brozas se convirtió en objetivo de los ataques de los portugueses contrarios a Felipe V. La villa fue invadida en abril de 1706, siendo saqueada e incendiándose numerosos edificios como la casa consistorial.[5]
Al acabar la guerra en 1713 se inició una recuperación lenta, basada en el cultivo de nuevas tierras y en la paz que hubo en el país durante el siglo XVIII. El crecimiento demográfico provocó el estallido de un grave conflicto social que enfrentó a los labradores que querían nuevas tierras de cultivo contra la nobleza local y los ganaderos de la Mesta que defendían los pastos. Esto provocó motines como el de 1750 contra el administrador de la Encomienda Mayor en el cual participaron más de 100 labradores, así como ocupaciones de tierras entre 1793 y 1794 al amparo de una Real Orden que en 1793 que declaró todas las dehesas extremeñas de pasto y labor.
Siglo XIX
El siglo XIX provocó un gran cambio en la evolución histórica de Brozas. La crisis agraria y epidémica de 1804 a 1806 supuso el fin del crecimiento demográfico, lo cual se agravó con las consecuencias de la Guerra de Independencia Española. Esta a guerra supuso también el fin del Antiguo Régimen y el inicio de la Edad Contemporánea, desapareciendo la sociedad estamental al perder la nobleza sus privilegios, aunque no su riqueza. Pero quien más sufrió estos cambios fue la Iglesia, al disolverse las órdenes religiosas, cerrarse sus conventos y desamortizarse todos sus bienes en 1836-1837.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad de constituyó en municipio constitucional en la región de Extremadura, Partido Judicial de Alcántara, entonces conocida como Las Brozas,[6] que en el censo de 1842 contaba con 1300 hogares y 7121 vecinos.
Otra medida liberal que tuvo mucho impacto en Brozas fue la desamortización de los bienes de propios que realizó Pascual Madoz en el Bienio progresista, entre 1855 y 1856. Se enajenaron casi 14 000 hectáreas municipales, las cuales se privatizaron. La nueva sociedad que se formó tras estas reformas seguía dominada por la misma oligarquía anterior a las mismas, y frente a los cuales se situaban los jornaleros sin tierras. Como consecuencia, surgió una conciencia de clase y organizaciones obreras. Brozas fue una de las localidades pioneras en el movimiento obrero extremeño, habiendo ya en 1877 una federación de la I Internacional en la localidad. La situación desembocó a veces en motines y altercados, como el que tuvo lugar en 1874 contra el sorteo de las quintas.
Siglo XX
Los problemas sociales a los que dio lugar el período liberal alcanzaron su máxima expresión en el primer tercio del siglo XX. En Brozas tuvieron fuerza los principales partidos y sindicatos obreros de España, especialmente el socialismo sindical. También tuvo importancia el movimiento social católico, cuyo principal representante fue Carlos Barriga, párroco de la iglesia de Santa María, quien a finales del siglo XIX había fundado uno de los primeros sindicatos católicos de crédito agrícola de Extremadura. La situación política y social de esta época hizo que en 1931 se proclamase la Segunda República, durante la cual los partidos de izquierda llegaron por primera vez al poder, apoyados por sindicatos como el socialista Unión y Trabajo, que tenía casi mil afiliados. La principal característica de esta etapa fue la inestabilidad.
Tras el fallido pronunciamiento del 17 y 18 de julio de 1936, tuvo lugar en España la Guerra Civil entre 1936 y 1939. En la parte controlada por el bando nacional, en la cual se encontraba la provincia de Cáceres, hubo una dura represión contra militantes y simpatizantes de los partidos de izquierda, la cual se prolongó hasta la Transición tras la victoria franquista en dicha guerra. Durante la dictadura de Franco se paralizó totalmente la vida política de Brozas, la cual se limitó a conflictos internos entre miembros de la oligarquía. Pese a que se emprendieron algunas obras públicas de cierta importancia, Brozas siguió siendo un pueblo cuya economía se basaba en la agricultura y la ganadería. Por este motivo, cuando en los años 1960 se inició el crecimiento económico del país, varios miles de brocenses abandonaron su pueblo buscando una vida mejor. Sólo tras la llegada de la democracia y, sobre todo, del ingreso de España en la CEE, se ha detenido, o por lo menos ralentizado, el descenso poblacional, beneficiándose Brozas de importantes inversiones en infraestructuras y actividad productiva.
Demografía
Brozas ha tenido los siguientes datos de población desde 1900, según el INE:[7] [8]
Conjunto monumental
Monumentos religiosos
Véase también: Anexo:Monumentos religiosos de Tajo-Salor#BrozasIglesias
La principal iglesia de la localidad es la iglesia de Santa María la Mayor de la Asunción, cuya construcción abarcó desde finales del siglo XV hasta principios del siglo XVIII. La fachada de más monumentalidad es la de los pies, la cual muestra resabios góticos en su decoración, especialmente en su parte inferior. Dicha fachada fue replanteada por Pedro de Ibarra como una gran puerta de medio punto y abocinada abajo, seguida por un ventanal grande también de medio punto, y culminada con decoración escultórica.
El exterior de la iglesia tiene transparente abierto en el ábside. Su condición y formas son de estilo barroco, del siglo XVIII. En el interior destaca la bóveda de crucería sobre pilares compuestos. Alrededor de la iglesia hay varias capillas fúnebres construidas por los nobles entre el siglo XVI y el siglo XVIII. Las naves laterales rematan en varios recintos, una sacristía del siglo XVII y la capilla funeraria de los Flores, la cual está cubierta con bóveda de ladrillo sobre pechinas. En esta capilla se encuentra el sepulcro de Gonzalo Gutiérrez Flores, caballero de la Orden de Alcántara.
Los bienes muebles que hay en el interior de la iglesia son también muy importantes. El retablo mayor fue construido por el entallador Bartolomé de Jerez a mediados de siglo XVIII y es un buen ejemplo del arte barroco tanto por sus grandes dimensiones, 25 m de altura, como por su amplia decoración animal, vegetal y celestial. En el coro se encuentra un órgano tubular de la misma época que el retablo que fue construido en madera sin policromar por Francisco de Andía. Entre las esculturas, destaca la del Cristo de la Salud, del último cuarto del siglo XVI y perteneciente a la escuela andaluza.
La otra iglesia del municipio es la iglesia de los Santos Mártires San Fabián y san Sebastián, que se empezó a construir en 1495 sobre la ermita del mismo nombre. Las obras fueron paradas antes de llegar al hastial a mediados del siglo XVII, y no se reanudaron hasta los años 1960, cuando se terminó de construir de acuerdo con los planos originales del arquitecto local Juan Bravo. La iglesia es de una sola nave y en su interior se encuentra la capilla funeraria de los Argüello Carvajal, proyectada por Juan Bravo en 1590 y en la cual se encuentra la imagen del Cristo de la Expiración, talla de la misma época que la capilla y que fue realizada por Alonso Hipólito, situándose en un retablo barroco. En el ábside hay pinturas murales que representan a los santos a los cuales el templo da nombre. Por el estilo, dichas pinturas podrían haber sido realizas por el pintor extremeño Juan de Ribera, que trabajó en la zona a finales del siglo XVI, realizando trabajos en lugares como Portaje, Villa del Rey y la actual capital provincial.[9]
Ermitas
En Brozas existen varias ermitas dedicadas al culto, aunque también hay que señalar que otras han desaparecido y algunas han cambiado de uso tras la desamortización.[10]
Una de las ermitas dedicadas al culto es la ermita del Buen Jesús del Humilladero, levantada hacia 1530 por iniciativa de Fray Gonzalo de Nebrija, de planta cuadrada y construida con sillares, que ha sido expoliada al robarse imágenes que se encontraban en su techumbre. Destaca en su interior la imagen de Jesucristo amarrado a la columna, en alabastro y obra de Guillén Ferrant. No se debe confundir por el nombre con la ermita del Humilladero, construcción barroca de mediados del siglo XVIII que mezcla elementos tradicionales de la zona con influencias portuguesas y andaluzas.
Otra de las ermitas destinadas al culto es la ermita de la Soledad, del siglo XVI. Se sitúa entre canchos del ejido municipal. También existen la ermita de San Antón abad, con una imagen de dicho santo de 1700 y una sacristía adosada. Al otro lado del montículo del Humilladero está la ermita de Santa Lucía. En el término hay dos ermitas que se usan para romerías: la ermita del Padre Eterno y la ermita de San Gregorio.
Las ermitas con un uso distinto al del culto son cuatro. Una de ellas es la ermita de san Juan, de finales del siglo XV, de estilo gótico, con un ábside plano y una sacristía amplia. Conserva el arco toral y portadas de medio punto, así como una decoración a base de bolas típica de finales del gótico. La ermita se usa como cementerio.
Otra ermita en desuso es la ermita de Santa Bárbara, fundada por Ana de Silva en 1646 y que destaca por su cúpula de media naranja. La ermita de Santa Bárbara fue transformada en fragua. En el actual convento franciscano se encontraba antiguamente la ermita de Nuestra Señora de la Luz. También fue ermita la actual iglesia de los santos Fabián y Sebastián.
Las ermitas que ya no existen son la ermita de los Santos Abdón y Senén, cuyo lugar ocupa el Paseo de los Santos al norte de la localidad; la ermita de San Marcos, al sur de la localidad, donde tenían lugar los cultos míticos cristianizados del Toro de San Marcos; y la ermita de la Virgen de la Hoja, cuyas ruinas se conservan en la finca llamada Hoja de Santa María de Guadalupe situada al sur del término, en la llanura del río Salor.
Conventos
Uno de los tres conventos de Brozas es el convento de nuestra Señora de la Luz,[11] el cual llegó a ser cenobio capitular de la provincia de San Gabriel para los franciscanos descalzos. El convento fue fundado por iniciativa de la villa en 1554 y con licencia real, aprovechándose la ermita de la Virgen de la Luz que antes había donde ahora está el convento. Se construyó entre el siglo XVI y el siglo XVIII. El convento se divide en dos grandes sectores: la iglesia por un lado y el convento por otro. La iglesia del convento es una nave con tres tramos, coro, capillas, falso crucero y presbiterio, junto al cual hay un camarín cúbico; a todo esto se añaden la capilla de santa Rosa y otro oratorio más. El convento se articula alrededor del claustro y originalmente lo diseñó Pedro de Ibarra. El claustro es cuadrangular y tiene dos cuerpos. Alrededor del claustro estaban las dependencias conventuales. En el siglo XVII se ampliaron las celdas y fue construida una nueva enfermería en un piso alto, junto con un pórtico orientado al sur.
Otro convento de la localidad es el convento de las Comendadoras de Alcántara. Este convento fue fundado por frey Pedro Gutiérrez Flores, sacristán mayor de la orden de Alcántara, sobre una construcción anterior que puede que hubiese sido el Convento de la Madre de Dios, fundado por el capitán Antonio de Lebrija, nieto del gramático Elio Antonio de Nebrija. La nave del templo fue reconstruida en el siglo XVIII. La iglesia es de la primera mitad del siglo XVI, destacando en ella su portada renacentista, obra de Guillén Ferrant. Las dependencias del convento están actualmente muy transformadas, conservándose sólo un pequeño claustro, varias dependencias como el refectorio, cubierto con bóveda de arista, la sala capitular y un pequeño pórtico que da al patio. En el convento también destacan varios letreros e inscripciones que tienen lemas y citas de Nebrija.[12]
El otro convento de la localidad es el convento de Nuestra Señora de los Remedios, cuyo estado de conservación es lamentable. Lo fundó Fray Alonso Flores, prior de Magacela, y su iglesia la diseñó el maestro mayor de la orden Gaspar López a principios de siglo XVII. Tiene grandes proporciones y su planta es rectangular y está completamente destruida. El convento se usa como cuadra y como vivienda privada.
Castillo
El castillo-palacio de la Encomienda Mayor de Alcántara[13] [14] se fundó poco después de que en 1220 se fundase la localidad de Brozas y se construyó entre el siglo XIV y el siglo XVII. De la primera etapa sólo se conserva la torre del homenaje, de principios de siglo XIV. El edificio se construyó principalmente a finales de siglo XVI, diseñando la reforma en 1593 Juan Bravo y construyéndose en esa época la muralla cuadrangular de tres puertas, sobre una de las cuales se encuentra un escudo de Felipe II flanqueado por los del comendador mayor Cristóbal de Moura.
En el interior del castillo fueron construidas varias dependencias palaciegas: caballerizas, el "cuarto viejo" con portadas góticas, el "cuarto nuevo" en el cual se localiza el escudo de Juan de Zúñiga y el patio al que dan ambos cuartos. La última fase de construcción es mediados del siglo XVII, justo antes de la guerra contra Portugal, en la cual la muralla se reforzó exteriormente con cinco grandes baluartes para ampliar la superficie amurallada y facilitar la defensa.[15]
Monumentos civiles
Palacios
Uno de los palacios de la localidad es el palacio de los Argüello Carvajal. Empezó a construirse a finales de siglo XVI, aunque su aspecto actual corresponde a un palacio barroco del siglo XVII que fue modificado en el siglo XVIII y en el siglo XX.
Otro palacio es el palacio de los Condes de Canilleros, del siglo XVI y completamente reformado a finales del siglo XVII. En el exterior destacan la labor de forja de los vanos y un enorme escudo de esquina que tiene las armas de los Porres, los Montemayor, los Maraver, los Silva y los Acuña, hecho a finales del siglo XVII. En el interior sobresale un patio con dos galerías: una baja en arquería y una superior adintelada, sosteniéndolo todo columnas toscanas.
El palacio de los Condes de la Encina es el mejor ejemplo de arquitectura residencial del municipio. Se construyó a finales de siglo XVI con las características arquitectónicas típicas del siglo XVII. En el siglo XVIII sus propietarios alcanzaron su máximo poder, al convertirse Juan Sebastián Bravo en conde de la Encina en 1778. Al exterior destaca una fachada sencilla construida completamente con sillares de granito. El palacio tiene dos plantas y se remata con una cornisa voladiza en cuyo centro está el escudo de Juan Sebastián y de su esposa Isabel Topete. En el interior hay un amplio patio con cuatro grandes arcos rebajados sobre pilares.
Un cuarto palacio es el palacio de los Orive Salazar, el cual se encuentra dividido en dos partes. Una es la que contiene la fachada principal íntegramente de sillares y con los escudos de los Orive y Paredes. En el interior hay bóvedas de cañón sobre lunetos y el espacioso patio, hoy muy transformado. En esquina con la calle Constitución se encuentra otra ala del edificio, que fue adquirida como vivienda a principios de siglo XIX por la familia riojana de los López de Tejada, que colocaron en la fachada un balcón de esquina y un gran escudo de su familia de 1804.
Además de estos palacios, se encuentra en la localidad la casa palacio de los Arce, perteneciente primero a la familia Paredes y Ulloa y construida en el siglo XVII. En el edificio destacan las forjas de hierro de las balconadas. En el siglo XVIII esta familia enlazó con los Arce, como demuestra el escudo en esquina de mármol.
Casas nobles
La principal casa noble de la localidad es la casa de los Flores, situada en la calle Ramón y Cajal. La casa tiene dos partes claramente diferenciadas y perpendiculares entre sí. En la más antigua hay varias estancias muy amplias. En el primer cuarto de siglo XVII el palacio fue considerablemente ampliado, siendo su dueño Pedro Alfonso Flores, vizconde de Peñaparda. Se construyó un gran ala de dos pisos, con enormes estancias con chimeneas, y grandes vanos de granito con cierres de forja. En esta época también se construyó la monumental entrada del edificio.
Otro edificio es la casa de los Ortiz, la cual se construyó a principios de siglo XX por la familia que le da nombre. En el pueblo se conoce como "la casa de los ladrillos". En este edificio se mezclan elementos del modernismo en su decoración con una estética neomudéjar en su interior.
A estas casas palaciegas hay que añadir la casa del Brocense, que aún se conserva en la localidad y está construida íntegramente con sillares, destacando por su chimenea de ladrillo.
Fincas palaciegas
Además de los palacios y las casas nobles, hay que añadir a esta lista una construcción muy peculiar situada en la finca "Greña". Se trata de un palacio campestre construido por Santiago Burgos de Orellana a principios de siglo XX, y que no puede clasificarse dentro de ningún estilo arquitectónico definido, si bien el edificio parece estar influido por el modernismo e incluso por Gaudí.
Economía
Pasado
En el siglo XVIII se construyeron algunos embalses con presas de sillares graníticos, para mover molinos harineros (como los dos de Arce y el de Greña). Hoy tienen aprovechamiento pesquero (principalmente de la tenca, especie característica de la zona). En 1790 la fanega de garbanzos tenía precio corriente de 90 reales, la de trigo 24, la de centeno 14, la de cebada 13, la arroba de miel 130, la de lana 88, la de aceite 70, la de vino 32, la de higos 9 y la de zumaque 5. Las dehesas de propios eran comunes en pastos y labores con las de Navas del Madroño, Alcántara, Mata de Alcántara y Villa del Rey.
Presente
Hoy[¿cuándo?] la población vive principalmente de la agricultura (cereales y olivar en secano más algunas huertas con pozos) y de la ganadería (vacas y ovejas). Últimamente[¿cuándo?] está incrementándose la ocupación en el sector servicios, dada la proximidad a la capital. El paro registrado es[¿cuándo?] de 95 personas.
Infraestructuras
Existe un centro educativo público, con 14 profesores y 176 alumnos, y un centro de salud, con un médico y una enfermera. También hay un Asilo.
Los Baños de San Gregorio (junto a la ermita de este santo) son una fuente de aguas mineromedicinales, transparentes, de olor sulfuroso y sabor sulfúrico, beneficiosas para el asma, la piel, los reumatismos crónicos y las obstrucciones tanto de vientre como de vejiga urinaria. Se utilizaban ya en época romana.
Cultura
Gastronomía
Brozas ofrece una gastronomía basada en productos del cerdo y del cordero, con platos como la prueba y la caldereta, así como las exquisitas tencas que se pescan en sus charcas. Entre sus postres más típicos se pueden degustar los fritos y las torrijas.
Fiestas locales
- El 17 de enero se celebra San Antón con bailes típicos y subasta de productos.
- La Romería de San Gregorio, en su ermita, se realiza el 9 de mayo.
- En abril era famosa en el pasado la fiesta del Rito del Toro de San Marcos. Hoy se celebra la Feria de Ganados, entre el 20 y el 22.
- Los Toros se festejan alrededor del 8 de septiembre. Suelen correrse vaquillas por la mañana y por la tarde se lidian en la plaza toros al estilo tradicional.
- El 13 de diciembre se celebra Santa Lucía con actos religiosos.
Heráldica
Escudo de plata. Dos columnas corintias de piedra, y brochante sobre ellas un águila explayada de gules, armada y linguada de oro, sostenida de una cruz flordelisada de sinople. Al timbre, corona real cerrada.
Deportes
El municipio cuenta con un equipo de fútbol que en la temporada 2010/11 juega en la Primera Regional, el CP Brocense.[16]
Referencias
- ↑ Página con los gentilicios de los municipios de Extremadura.
- ↑ «La comarca: Brozas». Mancomunidad Tajo-Salor. Consultado el 18 de agosto de 2011.
- ↑ Bernal Estévez, A.: Poblamiento, transformación y organización social del espacio extremeño (siglos XIII al XV), Mérida, 1998
- ↑ López, T., Censo de la Corona de Castilla en 1591
- ↑ García Barriga, F., Los Desastres de la Guerra. La incidencia de los conflictos bélicos en la historia moderna de Brozas (desde 1640 hasta 1812), Actas de las V Jornadas de Historia en Llerena, Llerena, 2004.
- ↑ Municipio Código INE -10.032
- ↑ «Poblaciones de hecho desde 1900 hasta 1991. Cifras oficiales de los Censos respectivos.» (en іспанською). Національний інститут статистики Іспанії (INE). Consultado el 21-06-2011.
- ↑ «Series de población desde 1996. Cifras oficiales de la Revisión anual del Padrón municipal a 1 de enero de cada año.» (en іспанською). Національний інститут статистики Іспанії (INE). Consultado el 21-06-2011.
- ↑ Sánchez Lomba, F. M: Iglesias caurienses del Milquinientos, Cáceres, 1994
- ↑ Carrasco Montero, Gregorio Las ermitas de Brozas, una pequeña miniruta turística Coloquios Históricos de Extremadura, 1986
- ↑ Diez González, Mª C.: Brozas y el Convento de la Luz, Cáceres, 2004.
- ↑ Diez González, Mª C.: "Proyecto de restauración de la capilla del Convento de las Monjas Comendadoras para Auditorio Municipal: Brozas (Cáceres). Fases I y II", Boletín de arte, ISSN 0211-8483, Nº 29, 2008, págs. 113-133
- ↑ chde.org El desastroso patrimonio artístico de Las Brozas consultado el 23 de marzo de 2010
- ↑ castillosnet.org Información sobre el castillo consultado el 23 de marzo de 2010
- ↑ García Barriga, F.: "Sociedad y conflicto bélico en la Edad Moderna: Extremadura ante la guerra con Portugal (1640-1668), Norba. Revista de Historia, vol. 21, 2008, pp. 29-47
- ↑ Clubes Primera Regional Grupo IV 2010-2011 Federación Extremeña de Fútbol
Bibliografía
- F. García Barriga, La villa de Brozas en el Antiguo Régimen, evolución demográfica y estructura familiar. Cáceres, 2005.
- F. García Barriga, Familia y sociedad en la Extremadura rural de los Tiempos Modernos (siglos XVI-XIX). Mérida, 2009.
- J. P. Blanco Carrasco, Población, familia y sociedad en la Extremadura moderna, 1500-1860, Cáceres, 1999.
- VV. AA., Monumentos Artísticos de Extremadura, Mérida, 2009.
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