- Guerras civiles de Colombia
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Las guerras civiles de Colombia fueron una serie de conflictos internos surgidos principalmente durante el siglo XIX. Si se descuentan las revueltas internas de los Estados Federales, existentes entre 1863 y 1886, Colombia sufrió aproximadamente de nueve grandes guerras civiles.[1]
Causas
Las principales causas de estos conflictos fueron las siguientes:[2]
- La ambición de los dirigentes y los partidos políticos que veían en la guerra un medio para conquistar el poder y retenerlo.
- La intemperancia de los mismos dirigentes al debatir sus diferencias políticas ó ideológico-religiosas.
- Injusticia política o social, que estimuló la pobreza y la carencia de industrias en el país.
- Ciertos sectores especuladores hacían negocios con los conflictos civiles y, por tanto, estaban interesados en que éstos se presentasen.
Consecuencias
Las consecuencias de las guerras civiles fueron las siguientes:
- Millares de jóvenes murieron en combate, quedaron heridos o lisiados y en incapacidad de prestar su esfuerzo en las labores intelectuales, agrícolas y mineras que necesitaba urgentemente el país.
- Quedaron aniquilados muchos hogares y riquezas, justamente cuando la República hubiese podido recobrarse de los gastos y compromisos pendientes como cosecuencia de la Emancipación y de las campañas libertadoras. Cada guerra civil creaba nuevos odios que iban a producir después otra distinta.
- El crédito exterior de los vínculos nacionales entre las secciones del país, hasta el peligro de la integridad nacional, como apareció después de la Guerra de los Mil Días.
- La ruina fiscal que produjo el régimen de papel moneda que llegó a extremos indecibles.
- Empobrecimiento del país.
- Estancamiento del progreso.
- Formación de una actitud política intolerante fomentada por los dos principales partidos políticos (Liberal y Conservador), que derivó en el siglo XX en otras guerras partidistas, la de 1930 y la de 1948, las cuales se denominan eufemísticamente como la Pequeña violencia y La Violencia.
- La separación de Panamá de Colombia.
Guerra entre Centralistas y Federalistas (1812-1815)
La guerra civil entre federalistas y centralistas se desarrolló entre 1812 y 1815;[3] dicho periodo de la historia colombiana es denominada por la mayoría de historiadores como Patria Boba. Este conflicto inició debido al creciente desacuerdo entre los gobiernos del Estado Libre de Cundinamarca, centralista, con el de las Provincias Unidas de la Nueva Granada, federalista, que llevó a ambos bandos a un enfrentamiento armado.[4]
Este enfrentamiento inició el 2 de diciembre de 1812, en una batalla que se llevó a cabo en la población de Ventaquemada (Boyacá). Tras la derrota de los centralistas de Antonio Nariño en la contienda, los federalistas avanzaron Santafé de Bogotá el siguiente 9 de enero. La batalla que se dio en el barrio San Victorino favoreció a las fuerzas de Nariño y la guerra terminó momentáneamente, después de que los dos bandos acordaron unir fuerzas contra el enemigo común español.
El 12 de diciembre de de 1814, Simón Bolívar tomó Santa Fe a nombre de los federalistas del Tunja y derrotó a los centralistas de Cundinamarca. En enero siguiente se dirigió a la costa caribe en donde debía recibir armas y pertrechos de Cartagena de Indias para tomar Santa Marta y liberar a Venezuela.[3]
El gobierno patriota de Cartagena de Indias, dominado por Manuel del Castillo y Rada, se negó a apoyarlo, razón por la cual Bolívar puso sitio a la ciudad durante mes y medio. Informado de la llegada de Pablo Morillo a Venezuela y, atacado por los realistas de Santa Marta, Bolívar renunció al mando y se embarcó el 9 de mayo de 1815 rumbo a Jamaica, mientras los restos de su ejército reforzaban la guarnición de Cartagena de Indias, donde participaron en la defensa de la ciudad contra el asedio de Pablo Morillo.
Guerra de los Supremos (1839-1842)
Tuvo su origen en San Juan de Pasto,[5] el 30 de junio de 1839, cuando varios sacerdotes que se oponían a la orden del Congreso de disolver los conventos con menos de ocho frailes para usarlos en la instrucción pública se sublevaron,[1] pese a que esta medida contaba con el apoyo del arzobispo de Bogotá.
El alzamiento, aunque fue sofocado temporalmente dos meses después en la batalla de Buesaco, se recrudeció cuando varios caudillos regionales que pretendían reivindicaciones políticas y económicas se alzaron contra el gobierno central.[5] En julio de 1840, al poco tiempo de haber aceptado José María Obando someterse al gobierno de José Ignacio de Márquez para ser juzgado por el asesinato de Antonio José de Sucre en 1828, se escapó de la cárcel e inició un alzamiento tras alegar falta de garantías procesales.[1] La rebelión de este caudillo, máximo jefe del partido santanderista, fue aprovechada por otros dirigentes antigobernistas para generalizar la guerra civil.
Estos caudillos fueron: Reyes Patria en Tunja, Juan A. Gutiérrez en Cartagena de Indias, Salvador Córdoba en Antioquia, José María Vesga en Mariquita, Manuel Gonzales en El Socorro, y Francisco Carmona en Santa Marta. Cada uno se denominaba Comandante Supremo de su propio ejército, de ahí el nombre de "Guerra de los Supremos",[1] quienes buscaban principalmente reubicarse en la distribución del poder.[5]
La guerra pronto se expandió por otras provincias, e incluyó un conflicto fronterizo con la República del Ecuador, porque de allí dependía el clero de Pasto. En el momento que las tropas ecuatorianas comandadas por Juan José Flores cruzaron la frontera, estos comandantes se sublevaron en sus respectivas regiones.[1] Sin embargo este movimiento no contó con una dirección única, lo que permitió su derrota en 1841.[1]
Guerra Civil de 1851
La iniciaron terratenientes conservadores caucanos opuestos a las reformas liberales de mitad del siglo XIX. En mayo de 1851 los rebeldes se pronunciaron en Patía y Timbío; Vino luego el intento de toma de San Juan de Pasto por Julio Arboleda y su posterior derrota. Otros levantamientos sucedieron en Antioquia, Sogamoso, Mariquita, Guatavita y El Guamo. El gobierno liberal, en rápida campaña, derrotó la insurrección el mismo año - el 10 de septiembre de 1851.
Durante el gobierno del presidente José Hilario López quien asumió la presidencia el 1 de abril de 1849, impuso importantes reformas, entre ellas la libertad del cultivo del tabaco, se suprimió la pena de muerte y la prisión por deudas; se consagró la libertad de prensa y el juicio por jurados. Pero la reforma más importante consistió en decretar la libertad definitiva de los esclavos (21 de mayo de 1821), que no se había logrado a pesar de la ley de libertad de vientres promulgada en 1821. Todas estas reformas produjeron grandes reacciones políticas que se expresaron en dos órdenes: por una parte, un crecimiento del liberalismo, al vincular sectores populares que empezaban a disfrutar de las bondades de la democracia y que expresaron su apoyo al gobierno de una forma bastante violenta, sobre todo en las provincias caucanas, donde los recién liberados esclavos recorrían los campos derribando cercas, asaltando propiedades y castigando con sus látigos de arrear ganado a los conservadores, ésto que fue conocido como --la época del perrero--, fue bautizado por el gobierno de López como -los retozos democráticos-.
Por otra parte, se dio la oposición de importantes terratenientes en sectores mineros y agrícolas, generalmente conservadores, liderados por Julio Arboleda, en donde la presencia de los esclavos era importante. A todo esto se unió la llamada cuestión religiosa, suscitada por el decreto del 18 de mayo de 1850 que expulsaba a los jesuitas de la Nueva Granada, que se justificó en una pragmática de 1767. El gobierno expidió después la ley que sustraía de los tribunales eclesiásticos el conocimiento de los juicios seguidos a los arzobispos y obispos por mal desempeño de sus funciones, y la que atribuía a los cabildos el nombramiento de curas párrocos. Esto produjo la protesta del arzobispo Manuel José Mosquera, quien en compañía de otros prelados fue enviado al destierro. Todo esto llevó a que los conservadores iniciaran la revolución del 51, que fue rápidamente develada. Las reformas liberales del medio siglo y particularmente la abolición de la esclavitud, además de la posición del gobierno frente a la iglesia suscitaron la oposición de los hacendados y dirigentes conservadores que el 22 de mayo de 1851 se lanzaron a la guerra. En mayo de 1851 estalló una revuelta en el sur del país contra José Hilario López, en Popayán, Pasto y Cali los conservadores promovieron partidas armadas. Se nombró al general José María Obando como general en jefe del Ejército del Sur y al general Tomás Herrera comandante en el Valle del Cauca quienes gradualmente fueron aplacando estos enfrentamientos armados, el 1 de agosto de 1851 un piquete de guardias nacionales enfrentó la escasa fuerza de Pastor Ospina, veinte días después Mariano Ospina Rodríguez considerado el alma de la revolución en toda la republica fue detenido, los revoltosos se entregaron al gobierno central, el 10 de septiembre en Rionegro el general Herrera venció a al general Borrero otorgó indulto a todos los combatientes y se consideró extinguida la rebelión.
Guerra Civil de 1854
Fue el golpe de estado del 17 de abril de 1854 contra el presidente José María Obando por el general José María Melo. Este permaneció en el poder ocho meses, pues el 4 de diciembre del mismo año una alianza militar de “gólgotas” (una facción del Partido Liberal Colombiano) y de pertenecientes al Partido Conservador Colombiano entró victoriosa a Bogotá, tras derrotar al ejército melista y sus aliados, los liberales “draconianos” y artesanos. Estos últimos presentaron resistencia tenaz durante el asalto final a la capital, razón por la cual el partido vencedor desterró a centenares de artesanos al río Chagres en Panamá.
Guerra Civil de 1860-1862
Única guerra civil en la cual el triunfador fue el lado insurrecto. Comenzó en el Estado Soberano de Santander y extendiendóse al Cauca cuando los liberales tomaron las armas contra el gobierno nacional presidido por el conservador Mariano Ospina Rodríguez. Tomás Cipriano de Mosquera, gobernador del Cauca y que había proclamado los “Estados Unidos de la Nueva Granada”, aunque derrotado al principio, fue apoyado por los liberales radicales y llegó triunfante a Bogotá; tomó el poder e impuso la Constitución de 1863 (o Constitución de Rionegro por el lugar en donde se redactó, Rionegro, Antioquia) de carácter marcadamente federalista.En 1856 un grupo de descontentos liberales y conservadores formó una coalición llamada Partido Nacional y lanzó la candidatura presidencial del general Tomás Cipriano de Mosquera, en oposición a las de Mariano Ospina Rodríguez y Manuel Murillo Toro. La Guerra Civil de 1860-1862 fue un conflicto que enfrentó al gobierno conservador de Mariano Ospina Rodríguez y el partido liberal defensor del federalismo, por las reformas llevadas a cabo por los conservadores y el presidente Ospina Rodríguez. Los jefes liberales encabezados por el general Tomás Cipriano de Mosquera atacaron y entraron victoriosos a la capital, afirmando el poderío de los poderes regionales en contra del poder centralizado
Guerra Civil de 1876-1877
Se puede considerar que esta guerra marca en un sentido general una batalla por la formación de ideales en las instituciones educativas, aún por formalizar, para formar a la gente. Se debate qué institución (ya sea religiosa o el estado mismo) determina quiénes deben encargarse de la educación e impartiela, puesto que se evidencia cómo el papel de la iglesia juega un papel extremadamente importante en este conflicto.
Los conservadores se sublevaron en julio de 1876 contra el gobierno radical de Aquileo Parra para detener la educación laica (o "neutra" como se la llamó en la época) y demás medidas anticatólicas. Esta guerra permitió la unidad pasajera entre las facciones radical e independiente al seno del Partido Liberal Colombiano.
Julián Trujillo triunfó en la batalla de Los Chancos (Estado Soberano del Cauca) y en Antioquia y aseguró la presidencia para los independientes entre 1878 y 1880, con lo cual abrió las puertas a la Regeneración de Rafael Núñez.
Guerra Civil de 1885
Los liberales radicales del Estado Soberano de Santander entraron en inconformidad por las políticas cada vez más centralistas del gobierno de la República, presidido por Rafael Núñez y su proyecto de "Regeneración". Dicha inconformidad degeneró en una declaración de guerra que pronto fue adoptada por los demás estados con gobiernos liberales. Si bien varios líderes radicales estaban en desacuerdo con un conflicto armado, sus temores fueron vencidos dada su oposición al presidente Núñez y las perspectivas de victoria que generaba la guerra en un comienzo. Pronto los estados conservadores se involucraron en defensa de Núñez. También lo apoyaron facciones moderadas del liberalismo. El 17 de julio de 1885 se libró una de las batallas más famosas de la guerra, la de la Humareda, que, aunque dio el triunfo definitivo a los radicales, propició la muerte de varios de sus principales dirigentes. A ello se unieron las derrotas de los rebeldes en los estados de Tolima, Cauca, Panamá y Boyacá. Finalmente los liberales insurrectos se rindieron, en noviembre de 1885 El triunfo de las fuerzas gobiernistas fue aprovechado por el presidente Núñez para anunciar el fin de la validez de la Constitución política de 1863, inspirada en el radicalismo liberal. A continuación se emprendió una profunda reforma constitucional que concluyó en la proclamación de una nueva carta constitucional, en 1886.
Guerra Civil de 1895
La inició el sector guerrerista del Partido Liberal Colombiano en Bogotá, en enero de 1895, con un fracasado intento de golpe de estado contra el presidente Miguel Antonio Caro. Luego se quiso convertir en un levantamiento general, que tampoco contó con suerte pues se vio reducido a rebeliones de poca significación en algunos departamentos, a las cuales derrotó fácilmente el gobierno conservador en sólo 60 días después de las batallas de La Tribuna (Cundinamarca), Enciso y Capitanejo (Departamento de Santander). Un centro de jefes liberales de la capital, encabezado por el ex presidente Santos Acosta, había convenido el 23 de enero de aquel año como santo y seña para el estallido de la revolución, pero tan astensible y permeable pretexto fue detectado por Enrique de Narvaez, director general de comunicación del gobierno, regenerándolo a raiz del deceso del presidente Rafael Núñez. Dos dias antes, el 21 de enero, comenzó la represión oficial con la detención del general Acosta y de los jefes comprometidos en el alzamiento. Aquella fecha anunciada y su represión, fueron perfeccionadas con la traición, el espionaje y la delación.
Guerra de los Mil Días (1899-1902)
Fue el intento del liberalismo radical por recuperar el poder. Salvo al principio, no involucró grandes ejércitos.
Este largo enfrentamiento irregular desgastó a los liberales en una lucha de pequeñas partidas, con excepción de Panamá, único lugar en donde triunfaron. La guerra civil terminó en una especie de empate acordado en los tratados de Chinácota, Neerlandia y Wisconsin.
Consecuencia de esta guerra civil fue el derrocamiento de Manuel Antonio Sanclemente (1900) y el ascenso de José Manuel Marroquín, la separación de Panamá, y la elección de Rafael Reyes en 1904 quien llevó al poder a los conservadores y a un sector liberal.
Referencias
- ↑ a b c d e f Fabio Zambrano. «Las guerras civiles» (en español). Conexión Colombia. Consultado el 21 de septiembre de 2011.
- ↑ «Guerras civiles de Colombia» (en español). ArteHistoria. Consultado el 21 de septiembre de 2011.
- ↑ a b Germán Rodrigo Mejía Pavony. «¿La Patria Boba?» (en español). Revista Semana. Consultado el 21 de septiembre de 2011.
- ↑ «La Confederación de las Provincias Unidas de la Nueva Granada» (en español). Biblioteca Luis Ángel Arango. Consultado el 21 de septiembre de 2011.
- ↑ a b c «Guerras civiles del siglo XIX (1885-1839)» (en español). Colombia Link. Consultado el 21 de septiembre de 2011.
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