Antártida

Antártida
Para la película chilena, véase Antártida (película).
«Antártica» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Antártica (desambiguación).
Antártida
Antarctica (orthographic projection).svg
Superficie Total: 14 000 000 km²
Área libre de hielo durante el verano: 280 000 km²
Población Temporalmente 1000-4000 hab.
Densidad <0,1 hab./km²
Gentilicio Antártico
Países Islas dentro de la convergencia antártica al norte de los 60° Sur
Sin reclamo con reserva
Reclamos territoriales
Instalaciones científicas
Zona horaria Todas
Internet TLD .aq
Organizaciones regionales
Tratado Antártico
Emblema adoptado en 2002 para representar al Tratado Antártico.

La Antártida (del griego ανταρκτικως «antarktikos», "opuesto a ártico"), también denominado Continente Antártico o Antártica, es el continente sobre el cual se encuentra el Polo Sur. La definición más común comprende como Antártida los territorios al sur del paralelo 60º S, que coincide con la zona bajo el Tratado Antártico. Atendiendo más a la geografía física, el límite estaría en la Convergencia Antártica, incluyendo por ejemplo las islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur (cerca del continente americano). Tiene una forma casi circular de 4500 km de diámetro sobre la que sobresale una angosta península en forma de «S», proyectada hacia el extremo austral de Sudamérica.

Es el continente más elevado de la Tierra, con una altitud promedio de 2000 msnm. Alberga alrededor del 80% del agua dulce del planeta. Es también el continente con el promedio de humedad más bajo de la Tierra y el de temperatura promedio más baja.

El punto más alto del continente es el Macizo Vinson, con 4900 msnm. El monte Erebus es un volcán activo de la Antártida situado en la costa oriental de isla de Ross. Su elevación es de 3794 msnm.

Parte de la Antártida se encuentra cubierta por un gigantesco indlandsis; el espesor promedio del hielo que cubre el continente es de 2500 m; el máximo espesor registrado es de 4776 m, en la Tierra Adelia (69°54′S 135°12′E / -69.9, 135.2), lo que equivale a casi 5 km de hielo sobre algunos lugares de la estructura rocosa de la Antártida. Al indlandsis o casquete glaciar de la Antártida corresponde aproximadamente el 90% de la criósfera del planeta Tierra.

En ciertas zonas, el manto glaciar supera ampliamente los límites del continente, formando extensas barreras de hielo permanente sobre las grandes bahías del Océano Glaciar Antártico. Las más importantes son la barrera de hielo de Ross, la barrera de Ronne, la barrera de Filchner y la barrera de Larsen A (la Barrera de hielos Larsen B se fundió totalmente en el 2002 debido al calentamiento global). En ciertas zonas de contacto del límite exterior de las mencionadas barreras se forman zonas de aguas oceánicas superficiales relativamente cálidas, llamadas polinias. Este fenómeno se debe a la ascensión de las corrientes cálidas sumergidas en la Convergencia Antártica, que, al chocar con estas barreras, se encuentran forzadas a ascender. La más conocida de las polinias es la ubicada en el Mar de Weddell.

Contenido

Toponimia

Ártico proviene del vocablo griego αρκτικως «arktikos», 'de la osa', en referencia a la constelación boreal llamada Osa Menor, en la que se encuentra la Estrella Polar, que señala al Polo Norte, mientras que ανταρκτικως «antarktikos» significa 'opuesto a la osa'; es decir, se alude al Polo Sur, que se encuentra ubicado en este continente. Se considera que quien primero utilizó el nombre Antarctica para denominar al entonces "nuevo" continente fue el cartógrafo escocés John George Bartholome en 1890.

Geografía

Hielo austral.
La Antártida vista desde el espacio.
Mapa de la Antártida y continentes cercanos
Temperatura de la superficie antártica en invierno y en verano.
Precipitaciones anuales en mm, las áreas púrpuras y violetas indican nulas o muy escasas precipitaciones; es decir, un desierto nival en el centro del continente.

La Antártida es el cuarto continente más grande, después de Asia, América y África, con 14 000 000 km². Su forma es aproximadamente circular y se ubica casi completamente al sur del círculo polar antártico.

Su extremo norte en la Península Antártica se encuentra a sólo 1000 km de Sudamérica, mientras que las distancias de las costas más cercanas respecto a África son de 3800 km, de Tasmania 2530 km, de Australia unos 3135 km y de Nueva Zelanda 2200 km.

Se divide en Antártida Occidental o Menor, más pequeña, y Antártida Oriental o Mayor, el resto del continente. Ambas zonas se encuentran parcialmente separadas por una escotadura que se ubica entre el Mar de Weddell y el Mar de Ross; tal escotadura es llamada Antártida Hundida y se trata de una gran cuenca subglaciar delimitada por los Antartandes y los Montes Ellsworth al oeste y los Montes Transantárticos al este, así como por la Meseta Polar en el sur. Se ha hipotetizado que, en efecto, gran parte de la llamada Antártida Hundida se encuentra algunos metros bajo el nivel del mar debido al enorme peso de la calota glacial, que tiene espesores de más de 2000 m. Al este del Mar de Ross y al oeste del Mar de Weddell, los dos mares más importantes y que más penetran hacia el Polo Sur, el resto del continente. Destaca la Península Antártica, en la parte Occidental, al sur del continente americano.

El Polo Sur de Inaccesibilidad se ubica en la Antártida, relativamente cerca del Polo Sur geográfico. Este Polo de Inaccesibilidad es el más inaccesible de todos los del planeta Tierra y se ubica en la coordenadas (82°58′S 54°40′E / -82.967, 54.667). A una altura de 3718 msnm, en sus adyacencias se ha ubicado la base rusa Vostok.

Orografía

La Antártida es uno de los seis continentes de la Tierra. Está situada sobre el Polo Sur y representa casi el 9% de las tierras emergidas. Su superficie real se encuentra rebasada por la indlandsis, la espesa capa de hielo que la cubre. Se calcula que el volumen de la indlandsis llega a 20 millones de km3, y el espesor a 2000 m; por eso solo los picos más elevados sobresalen sobre la superficie helada.

Por su extensión, la cordillera más prolongada es la de los Montes Trasantárticos, aunque las mayores altitudes se registran en los Antartandes, especialmente en el ramal macizo Vinson. Entre los Antartandes (los cuales se encuentran ubicados casi en las costas más occidentales y recorriendo la Península Antártica) y los Montes Trasantárticos, se ubican cordilleras intermedias como los Montes Pensacola y los Montes Ellsworth. Ya en las proximidades del Polo Sur se eleva la Meseta Polar, que tiene como anexo a una importante cordillera casi totalmente cubierta por el hielo: la Cordillera Gamburtsev. La mayoría de las cordilleras o montes de la Antártida se encuentran en los bordes del cratón precámbrico de la Antártida Oriental; entre estos se encuentran los montes (cordilleras) Sor Rondane (cuya cumbre es el Verterkaka de 3630 msnm), Napier, Montes Wholthat, Admiralty, Horlick, Mühgllg-Hoffmann, Montes de la Reina Maud, Britannia etc. Por otra parte existen gigantescas montañas de hielo como el Domo A que alcanza los 4093 msnm, y sastruguis (especies de "dunas" de hielo y nieve).[1] [2]

Hay diferencias sustanciales en el relieve de la Antártida Oriental y el de la Antártida Occidental.

  • Antártida Occidental: tiene un relieve muy accidentado con costas irregulares. Está constituido por rocas sedimentarias plegadas de la Edad Mesozoica y Cenozoica. Esta parte de la Antártida posee islas que son una prolongación de la cordillera de los Andes (Cordillera Antartandes)
  • Antártida Oriental: está constituido por una enorme meseta tabular. Está compuesto por rocas precámbricas y paleozoicas y se encuentran montañas que alcanzan los 3000 msnm. Existen algunos volcanes en actividad, como el Monte Erebus de 4023 msnm.

Formación geológica

La Antártida es una masa continental que ocupa el Polo Sur geográfico de nuestro planeta. Hasta hace 160 millones de años la Antártida estuvo unida a la India, África, Australia, Nueva Zelanda y Sudamérica, formando el supercontinente llamado Gondwana. Al fragmentarse Gondwana, los continentes se fueron desplazando; durante mucho tiempo la Antártida y Australia estuvieron unidas y fueron desplazándose hacia el sur, hasta que la Antártida acabó separándose de Australia definitivamente hace unos 80 millones de años al derivar Australia hacia el norte, ubicándose en su posición actual y formándose lo que hoy es.

Hablar de geología supone hacerlo también de las posibles riquezas minerales de la Antártida: se han verificado la existencia de yacimientos de carbón, pero las condiciones climáticas, la gruesa capa de hielo, y las restricciones del Tratado Antártico mantienen muy limitadas las prospecciones, aunque se especula que existen yacimientos de petróleo e importantes yacimientos de otros minerales (hierro, oro, etc.).

Hidrografía

En la superficie sólo existen algunos arroyos que corren en los días más cálidos del verano en el extremo norte de la Península Antártica, todo el resto de las aguas visibles se encuentra en estado sólido (hielo) formando ya sea el enorme inlandsis o calota de hielo, dentro del hielo continental antártico se incluyen glaciares gigantescos, los más grandes del planeta Tierra, entre tales glaciares destacan el Lambert, el Glaciar Scott, el Denman, el Mertz entre otros muchos que discurren casi radialmente desde el centro del continente hacia las costas en donde estos glaciares o forman barreras de hielo o directamente forman icebergs. Bajo la cubierta de "hielos eternos" se han encontrado varios lagos subglaciales como el Vostok; la existencia de tales lagos probablemente se deba a calentamiento geotérmico o a la gran presión que en ellos existe. Otro fenómeno hídrico interesante es la existencia de polinias en algunos de los mares, como la del Mar de Weddell, las polinias son zonas de mar que se mantienen libres de hielo, esto debido al resurgir -tras chocar contra el continente- de aguas cálidas que se habían sumergido en la zona de Convergencia Antártica.

El continente pulsante

Durante el verano, el continente antártico tiene una superficie de 14 millones de km². Durante el invierno, el mar adyacente se congela, dando lugar a una banquisa, y su superficie aumenta hasta los 30 millones de km2. Esta característica, que se repite año a año con el cambio de las estaciones, le ha valido a la Antártida el nombre de "Continente Pulsante". Durante el verano austral (hacia enero) menos del 3% del territorio queda libre de hielos (este deshielo ocurre principalmente en la Península Antártica).
En promedio el inlandsis o calota glacial-nival de la Antártida tiene una extensión de 22 millones de km², lo cual supone el 90% de los hielos superficiales existentes en el planeta Tierra y el 70% del agua dulce de la Tierra. Si esta calota se derritiera el nivel de los océanos se elevaría entre 45 a 60 metros. Por su parte, como en otros mares polares, el agua del Océano Glaciar Antártico puede mantenerse líquida a una temperatura de cerca de -2 °C porque el agua salada tiene un punto de solidificación (o congelación) inferior al agua pura.

En cuanto a las barreras de hielo (como la de Ross, Filchner, Larsen etc.), éstas han poseído discontinuidades en diversas épocas geológicas. Estas barreras (o plataformas) de hielos han desaparecido y reaparecido naturalmente según los ciclos de Milankovitch (pequeñas variaciones del eje del planeta Tierra que ocurren cada 20 000, 40 000, y 100 000 años).

Clima

Topografía y batimetría subglacial de la Antártida.

Temperatura

Supuesto aspecto de la Antártida sin la calota glacial. Este mapa no considera las áreas que se inundarían casi inmediatamente si la calota se derritiese y con ello se elevara el nivel del mar, tampoco considera las áreas que por isostasia -tras decenas de miles de años- se elevarían ya que actualmente se encuentran hundidas por el enorme peso de los hielos.

Sobre casi toda la superficie del continente impera el clima polar, donde la temperatura promedio del mes más cálido no supera los 0 °C. El clima llamado de tundra, donde el promedio del mes más cálido supera los 0 °C, se presenta sólo en las zonas costeras más septentrionales, como en la Península Antártica, islas adyacentes e islas subantárticas. La temperatura media de esta región es de -17 °Celsius, y la más baja se registró en la estación antártica rusa de Vostok, el 21 de julio de 1983, cuando el termómetro marcó -89,3 °C, la menor temperatura registrada en la superficie de la Tierra. Estas bajas temperaturas se deben, no sólo a su ubicación en la zona polar, sino a su gran altura media y la poca radiación solar que recibe. Además, entre el 80% y el 90% de la radiación que recibe es reflejada por el hielo merced a su albedo, evitando el calentamiento de la superficie. Es precisamente el albedo antártico el que le da gran importancia al clima de este continente ya que, al reflejar el color blanco de los extensos hielos el calor solar y devolverlo parcialmente hacia el espacio, se dice apropiadamente que la Antártida es "la refrigeradora de la Tierra".

Punta Renier.

Una investigación de un equipo de la Universidad de Washington dirigido por Eric Steig, integrado también por Michael Mann, el célebre creador del estudio conocido como el «palo de hockey», largamente desacreditado ya por su metodología lindante con el fraude científico, (según lo demostró el Informe Wegman al congreso estadounidense en 2006), publicado por la revista Nature en enero de 2009, intentó probar que toda la Antártida habría experimentado un aumento de temperaturas de 0,5 °C en el periodo 1957—2006. Finalmente se comprobó que el estudio de Stieg et al. adolecía del mismo tipo de análisis estadístico defectuoso que el «palo de hockey» de Mann, Hughes & Bradley 1998. Hasta se demostró que la estación automática Harry, así como otras más cuyos datos eran vitales para el estudio, estaba enterrada tres metros en la nieve y el hielo enviando señales de temperatura de 0 °C cuando la temperatura ambiente exterior era inferior a los -50 °C. El asunto está profundamente discutido y explicado en el sitio web de Steve McIntyre,[3] precisamente uno de los científicos que desenmascaró los errores del «palo de hockey» de Michael Mann.

Por sí sola el área de la Península Antártica habría tenido entre aproximadamente los 1950 y el 2009 un incremento de temperaturas promedio ubicado en los 3 °C, lo cual explica la presencia de lluvias y el fuerte deshielo actual de tal zona. La causa parece radicar en una alteración del patrón de vientos que traen ahora vientos más cálidos desde el oeste y noroeste, como lo informa R. Bintanja en Antactic Science.[4] En realidad, la Península Antártica representa el 2% del continente antártico, y el calentamiento observado no alcanza a compensar el fuerte y sostenido enfriamiento que viene presentando la Antártida desde hace varias década, como está registrado en la información de las bases Scott, Amundsen, Vostok y otras.

Cubierta de hielos

Menos del 3% del continente antártico se halla libre de hielos durante la época más cálida del verano austral (en enero) y, de tan exigua parte, el 90% corresponde a las áreas más septentrionales de la Península Antártica.
Sin embargo, debido al calentamiento global, la Antártida pierde unos 152 km³ de hielo/año, lo que supone un aumento del nivel del mar de unos 0,4 mm. Posiblemente, los datos de meteorología y de climatología de Antártida [1], no den los promedios de temperaturas necesarios para fundir hielo continental (el único que puede hacer ascender muy notoriamente el nivel del mar), debido al calentamiento global en el verano meridional de 2002 se fragmentó y derritió la Barrera de Hielos Larsen B que poseía un área de 3240 km² y una antigüedad de aproximadamente 10 000 años.

Aunque algunas zonas -como la occidental- están experimentando una pérdida de hielo, los últimos estudios[5] muestran un crecimiento del hielo marino antártico muy superior a dicha pérdida; una tendencia, además, en oposición a la que se venía dando desde la última glaciación.[6] Según Curt Davis, la Antártida es "el único gran cuerpo de hielo terrestre que está ganando masa en lugar de perderla".[7] Sin embargo mapas satelitales de la NASA indican que el calentamiento global en el período 1998—2008 ha acelerado un 75% el deshielo del continente antártico; tal deshielo se presenta más patentemente en las zonas de latitudes y altitudes más bajas, las cuales se encuentran en la Antártida Occidental. Estos datos contradictorios, sin embargo, tienen una explicación: las zonas cercanas a la costa y las zonas costeras están sufriendo una acelerada fusión de los hielos; por contrapartida las áreas centrales del continente antártico parecen estar teniendo un incremento de los hielos que quizás se explicaría precisamente (y paradójicamente) por el aumento global promedio de las temperaturas: al haber unos pocos grados más de temperatura es posible que el centro del continente antártico esté recibiendo flujos mayores de humedad atmosférica que rápidamente se precipitan en nieve y luego se transforman, también rápidamente, en capas estratificadas de hielo nuevo.

La Antártida tiene una característica muy especial: las «flores de hielo». Estas se forman sobre capas de hielo marino, a partir de vapores de agua que se escapan de las fisuras y huecos en la capa de hielo superficial. Al entrar en contacto con el aire frío estos vapores se congelan, y la sal en la superficie comienza a cristalizar, sirviendo de núcleo para que comience a formarse la "flor".[8]

Precipitación

Otra singularidad antártica es que se trata del continente más seco del mundo.[9] Aproximadamente el 90% de su territorio se trata de un desierto nival, esto es, un área fría con escasa presencia de vida y una aparentemente paradójica gran sequedad del aire; sequedad que llega a superar la de los desiertos cálidos. Que la atmósfera tenga casi nula humedad en casi toda la Antártida y que en las áreas del Polo Sur geográfico casi nunca se registren precipitaciones (ni siquiera en forma de nieve) tiene una explicación evidente: debido a las bajísimas temperaturas constantes del interior antártico el agua se encuentra naturalmente en estado sólido, faltando por ello brumas, neblinas, nubes, lluvias o nieves. La Antártica presenta hoy una media aproximada de 166 mm de precipitación líquida al año.[9]

La Antártida es, en la mayor parte de su extensión, en cuanto a su humedad atmosférica -paradójicamente- el lugar más seco de la Tierra (excepto las zonas costeras e insulares de la Antártida), ya que al estar las temperaturas casi siempre bajo 0 °Celsius el agua se encuentra cristalizada y el aire, que es extremadamente frío, apenas retiene humedad.

Un fenómeno térmico característico de la Antártida es el llamado Kernlose winter; es decir, las temperaturas medias durante el invierno tienen variaciones muy pequeñas, en las zonas cercanas a las costas son frecuentes los blizzards, en la Península Antártica las nevadas y, actualmente (2008), también las lluvias durante el breve verano, los fuertes vientos son frecuentes ya que sobre el centro de la Antártida se ubica permanentemente un área de alta presión (anticiclón) que hace fluir (acorde con las fuerzas de Coriolis) corrientes eólicas a gran velocidad desde el sur hacia el norte y noreste, estos vientos alcanzan velocidades de 200 km/h provocando en el interior del continente temporales llamados sordos ya que carecen de truenos y relámpagos.
En la Antártida también se han registrado los vientos más intensos de la superficie terrestre: 327 km/h, en julio de 1972, en la estación científica francesa Dumont d'Urville.

La meteorología en la Antártida se ve completada con la presencia de curiosos fenómenos ópticos en la atmósfera: espejismos (debidos a reflejos del hielo y a la refracción por diferencia de las temperaturas en las capas de aire), antelias: halos iridiscentes en torno a la luz de los astros (en especial en torno a la luz solar) debidos a cristales de hielo flotando en la atmósfera; auroras polares debidas al viento solar interactuando con la magnetosfera y la atmósfera (las auroras polares son más intensas durante cada maximum solar, es decir durante cada ciclo en que se intensifican las manchas solares, esto casi siempre cada 11 años.

Días y noches

Iluminación de la Tierra por el Sol en el solsticio de diciembre. En este período, puede verse que, independientemente de la rotación de la Tierra, en la Antártida es siempre de día.

En pleno verano austral (enero), los días en la Antártida tienen luz casi las 24 h del día, a medianoche el Sol "baja" hasta la línea del horizonte para luego volver a "subir" en un movimiento sinusoidal aparente (sólo existe desde la perspectiva), en el breve verano antártico las horas en que el sol está más próximo al horizonte son llamadas noches blancas, mientras que durante el extenso invierno los días permanecen en una prolongada penumbra. Al sur del círculo polar antártico hay al menos un día en que no se pone completamente el sol (solsticio de verano) y al menos una noche en que no sale completamente el sol (solsticio de invierno). En el polo sur geográfico el día dura 6 meses y la noche los otros 6 meses. Esto se debe a que el eje de rotación de la Tierra está inclinado con respecto al plano de la órbita de la Tierra alrededor del Sol.

Agujero o hueco de la capa de ozono

En el presente la mayor parte de la atmósfera que cubre a la Antártida y zonas adyacentes sufre un importante déficit de ozono lo cual posibilita que se incremente la radiación UV; tal área con déficit de ozono es llamada agujero de ozono y su reducción se debe principalmente a la emisión de gases clorofluorocarbonos por acción humana industrial sobre todo en el hemisferio norte (principalmente en EE.UU., Europa, Japón y China).

Recursos mineros

La presencia de muchos recursos mineros ha sido revelada por estudios geológicos detallados. Los Montes Transantárticos contienen parte de lo que puede ser el manto carbonífero más grande del mundo y existen grandes reservas de hierro en los montes Príncipe Carlos, cerca de la costa de la Antártida Oriental. También se ha descubierto antimonio, cromo, oro, molibdeno, uranio y petróleo - éste en las zonas litorales de la Antártida Occidental-; pero hasta el momento ha sido antieconómico explotarlos como también potencialmente dañino para el frágil medio ambiente. En 1990 se acordó prohibir la explotación minera por 50 años.[10]

Vida en la Antártida

Hasta hace unos 55 millones de años la mayor parte de la Antártida se ubicaba (por la deriva continental) en latitudes menos elevadas (en este caso, más al norte) y por tanto más cálidas, esto y merced a una inclinación menor que la actual del eje de la Tierra facilitó que este extenso territorio se encontrara cubierto por densas forestas. Los primeros registros actualmente conocidos (julio de 2008) de plantas en el continente antártico datan de hace unos 400 millones de años (período Devónico). Después, durante el Paleozoico, proliferaron bosques de helechos arborescentes llamados glossopteridales. El Mesozoico se caracterizó por la presencia de helechos Dicroidium mientras que en el Cretácico aparecieron plantas con flores (Angiospermas).
Hace unos 100 millones de años, durante el Triásico, el territorio de la Antártida se separó por primera vez de la Patagonia al formarse una cuenca marina llamada Cuenca Rocas Verdes, tal cuenca se cerró hace unos 85 millones de años volviendo a reunirse entonces la Antártida con la Patagonia, esto explica la existencia de alguna diferenciación de especies de flora y fauna durante ese periodo.
Durante el Cenozoico y hace unos 60 millones de años -cuando aún el actual continente antártico estaba unido a Gondwana- abundaron bosques de gigantescos árboles (principalmente fagáceas caducifolias) y helechos arborescentes entre los cuales proliferaba una fauna de monotremas, marsupiales, y reptiles primitivos de la familia de la tuátara (Sphenodontidaes). El paisaje habría sido muy semejante al actual del sur de la Tierra del Fuego, Tasmania y Nueva Zelanda. Hace unos 37 millones de años que la Antártida comenzó a quedar gradualmente cubierta por hielos.
Hace 23 millones de años se originó la actual corriente marina circumpolar la cual, junto a la deriva tectónica hacia el polo sur del continente, facilitó aún más el enfriamiento de estos territorios. Sin embargo hasta hace solo 3,5 millones de años crecían aún algunos bosques a casi 500 km del Polo Sur. Recientes investigaciones sugieren que los fríos actuales bosques antiboreales del sur de Argentina y Chile, con presencia de coníferas, fagaceas, caducifolias etc. tienen su origen en las antiguas forestas de la Antártida antes de que ésta se congelara. Es de notar que según algunos autores tales formaciones arboreas no serían exclusivamente bosques (es decir foresta con el predominio de una sola especie) sino selvas frías (forestas con imbrincación de varias especies arboreas y presencia de importante sotobosque)[11]

Flora

En la actualidad, debido a las condiciones extremas del clima, en la Antártida existe poca vegetación, y de formas muy simples, como algas, musgos (como el Saniania uncinata), y líquenes (como el Xantonia elegans), sin embargo la zona costera septentrional de la Península Antártica y las Antillas del Sur poseen dos plantas autóctonas vasculares y fanerógamas: el clavel antártico y el pasto antártico, ambas plantas crecen formando tundras y (en las zonas más septentrionales de las islas) pequeños colchones de tussoks; la Deschampia antarctica se destaca por su resistencia a las radiaciones ultravioletas y, por los compuestos que sintetiza se estudia su uso terapéutico para distintos tipos de cáncer de piel.
Aparte de la flora vegetal, que prospera principalmente en las islas y en las costas de la dicha península, también se pueden encontrar en la misma zona antártica especies del filo hongo (Deschapmsia, Cephalosporium balanoides, Acrostalagnus etc.).

Entre las bacterias llaman la atención las extremófilas del género Deinococcus capaces de resistir altos niveles de radiación.

Fauna

el pingüino papúa antártico.
cormorán antártico.
La NASA halla vida a 190 metros de profundidad en la Antártida.

La fauna es muy escasa en el continente, pero en el océano que lo rodea, cuyas aguas están a una temperatura apenas por encima del punto de congelación del agua marina (es decir sobre los -1.8 °C), abunda en el estío la fauna marina, pues este ecosistema es muy propicio para la productividad biológica gracias a la mayor cantidad de horas de luz fruto de los largos "días" del verano polar. El leopardo marino, las focas de Weddell y los pingüinos son ejemplos de la fauna en la Antártida. Llaman especialmente la atención peces adaptados a vivir bajo el 0 °C como los pertenecientes a la familia de los Nototheniidae y de esta particularmente las especies bacalao antártico, Trematomus bernacchii y Trematomus hansoni cuya sangre y demás humores poseen glicoproteínas anticongelantes. También poseen estas cualidades los peces zoárcidos que viven a más de 550 metros de profundidad en zonas abisales del Mar de Bellingshausen entre los que se destaca el anguiliforme Gosztonyia antarctica.

Las aguas casi heladas que rodean a la Antártida son el hábitat del mayor de los animales conocidos de todas las épocas: la ballena azul, y también del mayor de los invertebrados conocido: el calamar colosal. Este calamar puede llegar a pesar unos 500 kg y tener (con los tentáculos) una longitud de más de 15 metros. Se suele llamar también calamar gigante o kraken.

El aumento de sólo 1 °C debido al calentamiento global en las aguas del Océano Glacial Antártico amenaza con provocar un importante y brusco cambio del ecosistema, especialmente en las aguas de las Antillas del Sur y en las aguas oceánicas que rodean el norte de la Península Antártica con la irrupción de especies depredadoras que hasta hace poco se mantenían alejadas por el frío. Ya se observa a inicios del siglo XXI dicha irrupción de cangrejos y más esporádicamente tiburones.

En la Península Antártica, y también en las islas subantárticas, se encuentran las skúas, aves rapaces pertenecientes a dos especies distintas: el escúa pardo y el escúa antártico, ambos son depredadores de peces y de otras aves como los petreles. Entre los cetáceos abundan las orcas, las ballenas francas australes, ballenas minkes, cachalotes, y la ballena azul. Entre las aves podemos encontrar especies como el cormorán antártico, petreles como el petrel gigante y el blanco, albatros, la gaviota dominicana antártica, el gaviotín antártico, y la paloma antártica.

cría de foca de Weddell.

Las demás especies sólo ocupan la zona costera que se descubre de hielo en verano, a veces en forma de grandes colonias de varios miles de ejemplares, pero cuando empieza el invierno migran debido al casquete de hielo que se forma al congelarse el mar adyacente al continente. Algunas de estas especies son: pinnípedos como el lobo marino antártico, el leopardo marino, la foca de Weddell, la foca cangrejera, y la foca de Ross; aves voladoras, y aves no voladoras como los pingüinos de barbijo, el de vincha o papúa antártico, y el de ojo blanco o de Adelia.

El único representante de la fauna que pasa el invierno antártico sobre el hielo es el mayor de los pingüinos, el pingüino emperador, cuyos machos permanecen incubando los huevos puestos por las hembras, que vuelven al océano.

En las zonas continentales septentrionales de la Antártida el principal depredador es Raghidia gerlachei un ácaro que se alimenta de pequeños insectos colémbolos como el Criptopygus antarcticus y Friesea grisea o moscas no voladoras como la Paruchlis steineniis o la Belgica antarctica, mientras que el insecto más difundido es un pequeño mosquito no volador de solo 0,5 mm de longitud.

En el desierto nival de la zona polar interior el único animal autóctono conocido es un diminuto ácaro llamado Nanorchestes antarcticus.

Krill

Artículo principal: Euphausia superba
Krill antártico.

Entre las especies que viven en el Océano Antártico, destaca el krill, un pequeño crustáceo de 4 cm de longitud que es la base de la cadena ecológica antártica y la fuente alimenticia original de casi todas las demás especies (lobos marinos, focas, ballenas, aves, pingüinos, etc).

Uno de los programas de investigación que se realizan es la evaluación de la abundancia del krill y su fauna asociada en los alrededores de las Islas Shetland del Sur, en el marco de un Programa Internacional para evaluar la abundancia del krill en el Océano Antártico.

Turismo

La Antártida, el último continente de la Tierra en ser descubierto y el más riguroso y exótico, recibe turismo desde los 1950, aunque el turismo regular se viene desarrollando desde la segunda mitad de los 1960 cuando la empresa estatal naviera ELMA inauguró los cruceros turísticos a la Antártida Argentina; en la actualidad son bastante frecuentes los cruceros que hacen como última escala preantártica en Ushuaia, en las Malvinas y en Punta Arenas (todos lugares del Cono Sur más extremo), estos cruceros son casi siempre, hasta el presente, de cabotaje, visitando por mar las costas y bases de la Península Antártica y la gran multitud de archipiélagos anejos (por ejemplo las Antillas del Sur).

Investigación

A raíz del Tratado Antártico prácticamente (al menos formalmente) todas las actividades humanas (exceptuando un limitado turismo y una limitada pesca) se reducen a la investigación científica, centrada principalmente en la meteorología y climatología, aunque el abanico de ciencias se ha ampliado: el ecosistema antártico es importante para estudiar los organismos extremófilos incluso con proyecciones a la exobiología, existen en diversas zonas del continente antártico lagos subglaciales, esto es cuencas de agua líquida cubiertas perennemente por capas de hielo de al menos 5 m de espesor, el agua de tales lagos subglaciales se suele mantener líquida por el calentamiento derivado de fenómenos volcánicos, uno de los aspectos más interesantes de estas cuencas es la existencia de vida psicrófila ("amante del frío"). Uno de los tipos de vida extremófila que pudiera tener semejanzas con las posibles formas de vida extraterrestre en astros donde las temperaturas dominantes son inferiores al punto de congelación del agua. Investigaciones publicadas en la revista Science en noviembre de 2009 afirmaban la existencia de más de 10.000 formas de virus en el lago Limnopolar.[12]

La atmósfera de las áreas centrales de la Antártida es la más translúcida de la Tierra por lo que allí se encuentran instalados observatorios astronómicos. El indlandsis o calota de hielo abarca la mayor parte de la criosfera terrestre y sus hielos en las capas profundas tienen antigüedades de millares de años, por lo que en ellos se pueden hacer registros paleoclimáticos (principalmente observando las burbujas de aire atrapadas en el hielo antiguo). Esos mismos hielos suelen conservar casi intactos pequeños y medianos meteoritos como el famoso ALH84001 que procede de Marte. Bajo la capa de hielo se considera que existen grandes cráteres de impacto como el posiblemente gigantesco Cráter de la Tierra de Wilkes; el hielo adquiere características tan cristalinas y diáfanas que en la base del Polo Sur se ha establecido un profundo observatorio astrofísico subglaciar para detectar neutrinos (el Antartic Impulse Trasient Antenna/Antena Antártica de Impulso Transitivo o ANITA y el IceCube). También resulta capital el estudio de la actividad magnética al encontrarse en la Antártida el Polo Sur Magnético e influir este en la formación de auroras polares o en las modificaciones de la ionosfera. Por otra parte la atmósfera en la Antártida al ser la más seca del planeta Tierra es también la más diáfana motivo por lo que se ha instalado un gran observatorio con telescopio óptico en la base Amundsen-Scott. Dicho telescopio explora y cartografía la bóveda celeste del Hemisferio Sur.

Bases antárticas

Mapa de la Antártida, mostrando los sectores reclamados por Argentina, Australia, Chile, Francia, Noruega, Nueva Zelanda, Reino Unido (clicar para ampliar).
Artículo principal: Bases antárticas permanentes

La mayoría de los países miembros del Tratado Antártico mantienen estaciones de investigación científica en la Antártida. Algunas de ellas operan durante todo el año, mientras otras son de carácter temporario y operan sólo en verano. Existe una notable concentración de las bases en la mitad norte de la zona de la Península Antártica. La más antigua en operación continua es la estación argentina Orcadas (desde el 22 de febrero de 1904 (107 años). La Base McMurdo de Estados Unidos (ubicada al sur de Nueva Zelanda), que disponía hasta hace unos años de una microcentral atómica, es la mayor de todas. La estación estadounidense Amundsen-Scott está situada casi en el Polo Sur geográfico (89°59'51"S - 139°16'22"E), mientras que la rusa Vostok (78°28'00"S - 106°48'00"E) y la franco-italiana Concordia (75°06'06"S, 123°23'43"E) son las más cercanas al polo geomagnético sur.

Durante el invierno austral de 2006, 40 bases de 20 naciones operaron en la Antártida y otros 6 países se sumaron en el verano antártico. Estas bases pertenecen a:

Véase también: Bases antárticas de Argentina
  • Bandera de Chile Chile: Escudero, Frei, O'Higgins, Prat.
Véase también: Bases antárticas de Italia
Véase también: Bases antárticas de Japón
Véase también: Bases antárticas de Nueva Zelanda

Otros países operan estaciones científicas solamente en verano austral, como:

Entre las bases de verano operadas por países que también mantienen bases en invierno, se encuentran:

Historia

Artículo principal: Historia de la Antártida
Mapamundi de Abraham Ortelius (1570). En el sur la Terra Australis Incognita.

En la Antigüedad los pensadores griegos dedujeron que si la Tierra era esférica, por simetría, debía tener una contrapartida continental a la masa continental de Hemisferio Norte en el Hemisferio Sur hacia latitudes polares, de este modo el cosmógrafo Claudio Ptolomeo confecciono un célebre planisferio en el cual aparecía un inmenso territorio que en latín fue llamado Terra Australis Incognita (Tierra Austral Desconocida), cabe aclarar que la extensión dada a tal supuesto continente incluía zonas que corresponden no solo a la Antártida propiamente dicha sino también a Australia, Nueva Zelanda y grandes extensiones oceánicas. En 1520 Magallanes al descubrir el estrecho que lleva hoy su nombre creyó que la isla de Tierra del Fuego era un sector de la Terra Australis Incognita. La exploración de Francisco de Hoces descubrió el gran pasaje marítimo que separa América de la Antártida y posteriormente el nombre de Terra Australis Incognita quedó reservado para Australia.

La Antártida es el último continente del planeta Tierra en ser descubierto y poblado por el Homo sapiens. El descubrimiento del continente podría corresponder al explorador español Gabriel de Castilla, en 1603, quien habría llegado a los 64°S y avistado tierra en esas latitudes (que podría ser alguna de las islas Shetland del Sur), de acuerdo con el testimonio de 1607 de un marinero holandés que navegara con él, y una publicación también holandesa de 1622. Ya en el siglo XVIII era frecuente que 'foqueros' (cazadores de focas) españoles y sudamericanos (procedentes de los territorios que hoy corresponden a Chile y Argentina) llegasen a las Antillas del Sur y a las costas de la península Antártica durante los veranos. Testimonio de ello son las ruinas de pequeños refugios que construyeron. Sin embargo, la divulgación de la existencia concreta de este continente se efectuó a principios del siglo XIX, por parte de cazadores de focas y ballenas, que sólo permanecían el tiempo necesario para sus actividades de recolección, y luego salían antes del inicio del invierno polar.

Según algunos historiadores, el holandés Dirk Gerritsz fue posiblemente el primero que vio superficie antártica, al navegar al sur del mar de Hoces (o Pasaje Drake) en el área de las islas Shetland del Sur en 1599. Mejor documentado es el descubrimiento de las islas Georgias del Sur por el comerciante de Londres Antony de la Roché. Su nave se desvió de su curso en una tormenta, y se refugió en una de las bahías de la isla en abril de 1675.

En 1772 el inglés James Cook circunnavegó la Antártida por mares subantárticos y antárticos, pero sin divisar tierras más allá del paralelo 60º Sur.

El foquero inglés William Smith, a bordo del bergantín mercantil Williams, fue el primero en descubrir, de forma confirmada, tierra al sur del paralelo 60º S, mientras navegaba a Valparaíso, desviado de su ruta en el sur del cabo de Hornos, el 19 de febrero de 1819 avistó la extremidad nordestal de la isla Livingston, punta Williams.

En septiembre de 1819 el navío de línea español "San Telmo", de 74 cañones y 644 hombres de tripulación, desapareció en las tormentosas aguas al sur del cabo de Hornos, tras separarse de dos fragatas, con las que formaba una división con destino al Callao. Se cree, por los restos encontrados en la actualidad, y los testimonios de los balleneros ingleses y norteamericanos que pisaron aquellas tierras antárticas entre 1820 y 1821, que el "San Telmo" pudo llegar a esas inhóspitas tierras, e incluso pudo haber sobrevivido, durante un cierto tiempo, parte de su tripulación.

Punta Williams, descubierto el 19 de febrero de 1819.

El capitán Smith volvió al archipiélago Shetland del Sur en octubre de 1819, descubrió la isla Desolación cerca de punta Williams, después desembarcó en la isla Rey Jorge el 16 de octubre de 1819 y tomando posesión de ella en nombre del Reino Unido y descubrió también la isla Smith. Smith visitó las Islas Shetland del Sur por tercera vez entre diciembre de 1819 y enero de 1820. Su nave fue comisionada por el capitán William Shirreff, jefe naval británico en el océano Pacífico con base en Chile, y Smith fue acompañado por el teniente Edward Bransfield, fue enviado por la marina de guerra británica para examinar y cartear las tierras nuevas.

El 28 de enero de 1820 la expedición rusa comandada por Fabian Gottlieb von Bellingshausen y Mijail Petrovich Lazarev, que circunnavegó el continente y realizó un reconocimiento del litoral, alcanzó un punto a 20 millas náuticas del territorio continental. Casi simultáneamente, el 30 de enero, el foquero estadounidense Nathaniel Palmer avistó tierra; y el mencionado Bransfield desembarcó en el extremo norte de la Península Antártica. En 1823, el brtánico James Weddell descubrió las islas Orcadas del Sur y lo que llamó mar del rey Jorge IV, hoy conocido como el mar de Weddell).

Entre 1839 y 1843, el capitán James Clark Ross comandó una expedición británica al mando de los navíos Erebus y Terror. Ross cartografió una buena parte de la costa antártica. En 1841 descubrió el mar de Ross, La Tierra Victoria y los volcanes monte Erebus y monte Terror. Posteriormente, la barrera de hielo conocida como barrera de la Reina Victoria pasaría a llamarse barrera de Ross en su honor.

En 1900, el Reino Unido volvió a enviar una expedición a la Antártida, bajo el mando del capitán Robert Falcon Scott. La expedición fue popularmente conocida por el nombre de su navío, el Discovery. La expedición exploró el Mar de Ross y la tierra de Eduardo VII, y alcanzó el punto más meridional que ningún hombre había alcanzado hasta la fecha, cuando el 31 de diciembre de 1902 Scott, Ernest Shackleton y el doctor Edward Adrian Wilson alcanzaron la latitud 82º17'.

En 1902, el sueco Otto Nordenskjöld, el noruego Carl Anton Larsen y el argentino José María Sobral quedan atrapados en el continente, separados cada uno con su grupo expedicionario, cuando el buque Antartic de la Expedición Antártica Sueca queda encallado. Tras sobrevivir al invierno antártico y posteriormente reagruparse, son rescatados en 1903 por la corbeta argentina Uruguay al mando del capitán argentino Julián Irízar.

En 1907 Shackleton volvió a la Antártida al mando de su propia expedición, conocida como Expedición Nimrod. El objetivo principal de la expedición era la conquista del Polo Sur. Si bien este objetivo no fue cumplido (los expedicionarios llegaron a 180 kilómetros del polo), tuvo varios otros logros, como la realización de la primera ascensión al Monte Erebus, la localización del Polo Norte Magnético por Mawson, David y McKay o los descubrimientos del Glaciar Beardmore y de la Meseta Antártica.

En 1910 dos expediciones más se dirigieron a la Antártida con el mismo objetivo, alcanzar el Polo Sur. Una de ellas era una expedición noruega comandada por Roald Amundsen, que años atrás había sido el primer hombre en franquear el Paso del Noroeste. La otra fue una expedición británica, comandada de nuevo por el capitán Scott. En el verano austral de 1911 ambas expediciones se dirigieron al Polo. Roald Amundsen utilizó como fuerza motriz perros groenlandeses y las enseñanzas y consejos de Fritdjof Nansen (así como su barco, el célebre Fram). Scott, en cambio, utilizó ponis para una primera etapa y la propia fuerza humana en la segunda. Roald Amundsen alcanzó el Polo Sur el 14 de diciembre de 1911; Scott lo hizo el 17-18 de enero de 1912. Mientras los noruegos no tuvieron mayores complicaciones, la mala planificación, unida a la mala fortuna, hizo que los cinco expedicionarios británicos que habían alcanzado el polo murieran en la travesía de regreso.

En 1914 Ernest Shackleton volvió a la Ántártida a bordo del Endurance con la intención de atravesar a pie el continente helado. Sin embargo el Endurance quedó atrapado entre los hielos del Mar de Weddell. Tras un duro invierno, la embarcación no soportó la presión de los hielos y quedó destruida. Shackleton y sus hombres arrastraron dos botes por los hielos del Mar de Weddell hasta que llegaron a aguas abiertas, donde se hicieron a la mar. Tras dejar a casi todos los expedicionarios en la isla Elefante, Shackleton y otros cinco hombres partieron a bordo del bote James Caird, que previamente habían reformado, y surcaron hacia el noreste el Mar del Scotia rumbo a la isla Georgia del Sur, donde sabían que podrían encontrar ayuda. Este notorio viaje, que pasaría a los anales de la historia por su dificultad, fue seguido de 36 horas de marcha a pie a través de las desconocidas montañas de la isla. Los supervivientes fueron rescatados de la isla Elefante el 30 de agosto de 1916 sin que se produjera ninguna baja.

Pero al margen de la conquista del Polo, fue otro expedicionario quien más aportó al conocimiento de la Antártida. Richard Evelyn Bird, un aviador estadounidense, que había sido el primer hombre en alcanzar los Polos Norte y Sur en un avión, realizó multitud de vuelos entre 1928 y 1955, en los que exploró desde el aire vastas zonas desconocidas de la Antártida. En 1934 invernó en solitario en una cabaña a 200 km de la base más próxima, con la intención de recoger mediciones y datos científicos.

En 1948 llegó por primera vez un líder mundial al continente, éste fue el presidente chileno Gabriel González Videla y su esposa Rosa Markmann. El motivo del viaje presidencial fue la inauguración de la Base General Bernardo O'Higgins.

Población

Base científica.

Es un continente deshabitado, excepto por equipos de científicos y militares de distintos países que reivindican sectores de las tierras antárticas, alegando derechos de cercanía geográfica, de descubrimiento o de ocupación continuada.

El primer nacimiento dentro del continente antártico, en la zona más propiamente conocida como Antártida, fue el del argentino Emilio Marcos Palma el 7 de enero de 1978 en el Fortín Sargento Cabral, base antártica Esperanza. Por lo tanto, es el primer humano nacido en un continente del cual existen registros documentados, estando así registrado en el Libro Guinness de Récords.

En 1977, Argentina establece algunas familias civiles en su Base Esperanza como acto de afirmación de sus reclamaciones sobre la región. El conjunto habitacional denominado "Fortín Sargento Cabral" ha estado habitado por una población de entre ocho y diez familias desde entonces. Desde el primer nacimiento y hasta 1983 se produjeron aquí ocho nacimientos:

Pingüinos en Hannah Point
  • Emilio Marcos Palma (7 de enero de 1978)
  • Marisa de las Nieves Delgado (27 de mayo de 1978)
  • Rubén Eduardo de Carli (21 de septiembre de 1979)
  • Francisco Javier Sosa (11 de octubre de 1979)
  • Silvina Analía Arnouil (14 de enero de 1980)
  • José Manuel Valladares Solís (24 de enero de 1980)
  • Lucas Daniel Posse (4 de febrero de 1980)
  • María Sol Cosenza (3 de mayo de 1983)[13]

Estas ocho personas poseen la nacionalidad argentina por ser hijos de padres argentinos y haber nacido en una base con bandera argentina. Sin embargo, podrían adquirir la nacionalidad de alguno de los países firmantes del Tratado Antártico que contemplen en sus legislaciones el principio de jus soli.

Para atender la población en edad escolar la base Esperanza cuenta con una escuela, atendida por un matrimonio de maestros. La escuela fue establecida en 1978, y transferida en 1997 al Ministerio de Educación de la Provincia de Tierra del Fuego; se denomina actualmente "Escuela nº 38 «Presidente Julio A. Roca»".

El primer nacimiento registrado en la región polar sur, dentro de la zona de convergencia antártica, fue el de la noruega Solveig Gunbjörg Jacobsen, nacida el 8 de octubre de 1913 en Grytviken, islas Georgias del Sur, territorio reivindicado por argentinos y británicos. Era hija de Fridthjof Jacobsen, el director auxiliar de la estación ballenera de Grytviken, y de Klara Olette Jacobsen. Fue registrada por el magistrado británico residente de Georgias del Sur.

El 9 de abril de 1984, el entonces Gobierno Militar chileno creó la villa "Las Estrellas", sobre la Isla Rey Jorge, en las Shetland del Sur. Se encuentra a un costado del Centro Meteorológico Presidente Frei, y a tres km de la Base Teniente Marsh. Al conjunto anterior actualmente se denomina Base Presidente Eduardo Frei Montalva y adyacente a él está también la Base Escudero. Inicialmente con sólo seis familias, en unos meses ya había doblado a 12 familias. También en este caso se registraron nacimientos de niños en el territorio antártico, que hasta 1985 sumaban tres:

  • Juan Pablo Camacho Martino (21 de noviembre de 1984)
  • Gisella Ester Cortés Rojas (2 de diciembre de 1984)
  • Ignacio Alfonso Miranda Lagunas (23 de enero de 1985)

Hoy existen en el continente cerca de 100 estaciones científicas de alrededor de 26 países, donde permanecen aproximadamente 1.000 personas durante el invierno, efectuando labores de investigación científica. En el verano, la población humana se multiplica y llega probablemente hasta las 10.000 personas, que efectúan labores científicas y de mantenimiento en las estaciones mencionadas.

Un fenómeno reciente en la Antártida, en el aspecto humano, es el gran flujo de turistas que visitan este continente a bordo de buques de pasajeros, en números que se incrementan año tras año.

Tratado Antártico

Avión C-141 Starlifter sobrevolando la Antártida.
Artículo principal: Tratado Antártico

Fue firmado el 1 de diciembre de 1959 en Washington y entró en vigencia el 23 de junio de 1961. Establece el marco legal para la gestión de la Antártida, y su ejecución se administra a través de reuniones consultivas (bianuales hasta 1991, anuales desde entonces). El Tratado dispone que:

  • El área antártica sólo debe usarse con fines pacíficos. Se prohíben las actividades militares, tales como las pruebas de armamento, pero se permite el uso de personal y equipo militar en apoyo de actividades científicas u otros propósitos pacíficos;
  • Continuará la libertad de investigación científica y la cooperación establecida en el Año Geofisico Internacional de 1957;
  • Se intercambiará de la forma más amplia posible información y personal pra fomentar la cooperación y eficiencia entre los Estados firmantes y en cooperación con las Naciones Unidas y otros organismos internacionales;
  • No se disputan ni se afirman reclamaciones territoriales previas a la firma del Tratado, ni se admiten nuevas reclamaciones mientras el Tratado esté en vigencia;
  • Se prohíben las explosiones nucleares y el depósito de residuos radiactivos;
  • Se incluyen bajo la jurisdicción del Tratado todas las tierras y las barreras de hielo al sur de los 60°00' de latitud Sur, pero no el alta mar al sur de ese paralelo;
  • Los observadores de los Estados miembros tendrán libre acceso a cualquier área, incluyendo el derecho de observación aérea, y podrán inspeccionar todas las estaciones, instalaciones y equipo;
  • Se deberá notificar por anticipado toda actividad, así como la introducción de personal militar;
  • Los observadores, científicos de intercambio y personal de apoyo de estos quedan bajo la jurisdicción del Estado del cual son ciudadanos;
  • Se realizarán reuniones consultivas frecuentes entre los estados miembros, pero para enmendar el Tratado se requiere unanimidad;
  • Los Estados miembros desalentarán las actividades de cualquier país en la Antártida que sean contrarias a los objetivos del Tratado;
  • El Tratado quedará abierto a la adhesión de cualquier Estado que sea miembro de las Naciones Unidas, o de cualquier otro Estado que pueda ser invitado a adherirse al Tratado con el consentimiento de todas las Partes Contratantes;
  • Las disputas serán resueltas amistosamente por las partes involucradas y, en última instancia, por la Corte Internacional de Justicia.
Nunatak de Atanasoff.

Existen además unas 170 recomendaciones adoptadas en las reuniones consultivas y ratificadas por los estados miembros, incluyendo las Medidas Acordadas para la Conservación de la Fauna y la Flora Antártica (1964), la Convención para la Conservación de las Focas Antárticas (1972), la Convención sobre la Conservación de los Recursos Marinos Vivos Antárticos (1980), un acuerdo sobre recursos minerales que fue firmado en 1988 y luego rechazado, y el Protocolo sobre Protección Ambiental, firmado el 4 de octubre de 1991 y en vigencia desde el 14 de enero de 1998. Este Protocolo procura proteger el medio ambiente antártico mediante cinco anexos específicos sobre contaminación marina, fauna y flora, evaluaciones de impacto ambiental, gestión de residuos, y áreas protegidas; también prohíbe todas las actividades relacionadas con recursos minerales excepto la investigación científica.

El Tratado Antártico considera dos clases de miembros: los consultivos o plenos (con voz, voto y veto en la toma de todas las decisiones vinculadas al espacio austral) y los miembros no consultivos, o adherentes, que cuentan sólo con derecho a voz.

Son miembros consultivos Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, Brasil, Bulgaria, Chile, China, Corea del Sur, Ecuador, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, India, Italia, Japón, Nueva Zelandia, Noruega, Países Bajos, Perú, Polonia, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Suecia, Ucrania y Uruguay.

Son miembros no consultivos Austria, Bielorrusia, Canadá, República Checa, Colombia, República Popular Democrática de Corea, Cuba, Dinamarca, Eslovaquia, Estonia, Grecia, Guatemala, Hungría, Mónaco, Papúa Nueva Guinea, Portugal, Rumania, Suiza, Turquía y Venezuela. [14]

La Secretaría del Tratado Antártico tiene sede en Buenos Aires, Argentina. El secretario en mayo de 2005 era el alemán Dr. Manfred Reinke.

Reclamaciones territoriales

mapa de Europa superpuesto sobre un mapa de la Antártida (comparativo).
Artículo principal: Reclamaciones territoriales en la Antártida

Siete de los estados miembros consultivos del Tratado Antártico mantienen reclamaciones sobre sectores del territorio antártico. Como consecuencia de la firma del tratado existe un virtual "congelamiento" de los litigios antárticos a causa de la prohibición de actividades militares no vinculadas con la investigación científica, lo que eliminó el peligro de incidentes y guerras, junto con el espíritu de cooperación y entendimiento. Mientras esté en vigencia el tratado, las reclamaciones de soberanía territorial sobre la Antártida que fueron hechas valer antes de la firma del mismo mantendrán su vigencia, pero no pueden ser ampliadas ni se permiten nuevas reclamaciones de soberanía. El tratado las menciona pero no las reconoce ni las rechaza, conservándose los derechos de todas las partes.

Las reclamaciones territoriales, en general, no son reconocidas por otros países ni por las Naciones Unidas y algunas se apoyan en la Teoría de los Sectores Polares. Nueva Zelanda, Australia y el Reino Unido, se reconocen mutuamente sus reclamaciones antárticas. Argentina y Chile también se reconocen mutuamente sus derechos antárticos, sin establecer el límite común y denominan al conjunto de sus territorios antárticos como Antártida Sudamericana. Estados Unidos y Rusia rechazan cualquier reclamo territorial, pero al momento de firmar el tratado, se han reservado el derecho de hacerlo en caso de que otros estados intenten hacer efectivos los suyos.

Los países que mantienen reclamaciones de soberanía son:

Antarctica, Argentina territorial claim.svg Antarctica, Australia territorial claim.svg Antarctica, Chile territorial claim.svg Antarctica, France territorial claim.svg Antarctica, New Zealand territorial claim.svg Antarctica, Norway territorial claim.svg Antarctica, United Kingdom territorial claim.svg
Argentina Australia Chile Francia Nueva Zelanda Noruega Reino Unido

Interesados en participar en un futuro reparto territorial de la Antártida

Con base en la Teoría de la Defrontación y otras razones han expresado sus derechos antárticos para un eventual reparto del continente:

Del mismo modo Rusia y los Estados Unidos, firmantes originales del Tratado reservaron su derecho a realizar reclamaciones en cualquier momento si otros países hacen valer las suyas.

Véase también

Referencias

  1. Gispert, Carlos (2000). Atlas Geográfico Universal y de la Argentina. Océano. OCLC 84-494-1129-7. 
  2. «Antártida». Consultado el 24 de agosto de 2009.
  3. Climate Audit
  4. Antarctic Science 7 (3): 315-325 (1995)] "The local surface energy balance of the Ecology Glacier, King George Island, Antarctica: measurements and modeling".
  5. Revista Science "Satellites Show Overall Increases In Antarctic Sea Ice Cover"
  6. Revista Nature "East Antarctica puts on weight"
  7. "It is the only large terrestrial ice body that is gaining mass rather than losing it" Curt Davis, Universidad de Missouri, Columbia, en la revista "Nature"
  8. Gispert, Carlos (2006). Enciclopedia de la Argentina. Océano. OCLC 84-494-1215-3. 
  9. a b El desierto antártico. DatosFreak.org Consultado el 13-04-2010
  10. Egan, Victoria (1997). El libro del mundo. Argentino S.A.. OCLC 987-9153-04-9. 
  11. http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/02/110209_antartica_bosques_az.shtml. Los bosques secretos de la Antártida]
  12. 10.000 virus en el Polo Sur
  13. Registro Civil de la República Argentina Oficina Nro 2506
  14. Sitio del Secretariado del Tratado Antártico
  15. Adhesión del Ecuador al Tratado Antártico
  16. Relaciones internacionales del Perú. Pág. 160. Autor: Eduardo Ferrero Costa. Editor: Centro Peruano de Estudios Internacionales, 1986
  17. El Perú y la cuestión antártica. Pág. 65. Autor: Beatriz Ramacciotti de Cubas. Editor: Centro Peruano de Estudios Internacionales, 1986
  18. Historia del Uruguay en la Antártida

Enlaces externos


Wikimedia foundation. 2010.

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